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Recordar como volver. por momu

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Pasaron los días y nuestro contacto que antes era insuficiente y casi completamente amatorio, ahora era nulo, una que otra mirada, quizás un roce de hombros, con suerte una mueca, solo eso. Y hasta cierto punto, creo que comencé a hacerme a la idea de que las cosas no podían dar más que esa relación distante. 

Esa tarde salí como a las 4 pm.  

Me encamine por el tibio pavimento en dirección a la salida del campus por los aparcamientos mas solitarios de la parte trasera de la universidad.

Escuche lo que a odios propios aparentaba ser una conversación entre dos tipos.  

Continué caminando hasta que la columna que me impedía divisar esos dos cuerpos dejo de interponerse.

Era nada mas y nada menos que Cristian y Oliver.  

--Ven Oli... -- Cristian se pego contra Oli y le apretó el trasero mientras le besaba la cara de la forma mas incomoda posible.

-- No quiero Cristian ¿oíste? -- respondió resistiéndose con las manos en el pecho del mas alto, mientras este le lamia el cuello.  

--Vamos no te hagas el difícil -- le abrió la chaqueta de mezclilla y le levanto la playera que traía. Oliver parecía intentar ser paciente y tan solo se cubrió un poco.

Cristian continuo intentando inmiscuirse debajo de su ropa.  

--¡Basta! -- Al fin lo empujo hasta lograr escapar de su agarre por lo que en consecuencia el otro bufo y con una mano en la cintura se sobo las sienes, parecía irritado.

--okay, ven, ven aquí. --volvió a insistir el rubio  

-- ¡Joder apártate ya imbécil! -- reprendió Oliver empujando a Cristian lejos de él.

-- Vas a venir por las buenas o por las malas! -- haciéndolo chocar contra su motocicleta lo tomo de la barbilla y le dio un beso forzado. -- Me vale madres si tengo que arrastrarte a gatas... --le dijo y lo soltó bruscamente.  

-- ¡Ere un maldito perro miserable! no me pongas un solo dedo encima si no quieres que te corte las bolas -- lo volvió a empujar Oliver, estaba furiosos, incluso se le había puesto roja la cara.

Cristian al escuchar tal vocifero soltó una risita cínica.  

--¿Que no se supone que eres una puta? -- le dijo a Oliver a escasos centímetros de su oído.

Oliver respiro toscamente completamente enardecido y le impacto un puño en el pómulo izquierdo que hizo que Cristian se tambaleara repentinamente, sin embargo el puñetazo le duro poco porque apenas unos segundos después, se abalanzo sobre Oliver lo golpeo y antes de que yo pudiera detenerlo, lo sometió boca abajo sobre su motocicleta bajándole los jeans negros de un solo tirón.  

--Maldita perra desgra... -- lo interrumpí jalándolo de la chaqueta y haciendo que cayera sobre el pavimento.

Tres segundos después Oliver se abalanzo sobre él y le impacto dos puñetazos en la cara antes de que pudiera separarlos.  

--¡¡Hijo de la gran puta!! ¡mal parido! ¡cabrón! -- gritaba Oliver con todas sus fuerzas intentando escapar de mi agarre. Por otro lado Cristan ya hacia tirado y sin poder levantarse del suelo.

Estaba tan frenético y colérico en ese momento que ni siquiera me presto atención. Así que lo lleve a casa, a regañadientes, todo el camino maldijo, hablaba pestes de Cristian y no podía evitar enfurecer nuevamente por lo sucedido.  

--Tienes la boca hecha una mierda. --le dije humedeciendo un algodón con alcohol.

--Ese cabrón hijo de la ching... !agg¡ -- lo interrumpió el ardor que el alcohol propicio sobre la herida abierta de su labio inferior.  

--Quédate quieto -- le dije mirándolo fijamente. Tenia el ceño fruncido, completamente molesto.

Al fin termine de curarle la herida.  

--¿Que hacías allí? ¿estabas espiándome? ¿también eres un acosador? -- dijo, aun la molestia le perduraba.

--No te confundas de enemigo Oliver. -- le tendí un desinflamatorio y una taza de té para el tremendo golpe que tenia en el mentón y el pómulo.  

--¿Por que haces esto? ¿que no te dije que no queria volver a verte ? -- se trago la pastilla.

Él estaba sentado sobre la barra de la cocina.  

En ese momento no comprendía como solucionar tal acertijo.

--¿Entonces que querías, que te dejara para que te violara? -- cuestione, me volteo los ojos apartando la mirada y tomó otro traguito de té.  

--Yo me puedo defender solo, lidio con tipos así todo el tiempo, no necesito que alguien me salve. -- respondió por lo bajo sin dirigirme la mirada.

-- Pues allá no parecías tener el control....  

-- Lo tenia bajo...

--¿Quieres dejar de ser un imbécil? un gracias es suficiente. -- lo interrumpí severamente asegurándome de que no siguiera. Me miro apretando la mandíbula de la ira pero decidió contenerla y dejar por vista la conversación.  

Por fin pude girarme para sacar del refrigerador la bolsita de hielos. --toma, para tu mejilla. --se la tendí.

Guardamos silencio, esperaba que tal quietud apaciguara su hirviente molestia.  

