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Llamada a distancia por ReveursAiles

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Sakura se dio una ducha corta más para poder despabilarse del sueño que para limpiar su cuerpo. Como era domingo y no tenía obligaciones ni planes, era de esos días en donde podía dormir sin límites, pero sabía que si lo hacía su cabeza le dolería después. Eligió ropa cómoda para estar en casa, sin embargo cuando iba a comenzar a vestirse escuchó un sonido conocido provenir desde su computadora en el estudio de la casa.

 

-       ¿Eh? Que raro… - se preocupó. No solía recibir llamadas por Skype sin estar anteriormente planeadas. Cuando observó quien llamaba, contestó de inmediato. La cámara se encendió desde ambos lugares y se vio así mismo solo llevar la toalla amarrada a la cintura mientras se agachaba a la altura de la laptop, al otro lado estaba el rostro de su pareja acostado en la cama, alumbrado con la luz de la misma laptop y una lámpara. - ¿Qué no allá es muy tarde para que estés despierto?

 

-       ¿Y que no allá es muy tarde para que te estés levantando?

 

-       Es domingo. – se excusó.

 

-       Flojo. Yo te hacía limpiando la casa.

 

-       Já, ahora que tú no estás no tengo presiones con el desorden.

 

-       Desastroso. –

 

Sakura contempló a Hyde quejarse con rostro divertido, parecía debatirse entre si decir o no algo.

 

-       ¿Por qué llamaste? –se sentó en el escritorio para hablar con él en una postura más relajada, presentía que no sería una charla corta.

 

-       No puedo dormir…

 

-       Si me doy cuenta, ¿Pero ocurrió algo?

 

-       No… - Hyde se miró las manos. Sakura lo conocía tanto que sabía que aquella era su usual forma de distraerse para evitar asumir algo.

 

-       Ya dime que pasa tarado, que sacarte algo por una llamada de Skype me tomará todo el día.

 

Hyde se rio, llevaba solo una semana grabando en USA lejos de su pareja y eso era algo que hacía con regularidad, pero no quitaba el hecho de que lo necesitaba, aunque se negara a admitirlo en voz alta.

 

-       ¿Cómo estás?  - el rubio intentó poner atención a su pregunta distractoria.

 

-       ¿Me llamaste a tus… 4 de la mañana, para saber cómo estoy? – Sakura le preguntó divertido. Para cualquiera que no lo conociera podía parecer asteado con la situación, pero Hyde sabía que no era así.

 

-       ¿Es que tienes algo más que hacer?

 

-       Vivir. El día recién comienza. – no dijo nada - Mm… bien, si te vas a tomar tu tiempo para contarme que te pasa, al menos acompáñame a vestirme. – Hyde se mordió el labio antes de asentir. – Oye, no me pongas esa cara, degenerado –rio, pero notó que Hyde no. Se puso de pie y caminó con la laptop en la mano hasta llegar a su habitación en donde estaba la ropa sobre la cama. - Dime que te sucede, que me estoy comenzando a preocupar.

 

-       Es que… - Hyde se acostó boca abajo tapándose la cara con las manos. Aquel gesto era propio de cuando; o sentía vergüenza o estaba nervioso. No supo interpretarlo.

 

-       ¿Es algo malo? – preguntó inseguro.

 

-       No… no te preocupes no es nada… grave.  Tampoco es algo que me sucedió

 

-       ¿Entonces? –tomó la playera que se iba a colocar pasando sus brazos en ella para ponérsela.

 

-       No te vistas….

 

-       ¿Ah? – lo miró intrigado - ¿Por qué? – lo vio agachar la cabeza hasta que se removió para esconderla en la almohada. Sakura lo esperó en silencio.

