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Dilemma por UniPandaHamster2

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Notas del fanfic:

(Muchas de las cosas que usé para el fic; tanto el tiempo en el que
ocurre el fic en sí, como pequeños sucesos y varios diálogos o
pensamientos, los saqué de entrevistas y demás información.
Sin embargo, nada es 100% verídico
obviamente xD)

 Por supuesto esa noche no fue la primera vez que lo escuché desafinar, pero sí fue la primera vez que su voz escapaba de esa forma tan exagerada donde más que desafinar, parecía romperse y acababa por irse:

-Ey, ¿estás bien?- coloqué una de mis manos en su hombro apenas nos retiramos del escenario y le extendí la botella de agua que tenía en mi mano. Intenté sonar lo menos preocupado posible aunque claramente la pregunta me delatara.

 Respirando agitado volteó la vista hacia mí, donde nuestras miradas se cruzaron escasos segundos que parecieron minutos. Tragó grueso y no contestó, se limitó a aceptarme la botella:

-Gracias- masculló escapando.

 Siempre escapaba.

.

.

.

 Afortunadamente la agenda de la banda estaba yendo mejor que nunca, nuestras semanas estaba tan ocupadas que apenas si teníamos tiempo para dedicarlo a actividades secundarias. Eso era bueno y malo, pero nadie se quejaba, pues estábamos cumpliendo cosas que ni en nuestros sueños más salvajes habríamos imaginado, por ello ninguno de los cinco se atrevía a quejarse. Muy por el contrario, nos sentíamos sumamente agradecidos aunque agotados.

 El agotamiento era por sobretodo mental, en todo caso, cada uno procuraba estar en buena condición física para no afectar las actividades de la banda y por ende que surgieran contratiempos. Sin embargo:

-Aki dice que no vendrá hoy- dijo Kuruto apenas entrando al estudio.

 Todo comenzó aquella mañana:

-¿Ah? ¿Otra vez?- le extrañó a Nao.

-¿No crees que deberías llamarlo?- me miró Tamon ligeramente preocupado.

-Dudo responda, intenté comunicarme con él antes de venir para preguntarle si necesitaba algo pero aunque estaba en línea, no me contestó. Pensé en pasar por su casa ya que me quedaba de paso pero… creí que no era correcto así que lo dejé- se ubicó en el escritorio junto Nao y encendió un cigarrillo. No se veía molesto, pero tampoco tranquilo.

 Aki siempre había tenido su forma peculiar de lidiar con el resto de la gente, incluyéndonos, pero jamás ese tipo de cosas se habían antepuesto a su compromiso con la banda. Hasta hace dos meses atrás, cuando repentinamente sus ánimos comenzaron a volverse más sombríos y su participación casi nula:

-Ya, ya, no se escandalicen, podemos ensayar con una pista hoy también- me dolió decir aquello, no me parecía justo para ninguno.

-¿Y lo seguirás dejando pasar aún más tiempo?- interrogó Kuruto dejando salir un poco de aquella frustración que le generaba esta situación.

-Por supuesto que no, pero este no es el momento para hablarlo. Ya veré luego cómo lo soluciono- me puse de pie sin poder atreverme a mirarlo- ¿Empezamos?- asintieron desganados.

 Como líder, era consciente de la cantidad de carencias que tenía aunque pusiera todo de mí en mejorar al menos un poco cada día. Pero una de las carencias que consideraba enorme e importante, y que constantemente estaba allí para recordármelo; era mi comunicación con el enano.

 Suspiré:

-¿No tienes frío aquí afuera?- la distintiva vocecilla de Nao me sacó de mis pensamientos a pesar de que siquiera me di vuelta a mirarlo.

-No- se sentó en cuclillas a mi lado.

-Estás tan serio que das miedo-

-No estoy enojado-

-Lo sé, estás preocupado- sonrió ligeramente- Pero Kuruto sí está algo enfadado-

-Normal supongo- exhalé el humo dando por terminado el cigarrillo.

