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Recordar como volver. por momu

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Notas del capitulo:

Bueno esta parte es donde me nace la responsabilidad moral y les digo ¡¡PRECAUSIÓN, ALTO CONTENIDO SEXUAL!!! 

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Al fin el sueño me hundió en su profundo abismo y hubiera podido continuar así hasta el amanecer, de no haber sido a que una sensación fuera de lugar comenzó a estimular mi despertar.

 

Al principio solo mis ojos se entre abrieron, me sentía inquieto, también un poco desorientado. Mire el techo, el foco que apenas mantenía en penumbra la habitación, un aroma a naranja se había esparcido en el aire y un velo de música clásica llenó alrededor con sus suaves tonos.

 

Mire a mi entre pierna de la cual provenía un burbujeante cosquilleo que poco a poco se volvió más presente.

Alguien estaba ahí, la capucha de una sudadera con orejitas me impedía verle la cara o incluso el cuerpo, porque estaba inclinado de tal modo. Me estaba haciendo una felación, y una muy buena.

 

Me incorpore rápidamente, haciendo que la persona se arrodillara en la alfombra y continuará unos segundos mas, luego levantó la mirada. Tenía un antifaz blanco que le cubría casi toda la mitad superior de la cara. Se relamió los labios, me entrego una sonrisa fugaz y volvió a lo suyo.

 

Me quedé atónito apenas unos segundos antes de cerrar los ojos; ya estaba completamente duro y la sensación del interior húmedo me erizo la piel, no podía pensar bien, me concentraba en la sensación y nada más.

 

No era de esperarse y apenas unos segundos después me percate que Olí era un chico y que era el mismo que había visto aquel día.

 

Me incorpore sorprendido por tal hallazgo y lo empuje suavemente lejos de mi, él me miro sentado en el suelo, en una posición sugerente. Estaba completamente desnudo y apenas las puntas de la sudadera le cubrían las bolas, quizás un tatuaje en el muslo derecho.

 

Su cuerpo era sensual, con una gracias natural que se dispersaba a toda la habitación. Se arrodilló y como un gato al acecho se acercó a mí lentamente, mientras sus omóplatos se hundían y emergían de su espalda. Se subió sobre mí apoyando una rodilla en el filo y empujando suavemente mis hombros hacia atrás, hizo que me recostara en la cama, se montó a horcajadas mío y dejo salir una risita.

 

Tal vez por que el alcohol aún dominaba mi razón, simplemente me deje llevar, algo realmente inusual, por qué en primera, jamás había optado por ningún servicio sexual de ningún tipo, en segunda, hasta ese momento mi orientación sexual siempre había sido la heterosexual y en tercera, jamás se me hubiera ocurrido romper dos convicciones juntas, y mucho menos en una situación así.

 

Pero para entonces estaba idiotizado por sus sensuales movimientos, su cuerpo poseía una belleza que fluía tan libremente que parecía envolverte en un aura cegante.

 

Se inclinó y con la punta de la lengua delineó el filo de mi mandíbula, luego me besó en la comisura de los labios, se levantó y me quito la playera que traía -yo estaba un poco estupefacto mirando como actuaba- se quitó la sudadera. El interior de sus muslos rozaba contra mi torso y sus caderas se presionaban sobre mí en movimientos descarados y ondulantes que pretendían estimular con el calor de sus glúteos mi entre pierna.

 

La contención de mí mismo llego a un límite inesperado y lo único que pude hacer fue incorporarme, tomarlo de la cintura y besarlo, sus labios y los míos de fundieron en un beso desesperado y profundo, sus manos sobre mis hombros y las mías atrayendolo más a mi.

 

Me fui sobre él haciendo que quedara debajo mío y de inmediato volví a quedar debajo en una vuelta que me tomo desprevenido, se separó de mi y me puso una mano en el pecho. Su agitada respiración hacia que su pecho se moviera de arriba abajo. Me miro fijamente y relamiendoce los labios hizo la seña de "no" con el dedo índice.

 

En ese momento yo creí que el deseaba tener el control, no sabía nada de las condiciones, ni siquiera había leído el folleto.

 

Me volví a sentar y le besé el cuello, su piel era tan suave que parecía la cáscara de un durazno, incluso un aroma dulce brotaba de sus poros, su cintura era pequeña y su cuerpo era delgado, era fácil sujetarlo.

 

Se apartó un poco y llevo sus manos a mi entre pierna, jalo el elástico de mi boxer y mi pene pareció dar un brinco, sonrió y lo masturbo unos segundos.

 

Se inclinó al cajón de la derecha y saco el lubricante y los condones -que yo había pedido minutos antes en la sala- abrió un condón con cuidado y lo puso en su boca, luego se inclinó y mirándome a los ojos me lo puso con gran maestría, hasta recuerdo haber soltado una risita por lo bajo.

 

Luego dejo caer casi la mitad del lubricante sobre mi miembro y sus manos.

 

Se llevó la mano derecha detrás de él entre sus glúteos y con la otra continuo masturbando mi miembro.

 

Yo lo observaba, era como mirar una criatura completamente nueva para mi. Era verdad yo jamás había visto a un tipo hacer ese tipo de cosas, y mucho menos había tenido sexo con alguno, contemplarlo fue descubrir un gusto completamente desconocido, algo que jamás hubiera imaginado me produciría placer.

