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Recordar como volver. por momu

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Se quedó mirando una a una las gotas de agua que escurría de una maceta que recién habían regado esa mañana, el sol atravesaba cada una de ellas produciendo un destello momentáneo.

--Ha estado ahí desde que despertó, no ha querido desayu...

--Por el amor de dios, puedo oír todo lo que hablas imbécil -- dijo Oliver desde su cómoda posición a pocos metros de Cristian y Dante, quienes lo observaban detenidamente.

--Me parece conveniente que no estés comiendo demasiado, todos sabemos que llegaste bastante pasado de peso. -- dijo Cristian y Dante rodó los ojos fastidiado.

--Mejor lárgate de aquí -- dijo Dante con voz baja.

--A veces me pregunto como Critian puede ser tan estupido siendo tu hijo... --Añadió Oliver y Danto río por la nariz.

--Se ha criado prácticamente solo -- respondió brevemente-- ahora... ¿sabes que los nuevos se han inventado una historia para ti? -- pregunto.

--¿Una historia? ¿sobre mi? --preguntó el más bajo y Dante asintió. -- no he oído nada. -- añadió.

--Cuentan que..

--Es mejor no saber, los niños a veces pueden ser muy raros -- lo interrumpió Oliver y apartó la mirada con indiferencia. Dante se rió nuevamente por la nariz y no se marcho sin antes recordarle al más bajo que era guía y debía relacionarse mejor con sus "pupilos"

--¿S...señor? --preguntó un pequeño que se acercó a unos metros con las manos entrelazadas al frente, ni siquiera tenía 12 años. Oliver levantó la mirada prestando atención. -- M...me preguntaba si hoy podríamos tomar un descanso y visitar los juegos? --preguntó con la mirada en el suelo, el resto de los niños lo esperaban asomando la cabeza por la rendija de una habitación al fondo. Oliver sintió un nudo en el estómago recordandose así de pequeño de una casa de servicios en otra.

Flash Back: varios años atrás.

--Los perros entrenados para oficiales de policía o asistentes de personas con capacidades especiales no saben que es jugar con la pelota, ni pasear en el parque sin correa, como no conocen lo que eso es no saben de lo que se pierden, los niños aquí son igual, si tu les muestras cosas buenas, juegos, cariño, compasión, van a esperar eso siempre y sufrirán cuando se enfrenten a lo contrario, si solo los sometes a condiciones de dolor, estrés, soledad, trabajo duro, malos tratos, resistirán lo que sea a lo que se enfrenten, y cuando tengan una pequeña muestra de afecto serán lo suficientemente agradecidos, en cada ocasión en la que les sonríes o los complaces con golosinas los estas condenando a un mundo de sufrimiento cada vez más hostil....

Fin del flash Back.

--No -- respondió y el pequeño se relamió los labios con desilusión. En un intento por convencerlo, se acercó arrodillándose frente al sillón y puso sus manos sobre el brazo del mayor. Oliver apenas sintió el toque, su repulsión habitual por el contacto físico con cualquier persona lo hizo estamparle un manotazo en la cabeza, el niño se tambaleó hacia atrás sorprendido y se arrastró asustado hasta esconderse en la habitación.

Oliver tragó saliva varias veces y miró su mano temblorosa. Se levantó para lavarse inmediatamente y volver frente a la puerta del cuarto donde se hallaban los niños, indeciso de entrar.

Se recargó en la puerta y escuchó a través de ella las voces agudas y tiernas. "¿si? aún te duele..." "porque nadie puede tocarlo, está embrujado..." "¿embrujado?" "!ahora Ivo está embrujado tambien¡" "no debiste tocarlo" "él está infectado de amor, por eso si lo tocas podría contagiarte." "No es asi¡ él estaba enamorado de un hombre" susurró uno de ellos "¿de un hombre? ¿un cliente? ¡guacatelas!" "¡qué asco!" "pero lo abandonó porque no lo podía tocar"

Oliver al fin abrió la puerta y todos los pequeños se alborotaron sobre la cama y lo miraron asustados.

--Vamonos. -- dijo y todos se pusieron de pie. Como una parvada de polluelos los pequeños lo siguieron uno a uno.

No supo bien lo que pasó por su mente en ese momento, hacía ya varios días que sus pensamientos eran difusos y distraídos. Caminaron por el largo valle hasta los juegos que hacía muchos años una familia vieja había puesto ahí, en medio del llano campo.

Los niños gritaron al verlos y corrieron emocionados para subirse en la estructura. La casa quedaba unos 300 metros atrás y a unos pocos metros más adelante se extendía a lo largo y ancho un bosque de coníferas un poco frío y obscuro.

--Señor Oliver ¿usted tiene un novio? --pregunto el más pequeño de todos. De inmediato Ivo lo jalo de la mano y siseo con un dedo en sus labios.

--Lo siento señor. -- se disculpó el mayor.

--No tengo un novio... -- respondió Oliver con calma y los niños lo miraron con intriga.

--Pero dicen que casi huyó con él, que se había enamorado y que por eso nadie más puede tocarlo¡ -- aseguró el pequeño antes de que Ivo le tapara la boca con su mano sobre sus labios. Los demás se miraron entre ellos asustados de la posible reacción de Oliver.

Sin embargo, este último formuló una sonrisa casi imperceptible en sus labios y se rió brevemente por la nariz.

--¿Que más dicen por ahí? --pregunto acunclillandose a su altura. Los otros niños intrigados y curiosos se acercaron con sigilo y se sentaron alrededor suyo.

--Que lo embrujó ... -- dijo otro.

--¿Un embrujo? ¿Que clase de embrujo? --preguntó Oliver continuando el juego.

-- El del amor -- susurró el pequeño y se rieron a hurtadillas entre ellos.

--¿Por eso nadie puede tocarlo? ¿porque ese hombre lo embrujó con el amor? --pregunto Ivo temeroso. Oliver tragó saliva recordando amargamente a William.

--Lo siento Ivo, no quise golpearte. -- se disculpó -- en realidad, el amor no es un embrujo, es otra cosa extraña que a veces sentimos cuando alguien nos agrada muchísimo y.... -- se aclaró la garganta.

--Pero padre Dante dice que el amor es una maldición -- dijo el más pequeño. -- que es horrible y que te podría matar -- explicó y Oliver río, los niños se sorprendieron, jamás el mayor había sido tan cálido y alegre, en realidad era difícil poder hablar con él, siempre había un aura amarga y triste en su mirada.

--Me gustaría que diéramos todos un paseo por el bosque.-- dijo Oliver y todos fruncieron el ceño confundidos.

--¿El bosque? Está prohibido ir al bosque -- advirtió Ivo con desconfianza.

--No hoy, hoy es... un buen día -- dijo Oliver con una intención impulsiva pero creciente. --¿me van a acompañar? --preguntó por último y todos los niños gritaron a coro "si"

Se encaminaron al bosque sin ser visto por nadie, adentrándose en una penumbra nublosa y fría.

--Menos mal que todos estén muy bien abrigados, será un camino largo....

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