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Recordar como volver. por momu

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Notas del capitulo:

Narrado en tercera persona.

--Entonces ¿A dónde dices que vas? -- le pregunto Cristian. 

--Es un cliente, me va a pagar muy bien si lo acompañó a su departamento está noche. --explicó Oliver. 

Cristian le dio un sorbo a su trago y se volvió a él para mirarlo.

--Tiene mucho que no haces un trabajo así -- le dijo. 

--Lo hago por la paga. -- se limitó a responderle. 

Cristian siempre había sido distinguido por sus habituales celos y necesidad de controlar a sus parejas, en especial a Oliver, después de todo no era cualquiera, era el preferido por su padre, el corderito de oro, ni siquiera el corderito, era Olí, deseado por cualquiera y que solo los más adinerados tenían el derecho de ponerle las manos encima.

--Debe ser muy buena. ¿Quién es el tipo? -- pregunto acercándose a Oliver. 

--Es nuevo no lo conoces. -- volvió a responder. 

Cristian se acercó a Oliver y lo tomo de la barbilla, lo miro minuciosamente durante un minuto y luego le plantó un intenso beso mientras lo sujetaba, dejándola las marcas de sus dedos en las mejillas y saliva por todas partes. 

--Vale, pero te vuelves temprano-- respondió al fin. Oliver sonrió y asintió.

 

 

Wiliam espero en la estación como habían quedado, tenían que encontrarse  antes de que la última ruta pasará.

La noche era fría, el viento soplaba y calaba a través de la ropa. 

Finalmente Oliver arribo a la estación. 

Se miraron desde lejos hasta que quedaron hombro a hombro y Oliver no pudo contener más esa conexión. 

Se paró a su lado y no pudo hacer más que clavar la mirada en el suelo, sentía un extraño nerviosismo que le hacía sudar las manos aún con el fresco de la noche.

Miró sus zapatos, la diferencia de tamaños, una piedra en el suelo, la mano de William caída a su costado. De alguna forma deseaba que todas las palabras vergonzosas que le había gritado a William en la última semana desaparecieran, que se esfumaran, que jamás hubiera hecho tales confesiones, que Wiliam jamás hubiera sabido de su pequeño secreto y que él pudiera seguir actuando como si nada le importará, como si no lo quisiera. 

El camión paro frente a ellos y William le cedió el paso.

Todos los asientos estaban desocupados, pero de tales circunstancias surtió un cosquilleo que les impidió tomar asiento y se quedaron parados hasta el final del pasillo, uno frente al otro. 

Sin embargo no se miraron puesto que Oliver traía la mirada clavada sobre el suelo. 

Cohibido y sin tener una sola palabra que decir Oliver se sentía como el tipo más estúpido en todo el mundo, ahora que William sabía lo que sabía no podía dejar de reprenderse y de juzgarse a si mismo. Es decir ¿Que imbécil retrasado se sentiría así? ¿Que idiota creería en el amor? ¿Que pendejo sufriría por sentimentalismos tan absurdos?. Pues si, él, él, Oliver, el tipo que juro jamás caer en esas telarañas llenas de delirio, el que se burlaba de sus compañeros por enamorarse de sus clientes, el mismo que llamaba idiota a Travis por querer a Dante. 

Oliver miraba de vez en cuando al más alto, se preguntaba por qué parecía que él era al único que se sentía tan vulnerable, afectado y avergonzado ante tales emociones, al contrario William permanecía inalterable, como si eso no le afectará, como si no le importará, como si realmente solo él estuviera haciendo las cosas más grandes de lo que eran en realidad. 

El autobús se detuvo al fin en la esquina central y ambos bajaron. 

Una ventisca alzo los papeles tirados de la calle y soplo en contra suya. Oliver sintió un escalofrío y se encogió de frió. 

--Tienes frío....--dijo William quitándose la chaqueta, era la primera palabra desde su encuentro. 

--No, estoy bien. --dijo Oliver comenzando a caminar, William de todos modos le echo encima la chamarra y Oliver no pudo decir nada. Así caminaron unas cuantas cuadras hasta llegar a casa. 