-Si… Sabes, estoy casi seguro de que algo malo le ocurre- cruzó sus brazos sobre sus rodillas y apoyó el mentón sobre ellos- Tamo-chan también está muy preocupado, pensamos en ir hasta su casa luego de aquí- me miró, inmediatamente supe que me estaba haciendo una invitación.

-No gracias- me levanté.

-¿Por qué no?-

-Si no quiere contarnos, cuál es el punto de que vayamos a invadir su privacidad-

-¿Por qué es nuestro amigo y compañero?- lo miré dudoso.

 Compañero, sí. ¿Pero amigo? No estaba seguro de que tuviésemos ese tipo de relación:

-No les diré que no vayan, pero yo paso-

-Shohei…-

-Lo siento-

 Volví al estudio sin ánimos de meterme más en el asunto.

 De todas formas no importaba cuánto quisiese escaparle al asunto, inevitablemente tendría que afrontar a Aki en algún momento. De preferencia quería hacerlo solo.

 .

.

.

 Pasó cerca de una semana más antes de que pudiese juntar el valor necesario para pedirle que hablásemos a solas. La realidad era que estar solo con él me incomodaba en cierto aspecto. Poseíamos muy buena química en el escenario y durante ensayos o grabaciones no había mayores problemas, nuestra interacción fluía naturalmente como la interacción con el resto de los chicos o el staff. Más no ocurría lo mismo cuando nos tocaba quedarnos solos. Esas pocas, contadas veces que nos había tocado alguna actividad separados del resto… supongo que ambos preferíamos que se repitieran lo menos posible.

 Aquel último ensayo de la semana decidió hacerse presente luego de haber faltado sin explicación alguna durante el resto de los días. Tamon y Nao estaban sumamente preocupados a pesar de que lo visitaron entre semana, pero no lograron sacarle ni una palabra al respecto. Por el contrario, Kuruto estaba visiblemente irritado al punto de siquiera esforzarse por ocultarlo.

 Y luego yo… que no sabía cómo decía reaccionar o qué debía decir. Vaya líder…:

-Buenas- balbuceó incómodo, seguramente anticipándose a lo que quizá imaginó que le diríamos- Lo siento mucho- hizo una reverencia a todos.

Kuruto y Tamon no respondieron pero este último le dedicó una cálida sonrisa de bienvenida. Nao lo saludó alzando la voz claramente feliz y corrió a abrazarlo:

-Buenos días- lo saludé claro y firme buscando que me mirase.

-…Hola- pero no lo conseguí.

 Sin decir nada Kuruto se puso de pie dirigiéndose a tomar su guitarra en pos de ponerse a calentar antes de comenzar el ensayo, gesto que no pasó desapercibido para Aki, ni para el resto. Nao procuró distraer al vocalista con preguntas:

-¿Ensayamos?- suspiró Tamon mirándome preocupado. El que él estuviese allí más que aliviar las preocupaciones, solo las empeoró.

-Si- se dirigió a su batería.

 Nao se encaminó a tomar su guitarra para unirse al resto en el extremo de la sala, por lo que aproveché para rápidamente para acercármele:

-¿Tienes tiempo luego?- alzó la vista hacia mí con… ¿miedo?

-¿Para qué?- su tono me lo confirmó.

-Sabes que debemos hablar…- intenté sonreírle. No quería asustarlo, no era mi intención en lo más mínimo. Él se limitó a asentir con la cabeza.

 Nos ubicamos todos en nuestras posiciones tras hacer los últimos arreglos y decidimos ponernos a lo que íbamos. No obstante, a partir del tercer o cuarto tema todos comenzamos a notar que el ensayo no estaba yendo nada bien para Aki:

-Lo siento… - paró a mitad de la canción para tomar agua sumamente irritado.

 Ninguno quiso preguntar nada, preferimos aguardar allí y darle su espacio.

 Me preocupaba el hecho de que siquiera Nao supiese qué le ocurría. Si no le contaba a él que era su mejor amigo, ¿por qué me lo contaría a mí?

 Una vez se reincorporó seguimos tocando de principio a fin todas las canciones que habíamos dispuesto y no volvió a dirigirle la palabra o la mirada a ninguno.