 

-       Es que tengo… quisiera… Te lo escribiré mejor. –vio la cara de su pareja algo descompuesta mientras escribía para luego volver a esconder el rostro. El sonido de mensaje recibido en Skype lo hizo mover el teclado para leer:

 

“Quiero que te masturbes conmigo”

 

-       ¿Qué, qué? – carcajeó cuando leyó – Oye ya estas viejo para estas cosas, desvergonzado. – continuó riéndose fuerte. Le costaba creer que luego de tantos años Hyde aún se comportara de forma tímida en ese tipo de situaciones.  Aunque jamás habían hecho ese tipo de cosas cuando estaban lejos, jamás, y exactamente la razón siempre había sido la timidez de Hyde. - ¿Estás solo?  - Hyde asintió aún con la cara escondida. - ¿Solo, solo, o tienes a alguien en alguna habitación conjunta? – el pequeño levantó el rostro para responder.

 

-       Estoy solo en el departamento, los demás se están quedando en un hotel.

 

-       Bien… - Hyde miró el rostro de su pareja y ambos quedaron en silencio, lo que lo hizo reír de forma nerviosa.

 

-       ¿En serio lo harás? Pensé que me dirías que no…

 

-       Nunca te he dicho que no… - admitió Sakura. - ¿Qué traes puesto?

 

-       Mmm… - Hyde se miró por debajo de las sabanas – Playera y ropa interior.

 

-       Quítate la playera. - ordenó Sakura, Hyde obedeció.

 

-       Así que, ¿Así será? ¿Tú me dirás que hacer?

 

-       Si me pongo a esperar que hagas algo tu solo se me quitarán las ganas. – el rubio bufó.

-       Esta bien…

 

-       Cierra los ojos Hide. – el pequeño obedeció cerrando los ojos  y mordiéndose el labio saboreando la voz de Sakura. Mientras tanto, el pelinegro se quitó la toalla y apartó la ropa hacía un lado, quedando desnudo sobre la cama en frente de la computadora. – Primero quiero que me hagas un favor.

 

-       ¿Mm?

 

-       No te contengas. – vio el rubor aparecer en Hyde al asentir. –Quiero que roces la palma de tu mano por sobre tu entrepierna… como lo hago yo.

 

-       Si… - Sakura lo vio meter su mano dentro de las sábanas y acariciarse con los ojos cerrados mientras mordía su labio.

 

-       Esta visión podría venir en una postal

 

-       ¡Sakura! – el pequeño rubio lo miró avergonzado notando que el pelinegro estaba desnudo del otro lado de la cámara.

 

-       Ojos cerrados.

 

-       Si… ¿Te tocarás conmigo? – preguntó en tono dulce.

 

-       Shh… sigue con eso, esto es más agradable de ver de lo que creí.

 

Hyde sonrojado continuó tocándose sobre la ropa, recordando la manera en que lo hacía Sakura cuando estaban juntos.

 

-       Aahh… - dejó escapar Hyde antes de volver a morderse el labio.

 

-       Ahora toca por debajo de la ropa, baja lentamente y siente el roce de los vellos de tu entrepierna. Amo hacer eso.

 

-       Oye…

 

-       No abras los ojos.

 

-       Mmm… también me gusta en ti… eso. – admitió el rubio.

-       ¿Ah sí?

-       Mm… - asintió. El rostro de Hyde continuaba ruborizado, y Sakura notó lo mucho que le gustaba esa reacción sintiendo la inquietud crecer en su entrepierna. “Hide… si solo estuvieras aquí lo pasaríamos mejor”, se lamentó para sí mismo.

-       Ahora quítate el bóxer.

 

-       ¿Puedo abrir los ojos?

 

-       Solo unos segundos.  – el pequeño se quitó la ropa interior y la lanzó lejos de la cama teniendo cuidado en no destaparse.

 

-       Ya está.

 

-       Ahora tócate…

 

-       Espera

 

-       ¿Qué? – Hyde abrió los ojos y miró la imagen de Sakura en la computadora

.

-       Tú primero.

 

-       ¿Ah?

 

-       Quiero que te toques tu primero…  - admitió sonrojado.

 

-       ¿Por qué?

 

-       Quiero mirarte también… - Sakura vio a Hyde morderse el labio y suspiró, negar que también quería era ridículo.

