Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tidal Wave por Ale Moriarty

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Día 1. TomHarry inspirado en una pintura y su significado o del pintor que la hizo.


Advertencias: Puede contener OOC.


Género: Romance, Drama, AU.


Libros/Películas: Harry Potter.


Pareja: TomHarry


Palabras: 1,762 –OS-


Pintura escogida: Novena ola de Iván Aivazovski (1850).


http://www.artribune.com/wp-content/uploads/2016/05/Ivan-Konstantinovi%C4%8D-Ajvazovskij-La-nona-onda-1850.jpg

Notas del capitulo:

Notas: Este fanfic está hecho para mi amada amiga Mille como regalo de cumpleaños, ella escogió el tema el cual se menciona arriba. El término Tidal Wave significa marejada u ola gigantesca. La pintura de la novena ola es considerada la más bella de Rusia, muestra el mar después de una tormenta, tiene colores cálidos que representan la esperanza de sobrevivir luego del desastre; la novena ola hace alusión a la tradición de los marineros que atribuyen a que esta es la más destructiva de todas.

Tidal Wave

[Aquella sonrisa era su arma más letal, me golpeó como si fuera una ola.]

Detestaba a las personas con todo mi ser. Observaba a las multitudes conglomerándose en la playa y controlaba mi deseo de ahogarlos a las orillas del mar, aborrecía vivir cerca de este lugar turístico, si no me alejaba pronto, terminaría convirtiéndome en un asesino serial, estaba seguro de ello.

Me dirigí a mi balcón y analicé a todos. Sonreían, jugaban y reían bajo el ardiente Sol, ¿qué provocaba que irradiaran tanta alegría? ¡Estaba harto!, mi desprecio solo aumentaba cada día. De repente, tuve un destello de curiosidad, ¿y si me exponía a ese infierno? Tal vez encontraría la razón de su diversión.

—Mañana visitaré ese abominable lugar —refunfuñé ante la idea que se me acababa de ocurrir.

.

.

.

Al día siguiente todo parecía marchar en mi contra, no había dormido bien porque los estúpidos de mis subordinados no podían hacer nada bien en la maldita empresa, a veces me cuestionaba seriamente si debía meter a todos en la sala de conferencias y quemarlos vivos para que se “encendieran” sus neuronas.

Después de varias llamadas donde grité más de lo debido, dejé todo a manos de los inútiles, quería ver si los efectos relajadores de ese mugroso lugar, podrían surtir efecto en mí. Di unos cuanto pasos y me sentí irritado, la arena estaba ardiendo, así que no había sido una buena idea caminar con unas sandalias, ¡putos turistas! Siempre los miraba con una sonrisa en la cara, ¡¿cómo lo hubiera adivinado?!

Clavé la estúpida sombrilla en la arena y lancé con amargura la toalla sobre la misma, al final me dispuse a apreciar la “hermosa” vista mientras me echaba bajo la sombra. Varias chicas se acercaban a intentar charlar conmigo, pero las alejaba con palabras mordaces. Detestaba a esta clase de mujeres, las que no sabían cómo cerrar la puta boca.

Entonces, un extraño me llamó la atención, sonreía a la gente como si fuera tan fácil hacerlo, ¿qué tenía? ¿Unos 15 años? ¡Malditos mocosos pubertos, ¿de dónde sacaban la energía? Yo no era un anciano ¡obviamente! Pero con 27 años ya no había nada que me sorprendiera, alegrara o fascinara de la vida adulta, todo se ennegrecía y pudría.

O, mejor dicho, ¿alguna vez había sentido alegría en mi corazón?

Había crecido muy pronto, ¿incluso tuve alguna vez infancia? No lo recordaba ni lo sentía. Los Riddle siempre habíamos sido una familia adinerada y prestigiosa, venía de una cuna de oro y como hijo de esta familia millonaria, tenía que cumplir con lo que se me encomendaba, debía encargarme de todo.

Desde pequeño se cayeron mis ilusiones y aprendí a ver lo más nauseabundo de los humanos, así que sí, yo había madurado en un pestañeo.

Apreté mis dientes, ¿a qué había venido a esta playa en primer lugar? Al parecer, la respuesta era a enfadarme gratis.

.

.

.

