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Solo fue una venganza. por pep111

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Notas del capitulo:

Nota: Algo nuevo y refrescante, espero que les guste...

—Philip Rogers. Ahora ceras nombrado como administrador y contador del consejo estudiantil— mi corazón se paralizo al escuchar eso, en ese momento me sentí alegre, la gente vería lo bueno que puedo ser y eso me alegro bastante a su tiempo—Esperó que sobrevivas a eso—pero mi único problema era él. El presidente de consejo, Douglas Martín, el chico más popular, más deseado y la persona que me odia, más en esta escuela.

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Ser parte del consejo estudiantil y más con mi cargo no es solo revisar cuentas, también es el administrar el dinero que viene de la directiva escolar para todos los clubs que hayan en toda la escuela, pero... ¿Alguien me agrade ese? Pues nunca lo hacen, soy un cero a la izquierda, el presidente desde que entro me lo ha hecho saber en repetidas ocasiones, para él no soy nada, para nadie soy nada, tengo miedo de quedarme solo. Pero por lo menos agradezco tener los pocos amigos que tengo, agradezco ser muy inteligente y sí ("tal vez no sea la persona más agradable para ver") cómo me dijo el presidente, pero por lo menos me voy a esforzar para ser alguien importante y más adelante, darles un golpe muy fuerte a todos ellos.

Termine de revisar las cuentas de los clubs, ya estábamos sobre tiempo, los festivales vienen en camino, incluyendo eventos deportivos, eventos musicales, el baile escolar para los de último años, aparte de la conmemoración al antiguo presidente, el hombre más justo y genial que he conocido hasta ahora y que me preparo para entrar al consejo.

—Mi cabeza va a explotar—termine de dejar de preparar todo, mi cuerpo se siente completamente destruido al igual que mi mente, que está a punto de reventar por tanto trabajo.

—Solo relájate. A parte ya vienen las vacaciones y ese será el tiempo justo para relajarnos—me animo Rosé, mi compañera y buena amiga, una chica realmente hermosa, alegre y encantadora.

—Lo sé, pero solo quedan 2 semanas para eso, aparte de que las clases se acaban en un mes y ya no hay tiempo, para las muchas cosas que hay que hacer Rosé— ella arrimo su silla al lado mío, me agarró la mano y no puede evitar sonrojarme un poco.

—Eres un caso perdido—ella agarró todos mis papeles. — Puedes irte, yo me encargare de esto por ti...

—Yo... yo... es mejor que yo lo haga—le dije muy apenado.

—Solo hazlo, además el presidente siempre te da más trabajo a ti. Yo solo me encargare de todo, puedes irte—me levanté de la silla súper apenado. Nunca me ha gusto que la gente haga mi trabajo, pero mi cabeza no puede sacar más cuenta.

—Recuérdame comprarte el almuerzo—ella me sonrió y me guiño el ojo.

—Cuenta con eso—le sonreí muy amable, ella es una persona increíble, una gran amiga y es un ser humano asombroso, es la única ( bueno no la única) pero sí de las pocas personas que no me miran como si fuera una molestia o un adefesio y eso me gusta, me hace sentir querido y bendecido por lo que tengo.

Salí de la oficina, camine por los pasillos, mirando todas los carteles que hay, más algunos anuncios, todo se encuentra listo para cuando empiece las actividades. Baje las escaleras del segundo piso, me quede paralizado por un momento al ver al presidente con su "mejor amigo" o mejor dicho un idiota, los dos me miraron y el presidente se me acercó.

— ¿Has terminado tus deberes? Necesito las cuentas para mañana— le sonreí algo nervioso.

—Pues... yo hice una parte y Rosé...—en ese momento él con su dedo indicé hizo una seña para que me callara y como todo un cobarde así lo hice.

—Yo te pedí que tú hicieras tú trabajo. Todos están haciendo el suyo y ¿tú no puedes hacer el tuyo? — mi cuerpo comenzó a temblar, él me clavo su mirada y sentí como mi corazón comenzó a acelerarse demasiado. Sé bien lo que viene, lo sé a la perfección y tengo miedo, tengo mucho miedo. Está persona es un demonio.

—Yo... sí quiere puedo regresar, puedo terminarlo no tengo problema—me di la vuelta para volver a la oficina, pero sentí su mano en mi hombro.

—No te dije que te fueras ¿O sí lo hice y no me di cuenta? ¿Lo hice Allen? —le preguntó a su grandulón amigo.

—Creo que no— sin previo aviso, sentí un fuerte puño en mi estómago que me dejo sin aire, más acompañada de una gran patada de nuevo en el estómago.

— ¿Viste lo que provocas? Si me hubieras echó caso no serían las cosas así. Esto es para que aprendas Philip, que los fenómenos, gordos y feos como tú, solo están para servir.

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Llegue a casa, después de recibir esos golpazos, espero unos momentos para que se me pasara y por fin llegue a casa, a mi hogar, donde nadie me puede hacer daño, donde no tengo que ver al presidente diciéndome cosas despectivas, insultos y arrematando contra de mí. Subí las escaleras, no tengo deseos de ver a nadie, estar con nadie, ni nada por el estilo. Me siento abusado y muy mal y todo es por su culpa.