Sin importar la situación, de una u otra forma mi mirada siempre se hallaba perdida en él. 

Mientras, me preguntaba, suponía cosas, me gustaba intentar resolver sus expresiones y actitudes, recorrer sus facciones minuciosamente, como si estuviera resolviendo un acertijo.

Tal vez aun no estaba del todo enamorado, a lo mejor tampoco lo amaba aun, ¿querer? quizás, pero me resultaba un pequeño placer su compañía, su simple existencia.  

El silencio armónico perduro aun unos minutos mas, la tarde caía con una tibia resolana expandiéndose por todo el piso y sus recovecos.

-- Por eso eres tan popular con las mujeres... -- dijo, me removí apartando mis anteriores pensamientos para atenderlo.  

--¿Perdón? --pregunte confundido, le dio un trago al té y me observo un minuto.

-- Siempre haces eso... -- hizo un ademan con la barbilla para señalarme. Seguía sin entender, lo mire expectante.  

-- Eres formal, a veces serio de mas, puedes ser severo y austero.... -- bebió de nuevo, pero esta vez desvió la mirada. -- pero luego haces esa mirada... --dijo. tomo de nuevo y su mirada se rehusó a volver a conectar con la mía.

-- ¿Mirada? -- pregunte. Se tomo un momento para mirar sin mucho empeño a través del domo, le echo una mirada a la casi bacía taza de té sobre su regazo entre sus manos, luego volvió a mirar al domo.  

-- Que te hace sentir especial, de modo que... que hubiera belleza en tu defectos.... es cálida, como si a pesar de la situación lo mas importante fueras tu y nada mas. -- se tomo un segundo de pausa y luego al fin volvió la mirada a mi. -- Las haces sentirse únicas... -- aunque no lo sean.

Dejo la taza de té sobre la barra y se bajo de ella.  

Tomo sus cosas y lo acompañe hasta la puerta en completo silencio, no queria decir una sola palabra, temiendo que alguna de ellas sobrara. Ya había tiempo de hablar. Al fin fuera, me tendió la bolsa de hielo.

--Devuélvemela después. -- le dije y asintió lentamente, se encamino por la calle pero a los 5 pasos se detuvo y volteándose un poco dudoso me miro.  

--Gracias...

Esa noche me encargue de averiguar a toda costa donde poder encontrar a Cristian, y cuando al fin di con él lo fui a buscar.  

Se reunía en un bar de mala muerte en los suburbios con algunos sujetos. No me costo mucho abordarlo en solitario.

-- ¿Que paso hombre? ¿se te perdió algo? --me pregunto a unos metros de mi en un callejón. Me acerque hasta invadir su espacio personal y tomándolo del cuello de su camiseta lo azoté contra la pared, intento empujarme pero no logro mucho. --¡¿q..que est..  

-- Escúchame bien, no me importa que continúes siendo el novio de Oliver, vuelve a ponerle un solo dedo encima y te martirizare hasta que pidas para que te mate. -- le dije, su respiración entre cortada se desvaneció debajo de una carcajada.

--¿Que me vas a hacer? --pregunto, le metí un golpe en el estomago haciendo que se doblegara en el suelo y luego otros dos puñetazos uno en las costillas y el otro en la cara. Se atraganto por la falta de aire y tosió precipitadamente sobre la tierra  

Tirado, ya ensangrentado y sin resistirse ni emplear fuerza volvió a soltar una risita. -- nada mal... -- alago, me miro unos segundos y volvió a reír suavemente-- Así que tu eres ese tal William... -- tosió de nuevo y escupió la sangre de su labio roto. -- Oliver me contó de ti, su mas resiente mascota eh, que triste que te hayas enamorado de él... -- dijo, lo tome del cuello en un arranque de ira y por un momento no le fue posible hablar, después lo solté de nuevo y tosió. -- déjame decirte algo.... -- se aclaro la garganta. -- Oliver podrá irse un rato, alejarse un poco, hacerse el difícil, pero te aseguro que siempre regresara, no te hagas ilusiones con él, y te darte un buen consejo, cogetelo tanto y tan fuerte como puedas mientras lo tengas sobre la cama, porque cuand...-- no termino cuando le di otro puñetazo, esta vez en la entre pierna, soltó tremendo alarido y se retorció sobre el suelo gimiendo de dolor. --....Hi..jo de... pu..ta --maldijo, lo tome de la barbilla y lo obligue a mirarme, le di otro golpe en la cara y lo deje tirado ahi.

Finalmente volví a mi casa, con la mente ocupada pensando en las repugnantes palabras que habían salido de la boca de Cristian. 
Notas finales:

Querid@s lector@s espero hayan disfrutado este capitulo y aprovecho para saludarlos. 

 

No sabia si hacer esto o no, pero finalmente me anime (esperando no sea un fracaso D: sino ya nimodo) 

Siempre me he preguntado como imaginan ustedes a mis personajes, en particular a William que no ha tenido casi nada de descripción física. me gustaría que si se animan me lo hagan saber y estaré encantada de leerl@s :)

 

¡¡Bueno eso nada mas, hasta la proxima!! <3 <3 <3 

 

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