¿Cuántos días llevaba visitando este lugar asqueroso? Había descubierto que ese mocoso desconocido se quedaba hasta tarde paseando a los turistas en un pequeño bote de muy mal gusto.

¿Así obtenían dinero los estudiantes en sus vacaciones?

No comprendía este nuevo nivel de obsesión que estaba adquiriendo y no quería profundizar en ello, pero de algo estaba seguro: me molestaba mucho. Este chico me producía emociones que había encerrado profundamente, yo no podía permitirme envidiar a alguien tan normal, ¿por qué si su vida era tan precaria poseía lo que yo no?

Sentí la arena incrustándose en la palma de mis manos, estaba tan enfadado que mis puños temblaban mientras la empuñaba.

No quería volver a verle, ¡NUNCA!

.

.

.

Entonces… ¿por qué lo espiaba? Ahora estaba bajo la comodidad de mi guarida, sentado en el balcón y, aun así, ¡lo observaba como un mísero acosador! Yo era Tom Riddle, el heredero de las empresas Riddle, el joven millonario audaz, inteligente, ambicioso y la gran proeza de este siglo, ¡¿por qué me interesaba en un mero plebeyo?!

Gruñí y apreté la botella de agua hasta que su contenido se derramó en el suelo.

Ya no podía ocultarlo, mi curiosidad era inmensa y este sentimiento que no quería nombrar me estaba carcomiendo las entrañas, ese chico de sonrisa encantadora y ojos esmeralda se había adentrado en mis pensamientos como un virus, ¡uno que necesitaba eliminar!

Pero, ¿cuál sería el antídoto?

.

.

.

Como un ciclo sin fin, regresaba a ese maldito lugar, bajo esa estúpida sombrilla, con la jodida arena metiéndose en cada rincón de mi cuerpo. Acomodé mis lentes de sol y fingí que estaba allí por mero gusto.

Pero algo era diferente, el chico misterioso no estaba allí.

¡¿Qué demonios?!

—¿Ya se acabaron las vacaciones? —saqué mi celular y observé la fecha, ignorando las llamadas perdidas de los ineptos de mis trabajadores, los estudiantes aún tenían vacaciones de verano, entonces ¿por qué no estaba?

Giré mi rostro varias veces, pero no di con él.

Esto era una mierda, me enderecé y levanté. No quedaba ningún motivo para seguir con esta tortura, mi hermosa piel se estaba comenzando a broncear, ya tenía una razón para dejar de asistir a esta playa, eso era lo que quería.

Así que ¿por qué me sentía decepcionado?

—¿Te vas tan rápido? —escuché una voz jovial y encaré al mocoso que decidía hablarme tan casualmente. Con lo que me topé fue una sorpresa, pero mi rostro permaneció estoico, era una habilidad de la que me sentía muy orgulloso.

—¿Disculpa? —fingí un tono ofendido.

—En las últimas semanas desapareciste.

—¿Cómo…?

—Destacas con facilidad —me contestó rápidamente. Eso yo ya lo sabía y aun así me tomó con la guardia baja. Sonreí sin poder evitarlo, este mocoso era divertido.

—Oh, ya veo.

—Desde que dejaste de venir, mi clientela disminuyó —un nuevo gesto se mostró en ese rostro juvenil, ¿era eso una mueca? Yo no era fanático de las expresiones humanas, es más, las consideraba inútiles, pero en la cara de ese niñato me parecían asombrosas.

Quería ver más.

—No desaparezcas de nuevo, necesito el dinero —¿acaso eso era una demanda?

—¿Qué gano yo, mocoso? —me burlé, era refrescante escuchar a este niño altanero hablarme descortésmente. Si supiera que tenía el poder para aplastarlo con el pulgar de mi dedo, ¿qué expresión pondría?

Vi su cara pensativa y quise burlarme. No era momento de juguetear, tenía trabajo que hacer, si dejaba a los imbéciles de mis trabajadores solos, eran capaces de arruinarme financieramente. Iba a recoger mis cosas, pero fui detenido por una mano suave que me tocaba con familiaridad, ¿qué demonios?

Su tacto era diferente al de los demás.

—Te daré un viaje gratis, ¿aceptas la oferta?

Me quedé plantado sobre la caliente arena y me invadió un sentimiento repugnante de intranquilidad, ¿acaso este niño era tan poderoso como para dejarme sin palabras?

