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La venganza perfecta por paunina12

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Notas del fanfic:

Hola! espero que esten bien, les dejo este one-shot y espero que lo disfruten como yo disfruté escribiéndolo, por favor no olviden dejar su review, ya que me motiva a seguir escribiendo y me ayudan a mejorar cada día más.

Notas del capitulo:

Los personajes son de Yana Toboso y no me pertenecen,solo la historia es mia y está basaad en la canción 

Gift from the Princess who Brought Sleep

“Vamos a dormir con este regalo, es algo que te obsequiaré para que toda tu vida sea feliz”

Desde que era una niña siempre soñé en casarme contigo, te amaba con la misma intensidad con la que te amo ahora, hicimos una promesa en nuestra infancia “estaremos juntos por siempre” esa promesa que nuestros padres convirtieron en una propuesta donde tu pedirías mi mano .Cada vez que te miraba a los ojos la inocencia era casi palpable y me sentía nerviosa simplemente con tomar tu mano, esa que siempre había estado extendida hacia a mí para darme apoyo incondicional. Me gustaría preguntarte en qué momento todo lo que nos unía comenzó a desaparecerse, pero ya tengo una idea de cuando sucedió todo esto.

Ese incendio, que asesinó a toda tu familia asesinó también al pasado tú, que ya no era más un chico amable y sonriente que deseaba estar conmigo para siempre, si no que te transformó en una persona fría y desconfiada, incluso con mi persona.

Ojalá supieras como me sentí al creer que mi prometido había muerto, el negro comenzó  envolverme, perdí mis colores y tomé el papel de la novia devastada a quien todos miraban con lastima y le daban su más sentido pésame. Pero entonces llegaste, acompañado de un mayordomo vestido de negro,  no pude hacer más que agradecerle por el hecho de que hubieses regresado a mí con vida, aunque se que el pasado ya nunca regresara ya que has quedado marcado para siempre.

Recuero cuando éramos pequeños y jugábamos juntos, dormíamos tomados de las manos como si nos fuéramos a perder el uno al otro en medio de nuestros sueños.

Siempre quise ser la esposa que merecías, tal como son las niñas educadas las niñas en este reinado, poesía sobre la filosofía, bordar sobre la cocina, bailar sobre el ajedrez, “ser inocente como un ángel” oculté todo lo que pudieras detestar de mí, incluso tuve que guardar en secreto que lo que yo hacía en los salones no eran clases de baile, si no  que me enseñaban el dominio total de la espada, en la que fui nombrada como un prodigio de esta. Me privé de los hermosos zapatos de tacón alto para no sobrepasarte a ti, que hora estabas en el mundo de los adultos y te esfuerzas por ser visto como uno, así que desde ese día que una parte de ti regresó los zapatos tacón bajo de niña se convirtieron en mi realidad.

Pero el tiempo definitivamente no ha pasado en vano, he aprendido muchas cosas con solo estar a tu lado y me di cuenta de que has cambiado demasiado. Ahora eres un codicioso con sed de venganza que se ahoga en su propia lujuria, incluso llegaste a olvidar la promesa que hicimos en nuestra infancia, pero voy a ignorar todo eso porque aun así soy feliz a tu lado.

Las noches esperándote en la vacía habitación donde solo se escuchan mis sollozos se han convertido en rutina, no puedo dormir por las noches y cuando llegas a recostarte a mi lado puedo sentir el olor a vino y a perfume de mujer  que sale de tu cuerpo.

El otro di escuché una conversación que me dejó atónita  y terriblemente afectada, pues, le confesabas a uno de tus amantes que solo habías contraído matrimonio conmigo por el dinero del dote que darían mis padres y para mantener la pureza de sangre. Yo estaba mirando por el agujero de la cerradura y pude sentir como mi corazón se partió en mil pedazos cuando se besaron apasionadamente, era horrible, pero lo peor de todo fue que cuando se fundieron en ese beso, los ojos rojos de tu acompañante parecían reírse de mi sufrimiento.

Sé que como una esposa ideal debo hallar y dejarte hacer o que quieras, pero muy en el donde se que no quieres dañarme, porque todo el tiempo que estuvimos juntos cuando éramos niños es la prueba de todo el amor que nos tenemos ¿No es cierto? Me rehusó a pensar que ya me has olvidado por completo.

Visité con un disfraz el lugar al que me dijeron que solías visitar y me encontré nada mas ni nada menos que una casa de meretrices, no me reconociste, pues creo que aunque me hubiera presentado justo en frente de t no  hubieras notado, ya que estabas completamente entregado a los brazos de aquellas mujeres que te hacían compañía, sobre todo de una castaña a la que llamabas “Doll” y una pelinegra que respondía al nombre de “Sieglinde”  todos se veían bastante a gusto, como si estuvieran acostumbrados a esa situación, y vaya que si lo estaban.

