Recuerdos de Kurapika
- Recuerdo como empezó todo…-
Combates de la 2ª Ronda del examen de Hunter:
Combate 2: Kurapika vs Hisoka
Ambos salimos al centro de la sala y Hisoka se acercó peligrosamente a mi; -Te he estado observando… eres muy hábil- de un rápido movimiento Hisoka se colocó tras de mi- y muy lindo- dijo tomándome de la cintura y acercándome a él, plantándome su miembro en el trasero; me sonrojé y de un fuerte codazo le obligo a apartarse poniéndome a la defensiva, de pronto salté tratando de golpear la cabeza de Hisoka con una fuerte patada pero él agarro mi pierna y me hizo caer al suelo; saltó sobre mi inmovilizando mis extremidades y se tumbó encima mío, traté de deshacerse de él pero estaba totalmente inmovilizado; Hisoka se acercó aun mas y sentí su gran envergadura restregándose contra mi indefenso cuerpo; mis mejillas estaban al rojo vivo y el cuerpo de Hisoka aun mas caliente, Hisoka acercó su boca mi oreja y la lamió sensualmente –Vas a ser mío, aquí y ahora- seguí tratando de quitármelo de encima sin éxito; él tomó mis muñecas con una mano, poniéndolas sobre mi cabeza, y con la otra recorrió mi cintura directo hacia el cierre de mi túnica desabrochando el lazo y regresó a mi oreja para susurrarme algo sobre la araña; antes de rendirse, Hisoka volvió a susurrarle algo –Es una pena… hubiera sido un gran espectáculo pero tengo cosas que hacer, te haré mío mas tarde…- tras esto se levantó y salió de allí
Pasó un tiempo hasta que volví a ver a Hisoka pero esa vez sé que tuve suerte…:
Toc, toc, toc
- Un segundo…-salí de la ducha y me puse una toalla sobre mi figura empapada- ¿Quien es?-nadie contestó… me acerqué a la puerta y la abrí-¡¡¡Hisoka!!!
- Así te ves aun mas hermoso que en el examen -
- ¡¡que haces aquí!! -
- En el examen me dejaste a medias… vengo a terminar lo que empezamos -
- ¡¡Vete de aquí!! -
- Oblígame- Hisoka cruzó el umbral de la puerta y avanzó hacia mi, retrocedí asustado
- ¡¡¡Te he dicho que te vayas!!! -
Hisoka solo sonrió y avanzó haciendo que retrocediera hasta tropezar con la cama del cuarto y caer sobre ella
Mi respiración estaba muy acelerada, Hisoka me miraba con deseo y yo no tenia escapatoria y para colmo lo único que cubría mi cuerpo era una toalla. Ojala esto no estuviera pasando
- ¡¡Déjame!! Por favor…- Mi voz se estaba convirtiendo en un suave susurro a medida que Hisoka se me acercaba
- Lo siento pero no puedo evitarlo -
- Hisoka, te lo ruego, ¡déjame! – Mis ojos, cada vez más acuosos, rompieron en llanto
- No -
- Hisoka por favor no me violes, te lo ruego -
- ¿Violación? No lo creo; solo déjate hacer… te va a gustar -
- No, por favor -
Hisoka se acercó aun mas recostándose sobre mí; su rostro se tornó en una mueca de satisfacción y me tomó por la cintura
- Suéltame por favor -
- Aquí nadie nos interrumpirá -
- No- casi fue un susurro
Hisoka le miró a los ojos por primera vez en toda la noche y sintió un escalofrío. Él, Hisoka el mago, el gran asesino, sin ninguna atadura, el único dueño de su destino se sintió abrumado ante la visión de sus hermosos ojos ahora envueltos en lágrimas. Como demonios podía un simple cazador novato lograr despertar algún sentimiento en él que no fuera lujuria o atracción; el rostro de Hisoka se tornó en una oscura mueca de… ¿culpabilidad? Él nunca antes había conocido esa sensación se sentía… mal; ¿que mierda le estaba ocurriendo? , respiró hondo, su expresión cambió,-necesito matar- fue un susurro inaudible para Kurapika; se levantó y se fue de allí
Kurapika se quedó tumbado en la cama tratando de calmar su miedo, allí no estaba seguro… Hisoka podría volver; pero que era esa expresión en su rostro acaso Hisoka ¿¿se arrepentía de lo ocurrido?? Imposible; él un asesino sin escrúpulos como alguien como él, que mata por diversión, ¿se iba a arrepentir de un intento de violación? No era eso… pero entonces… ¿por qué se había ido? ¡¡Y si… volvía!! Kurapika recogió sus cosas y se fue de la habitación lo más rápido posible
Después de ese día las cosas cambiaron mucho, ya soy un usuario de Nen y mi única meta ahora es destruir al Genei Ryodan no me importa por lo que tenga que pasar para que eso ocurra, finalmente le localicé y le cité en una habitación de hotel pero ahora era yo el que conseguiría lo que quería:
Hisoka entró tranquilamente en el cuarto y me vio sentado en el sofá de la sala, mirándole fijamente
- ¿Que quieres? –
- Información –
- Y… ¿Que consigo yo con eso?-
- Lo que quieras –
- Me gusta la idea… dime Kurapika, ¿sigues siendo virgen? –
- ¡¿Qué!? –
- Responde –
- Si-
- Mejor para mí –
Hisoka se acercó a mi y me lanzo a la cama sin ningún cuidado, cuando me quise dar cuenta él ya estaba tumbado sobre mí, sus manos recorrieron mi pecho y me arrancó la túnica de golpe
- Por algo de tu parte, tranquilo, te gustará –
Lo cierto es que mi cuerpo estaba empezando a reaccionar, las manos de Hisoka se estaban deshaciendo de mis boxers, yo ya no luchaba por impedírselo, todo mi cuerpo me pedía que siguiera pero no podía rebajarme ante él, no, definitivamente no, por muy placentero que pueda llegar a ser no le daré el gusto de oírme gemir, pero me lo está poniendo difícil, sus expertas manos me acariciaban sensualmente mientras su lengua recorría mi pecho, Hisoka se deshizo con una mano de su pantalón mientras con la otra acariciaba mis muslos
