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ESCLAVO DE TUS OJOS por Sangre Samurai

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Notas del fanfic:

Como todas mis historias, está basado en Thor y loki, que pertenecen a la mitologia y acaso un poco al Mcu

Pero todo el argumento es original mío, cualquier parecido a... ya saben...

Thorki con todo mi cariño.

Sin fines de lucro, pero se agradece el amor.

Notas del capitulo:

Casi niños, casi adolescentes, Thor y Loki son comprometidos en matrimonio.

El futuro es prometedor...

Y el gran día llegó… el día del compromiso. El evento planeado desde cientos de años atrás. Ciertamente que los novios eran niños todavía, la encantadora edad indicada para ser comprometidos en matrimonio… además, dos poderosos reinos se unirían a través de sus hijos, multiplicando su importancia política, militar y comercial. Por un lado, Asgard, la ciudad dorada, la morada de los Dioses, con toda su belleza y abundancia… y por otro, Jötunheim, los estoicos Jötnar, habitantes de los hielos eternos, guerreros y estrategas, dueños de grandes yacimientos de uru en sus subsuelos… Odín y Laufey habían calculado que si unían sus familias con un matrimonio de conveniencia, sus ancestrales diferencias se verían borradas y una era de crecimiento y prosperidad iniciaría para sus pueblos.

 

-Te ves muy guapo- murmuró la Reina Frigga, orgullosa de la apostura del Príncipe heredero, el primogénito de Odín, mientras las asistentes daban los últimos toques a la blanca capa que adornaba su traje, todo blanco también, con adornos de oro- Sin duda vas a causar una buena impresión a los Soberanos de Jötunheim…

 

-Madre… yo no quiero casarme… tengo doce años… quiero ir a la academia, prepararme con los Einherjar y quiero ir a la guerra, ganar gloria y honor en las batallas… mis amigos no están casados… no me gusta la idea de casarme con alguien que no conozco además...

 

-Thor, querido de mi corazón- explicó Frigga con la misma paciencia de siempre, repitiendo sus palabras por décima ocasión- Eres el heredero, has sido educado para este momento, tu matrimonio es un pacto que conviene a dos reinos poderosos. Tu consorte es adecuado a ti… a tu edad, a tus necesidades… ha sido educado también tan solo para estar a tu altura, para complacerte… y ya lo sabes, esta noche es solo el compromiso, pero el matrimonio se consumará cuando tú cumplas dieciséis y él quince… no antes.

 

Thor hizo un ademán de conformidad, aunque no le gustara, cumpliría, porque había sido criado para cumplir la voluntad de su padre sin oponer resistencia, porque todo su futuro estaba ya cuidadosamente planeado, desde su nacimiento, su matrimonio, hasta el día de su coronación… todo estaba dentro de un bien cuidado plan… pero, no pudo evitar dejar caer la gran duda de su alma.

 

-¿Cómo vamos a tener hijos si la descendencia de los Reyes de Jötunheim solo son varones? Jötunheim no tiene hembras dentro de la casa real.

 

***

 

-Satisfactorio, muy satisfactorio… Odín será muy quisquilloso, pero su Príncipe no podrá ponerle una sola objeción a su futuro consorte- murmuró Laufey, caminando y revisando el aspecto de su hijo menor.

 

-Tenemos un hijo hermoso, inteligente y fértil según las Nornas… espero que muy pronto le dé hijos al Príncipe Thor y de esa forma, su matrimonio sea consolidado. Es la oportunidad de obtener ventajas de los Asgardianos, imagina, esposo mío… nuestro pueblo puede tener alimentos frescos y no solo carne congelada… mira esta abundancia… mira estos frutos que huelen a miel, mira sus colores, aspira sus aromas… cuando nuestras familias se unan, el puente del arcoíris se usará para llevar suministros a nuestro mundo… será cosa de instantes, no de semanas viajando por el espacio de Yggdrasil. Loki, has sido muy bendecido al comprometerte esta noche, cuida lo que hoy obtienes y tendrás una vida muy buena, diferente a la de tus hermanos, diferente a la de todos en Jötunheim.