Ya en el segundo piso la atmósfera de incomodidad que propició el silencio que solo Oliver alcanzaba a notar se acentúo. Por otro lado William, sin percatarse de tal turbulencia encendió el boiler y puso a llenar la tina.  

El más pequeño se sentó en el filo de la cama y se deshizo de sus tenis, al mismo tiempo William se apareció frente a él con una taza de té. 

--Para el frío... -- le dijo y se la tendió. Oliver lo miro apenas lo mínimo posible y tomo entre sus manos la taza caliente.

--Gracias... -- dijo y le dio el primer sorbo, se sentía cálido. 

William se recargo en la isla frente al más pequeño y lo observo durante los minutos siguientes, cosa que poco a poco agudizó la incomodidad que Oliver sentía en su presencia. --¿Podrías dejar de hacer eso?-- dijo al fin. 

--¿Hacer que? --pregunto William. Oliver no lo miraba, solo observaba sus dedos alrededor de la taza. 

--Mirarme como pervertido maníaco --dijo Oliver de modo brusco, William soltó una risita, después de tanto silencio ya comenzaba a preocuparse por el más bajo.  

--Estas muy callado... --le dijo, Oliver le dio un sorbo a su te y se removió sobre la cama, jugaba con sus dedos, no tenía idea de que era ideal decir, o que hacer. William de alguna forma lo intuyo. -- ve a darte un baño, la tina ya debe estar lista.--dijo. 

Oliver dejo la taza sobre el buro y se fue a bañar. 

Se quedó un largo rato sumergido en la tina, pensando en lo mal que lo había pasado desde que se había ido de casa, las veces que tuvo que complacer a Cristian, los turnos del trabajo en los que no había descanso y parecían no tener fin, su cuerpo tenía moretones, estaba cansado realmente y solo habían pasado 5 días. 

Finalmente ya con una camiseta gigante del mas alto salió del baño y se encontró a William parado en la cocina tomando el último trago de té que le quedaba. 

--Creí que jamás saldrías de ahí --bromeo William al verlo, Oliver no respondió nada, se quedó parado con una toalla sobre los hombros. Algo lo tenía inquieto, no sabía muy bien lo que era

--¿Aun estás molesto por... lo que pasó? -- soltó al fin, William se quedó unos segundos confundido hasta que el más pequeño miró en dirección al sillón. 

--Ya entendí... -- dejo salir el aire y apretó la mandíbula, recogió su taza y la dejo en el fregadero. --bueno en reali...

--Comprare un sillón si... quieres.--lo interrumpió Oliver ya con varios grados de calor sobre sus mejillas, al mismo tiempo que intentaba disculparse se reprendía por ello. William se quedó sorprendido. 

-- Olvídalo... -- dijo William pasando a un lado aprovechando la cercanía para revolverle el cabello húmedo y se sentó en la cama, saco del cajón una secadora y puso una almohada en el suelo. --ven... -- señaló. 

Sus manos se hundían en su cabello, siempre habían sido un poco ásperas, sus dedos le rozaban de vez en cuando el cuello, también las orejas. Cuando finalmente la secadora se apagó William le masajeo los hombros unos segundos.

--Ya estas en casa, deberías descansar... --dijo William suavemente acariciándole el cuello

 Oliver comenzó a sentir un inesperado calor, y un cosquilleo que provenía de su entre pierna. La camiseta que le había prestado William le quedaba extremadamente grande por lo que poco a poco el cuello de la prenda se deslizó de su hombro propiciando contacto piel con piel, esto le provocó un escalofrío. 

Habían pasado ya unos días desde que lo habían hecho por última vez, tal vez ese era el motivo de su inesperado apetito sexual (por que pese a su constante trabajo esos días, eran raras las veces que conseguía excitarse o sentir placer al realizar sus servicios) o eso es lo que Oliver se imaginaba. Sin embargo al contrario que todas las veces anteriores se sintió acomplejado por sentirse así en un momento como ese, en cualquier otra ocasión no hubiera dudado en abalanzarse sobre William. 