Entré a mi cuarto y fui directo al baño, me comencé a quitar la camisa para ver las nuevas marcas que me dejo él y su amigo, porque las del son más emocionales que físicas, pero cuando los golpes viene de su parte, lo hacen con mucha fuerza y las del maldito de su lacayo, porque amigo no lo puedo llamar, son más físicas, él no me insulta, literalmente va hacia mí y ¡Zap...! Todo se vuelve oscuro. Y sí se preguntan: ¿Cómo alguien como él puede ser el presidente? Eso es fácil, tiene buenas notas, es el número dos por debajo de mí en mi año, la única diferencia, es que él es popular, todos lo quieren y lo aman, tiene una cara distinta para algunas personas, los chicos como yo y otros más, los maltrata, pero a los demás chicos les trata bien e incluso han recibido ayuda de su parte.

—Algún día te veré caer...

Me mire en el espejo y vi la marca, no es tan gran pero es dolorosa, mire mi cara por un momento y que les puedo decir de mí, soy bajo no tanto, pero si lo soy, tengo un poco de sobrepeso (No mucho) tengo algo de granos en la cara, uso lentes, mi cabello es un asco a pesar de ser de color cobrizo natural. No puede evitar reírme, mi familia sencillamente es muy bella. Mi madre una ex modelo y dueña de varias tiendas de maquillaje y productos de belleza. Mi hermana es una modelo que ahora se está haciendo de una carrera en Londres, mi hermano es un gran pintor y ahora está en una universidad muy importante en Paris Francia. Mi padre es un ser muy bello, realmente es muy guapo, es dueño de una compañía de bienes y raíces es alguien muy importante y un buen trabajador.

En cambio yo, soy un asco, pero me gusta ser un asco. Siempre he creído que una cara bonita no es muy importa, lo más importante es lo que llevas adentro, más tu conocimientos y la manera en que puede afrentar las cosas. Pero sí, tal vez yo no sea muy agradable a la vista de todos, pero soy lo suficientemente inteligente, como para darme cuenta de que detrás de todo ese odio que el presidente nos tenga a las personas que tal vez "no nos veamos como el resto" o "no seamos bellas" por dentro debe de ser peor que nosotros y eso si da pena.

Suspire al ver lo caótico que se ha vuelto mi vida últimamente, y ver que no puedo (todavía) hacer nada al respecto.

—Me siento tan vulnerable—salí del baño y me acosté en cama, ya me había bañado y cambiado de ropa—Todo ya pasara.

— ¿Qué pasara? — pegue un fuerte grito al ver a mi hermana salir de la nada.

— ¡No hagas eso! ¡Casi haces que me dé un infarto! —ella se echó a reír, como si hubiera dicho algo gracioso y se lanzó a mi cama.

—No te moleste gordito.

—No me llames así. Sabes que me molesta mucho ese apodo—me abrace a mi almohada y ella me abrazó a mí.

—Sabes que te lo digo por cariño. Yo nunca te insultaría—comenzó a acariciarme el cabello delicadamente.

Mariana, el cual es el nombre de mi hermana. Ella siempre ha sido una chica dulce, un cacha simpática y muy alegre y sobretodo muy humana y sencilla, a pesar de que su imponente 1,78cm, sus ojos azules eléctricos muy expresivos y su cara de villana de telenovela mexicana. Ella es la persona más linda que existe en todo el mundo.

—Philip ¿Te molestan en la escuela?-trague saliva "¿Cómo lo supo?" las manos me comenzaron a temblar y le di gracias a dios que ahora estoy abrazando a alguien, que le estoy dando la espalda, porque no quiero que me vea así.

Estoy muy mal, mi cuerpo esta lastimado y todo es por su culpa...

—No sé de qué me hablas—me levanté de la cama dispuesto a salir de mi cuarto, pero ella me detuvo.

—Vi cuando te quitabas la camisa. Mire tus golpes. Philips—me libere de su agarré y abrí la puerta.

Pero antes de salir, algo me retuvo, volteé a verla muy a mi pesar. Sé que es mi hermana, pero este problema lo tengo que resolver yo, nadie más que yo.

—No te metas en mis asunto y tampoco me espíes. Esto te lo agradecería mucho.

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Después de esa pequeña discusión con mi hermana, ella comenzó a atosigarme como ustedes no tiene idea, incluso empezó a ir a recogerme, no sabiendo ella que las cosas se iban a poner mucho peor que eso.

Todo el mes para mí fue un completo infierno, los golpes fueron cada vez más fuerte y al pasar las actividades y presentarse el final de año, fue como si me pusieron un enorme letrero que dice: ¡Es hora de golpear a Philips! Con letras grandes de neón y con una banda sonora atrás tipo lucha libre. No sé cuándo se acabara esto o cuando mi paciencia dure, como para por fin hacer algo, Douglas y Allen, siento que los dos quieren acabar conmigo, él y su pandilla siempre hacen esto, buscan personas para golpear, maltratarlos hasta que estas se van y no vuelven más, ellos lo único que son, son unos grandes matones, eso es todo. Espero que algún día llegue alguien que los ponga en cintura, para que se acabe esto de una vez.