-Si quieres que siga, vas a tener que pedirlo –
Apenas podía reprimirme, ¿como no iba a pedirle a esa manos expertas y maravillosas que siguieran dándome placer? –Sigue -
Hisoka obedeció, sus manos se dedicaban a dar placer a mi ya muy excitado miembro, si lo sé esto hubiera ocurrido antes, Hisoka me dio la vuelta y su lengua recorrió toda mi espalda mientras que una de sus manos seguían atendiendo a mi envergadura, de pronto un fuerte dolor me despertó de esa sensación tan placentera, Hisoka me había envestido sin ningún tipo de cuidado y sin preparación previa, chillé de dolor, nuca lo había pasado tan mal en mi vida, al rato me acostumbre a sus fuertes envestidas y el dolor se tornó la sensación mas placentera del mundo, decidí participar un poco y gemí como jamás lo había hecho, ambos nos corrimos y Hisoka salió de mi cuerpo, me tumbé sobre él y le quité la ropa que le quedaba, ahora eran mis manos las que acariciaban su cuerpo fornido y sexy, Hisoka es mucho mas hermoso de lo que imaginaba
- Te quiero, te quise desde el momento en que te vi, siento haber sido tan brusco, te prometo que no volveré a hacerte daño –
¿¿¿¿Qué???? No podía creer que Hisoka me hubiera dicho que me amaba y aun más que me hubiera pedido perdón, se supone que es un monstruo sin sentimientos
- Yo también te quiero y tranquilo, me gusta – ni siquiera pensé la respuesta, salio sola
Esa noche seguimos dándonos mutuo placer hasta altas horas de la noche para después caer rendidos con mi cabeza apoyada en su pecho, esa mañana me dio la información prometida y durante los días siguientes me ayudó a derrotar al Ryodan, al fin mi tribu puede descansar en paz así que va siendo hora de que yo también tenga algo de descanso y paz, pero creo que tendré que conformarme con la paz…
-Buenos días –
-Buenos días amor-
Esa mañana, como todas desde hace mucho tiempo Hisoka se despierta a mi lado y yo ya le tengo preparado el desayuno, él se levanta y me besa, desayunamos juntos y me voy a duchar, un par de minutos después él esta conmigo en el baño, Hisoka se mete conmigo en el baño y yo recorro cada fibra de su cuerpo con mi lengua traviesa, le sonrío y el me devuelve la sonrisa, esa sonrisa que tanto me gusta y que me vuelve completamente loco, mi sonrisa se torna picarona y el hunde su cabeza en mi hombro lamiendo cada pequeña parte sin olvidar a ninguna en ese recorrido tan agradable, se cansa de mi cuello y sus labios se dedican ahora a satisfacer otra parte de mi cuerpo, mientras su intranquila lengua lame uno de mis pezones una de sus manos estimula al otro mientras que su otra mano se dedica a estimular a mi miembro me retiro un poco hacia atrás para observarle mejor, me relamo y un suave gemido se escapa de mis labios, el intensifica sus lamidas, caricias y mordiscos haciéndome sentir en el cielo, me decido a devolverle el favor y una de mis manos se dedica a atender a su miembro erecto, un escalofrío recorre su cuerpo cuando comienzo a masturbarle y su lengua regresa de nuevo a mi cuello para acabar jugando con la mía el beso se torno cada vez mas intenso al igual que mi masaje, su respiración se ha acelerado mucho y eso me pone mucho, besa mi hombro y lo mordisquea cuando noto que está a punto de llegar al orgasmo, paro de pronto y él me mira alarmado, le miro con lujuria y le pongo contra la pared, beso todo su cuerpo de arriba a abajo y me entretengo metiendo mi lengua en su ombligo, su miembro palpitante me ruega por que le deje terminar y le complazco, mi lengua se dedica a jugar con la punta de esa enorme envergadura mientras una de mis manos masajea sus testículos al fin recojo toda su envergadura en mi boca y la velocidad aumenta, él no puede aguantarlo por mas tiempo y se corre, me levanto y lame las comisuras de mis labios de las que se deslizaba un liquido blanquecino, está sonriéndome, mordisquea mi oreja y la lame para después decirme – mi turno – me coge de las caderas y me apoya contra la pared de la ducha; su lengua irrumpe repentinamente en mi sexo provocándome el mayor placer jamás imaginable, todos los rincones de mi cuerpo son estimulados por esa lengua que tanto me gusta no puedo contenerme mas y comienzo a gemir sin control, eso parece excitarle, cada vez la hace mas rápido.
Su erección ha vuelto a crecer y se tumba sobre mi, me hace suyo una vez mas marcando los tiempos primero despacio y cada vez mas y mas rápido ambos respiramos a gran velocidad. El servicio vuelve a llenarse con mis jadeos que él ahoga con sus besos apasionados que hacen que mi temperatura suba aun mas; mi cuerpo bulle ante tanto placer y ambos nos corremos juntos, entre jadeos volvemos a besarnos con avidez, como si ese beso fuera el ultimo, siempre hace lo mismo, lo hacemos como si esa fuera la última vez lo que lo hace aun mas maravilloso. Le amo y se que el a mi también
Fin