.

.

.

-¡Aki!- lo detuve apenas salió del estudio. Nao iba a su lado aunque Aki siquiera parecía prestarle atención a lo que le decía, al escuchar que lo había llamado, decidió despedirse y seguir su camino.

-Dime-

-Te invito a cenar-

-No tengo hambre-

-Por favor, cocino tu plato preferido si quieres- odiaba tener que suplicar.

-No es necesario que gastes dinero en invitarme a ningún lado, hablemos aquí- se sentó en el escalón del edificio.

-Hace frío para estar sentados aquí- no respondió. Bufé sentándome a su lado.

-Si es por haberme ausentado, hablé de ello con Goemon ya. Prometo no volverá a ocurrir-

-Sí y no- me miró- No me molesta que te hayas ausentado en sí, sino cómo lo has hecho. Kuruto me dijo que hace una semana atrás siquiera le contestaste la llamada. Nao y Tamon dicen que no quieres decir nada… ¿sabes que están preocupados?- frunció el entrecejo desviando la mirada.

-¿Vas a reprochármelo?- apreté los labios.

-No iba con esa intención. Me refiero, de verdad necesitan saber si te ocurre algo. Quieren ayudarte pero no saben cómo si siquiera saben qué ocurre-

-No podrían hacer nada, no tiene sentido-

-Al menos quítales la preocupación- suspiró, nuevamente no dijo nada.

 Nos quedamos en completo silencio varios minutos. Sabía que debía decirle algo, ¿pero qué? No estaba seguro de cómo tratar con él. No sabía qué debía exigirle… O más bien no quería hacerlo:

-¿Puedo irme ya?-

-Escucha- apoyé mi mano en su hombro pesadamente- Sé que nuestra comunicación es casi nula en este aspecto y que muy probablemente esto te resulte incómodo. Pero soy el líder. Soy el que tiene que velar por el bienestar de los integrantes y la banda. Prometo que trabajaré para que esto entre nosotros progrese, pero también necesito que pongas de tu parte- me atreví a mirarlo- Si necesitas algo, no importa qué sea, si hay algo que quieras decir o hacernos saber, no importa qué sea, hazlo. No te lo guardes. Si te pesa no te lo guardes. Se supone que somos un equipo, compañeros… amigos- sus ojos calaron en mi a través de los míos.

 Me sentí tan idiota creyéndome su amigo:

-Claro-

 Se levantó despidiéndose secamente.

.

.

.

 Ese fin de semana tuvimos presentación a las afueras de Tokyo, y como la mayoría de las veces, me había tocado manejar la camioneta que llevaba nuestros equipos a primera hora de la mañana. Goemon decidió acompañarme esta vez para que los chicos fuesen todos juntos en el bus por la tarde y llegaran a tiempo para el ensayo previo al concierto.

 No había vuelto a hablar con él luego de la pequeña “charla” que habíamos tenido el otro día. Pero recordé que había dicho que ya había hablado con Goemon:

-Oye, ¿qué te dijo Aki?-

-¿De qué?-

-¿Por qué se estuvo ausentando? ¿Te comentó algo?-

-¿No habló con ustedes?- alzó una ceja curioso.

-Por algo te estoy preguntando- rió.

-Si no les quiso decir aún, no me corresponde hacerlo- lo miré incrédulo frenando en el semáforo.

-¿Hablas en serio? Están todos sumamente preocupados ¿y resulta que tampoco nos dirás?- sonrió de lado- Al menos dime si es grave o no-

-Depende- fruncí el entrecejo- Heihei, sabes que te falta comunicación con él, ¿cierto?- rodé los ojos haciéndole notar que era una cuestión obvia- Con más razón tienes que ser tú el que le saque la información. Solo te diré que sé qué le ocurre y de lo que sí hay que preocuparse es de su estabilidad emocional durante este periodo-

-¿Y cómo quieres que haga eso si no sé qué le ocurre, no confía en mí y encima no sé qué hacer para brindarle mi apoyo? Siquiera le ha contado a Nao- alcé la voz irritado.