Las clases terminaron y rápidamente recogí mis cosas, hoy el día se volvería demasiado pesado, Douglas me mando a sacar las cuentas de toda las ganancias de este año, más todo lo que se recaudó en los festivales y entre otras cosas, para que él los revisara más tarde, "Él de verdad me odia" suspire completamente agotado, de dieron ganas de llorar, pero eso no vale la pena y tampoco arreglara los problemas.

— ¡Philip! —alce mi cabeza para ver quién me llama y al hacerlo, me encontré con la dulce mirada de Rosé.

—Hola, dime—le dije con una sonrisa en mi rostro, que solo ella y pocas personas logran sacarme.

—Los hicos y yo vamos a comer ¿Quieres venir? —yo negué rápidamente.

—Tengo muchas cosas que hacer para Douglas, ya sabes, lo mismo de siempre—me encogí de hombros, ella apretó los puños con fuerza y me miro muy molesta.

—Estoy cansada de que él te pisoteé. Pero estoy más cansada de ver que tú te dejes. Te lo voy a decir porque somos amigos y te aprecio, pero él te matara, hará algo al final contigo... que ni siquiera tú podrás evitar que él te haga—ella se dio la vuelta y se fue. Dejándome completamente pasmado y sorprendido por sus palabras.

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Termine de hacer las cuentas y se las lleve a Douglas. La cabeza me dolía desde que Rosé me dijo, no pude ir y detenerla, no pude decirle: "Mira estas equivocada" porque eso sería mentira, soy un mal ser humano y uno que se deja pisotear, pero ella tiene razón, esto se debe de terminar y yo me encargare de eso.

—Todo está mal—abrí mis ojos enormemente. Yo no suelo equivocarme, mejor dicho nunca lo hago.

—Yo revise esto dos veces antes de entregárselo. Estoy seguro de que todo está muy bien y que no me equivoque sobre nada—él puso una expresión que jamás había visto en toda mi vida. La piel se me erizo, pero eso no me iba a hacer retroceder.

— ¿Me estas contradiciendo?

—Para que decirle lo obvio... qué estúpido—esto último lo susurre para mí mismo, me pare erguido.

— ¿¡Q-qué!?... Tú no sabes con que te estás metiendo, adefesio—yo solté un pequeño bostece.

—Siempre lo mismo ¿Acaso no tiene un insulto diferente que me pueda decir? —no me espero lo que paso a continuación, sólo lo sentí. Una gran y fuerte cachetada él me propino un golpe un muy fuerte golpeé. Por primera vez el me pegó.

Yo sin pensarlo dos veces, recogí mis cosas, realmente no podía seguir así. Tener paciencia, nadie puede tener mucha paciencia es imposible y sí, hay gente que la puede mantener como yo la hice, pero en la vida todo tiene un límite y quiero que lean bien esto. Nunca se dejen, jamás en la vida permitan que alguien les haga menos, yo no lo haré más, estoy cansado de ver mi cuerpo roto y es hora de que lo pegue, así sea con chicle. Pero yo haré que mi cuerpo y mi mente vuelvan hacer lo que eran antes.

Me dirigí al pasillo, necesito bajar las escaleras, necesito irme, necesito eso con todas mis fuerzas. De la nada, él apareció, me galo muy fuerte y me dio otro golpe más.

— ¿A dónde crees que vas? — su sonrisa se volvió algo sádica y eso me está provocando mucho miedo.

—Te odio—le dije desde lo más profundo de mi ser.

Pero para él eso no significo nada.

Yo corrí, iba a bajar las escaleras pero él me volvió a agarrar incluso con más fuerza.

—Aprenderás a no meterte conmigo más nunca—de verdad nunca espere esto.

Su golpeé fue esta vez más fuerte, yo me encontraba en las escaleras, sin querer retrocedí y todo fue peor, mire su cara sorprendida. Él solo extendió su mano para tratar de ayudarme, cuando el mismo causo todo esto, ¿Cómo me podría ayudar, si ya el daño esta echó? Rodé por las escaleras. Escuche sus gritos, pero nada podía hacer con eso.

Sentí un dolor fuerte en mi cabeza, en mi brazo, mis costillas y mi pierna. Como pude abrí los ojos y mire sus pies, observe con cuidado y había sangre, mucha sangre, trate de mirar hacia arriba y cuando lo hice, el estaña riendo "él se ríe" y después de eso, solo lo vi huir, lo vi hasta que mi mirada se cansó y ya no pude ver más, cerré los ojos y todo se volvió negro.

"Tú momento ya llego Douglas Martín"

Continuara...

 

 

 

 

Nota Final: Voy a empezar con fuego y terminare con fuego.

 

Notas finales:

Nota Final: Voy a empezar con fuego y terminare con fuego.


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