No pude seguir viendo esa escena así que me marche de  inmediato las lágrimas no dejaban de caer por mis mejillas, poco a poco me estaba cansando de todos tus amoríos de una noche, de vivir en una habitación vacía y tratar de dormir en una cama fría. No tengo idea de hace cuantas noches que no concilio el sueño por preguntarme en qué cama estarás dormido hasta el amanecer.

Ocurrió unos días atrás, me enfrenté al joven de negro y le exigí que se fuera de la mansión, que dejara de atormentar mi pobre alma y la de mi esposo, ya que hace un tiempo podía notar miradas extrañas entre ellos, como si escondieran un secreto del que nadie debía enterarse, pero el en vez de sentirse amenazado amplió su sonrisa y se acercó a mi oído para decirme descaradamente “tu esposo es mío, incluso antes de que se casaran” yo enfurecida, traté de darle una bofetada por tal insolencia, pero cuando mi mano estaba a punto de llegar a su rostro alguien me sujetó de ambos brazos, impidiéndome moverme. Ahí estabas tú, con una expresión molesta recriminándome lo que había intentado hacer, diciendo que no era correcto maltratar al mayordomo de la mansión y volviéndome la culpable de todo el problema.

No creas que no noté esa forma en la que se miraron, entre ustedes os había fuego, la más pura pasión desatada, puedo afirmar ante dios que lo que digo es cierto, porque de esa forma tan radiante es con la que te miro todos, los días a pesar del daño tan grande que me has hecho de formas tan desgarradoras.

Pero pese a todo no se me permite dejar de sonreír y fingir ser a esposa modelo del perro guardián de la reina, de contarle al mundo la mentira que vivimos desde que nos casamos. Duele y me lastima, pero aun así algo me impide dejarte, no quiero y me niego a darle mi lugar a cualquiera de tus amantes para que estén de forma libre contigo, eso sería como perder batalla tras batalla hasta que se haya acabado la guerra.

Conocí a alguien, se hace llamar “Undertaker” le conté todo o que estaba ocurriendo y me dijo que conocía un medicamento que haría que volvieses a mí, le pregunté que te haría y me prometió que solo te haría dormir tranquilamente.

Una vez en la mansión me ofrecí para servirte una taza de té mientras que Sebastian ayudaba a los otros sirvientes con sus tareas. Y allí, en medio de la cocina vertí unas cuantas gotas del líquido en su taza, rogándole a dios que fuese lo suficientemente efectivo para que él se quedara conmigo hasta que la muerte nos separe.

Tomamos el té juntos y cuando se iba a ir para dejarme sola una noche más, se detuvo en la puerta y me deseó buenas noches, diciendo que iría a acostarse. Yo no cabía de la felicidad había resultado, gracias a ese maravilloso regalo él estaba durmiendo entre mis brazos como cuando éramos unos niños, le estaba eternamente agradecida a ese hombre y pronto se lo haría saber.

Ese milagroso elixir que pongo en tu copa de vino antes de dormir cada vez te acerca  más a mí y eso me encanta, pero lo que más me gustas es ver la cara de aquel mayordomo, quien no tiene la menor idea de porque su amado conde lo ha dejado de lado de un día para otro.

Pero cuando comenzaba a ser feliz nuevamente algo cambió, su actitud era más fría y distante de cuando recién nos habíamos casado, había comenzado a hacerles visitas nocturnas a ese hombre mientas yo dormía, o más bien, mientras fingía hacerlo. ¿Por qué me lastimas de esa forma, a mí, que te amo tanto desde que nos conocimos? te he entregado toda mi vida ¿Así es como me pagas?

Esto no va a quedar así, te  aseguro que voy  a recuperarte, después de todo eres y siempre serás mi adorable esposo.

Visité a aquel sujeto e cabello plateado y ojos verde amarillentos,  me dijo que podía enseñarme a refinar la medicina para hacerla mucho más poderosa, peo a cambio me pedía entretención, ¿cómo podría entretener un sujeto tan extraño? Recordé los chistes de la tía Ann, al menos los que no eran censurados.  Estaba terriblemente roja por la vergüenza y el de cabello gris no podía dejar de reír, y la saliva brotaba de sus labios. Se limpió con la manga de su traje y me invitó a pasar a una especie de “laboratorio”. Cada máquina hacía una función distinta y yo estaba completamente fascinada, quise meter mano a la receta, pero el hombre no lo permitió, así que me quedé esperando en silencio hasta que vertió en un pequeño frasco un líquido de color granate que parecía brillar entre mías manos, le agradecí y abandoné e lugar, definitivamente esa noche lo probaría, pero no podía olvidar lo que me había advertido “con una sola gota basta, si agregas más, tu amado esposo dormirá para siempre”.

