¿Cuánto tiempo había pasado? No lo sabía y honestamente no tenía interés. No cuando eres un vampiro que ha vivido cientos de años, quizás más. Pero no encontraba nada interesante en él.
Siempre eh visto que los humanos son criaturas crueles, matan, roban, mienten y lastiman solo por la satisfacción de hacerlo. Todo en este mundo era aburrido. A veces cuando no siento tanto sueño, me pregunto porque fuimos creados, que significado hay para que estemos aquí.
Desde que tengo memoria eh caminado por la infinita oscuridad, acompañado de esa molesta voz que está dentro de mi cabeza, el cual me hiere con sus palabras. En un principio aquello me afectaba pero aprendí a ignorarlo, después de todo tenía razón, mi existencia lastima a quienes se acercan a mí.
Durante el transcurso de mi existencia, vi el resplandor de innumerables luces, pero ninguna me interesaba, simplemente eran pequeños faros que intentaban atraerme para utilizarme. Por lo que seguí aquel camino oscuro, lleno de soledad, culpas y sufrimientos.
Mis otros hermanos me criticaban por mi falta de interés pero que pueden esperar de mí, soy el vampiro que representa la pereza, no quiero ni deseo tomar decisiones. Suficiente era con cargar con la muerte de esa persona.
Como desearía terminar con esta aburrida inmortalidad, pero no puedo. Algo me lo impide, irónicamente otra voz en mi interior me suplica que espere un poco más.
¿Esperar que? Acaso no eh aprendido durante todos estos años que no hay nada en este mundo para mí. De todas maneras decidí obedecer, no creí que sucediera algo importante.
Entonces pasó algo fuera de lo común, conocí a un chico demasiado problemático, era todo lo opuesto a mí. Ese chico era una molestia, siempre tratando de dar lo mejor de sí, siempre queriendo ser el héroe. De todas maneras no podía decir nada, me convertí en su servamp. No puedo creer que un chico tan problemático se haya convertido en mi eve.
Mi rutina no cambia simplemente camino por ese enorme sendero oscuro, donde todo lo que toco desaparece, y sé que ese chico pronto me abandonara. No sería sorpresa, nadie le agradaría permanecer a lado de alguien que solo causa sufrimiento y dolor.
No importa lo que suceda siempre permaneceré a tu lado.
Tú no trajiste a mi vida sufrimiento.
No me arrepiento de haberte encontrado.
Esas palabras me hacían sentir extraño, y una cálida sensación se instalaba en mi interior. El camino oscuro porque el siempre transitaba empezaba a cambiar. Al principio no le tome interés pero después entendí.
Estaba siendo guiado a la sombra de una luz correcta.
Sin querer cada vez más me sentí atraído ante esa hermosa luz, y me prometí protegerla, no deseaba que ese cálido resplandor desapareciera.
-¿Kuro te sucede algo? – me miraba con aquellos preciosos ojos color avellana, que resplandecían de manera tan sublime.
-Tengo sueño.- conteste mientras me recostaba, en el piso y cerraba los ojos.
-Pero si no tiene mucho que despertaste, levántate gato perezoso.- me reclamo un tanto enojado.
Solo sonreí, mientras seguía escuchando sus reclamos.
Sabes Mahiru, quisiera decirte lo agradecido que estoy por haberte conocido, a pesar de que me has dicho que siempre te salvo, tú me salvaste de mí mismo. Me diste el valor de enfrentarme a mis temores y mi pasado.
Ahora solo me falta decirte lo feliz que estoy a tu lado.
Y…
-Te amo.- solté sin pensar, quise por un instante retractarme, pero verte sonrojado y con esa expresión de felicidad.
-No pudiste escoger otro momento para decírmelo.- exclamo con una expresión de fingida molestia.
-Mmmm es que Mahimahi no dejaba de quejarse.
-Estúpido gato.- murmuro. – Pero yo también te amo.
Me quede en shock no creyendo lo que escuchaba, pero me levante y me acerque lentamente a él. Antes de que me dijera algo, le di un beso.
Mi felicidad solo fue en aumento al darme cuenta que me correspondía, estar enamorado resultaba problemático, pero si podía permanecer a tu lado. Entonces lo valía.