Se levantó y se paro frente a él sin saber muy bien lo que pasaría a continuación, William lo miro unos minutos y le acarició la mejilla, le pasó un pulgar por los labios y Oliver no pudo resistirse, se inclino y presiono sus labios contra los del más alto, el beso duro unos segundos hasta que sus lenguas aparecieron. El contacto que había comenzado tímidamente se comenzaba a tornar más desesperado, Oliver se sentó a horcajadas sobre William mientras su saliva se mezclaba, sin embargo unos minutos después William retrocedió, Oliver con la respiración irregular y los labios húmedos lo miro confundido. 

--¿Que pasa? --cuestiono, William saco el aire dificultosamente. 

--No deberíamos hacerlo...  deberíamos esperar, no quiero aprovecharme de ti, ni que pienses que conmigo todo es sexo, además.... --no pudo terminar por qué Oliver se le quitó de encima, estaba rojo y sentía una vergüenza segadora. No entendía por qué le ocurría aquello, tenía años que alguien lo había rechazado, y jamás lo habían hecho por lastima y sobre todo nunca esas situaciones le habían afectado el orgullo. Era por que se trataba de William. 

Sin decir más, un tanto molesto y sintiéndose erradamente humillado se dispuso a marcharse a su cama, cuando William lo detuvo del brazo, intento dar un jalón para soltarse pero no logro nada. 

-- No es lo que estás pensando. --dijo el más alto como si le hubiera leído el pensamiento. -- es que siento que pierdo el control contigo y, tienes razón..... no quiero ser como todos -- explico. 

Oliver bufo, quería parecer molesto, porque era la única forma de esconder su vergüenza y lo vulnerable que se sentía. Es  decir ¿Como podía pensar que era como todos después de lo que le había confesado? 

--Que estúpido... --dijo sin mirarlo intuyendo sus mejillas rojas. --Tengo 5 días complaciendo los caprichos de los demás... y tú no quieres complacer el mío..--dijo.  

William sintió el ferviente deseo revolverle las entrañas, Oliver olía tan bien, su cuerpo despedía chispas de algo que le resulta irresistible, sus muslos y piernas desnudas, ese sonrojo tan raro de ver en él que le cubría hasta las orejas, sumado con los 6 días récord que tenían de no tener sexo. 

Se puso de pie y jalo a Oliver para que cayera sobre la cama, se metió entre sus piernas y lo beso, sus bocas se juntaron en un estrepitoso y acalorado beso. 

Oliver se deshizo de sus dos únicas prendas de ropa quedando desnudo por completo. William le besó el cuello con premura y bajo hasta su vientre tembloroso. Lo levanto de los muslos elevando sus caderas a la altura de pecho. William se inmiscuyo por debajo de sus testículos hasta llegar a su ano. --Wi...William pa...ra-- pronunciaron sus labios. 

-- No me digas que nunca te hicieron algo así. -- dijo y Oliver no dijo nada, William al fin dejo caer las caderas del más bajo sobre la cama y se inclino para besarle el cuello. --¿Me dejas hacerlo en esta posición? --pregunto mientras succionaba su lóbulo derecho. Pensó que Oliver se negaría como siempre. 

Se incorporó un poco dejando lo que hacía para ver a Oliver a la cara, quién por cierto tenía los antebrazos cubriendo su cara. 

William soltó una risa al verlo así, jamás había actuado de tal forma. 

--Jamás pensé verte así, solo era una fantasía sexual ¿Por qué estás tan avergonzado? --pregunto incrédulo. -- ¿Que pasa? ya lo hemos hecho cientos de veces--

--Cállate. --respondió Oliver mal humorado. --apaga las luces... -- le ordenó finalmente. 

William se quedó unos segundos confundido. ¿Tenía pena de ser visto? Sin querer obtener más problemas apagó todas la luces y en su camino a la cama llego a prender una lámpara que estaba detrás de esta y que con su tenue luz amarillenta alcanzaba a dejar una penumbra agradable en la que podía mirar dónde pisaba.

Se volvió a la cama y cuando estaba por besar a Oliver nuevamente este lo interrumpió.

--¿No vas a apagar esa luz? 

-- Si la apago, no voy a saber dónde estás... --explicó William y se acercó besándole el cuello. 

--Apágala... -- repitió el más pequeño. William lo miro nuevamente. Por primera vez Oliver lo dejaría hacerlo de esa forma, aún no entendía por qué jamás lo había permitido, pero considero un esfuerzo de parte del pequeño que valía cada capricho. 