 

-       Está bien… - Movió la computadora para ponerla en frente de su rostro tal cual lo hacía Hyde, pero sin taparse, en aquel sentido Sakura era mucho más seguro. Aún así Hyde no podía ver debajo de su cintura. - ¿Qué quieres que haga?

-

       Quiero que cierres tus ojos y… - él obedeció - toques alrededor… - Sakura podía sentir la voz de Hyde hacerse cada vez más bajita por los nervios - tus muslos, hum… tus… mm…

 

-       Dilo – le pidió sin abrir los ojos.

 

-       Tus testículos, acarícialos como lo hago yo…

 

-       Bien… - la voz suave y ronca de Sakura hacían a Hyde sentirse en la luna. Se había mortificado varios días porque no se atrevía a pedirle aquello por webcam, pero luego de haberlo hecho no se arrepentía para nada, incluso era mejor de lo que había pensado. Observó el ceño de Sakura fruncido a causa de sus toques, era un rostro similar a cuando él lo tocaba, solo que un poco más controlado.

 

-       Ahora… sujeta a tu amiguito con una mano y con la otra dibuja círculos en la punta

 

-       ¿Mi amigo? Siempre pensé que era tú amigo – Susurró con los ojos aún cerrados. Hyde se rió.

-       Somos más que amigos. Hazlo…

 

Sakura se mordió el labio de la misma manera en que Hyde lo había hecho con anterioridad, lo que le resultaba divertido, sobre todo porque sabía que al otro lado de la videollamada Hyde estaba excitado con solo mirarlo.

 

Hyde se acomodó observando el rostro de Sakura, quien luchaba por no dejar salir ningún sonido, pero su respiración y la manera en que su estómago bajaba y subía por las sensaciones lo delataban.

 

-       Ahora tócate de arriba hacia abajo como a ti gusta, ve despacio… - Sakura obedeció y comenzó a tocarse más relajado - ¿Puedes mover la laptop? No quiero que el amigo se sienta triste porque no recibe suficiente atención. Quiero verlo…

 

-       ¿Ah? – abrió los ojos con algo de sorpresa y lo miró indignado – ya te disculparás cuando llegues… - dijo antes de volver a cerrar los ojos.

 

-       Vamos Yaa-chan, déjame verlo mientras lo tocas… - Sakura suspiró, por primera vez en todo aquel momento se sentía avergonzado.

 

-       Esta bien, solo unos minutos… - se inclinó un poco y movió la computadora hasta que Hyde tuvo una visión completa. - ¿Esta bien así o quieres verlo solo a él?

 

-       Así esta perfecto.

 

-       Bien… continuaré entonces. – se mordió el labio antes de continuar. Ya se había perdido en las sensaciones, tenía la excitación a flor de piel y aunque la situación le era nueva, se sentía cómodo. Con ninguna otra persona podría hacer aquello por internet, pero Hyde era su pareja y lo había visto desnudo y en situaciones vergonzosas demasiadas veces. Además agradecía que, dentro de todos los años de relación, aquellos detalles divertidos les cambiara la rutina.

 

Hyde estaba concentrado observándolo. Sakura era bastante alto pero había logrado enfocar su cuerpo a la perfección. El pequeño rubio se concentró en observar el rostro de su pareja con el ceño fruncido, la boca entreabierta que a ratos mordía su labio, y las mejillas levemente sonrojadas. De a ratos tragaba saliva por la tensión. Su abdomen tenía un leve tono brilloso por el sudor que comenzaba a aparecer. A Hyde le gustaban las caderas de Sakura y observaba con cariño el camino de vellos que se dibujaba por debajo de su ombligo hasta alcanzar la zona que frotaba con su mano, la otra de sus manos descansaba sobre su abdomen y lo acariciaba con cierta presión. Hyde sonrió al notar que era lo que hacía él cuando jugaba con la entrepierna de Sakura; frotar una mano más arriba tal y como lo estaba haciendo el más alto. Le excitaba notar que Sakura imitaba sus movimientos más que tocarse como solía hacerlo solo. La libido le subió tanto que no pudo aguantar acomodarse y comenzar a tocarse también. Esta vez estaba ya demasiado húmedo, sintió la mano mojada en cuanto sujeto su entrepierna. El sonido de la húmeda lo delató incluso a través de la llamada. Sakura abrió los ojos y lo observó, Hyde se quedó inmóvil.