—¿Cómo te llamas, mocoso?

—Harry, Harry Potter —entonces me sonrió y me ahogué.

.

.

.

Esperé con la poca paciencia que tenía, a que la mayoría de los turistas se marcharan. Este niño sí que tenía agallas para ofrecerme algo “gratis” y hacerme esperar hasta que sus clientes se largaran.

Vi que a la lejanía me hacía una seña con la mano y suspiré cansado. Al fin terminaba, no sabía por qué había accedido a semejante cosa, yo había surcado los mares y océanos en barcos y yates, incluso había volado encima de ellos cuando planeaba viajes de negocios en mis aviones privados, pero ahora me rebajaba a subirme en un bote que parecía más destartalado que una casa en ruinas.

—Aun no sé tu nombre —miré con tranquilidad a Harry y sonreí burlonamente.

—Tom Riddle.

—Bueno, prepárate para ver algo hermoso —me mofé con una sonrisa sarcástica y noté su ceño fruncido. Este chico no era bueno ocultando sus emociones, ¿cierto? Aunque esta era una habilidad que demostraba su vulnerabilidad, se volvió interesante.

Me senté en lo que ya parecía una balsa y me dejé guiar. Potter remaba con fuerza y observé que aquellos flacuchos brazos poseían algo de músculo, era divertido como este muchacho andrajoso y enclenque había capturado mi atención. Hablaba sobre lo hermoso que lucía la playa, las nubes, el paisaje y un montón de barbaries, pero yo solo tenía curiosidad por ver cómo sus facciones cambiaban, sus ojos brillaban y sus manos se movían.

Era un interés que jamás había sentido.

—Tom… ¡Tom! —pestañeé y volví a concentrarme. Harry ahora se estaba quejando de que lo ignorara, solté un largo suspiro y lo miré cansinamente.

—¿Qué?

—Mira… —su mano señaló el atardecer y me giré. Lo que vi ese día cambio mi perspectiva para siempre.

El Sol se veía tan hermoso que me quedé sin aliento unos instantes, la madre naturaleza podía mostrarnos el paraíso si se lo proponía. Una pintura se vino a mi mente al tener esta vista frente a mí, me recordaba a una escena que vi pintada y expuesta en una galería de arte.

Se llamaba: la novena ola.

—Es hermoso ¿verdad? —desvié mis ojos y noté esa maldita sonrisa que incineraba mis huesos hasta convertirme en una maldita gelatina. No comprendía nada, ¿cómo podía tener semejante poder este chico? Harry era peligroso, su sonrisa era como un mareaje, una maldita ola que me azotaba e intentaba ahogarme.

Jaloneé el brazo de Potter y choqué su cuerpo contra el mío, sus ojos esmeraldas se abrían con asombro al tenerme tan cerca, sentía su respiración agitada y aquello calentó mi corazón, yo ya sabía que era lo que anhelaba.

Era a él.

TODO.

Harry era eso que había observado en la obra de Iván Aivazovski, la hermosura que llegaba después del desastre, yo había sido como esos marineros que se aferraban a su barco destrozado después de la tormenta marina y veían el hermoso atardecer, ¡podía sobrevivir! Era capaz de enmendarme de esta vida insípida y sin sentido.

—Tom ¿qué ha…? —su voz temblaba. Se veía tan indefenso entre mis brazos que me provocaba una especie de ternura y estímulo. Oh Harry, si supieras que quiero consumirte a tal grado que la posesividad tendría un nuevo significado.

Así que lo besé. Saboreé mi deseo hecho realidad. Probé la libertad y tenía tintes de inocencia e inexperiencia. Harry se resistió al principio, pero cedió ante mi experiencia.  Lo quería demasiado, lo deseaba tanto.

No lo dejaría ir nunca.

—Serás mío —aclaré mientras separaba nuestros labios. Su mirada demostraba el temor que comenzaba a sentir, pero no me preocupaba. Un día tendría que aprender a amarme, porque no lo dejaría escapar de mis garras.

Le mostraría lo destructivo que yo podía ser, yo sería su novena ola de ser necesario.

SERÍA SU FINAL.

Fin.

Notas finales:

Los que no dejan review son muggles /?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).