Finalmente volvió de apagar la última luz. El piso estaba casi en completa obscuridad de no ser por la luz lunar. 

--¿Ya estás tranquilo?-- dijo volviendo a meterse entre sus piernas. Oliver no respondió y William se inclino a besarlo.

Sus manos recorrían su cuerpo y poco a poco sus respiraciones se fueron mezclando. El más alto lo masturbo durante algunos minutos más hasta que sintió que no era capas de resistirse. 

Se colocó el preservativo y tanteó con lubricante en las manos sobre la suave y húmeda entrada de Oliver, lo preparo con la ayuda de 3 dedos hasta que sintió era suficiente. 

Oliver por otro lado sentía en aumento su respiración, un cosquilleo en su interior que William propiciaba con las yemas de sus dedos. Pero también un constante nerviosismo por encontrarse en esa posición. 

Después de una docena de traumas provenientes de sus primeras experiencias sexuales en su pubertad, jamás había dejado que alguien lo hiciera así, temía revivir los destellos terribles de ese pasado ya casi enterrado. Poco a poco sintiendo el momento acercarse también sentía un miedo persistente revolverle el estómago. 

William dejo de hacer lo que hacía para acercarse a su cara y besarle la frente, dejo una serie de besos hasta su oreja. 

Recargo la frente en la clavícula del más pequeño y miró hacia la parte baja para colocar la punta de su pene en la entrada de Oliver quien ante tal acción dio repentinamente un brinco. 

--Perdón, ¿Te lastime? --pregunto William un poco sorprendido incorporándose para mirara a Oliver. 

--No es eso.... --dijo Oliver. William lo miro y sintió que algo no andaba bien. Además de que su actitud era completamente distinta a la del Oliver libidinoso y desvergonzado, notaba algo de estrés, tenía un antebrazo cubriendo su cara y temblaba de forma distinta a cuando era por éxtasis, incluso su erección había comenzado a desaparecer. 

--Oye.... ¿Que pasa? -- le quitó las manos de la cara y lo miro unos segundos. -- No tenemos que hacerlo así si tú no quieres... --dijo William acariciándole la mejilla y las cienes. 

--No es que no quiera... tiene mucho desde la última vez que lo hice de esta manera.... -- miro hacia su entre pierna y respiro -- es que no estoy acostumbrado... se siente... raro... --justifico. William se enderezó y lo miro en la poca luz que le permitía ver, recorrió sus muslos con las palmas de sus manos. 

--Podemos hacerlo otro día, no tiene que ser hoy... --dijo William tranquilamente. 

--No... si quiero... --insistió Oliver. William lo miro indeciso unos segundos -- si quiero... --volvió a decir. 

Lo volvió a masturbar el más alto hasta que recobro la excitación, lo beso tanto como pudo hasta que sintió que todo iba mejor. 

--Solo dime si quieres que me detenga--dijo William empuñando su miembro para insertarlo en Oliver. Hizo presión hasta que con algo de esfuerzo entro. 

Oliver cerro los ojos ante una punzada de dolor, algo que jamas le ocurría con William, no pudo evitar traer esos horribles momentos de vuelta, se colaban entre sus recuerdos sin que él pudiera hacer algo para evitarlo. 

FLB:

Retumbaban las embestida en sus oídos. 

--¡Abre bien las piernas puta perra de mierda o te castigare de nuevo!-- regaño. No podía hacerlo, estaba siendo muy brusco y fuerte, sentía mucho dolor, el miedo inundaba su vista, el aire se le escapaba y se quedaba sin aliento.  

--P..para por favor, me estás.. hac..iendo d..daño..--lloraba, sintió un ardor agudo en el muslo y soltó un grito ahogado, era la colilla encendida de un cigarro sobre su piel. 

--¡Callate mierda! Deja de chillar como perra o te quemó la verga. --volvió a gritar y le escupió en la cara. Sus manos atadas con fuerza sobre su cabeza y los amarres que le mantenían flexionadas las rodillas ya comenzaban a supurar.... 

FFLB:

--Oliver... -- dijo William regresandolo de sus pensamientos. 