 

-       Continúa, tócate conmigo – le pidió Sakura en un tono de invitación. Hyde lo miró directamente a él mientras comenzaba a tocarse. Ninguno despegó la mirada de la imagen del otro en la pantalla.

 

-       Mm… - Hyde fue el primero en romper el silencio, continuó tocándose lentamente al mismo ritmo en que Sakura lo hacía, mordía su labio observándolo y con la mano desocupada comenzó a tocar su pecho como lo hacía Sakura cuando estaban juntos, sin embargo no se atrevía a tocarse con más detalle frente a la mirada atenta de su pareja.

 

-       Hazlo… sé que te gusta en el pezón izquierdo. – El rubio tragó saliva para darse valor, finalmente humedeció su dedo y comenzó a tocarse el pezón que le había indicado Sakura. Debió cerrar los ojos para concentrarse en los puntos de placer. Sakura no podía despegar la mirada de él, incluso cuando su propio roce en su entrepierna comenzó a producir sonidos por la humedad, no le prestó atención, solo existía Hyde.

 

-       Mmm… tócate más rápido… - le pidió avergonzado, ambos comenzaron a aumentar el ritmo, ninguno soltó la intensidad entre sus miradas siquiera cuando de forma involuntaria cerraban los ojos o abrían la boca, optaron por gemir mirándose.

 

-       Aahh… Hide…

 

-       Mmm… - Hyde comenzó a sentir el calor subir hasta su rostro, por lo que bajó el ritmo al igual que Sakura. - Aahh… me pican los labios por besarte

 

-       También a mí – reconoció Sakura con una risita – Hide…

 

-       ¿Mmm?

 

-       Tócate atrás.

 

-       ¿Qué? ¡No!

 

-       Hazlo cariño… - Sakura usó un tono suave y sensual que solía convencer a Hyde.

 

-       Pero… - Sakura siguió tocándose ignorando la vergüenza de su pareja.

 

-       Hazlo, ¿sí?

 

-       Mierda… está bien, pero solo un poco, que no tengo dos manos diestras. – le sacó una carcajada pero lo entendió. – Tú no dejes de tocarte que te vez exquisito así. – admitió con el enfado del momento. Sabía que aquello tendría un efecto en Sakura, quien se removió avergonzado y por primera vez en todo aquel rato, apartó la mirada.

 

-       Idiota. – solo eso le dijo. Hyde se destapó, si iba a hacer lo que Sakura le había pedido sería molesto con las sábanas hasta las caderas, además ya no se sentía tan tímido. Abrió las piernas y las levantó un poco mientras se ensalivaba los dedos para dilatarse aquella zona. Evitó mirar a Sakura, principalmente porque la posición no se lo permitía cómodamente.

 

-       Gime más fuerte porque me cuesta mirarte. 

 

-       Bien… - Sakura estaba más que entretenido con la visual, incluso en todo el tiempo que llevaban de relación jamás había logrado que Hyde se masturbara para su simple visión.

 

-       Aaahh… - se le escapó cuando su dedo abrió paso a un lugar agradable al toque. No era primera vez para él que se tocaba solo, aunque aquello jamás se lo diría Sakura, pero gracias a eso, sabía exactamente donde tocar.

 

-       Hazlo rápido… - le pidió Sakura con la voz sumamente afectada mientras el sonido de su humedad se hacía más fuerte. – Mmm….

 

-       Aaahh… Yaa-chan…

 

Ambos continuaron al mismo ritmo mientras Sakura no despegaba los ojos de la imagen de Hyde y este con los ojos cerrados se concentraba en los gemidos de Sakura al otro lado de la videollamada. Para su deleite, el pelinegro realmente había subido el volumen y lo estaba haciendo sin pudor, algo que pocas veces había conseguido.