-No me grites, no me es mi culpa que seas tan torpe- bufé volviendo la vista al camino.

Conduje el resto del camino en silencio dándole vueltas al asunto en mi cabeza.

Llegamos al lugar donde nos tocaba ese día cerca de las 9am, y entre el ajetreo de descargar las cosas y ayudar al staff a instalar los equipos y preparar el lugar, se nos fue casi toda la mañana y mediodía:

-¿A qué hora llegarán? ¿Hablaste con ellos?- me sequé la frente con el dorso de la mano.

-Tamon me dijo que están en camino pero hay mucho tránsito, en treinta minutos más o menos llegarían- me alcanzó una botella de agua- Vamos a comer, no falta mucho por hacer y  lo que queda se hará cuando llegue el resto así prueban el sonido- me invitó.

 Nos dirigimos a un bar que quedaba no muy lejos del lugar:

-Te veo estresado- me miró con cierto goce.

-¿Te parece divertido que me estrese?-

-Me parece divertido que estés tan preocupado y aún así no sepas asumirlo-

-¿Perdón?-

-Te he dicho muchas veces que el no ser honesto contigo mismo te dificultará la relación con los demás. Aki es reservado pero no una cajita hermética. Si ambos no ponen de su parte, no llegarán a ningún lado como compañeros-

-¿Qué debería hacer según su percepción, señor Goemon?- dije con sarcasmo.

-Empezar por aceptar que te preocupa de verdad y que de verdad quieres saber qué le ocurre. No echarte atrás solo por creer que no tienen nada que respalde el que él pueda o no confiar en ti. Puede que no le haya contado a Nao, es verdad, pero eso no debería modificar nada. Aquí lo único cierto es que te da miedo acercarte a él porque no sabes cómo tratarlo- rió.

 -Es verdad- afirmé dándole la razón- Es verdad, tienes razón- sonrió- ¿Y qué hago con eso?-

-Pavimenta la relación, dale motivos. Y no intentes entenderlo solo escucha lo que tenga para decir. No lo agobies. Tampoco lo retes como si fuera un niño porque no lo es, sabe lo que hace, por qué lo hace… y créeme que no es con ninguna mala intención- suspiró.

-Yo tampoco lo hago con mala intención-

-Lo sé- nos miramos.

 Mientras terminamos de comer en silencio preferí no volver a pensar en ello. Estaba seguro que no era algo a lo que pudiese darle solución en un par de minutos mientras almorzábamos, tendría que analizarlo bien y con la mente descansada.

 Volvimos al recinto donde allí mismo nos encontramos con el resto ya probando los instrumentos:

-¡Buenas!- los saludó en general con buen ánimo y todos le respondieron de la misma forma, excepto Aki que siquiera nos miró.

-Buenos días- pasé por su lado apropósito saludándolo directamente.

-Buenos días- se veía irritado.

-¿Otro mal día?- tomé mi bajo. Kuruto y Tamon nos veían desde la otra punta del escenario aunque no decían nada, en cambio Nao parecía querer intervenir. Fruncí el entrecejo en su dirección indicándole que no se metiera.

-Me siento un poco mal, es solo eso – alcé una ceja.

-¿Qué te duele?-

-Parece que estoy enfermo, pero no importa, ya tomé medicamento- probó el micrófono.

 Preferí no indagar más y dejar que cada uno se enfocara en su tarea.

.

.

.

 Siendo casi las seis de la tarde y faltando nada para que el show comenzara, nos encerramos en los vestuarios para vestirnos, maquillarnos, peinarnos y hacer todo lo que debíamos hacer. El ensayo había marchado bien muy a pesar de lo enfermo que se sentía Aki y de lo tenso que estaba Kuruto en su presencia hacía varios días, pero nada que pudiese indicar que el live saldría mal.

 Nada… ¿verdad?

 Nos ubicamos en la antesala al escenario para juntar nuestras manos, darnos palabras de aliento y respirar hondo por última vez antes de salir.

Notas finales:

Nos vemos en el próximo cap.

Gracias por leer~


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