Al fin abrió los ojos y lo miro. El alto le acarició la coronilla y le quitó unos cabellos de la frente.

--Deja de pensar en esas cosas, mírame, yo estoy aquí contigo. ¿No?--dijo suavemente, era como si de alguna forma supiera lo que estaba en su cabeza.

 Se enderezó y comenzó a moverse lentamente. 

Miró por primera vez en sus muslos internos casi en la parte de las ingles y vio las cicatrizase que le habían dejado los cigarrillos, no sabía nada de su pasado, ni de las historias, menos de los traumas, solo podía olerlos, intuirlos. 

Puso sus palmas sobre ellas y las presiono con el calor de sus manos. 

--¿Me contarás que significa ese tatuaje? -- pregunto William sin detenerse, buscaba formas de distraerlo 

--¿Que? -- dijo Oliver distraído mientras comenzaba a estremecerse. 

--¿Que significa? -- repitió William recorriendo su tatuaje con los dedos y manteniendo el ritmo del va y ven constante y prolongado. 

Oliver lo miro un tanto incrédulo. 

--¿Por qué me preguntas estás tonterías ahorita? --dijo poniendo su antebrazo sobre su frente. 

--Solo responde, ¿Es tanto pedir? --dijo William. Oliver se relamió los labios y respiro intentando pasar el sofoco. 

--E..Es.. uggg --se mordió el labio en un intento por no hacer ruido. -- es una serpiente de los antiguos Moy -- explico, el roce en su interior comenzaba a tornarse más intenso a medida que el tiempo corría. 

--¿Hace cuánto tiempo te lo hiciste? --volvió a preguntar William. 

--cinco años... más o menos -- respondió rápidamente y cerro los ojos guardando la compostura. 

--Te queda de maravilla.... ¿Dolió? --volvió a preguntar. Oliver negó con los ojos cerrados. --¿Por qué lo elegiste? -- insistió, William comenzó a notar el disfrute del más bajo y molestarlo interrogándolo le entretenía, solo quería molestarlo, que no encontrará hueco para recordar cosas malas. 

Oliver abrió los ojos con el ceño fruncido. 

--¿Por que gg.. mier....da sigues preguntando? -- reclamo con la respiración temblorosa, empuñando intermitentemente las sábanas. 

William soltó una risita por lo bajo y se inclino para besarlo, sus labios se juntaron y su saliva se mezclo, Oliver jadeo un par de veces en su boca hasta que por fin se separaron. 

--¿te sientes mejor? -- le pregunto el alto, Oliver solo asintió, había comenzado a disfrutarlo y eso en lugar de alegrarle (y aunque lo prefería) lo hizo sentirse avergonzado. De esta forma podía ver y ser visto a la cara más fácilmente, cosa que siempre había evitado.  --nunca había tenido la oportunidad de ver tus expresiones, siempre te escondes... ahora no tienes escapatoria-- afirmó el más alto con ventaja. 

--Deja ya de par ..lotear idiota.. -- lo regaño. Sus mejillas estaban rojas por el ejercicio, las gotitas de sudor en ambos comenzaban a aparecer.  Para William tener la oportunidad de ver las expresiones del más bajo (y aunque intentara cubrirse y estuviera obscuro) resultaba la cosa más placentera. 

El más alto tomo de las rodillas a Oliver y puso una almohada debajo de sus cadera, las cerro y las empujó hasta que chocaron con el pecho de Oli, este último se estremeció pero no dijo nada. Minutos después William volvió a hacer una movida, echando de lado sus piernas. 

--Dios.... --dijo Oliver hundiendo la cara en la almohada. 

--No te escondas pajarito.. -- jugo William con el apodo haciendo referencia al poema que sabía Oliver había leído, este último lo miro un poco sorprendido y le enseño el dedo medio volviendo a esconder la cara en la almohada. 

William rió, lo volvió a tomar de las rodillas y puso sus pantorrillas sobre sus hombros, elevando un poco las caderas de Oliver en el aire; Propiciando el contacto visual nuevamente. 

--¡¡Joder!! deja de moverte tanto imbécil. --reclamo Oliver soltando un jadeo. 

--¿No te parece que te has vuelto más grosero conmigo ahora que me has confesado tus sentimientos?-- bromeó William. Oliver lo vio con una mirada asesina.

