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DMC. Dante y Vergil son el tipo de... por amourtenttia

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Notas del capitulo:

Por la cantidad de palabras, esto quedó originalmente en Wattpad. Pero ahora, viendo que tiene epílogo, pensé, ¿por qué no compartirlo aquí también?

Espero les guste~

Advertencia. Absurdo. Lenguaje absurdo. Groserías. ¿Cuál OoC?...

 

 

 

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1.

 

El tipo de hermanos que se odian más que nada en el mundo.

Y se aman más que nada en la tierra.

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2.

El tipo de pareja que discute por todo, y se besa luego de romperse la cara entre ellos.

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3.

Vergil es el tipo de persona que tarda meses en elegir un regalo adecuado, en preparar una sorpresa de aniversario, o simplemente gasta demasiado tiempo y esfuerzo en ser romántico.

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4.

Dante es el tipo de persona que piensa, por menos de un minuto, que el próximo regalo que de será realmente bueno. Se pregunta qué dar y cuánto invertir...

Luego recuerda que su salario no le permite dar regalos caros, y decide que mejor dará dulces.

O chicles.

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5.

Vergil no es un hombre que se enoje fácilmente. Oh no. Él no es ningún gruñón como su padre.

Pero...

Existen ocasiones en que la situación le sobrepasa.

Dante ha salido corriendo al darle su regalo, y cuando nota la envoltura de chicle en su mano sale tras él.

La risa burlona de su hermano acaba con su trabajada  paciencia en segundos.

¡No le dará esa playera que con tanto esfuerzo sacó de la estúpida boutique!

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6.

Vergil es el tipo de gemelo que se lo piensa demasiado para todo. Incluso para elegir ropa.

Más aún cuando la ropa no es para él.

Está bastante concentrado en su papel de Dante, modelando frente al espejo de la boutique nueva.

Esa que todos dicen tiene ropa increíble.

Él comienza a dudarlo.

Cuando finalmente encuentra algo que parece ser del gusto de su hermano no duda en probárselo.

Se despeina, y maldice en voz baja al verse.

Odia pasar la mano por su cabello.

Las horas corren ese día, hasta que Vergil sale con dos bolsas llenas de ropa.

Quiza se hubiera descontrolado un poco.

Pero sale bastante contento, y se nota en su estoica expresión.

De ahí que se emputara con Dante por recibir una envoltura de chicle. Y que le partiera el labio del golpe que le dio...

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7.

Dante es el tipo de hermano que se burla de todo. Y no necesariamente por ser esa su intención.

Es un hombre sin filtro.

Vergil lo sabe bien, pero intenta ignorarlo.

Luego un día baja las escaleras para salir ambos a cenar (cortesía de Virgilio) y la estruendosa risa de su novio le hace mandarlo a la mierda mientras regresa a cambiarse.

— ¡ESPERA! ¡TE VA BIEN! ¡VERGIL!

Dante no tiene ni puta idea de que Vergil sabe que le va bien. Él mismo la eligió... Para Dante. Para esa Navidad que se encabronó por lo de la envoltura de chicle, efectivamente.

—¡VERGIL!

No. Definitivamente no se la dará nunca.

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8.

Sparda es un hombre tranquilo.

Hasta que se trata de sus hijos.

Cuando toman.

En su casa.

Su licor.

Entonces se acaba la tranquilidad y, eventualmente, se sienta con ellos a beber como si no existiera un mañana.

Es ahí cuando la paciencia de su esposa se acaba.

Y el verdadero Demonio de la casa sale a relucir.

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9.

Vergil ama la música clásica. Dante prefiere mil veces el rock.

Con todo y eso, los dos continúan pululando alrededor del otro cuando escuchan cosas nuevas, porque su gusto es similar, al final de todo.

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10.

Dante es el tipo de jugador que no se frustra demasiado al pasar niveles complicados. Él solo disfruta el juego y ya.

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11.

Vergil odia perder.

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12.

En una partida de Guitar Hero particularmente difícil, Vergil terminó usando poderes demoniacos (jamás mejor dicho) contra su hermano con tal de ganar la partida.

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13.

Obviamente. A Dante no le gustó perder contra él.

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14.

Cuando Dante le cerró la puerta en la cara, Virgilio supo que sí, efectivamente, seguía enojado.

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15.

Pasa de la media noche.

Dante está enojado con su hermano.

Vergil muere de hambre, y sospecha que el otro está igual.

El refrigerador está vacío, de nuevo

Luego joderá al otro por eso.

¿Qué opciones tiene?

 

 

 

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16.

 

 

El joven tras el mostrador brinca del susto al voltear. Oh. Malditos traumas.

Vergil solo le mira fijo.

—Señor. Ya le he dicho que tiene prohibido venir aquí—dice el menor, con tono cansado.

—Quiero una hamburguesa—suelta Vergil, igual de serio.

—Señor...

—Que sean dos hamburguesas—ordena Dante, a su lado.

Convencer al amante de la pizza costó demasiado como para rendirse ahora.

El chico les mira un momento antes de suspirar.

Es madrugada, oficialmente Martes, 2:47am.

—Sin cebolla—dicen ambos al unísono, al verlo prender el asador.

El puesto de tacos es lo único abierto a varios metros a la redonda.

Se ha cansado de ese par ya. Y, de no temerle como les teme, quizá les habría mandado a la mierda antes.

—En un momento—responde él, finalmente.

Ha tenido que ingeniarselas, de nuevo, para formar dos hamburguesas con restos de pastor y demás.

¿Ridículo?

Ja. Quisiera ver a alguien intentando dialogar con esos tipos. Explicandoles que ese sitio, no vendía hamburguesas.

—Gracias, José—dice Vergil, al tomar la orden, y luego de pagarle.

¿Cuánto? Ni siquiera sabe. Solo acepta el dinero sin siquiera verlo.

—¡Que no me llamo José!—grita, pero ya no están ahí.

El chico toma la lista del inventario y escribe con letras grandes, dándole la prioridad que considera pertinente, que necesita comprar luego lo necesario para atender al par.

"Ya. A la verga" piensa, rendido, anotando que finalmente, su puesto será un puesto de garnachas, tacos, y putas hamburguesas.

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