 

-Eres nuestra esperanza… dentro de cinco años, este compromiso se volverá realidad, cuidaremos tu educación, tu honor, y continuarás preparándote para agradar y enamorar a tu futuro marido… trabaja en eso, Loki. Asegúrate de volverlo loco, de tenerlo siempre a tus pies y que sus ojos no se desvíen hacia nadie más. Tu marido debe ser tuyo siempre, no lo compartas, para que tu poder sobre él y los beneficios que atraigas a tu pueblo sean todo lo que soñamos alguna vez.

 

Loki se inclinó ante sus padres… y Farbauti cerró los broches de los adornos de oro que sujetaban la larga y negra cabellera trenzada del vástago elegido, una asistente enviada por la Reina Frigga, colocó pequeñas flores blancas que resaltaban todavía más el atractivo de su cabello de azabache, su piel de tono celeste, los tatuajes vivos que delataban su linaje y el brillo incandescente de sus ojos de fuego enmarcaban un rostro de rasgos finos… no era tan alto o tan fuerte como su raza lo exigía… pero compensaba su falta de fuerza con una astucia superior.

 

-Tu madre verdadera estaría muy orgullosa- dijo Farbauti, besando su frente.

 

-Yo te considero mi única madre…- respondió Loki con sinceridad. Sabía que parte de su aspecto y su poder lo debía a su madre, de raza Vanir, y que ella lo había abandonado al nacer- Y te amo y te respeto… pondré lo que esté a mi alcance para cumplir mi destino… por mucho que me disguste, te sentirás orgullosa de mí.

 

***

 

Su mirada era de rubí, su andar… etéreo… tal y como su madre le había dicho, Loki fue educado para agradarle, para satisfacerle, todos los días, desde que vió la primera luz y después de que las Nornas dictaran que su naturaleza cambiaformas le daba la capacidad de ser fértil y de dar hijos, el más pequeño de los hijos de Laufey recibió lecciones. Loki sabía conversar para Thor, Loki sabía danzar para Thor, Loki sabía prepararle el desayuno, el baño y por supuesto, cuando su pubertad llegara, le serían revelados los secretos de la cama… así, procuraría enamorar a su futuro marido.

 

-Me imaginé casado con una giganta voluptuosa y generosa, hasta que me enteré que tendré un novio y no una novia. Entonces comencé a pensar que sería un muchacho fuerte y guapo…- se quejó el rubio adolescente, cuyas hormonas ya habían despertado y que no disimulaba la decepción que sentía al ver a su prometido- Pero el Príncipe de los Gigantes es tan bajo… y flaco…

 

-Pero no es feo… no se parece mucho a otros de su raza. Si tú deseas, el Rey Laufey hará que coma mejor… será más fuerte y grande para la noche de bodas.

 

-No, madre… la verdad es que si tengo que casarme con ese flacucho, entonces permitiré que al conocerlo mejor, sean sus artes las que me gusten… no solo su aspecto. Si no es inteligente, si no sabe entretenerme, si no me da hijos satisfactorios… entonces quizá lo devuelva a sus padres y yo me buscaré una pareja a mi entero placer.

 

***

 

-Ahora quedan prometidos… uno para el otro, hoy una ilusión, mañana un solo cuerpo, una sola carne, sangre con sangre, latidos con latidos de un solo corazón…- declaró el Shamán, atando con un pañuelo de seda blanca las manos entrelazadas de los dos Reyes y padres de los novios- La palabra de un guerrero vale por un contrato, y hoy, dos nobles Reyes han comprometido a sus hijos… que las vidas que hoy se unen sean largas y fecundas, que muchos hijos vengan, que mucha felicidad se multiplique por tres en cada ocasión que el amor anide detrás de las puertas de la alcoba nupcial.

 

La ceremonia terminó. Desde ese instante, Thor y Loki quedaban unidos… al cumplir Loki su mayoría, es decir, a los quince años, la boda se consumaría y serían esposos. Para eso faltaban menos de cinco años, dejarían de ser adolescentes, serían hombres y darían inicio a su propia familia, uniendo dos reinos poderosos, para beneplácito de los Nueve Mundos.