 

Luego de unos minutos la situación subió a un nivel de calor que ninguno de los dos aceptaba con demasiada comodidad. Hyde sintió el orgasmo acercarse y debió dejar de lado una de sus estimulaciones para concentrarse en la principal.

 

-       Aaauuhh… Yaa-chaan….

 

-       Termina, te sigo… ah… – le dijo rápidamente. Ambos volvieron a mirarse hasta que la tensión se los permitió. Hyde fue el primero en abrir la boca indicando que estaba llegando al orgasmo.

 

-       ¡Aaah! – se inclinó un poco hacía arriba mientras se derramaba sobre su mano y sus piernas, su labio inferior tembló mientras intentaba controlar el éxtasis de la sensación. – Uuhm…. – soltó finalmente cuando terminó. Con la visual Sakura también entró en una etapa de frenesí en donde debió apartar la mirada para concentrarse en el liquido que salía de él y derramaba su abdomen, se despreocupó totalmente de la mirada fija de su pareja en su rostro, y dejó que el quejido se le escapara con los tonos más extasiados y vergonzosos que alguna vez Hyde le había escuchado.

 

-       Hide… ¡Ah! Mm… - intentó morder su labio mientras se controlaba para evitar más quejidos, pero ya lo había dicho. Cerró los ojos en cuanto el orgasmo se llevó el placer con él dando paso al sonido de sus respiraciones aceleradas.

 

Sakura se tapó la cara con un brazo y consciente de lo fuerte que se había quejado al final del acto, no quiso levantar la mirada. Por su parte, Hide cerró los ojos para tratar de calmar su respiración, se sentía feliz y cansado. Con esfuerzo tomó un poco de pañuelos y se limpió la mano, luego arrojó la basura por ahí con despreocupación, volteándose para acomodarse y mirar a Sakura.

 

-       Oye… - lo llamó

 

-       ¿Mm?

 

-       Gracias- Sakura se destapó la cara y lo miró con sorpresa.

 

-       ¿Por tocarme contigo?

 

-       Por eso y por… porque gemiste fuerte cuando te lo pedí a pesar de que sé que te avergüenza hacerlo y el final…

 

-       Hide cállate, no sabes cuándo callarte – le pidió con una risa avergonzada.

 

-       Estuvo genial – concluyó su pareja con una sonrisa.

 

-       Eres un niño. Ahora duérmete.

 

-       Si… estoy exhausto y no sé por qué – susurró con descaro, Sakura rio. – ¿Quédate en la llamada hasta que me duerma? – el pelinegro sabía muy bien que a Hyde nunca le había gustado dormir solo, mucho menos después del sexo… si es que se le podía decir así a lo que habían hecho.

 

-       Pero preocúpate de dejar la computadora en un lugar donde no se caliente hasta que se apague sola.

 

-       Si papá. – Hyde acomodó la laptop en la mesa de junto a la cama. – Buenas noches Yaa-chan.

 

-       Descansa.

 

-       Oye…

 

-       Dime

 

-       Dame un beso – le pidió, Sakura se rio con ganas y cedió, lanzándole un beso con cierta timidez rara en él, Hide le respondió de la misma manera.

 

-       Duérmete.

 

-       Mmm… - Hide se acomodó y se tapó con las sábanas con su rostro aún sudado, pero en cuestión de segundos se relajó lo suficiente como para dormir. Sakura sabía que Hyde se dormía en cuestión de segundos luego de un orgasmo. Se acomodó y se limpió el abdomen con la misma toalla. Luego se acomodó desnudo de costado para observar a Hyde dormir.

 

-       Te quiero… - le susurró mientras lo miraba. Como Hide no respondió estuvo seguro de que ya se había dormido, sin embargo no cortó enseguida, se quedo allí unos minutos más planeando su domingo mientras cuidaba a la distancia el sueño de su quien era su pareja.


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