--No te confesé nada y aún así tú si te has vuelto un completo imbécil...-- respondió, a lo que William rió, se inclino para besarle pero Oli lo rechazó volteando la cara. 

--¿No me vas a besar? --pregunto aparentando indignación. --que rencoroso...--menciono y le besó el cuello succionando suavemente. 

Poco a poco a medida que los estímulos se fueron acumulando, ambos comenzaron a perder la cordura. 

--Mierda....-- gruño William aumentando en velocidad y fuerza las estocadas, sus manos sostenían con fuerza sus caderas, haciendo hincapié en sus movimientos. Oliver ya estaba al límite, curvando poco a poco la espalda, con un sofoco ya casi asfixiante, las uñas rasguñando la piel de William. Aguantaron un par de minutos más. 

--e....esp.....espera...--jadeo Oliver, pero William fundió sus labios en un beso apasionado y con un fuerte gemido en su boca Oliver se corrió sobre su vientre. 

Unas estocadas más tarde William eyaculo. 

Ambos se quedaron unos segundos así, después William recuperando el aliento, tomo el cuerpo fatigado por el cansancio del más bajo y se recostó con él encima de su pecho y permanecieron recostados de esa forma un rato. 

El silencio gobernó el piso, solo sus respiraciones y en el oído derecho de Oliver apoyado en el pecho de William, el latido de su corazón. 

Los dedos del más alto recorrían delicadamente la espalda del pequeño, desde la cintura, las costillas, recorrían su cuello, nuca y se hundían en su cabello. 

--Me he inventado lo del tatuaje.. --Oliver rompió el silencio.

---¿Lo inventaste? --pregunto William y Oliver asintió con un leve movimiento de cabeza. 

--Cuando cumplí 14... pasaba la mayor parte del tiempo en una casa de mancebía, por ahí, por el norte del país. 

Un día... llegó por la puerta grande un tipo adinerado... un cazador. Le pago 100 euros a mi tío por mi. Me compro. Me llevo y me puso a trabajar en otra casa-- pensó unos momentos mientras William escuchaba atentamente -- pase ahí... dos años, quizás más. Ahí aprendí muchas cosas... cosas de prostitución, felaciones, movimientos, posiciones, preservativos... esas cosas... --soltó una risita por lo bajo tomándose un momento. -- me volví tan bueno, tan bueno... que solo tenía clientes adinerados, funcionarios, abogados, corredores de bolsa... me compraban regalos....en fin --se tomo unos segundos -- unos meses antes de que cumpliera 18 Dante se apareció en la casa, me vio, me habló bonito y me eligió. Cuando pase a formar parte su propiedad, me pidió elegir un tatuaje, uno que me distinguiera de todos los demás, uno que señalará que le pertenecía... una serpiente porque.... por qué tienta al pecado, eso es lo que pensé, que era como una serpiente que se enrosca a su presa para seducirlo y devorarlo, que es sucio porque se arrastra por la porquería que hay en el suelo... -- un silencio breve continuo.

--Poder... 

--¿Poder?

--Creo que el significado que mejor te queda de la serpiente es... es el poder. Poder sobre todo, sobre ti, sobre tus dolores y las cosas que te hacen daño, sobre cualquier persona que quieras... no por nada tienes a todos comiendo de tu mano en la universidad, bueno que en todas partes en las que estás... hasta aquí... -- dijo, Oliver soltó una risita y William le siguió. 

Un silencio suave y cómodo continuo unos segundos más.

--¿Tus padres? -- pregunto William, Oliver se removió y el más alto continuo haciéndole piojito en la cabeza. 