 

Cuando finalmente termino, se levantó ligeramente y tomándome el pene lo presionó entre sus nalgas, sonrió y se mordió el labio, jugaba con eso, bajaba y subía y al parecer mi evidente impaciencia lo divertía.

 

--Oh vamos.... --gruñí en su hombro ante tal demora. Él se detuvo entonces, dejando recaer su trasero sobre mi, me beso suavemente, como si estuviera intentando mimarme o algo parecido, y luego mientras hundió la cara en el hueco de mi hombro y mi cuello, con la respiración algo entre cortada, dejo caer su peso sobre mi erección.

 

Poco basto para que comenzara un ritmo ascendente, no de arriba abajo, sino circular, de adelante atrás en movimientos lentos, a veces levantando su peso apenas unos milímetros de mi y luego dejándose caer de nuevo, movimientos casi silenciosos.

 

Mientras tanto yo solo podía pensar en lo jodidamente bien que se sentía, era algo distinto, que no había experimentado, incluso su forma de mecerse sobre mi era encantadora, se notaba que sabia como hacerlo. Mis manos se aferraron a sus caderas propiciando un control colateral, y también de ese modo conteniendo un impulso desenfrenado por ser mas intenso y rudo.

 

Yo solo podía besarlo, en el cuello, en la barbilla, las orejas, en los hombros y el pecho, a cual lugar mi boca pudiera alcanzar, por otro lado, él era un ser silencioso, con la respiración agitada, un poco entre cortada, y con la cara viendo siempre hacia arriba, las manos posadas sobre mis antebrazos o en mis hombros.

 

Me beso de nuevo y entonces mi paciencia se desbordo, lo empuje hasta que callo de espaldas en la cama y no tuve que emplear mucha fuerza para que se girara, lo arrastre de las caderas hasta que sus nalgas chocaron contra mi erección, acometí de nuevo y él dejo salir el primer quejido ahogado de la noche, ante tal reacción me detuve y me incline hacia el frente pegando mi pecho contra su espalda, le bese la nuca y le acaricie el área lumbar en busca de alivio.

 

--Perdóname ¿te lastime? -- recuerdo mi preocupación, pero él solo se giro un poco y me planto un beso.

 

Después continué con ello poco a poco mas, hasta que termine como bestia desenfrenada.

 

Ni siquiera yo mismo pude reconocerme, jamas había experimentado tal descontrol, tal rudeza y brusquedad, tal deseo desencadenado por poseer a alguien. 

 

Pese a tal actuación, Oli siempre se vio dispuesto, sin reprochar o renegar, y conteniendo su voz de forma incorregible.

 

Algo que me lamento y que posiblemente no pueda perdonarme jamas, es no haberme fijado aquella vez y quizás muchas otras, que la posible excitación que él tenia en los juegos previos y que le invocaban una erección, se disolvía al ser penetrado, y aquella vez sucedió y yo por estar demasiado envuelto en mi alcoholización y mi excitación por la situación no preste atención. 

 

Tal vez esas cosas son las mas amargas y dolorosas que puedo recordar, porque siempre tuvo que aguantar, y ser obediente y fuerte en esas situaciones, sin importar sus gustos o si tenia asco, o sentía dolor emocional o físico o ¡ambos!, o lo que fuera que aquello le provocara, porque el sentía, sentía aunque lo escondiera bien, aunque sonriera después, aunque te besara como si nada pasara o aunque te pidiera mas y mas, el realmente lo sentía pero era el maestro de la apariencia, de la fachada dulce, de los buenos ánimos, de la ternura y la manipulación, era bueno para no ser él mismo.

 

Esa madrugada cogimos hasta el amanecer y cuando al fin recupere las fuerzas esa mañana, me desperté, me bañe, me cambie y me marche, sin mirar atrás, sin siquiera detenerme un segundo a pensar lo que había ocurrido, donde estaba él o como estaba, nada, solo salí corriendo, como si huyera de una situación que me había revuelto ya, un poco la vida. . . . . Sin embargo volví a la siguiente noche y a la siguiente y a la siguiente de la siguiente así durante una semana seguida, de la cual recuerdo casi nada realmente, porque siempre terminaba embriagándome antes para estar un poco perdido al verlo, era una forma de evadir la situación, fui como animal en celo a la luna de sangre, nada podía detenerme, era como una droga que no podía saciar, era un deseo irrevocable que me consumía y no me satisfacía por completo.

 

A esto me refería con los recuerdos tortuosos, de los que prefiero jamas hablar, de un yo que parecía perdido en la estupidez, cayendo poco a poco por un sentir nuevo ante el cual no pudo actuar con madurez. 

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Notas finales:

Pues nada, este es mi séptimo capitulo -uno intenso diría yo-

Y si es que hay algún lector por ahí, decir buenas noches y gracias por acompañarme en esta historia. 7-7

 

 

 

Y vaya que si tienen, alguna opinión, corrección, critica, comentario, consejo sentir, incluso alguna pregunta de los personajes o de la historia, en este capitulo o en cualquier otro, ya seben que me encantara escucharlos. 

 

 

 

 

 

 

byeeeee         

 


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