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I Love You
Capítulo 2
El miedo.
La sospecha de un enemigo que sería imposible vencer. La sola idea de observar morir a todos sin mover un dedo para evitarlo fue lo que lo armó de valor.
Iron Man regresó cuando el mundo más lo necesitaba, y salvo a todos de un invasión alienígena que prometía exterminar la raza humana.
No regresó a SHIELD, sin embargo.
Encontró su propio camino en medio del caos, a decir verdad. Perdido entre los escombros, restos de la horrible batalla, le hayó.
Era un niño de apenas 6 años.
Castaño como él mismo, de ojos de un color apenas más claro que los suyos y un alma tan pura que se exhibía ante el mundo sin que el infante lo notase siquiera.
Stark se sintió como una basura cuando supo que los padres del pequeño murieron frente a éste, protegiéndolo durante el derrumbe del edificio.
Movió a cada uno de sus contactos y utilizó cuanto dinero fue necesario para adoptarlo.
No fue fácil. No con su historial. Actual soltero, hombre divorciado.
Bisexual.
Le enfermaba la idea de que aquella preferencia pareciera ser el arma preferida con la cual los agentes de Seguridad Infantil peleaban por Peter.
Ese era su nombre.
Peter Parker.
Tony no se habría tomado tantas molestias si no fuera porque el niño quería ir con él.
Lo habló directamente, preguntándole a un niño que parecía ser muchísimo más listo que los hombres que le cuidaban, pidió su opinión al respecto, sobre obtener su custodia.
—Yo quiero ir contigo—había confesado el pequeño entre moqueos, luego de que la niñera que le habían asignado intentara apartarlo de los brazos de Tony.
Y el instinto de un padre salió a relucir en él.
La lucha duró meses, hasta que lo logró.
Peter era oficialmente su hijo.
La única petición de éste al saberlo fue sencilla.
Peter deseaba conservar su apellido.
Desde entonces y hasta este momento, Tony no puede negarle nada a su hijo.
No ha ocultado nada a él tampoco.
Peter tiene 15 años ahora, y sabe la vida de su padre desde las diferentes versiones que existen. Lo publicado por los medios, y la historia real, contada por el propio Tony.
Incluso cuando no supo todo hasta haber cumplido los 13, Peter sintió una aversión inmediata por Steve Rogers.
Todo por la forma en que su padre lloraba por las noches, creyendo que no lo oiría, cuando éste les visitaba.
Steve siempre le repetía que podía confiar en él para lo que necesitara, Parker no se sentía capaz de hacerlo.
Una buena tarde, encontró una fotografía guardada en uno de los viejos sacos de su padre.
Peter tendría una presentación en la escuela, y quería vestirse elegante. Tony le sugirió sacar algo del armario, sin pensar que llegaría a esos viejos trapos.
Era el saco que usó el día que firmó los documentos de adopción de Sammy.
Rogers aprovechó que un viejo hombre se paseaba por las calles de Central Park armado con una vieja cámara instantánea para tomarse su primera y única foto familiar.
Muchas cosas cobraron sentido para el castaño cuando leyó la nota tras la foto, donde una letra cursiva decía:
Familia Stark Rogers.
Nuestra primera foto juntos.
El resto estaba demasiado garigoleado, probablemente por la emoción del momento, haciéndolo ilegible.
Peter tardó un mes entero en armarse de valor antes de hablar con su padre.
Tony le contó toda la historia, incluyendo esas partes que omitía cada vez que Peter preguntaba algo sobre el accidente que le obligó a usar el reactor en el pecho.
Su desagrado hacia Rogers disminuyó notablemente, entendiendo entonces el por qué de sus ojos tristes al observar a su padre.
No se atrevió a dirigirle la palabra, sospechando que un comentario no muy agradable saldría de su boca.
Era un chico joven, demasiado consciente del mundo real.
Un mundo donde las personas mueren, y aquellos a quienes amaron quedaban atrás.
Él tuvo suerte, porque Tony estuvo ahí para él...
Cuando pensaba en Rogers... Entendía cuánto pudo dolerle, pero le enfaba pensar en que ese hombre no pensó lo mucho que dolió todo para su padre también.
Tony necesitaba recordarle constantemente que mirar al ídolo de América con enfado injustificado podría traerle problemas.
Le tomó tiempo calmarse hasta el punto de formar una relación bastante pacífica con el rubio.
Era agradable, cuando no estaban con su padre cerca, ya que cuando este estaba por ahí la culpa brillaba intensamente en los ojos azules.
A sus 16 años, Peter estaba seguro de que no quería a Steve Rogers en la vida sentimental de su padre.