--Sole... --dijo su nombre. -- mi madre.... cuando tenía 8 vivíamos en una casa de un piso, y en el jardín trasero había una fuente de pájaros dónde llegaban los colibrís en primavera, es que era bellicimo, esa mujer era un sol....de verdad...... mi madre les ponía un gotero de flores con miel y nos gastábamos el tiempo mirándolos... -- se detuvo un rato sin mas y luego continuo -- Esos eran los pocos minutos del medio día, el resto del tiempo... estaba mi padre. Sole me escondía en la caja de las verduras en la bodega y me encerraba durante horas, horas de solo gritos, golpes y ruidos estruendosos .... de obscuridad... -- pasaron unos segundos, parecía que a medida que las palabras se escurrían por sus labios mas difíciles eran de pronunciar -- cuando cumplí 9 mi padre mato a golpes a mi madre y la policía le imputó cadena perpetua, por asesinato, maltrato infantil y tráfico de blancas... mi tío... Jill, vino por mí la noche del homicidio y se largó conmigo muy, muy lejos... ahí comencé en las casas de prostitución, baños S y saunas... -- respiro profundo y temblorosamente, quizás más de impotencia que de tristeza, William se había quedado quieto intentando que su respiración fuera suave y no perturbara su narración -- ...el primer tipo que me cogió fue Jill... --pronuncio, su voz se había echo mas y mas baja. Garraspeo. William lo atrajo cubriéndolo un poco con las sabanas, quizás no podía ver su cara pero su cuerpo era suficiente para adivinar lo complicado que le resultaba contar aquello, su respiración dificultosa, un pequeño temblor en las manos, los latidos de su corazón.  -- me ataba con cuerdas de las esquinas de las camas, con las rodillas flexionadas y las piernas abiertas de par en par, boca arriba.. "preparación" le llamaba... Decía que era por mi bien, que así soportaría a cualquier maltrato,...  me sometía y me obligaba... si no obedecía, si hacía ruido, si.. si cerraba las piernas, si temblaba, si me movía.. él me quemaba, me golpeaba, me ahorcaba. --se detuvo y soltó una risita inesperada, era de rabia. -- jodido pedazo de mierda....-- maldijo y se removió ligeramente -- después comenzó a llamar a otros tipos, muchos, muchos, ya ni se cuantos. Yo... yo solo tenía 11 años... creo que... han sido hasta ahora los... los peores años de mi vida... -- William le masajeo el cuello y lo conforto de la espalda. -- nunca se lo había contado a nadie hasta ahora.... no me gusta ser autoindulgente ni que la gente me  tenga lastima... pero no sé por qué te lo he dicho a ti... -- explicó. De alguna forma siempre que se encontraba con William se sentía vulnerable, desnudo, como si necesitara de alguien que lo acobijara entre sus brazos. 

William sintió que el corazón se le encogía, como si alguien se lo estrujara fuertemente y le provocará un dolor ponzoñoso sobre el pecho. Se sentía impotente, entre furioso y desesperado. 

--Eres tan fuerte... --dijo William y soltó el aire garrasposamente. Oliver al escuchar tal ceño se volvió para mirarlo. 

--No vayas a llorar... --bromeo y William solo sonrió levemente mientras le pellizco suavemente el mentón, se miraron unos momentos. 

Oliver garraspeo un tanto abochornado y se quitó de encima del alto para levantarse. William sin querer forzar la situación no le dijo nada y se paro igual, saco unas toallitas húmedas y se limpio el abdomen, se puso el pans y luego fue a donde Oliver que recogía la playera que antes vestía y se las tendió.

 --Por si no quieres bañarte... --le dijo el alto. 

Oliver después de limpiarse se vistió y se marcho a su cama, William lo miro acostarse y quedarse en silencio, y así mismo él lo imitó y por los siguientes minutos solo se escuchó el fuerte silbido del viento rodear el domo, cuando era muy fuerte incluso los vidrios vibraban. 

No conciliaba el sueño, no dejaba de pensar en esas cosas que Oliver le había contado, en los horrores de su pasado. El sonido de unos pasos lo saco de sus pensamientos y segundos después Oliver apareció frente a él.

--Hace frío... --susurro y William abrió los cobertores dónde se metió el más bajo. 

Algo que se complementaba perfectamente entre ellos eran sus temperaturas, William siempre emitiendo una desbordante cantidad de calor y Oliver toda su vida con problemas para mantener el mínimo calor corporal. 

Apenas se miraron unos segundos Olí se giró para pegar su espalda en el pecho de William, este lo envolvió con sus brazo acobijandolo con el calor de su cuerpo.

--Tienes los pies helados...--dijo William

Notas finales:

Hola bebes espero que les hayas gustado el capitulo. 

 

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