El carruaje me esperaba fuera de ese sombrío lugar, me llevó de vuelta a la gigantesca mansión en donde residía. Tenía un terrible presentimiento, así que entré en silencio, sin avisarle a mi esposo que había llegado, con cada paso que daba, más me adentraba en la mansión n y escuchaba  lo que parecían ser murmullos, los cuales me llevaron al despacho de Ciel.

La puerta estaba entreabierta, así que mis curiosos ojos me obligaron a observar lo que pasaba allí adentro, entonces lo  vi, la prueba de que este matrimonio no era más que una mentira hecho por conveniencia, que todo el tiempo había sido engañada de forma descarada por su brillante sonrisa y mentirosos ojos azules.

Aquella habitación estaba llena de gemidos y jadeos que parecían no tener fin, el mayordomo penetraba con fuerza el pequeño cuerpo de Ciel, y este no hacía más que pedirle entre jadeos que no se detuviera, que quería sentirlo con más fuerza. Unían sus bocas y sus lenguaz danzaban al compás del pecado que estaban cometiendo en mi propio hogar, esas embestidas acusaban que los ojos de amos brillaban llenos de lujuria y deseo, entones él pronuncio las palabras que nunca me había dicho a mí.

                                                                  “Te amo”

Y enseguida recibió la respuesta del segundo traidor, que parecía deleitarse con dejar marcas en su piel blanca.

                                                  “Yo también te amo, Bocchan”

Eso era suficiente, estaba completamente cansada de todo esto, jugar al matrimonio perfecto durante el día y las fiestas nocturnas, cuando en realidad mi esposo nunca había querido estar conmigo y nunca me entregó el amor que yo le di todos estos años. Finalmente pude comprender en lo que me convertiste, fui transformada de la hija del marques Midford, una espadachín implacable en una muñeca decorativa que le enseñabas a todo el mundo para que nadie sospechara de todo lo que ocurría puertas adentro. Me di cuenta de que me hallaba rota desde hace muchísimo tiempo, cuando acepté actuar como si nada corriera, lo único que quería era ser amada, pero ni tu lástima pude conseguir.

No he podido dormir de tanto refinar el medicamento el sueño que voy a entregarte, sé que con ella dormirás eternamente y te alejaré de tu ser amado, pero es lo más mínimo que puedo hacer comparado con todo lo que me has hecho, pues ya lo he decidido, si tu no quieres ser mío no podrás ser de nadie.

Esta misma tarde te invité a tomar el té en el jardín decorado de rosas blancas. Mientras aquel otro traidor cortaba las rosas marchitas, serví el té como él acostumbraba  hacerlo, y en un descuido tuyo, agregué tres gotas de la esencia que se me fue entregada. Noté que el oji rojo sintió el aroma del líquido mortal y se apresuró en ir a salvarte, pero ya era tarde, pues con solo un sorbo de té bastaba para acabar con tu vida.

Tus parpados comenzaron a sentirse pesados, así que lo llamaste sin importarte que yo estuviera presente y caíste muerto entre sus brazos. Él me miró con odio y trató de atacarme, pero rápidamente saqué el frasco de entre mis ropajes y bebí su contenido de un sorbo. Lo último que vi antes de caer desplomada fue tu cara de odio y las lágrimas que se deslizan por tus mejillas, lo que para mí, quien había estado en vela durante mucho tiempo, fue una venganza perfecta.

Notas finales:

 

Hola a todos! Cómo están? Espero que bien, les traigo este one shot, que como se habrán dado cuenta, no es lo que estamos estambrados a leer, ya que es un sebaciel  -o sebasirius- (no me gusta decirle tuerto XD) pero narrado desde la perspectiva de nuestra “amada” (nótese el sarcasmo) Elizabeth! Yujuuu siii wuuhuuu, debo aclarar que yo NO odio a Elizabeth, pero debo admitir que antes la quería más, pues en de pensar que nuestro cielito desde que volvió la aguanta y la protege de todas las maneras posibles ella no sabe a quién amar :v yo que tú me quedo con el tuertin beibi.

En fin, espero que les haya gustado, por favor les pido que me dejen algún comentario, me motivan mucho a a seguir escribiendo,  si les gustó recomiéndenlo y pasen el link guiño guiño o pásense a  mi perfil a leer otras historias. Nos vemos, los loveo a todos


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