 

-Thor… acércate…- solicitó Odín, extendiendo su diestra hasta su hijo, del que se sentía orgulloso- Trae el obsequio para tu prometido…

 

El rubio muchacho obedeció. Llevaba entre sus manos un estuche de madera labrada, cuajado de piedras preciosas. Lo ofreció al joven Jötunn con una sonrisa animada en su rostro. El Rey Laufey empujó hacia adelante a su vástago y lo animó a recibir el estuche.

 

-Ábrelo, Loki… mira el obsequio de tu novio.

 

El estuche se abrió, dejando ver un exquisito y pesado pectoral de oro macizo. El oro gustaba mucho a los Gigantes de hielo, así que el regalo era un halago muy grande. Loki mismo estaba muy adornado con joyas de oro, desde sus pies, hasta su cabello, y los incipientes cuernos que sobresalían ya de su rostro anguloso y armonioso.

 

-Nunca es suficiente oro para la pareja… a los Jötnar nos agrada lucir bien. Es un obsequio bienvenido- declaró Laufey, satisfecho con lo que veía- ¡Por la sangre de Ymir! ¡Es una joya digna de mi hijo!

 

-Y a los Asgardianos nos agrada ver a nuestros consortes muy bonitos, con muchas joyas… Sin duda, Loki tendrá los mejores obsequios, mucho oro, muchos diamantes... será siempre el esposo más envidiado de los Nueve Mundos- agregó Odín.

 

El brindis de celebración comenzó… toda aquella ceremonia, lujos y aires de fiesta complacían a los mayores, los principales involucrados se sentían un poco desplazados. Bien se notaba que solo eran parte de los juegos políticos de los gobiernos que encabezaban sus padres y en realidad no les interesaba demasiado si congeniaban o si sus caracteres chocaban entre sí.

 

-En la terraza podemos hablar- dijo Thor, llevando de la mano a su prometido- Si vamos a casarnos, tenemos que conocernos, Loki de Jötunheim… ven a sentarte sobre la baranda… quiero conocerte un poco más…

 

-¿Por qué? ¿Por qué quieres conocerme? Si yo no fuera yo… si tuviera otra forma, si me gustaran cosas diferentes a las que me gustan… igual tendrías que aceptarme, Príncipe, porque mis gustos se quedarán ocultos, siempre diré lo que a ti te agrade, no lo que me agrade a mí… nadie contradice el mandato de un Rey, menos el de dos… Seremos esposos sin importar como somos.

 

-Pero yo quiero saber qué le gusta a Loki… serás mi esposo, no mi esclavo… si nos gustamos, entonces estaremos juntos con agrado y no por obligación, mi padre dice que uno se casa por conveniencia y mi madre dice que el amor llega con el tiempo, pero ¿Qué tal si nos llega antes de estar juntos?… ven ahora y cuéntame… háblame de ti…

 

El joven Jötunn sonrió… le parecía un buen augurio que el rubio Aesir se preocupara de esa forma por él.

 

-Me gusta que mi novio piense por sí mismo… que no solo quiera escuchar elogios, sino que pueda ganárselos… Me llena de un orgullo extraño, de algo que nunca antes había sentido… saber que te importo más allá del contrato...

 

Los dos jovencitos rieron divertidos. El carácter extrovertido del rubio, la forma en que contaba sus primeras aventuras con los famosos guerreros Einherjar, sus sueños de dominar su poder que era la tormenta y el rayo, resultaron muy entretenidos para el menor de los novios. Thor era además, muy guapo, su blanca piel, su cabello solar, trenzado con correas de cuero como si fuera un muchacho del pueblo y no el heredero al trono, sus hombros anchos ya para su edad… el Príncipe de Asgard era famoso por romper corazones a lo largo y ancho de los mundos del Yggdrasil, por vez primera, Loki pensó que era afortunado de ser comprometido con él.

 

-¿Y te gusta montar a caballo, Loki?

 

-¿Qué es un caballo? ¿Son como los bilgesnipes? Yo puedo montar un cachorro de bilgesnipe… en Jötunheim, corremos competencias subiendo o bajando la montaña blanca, cuando las nieves retroceden en verano y el hielo se retira a lo más alto… cuando la tundra se llena de esa hierba tierna que deben comer los animales para no morir… cuando bajan las manadas, atrapamos a los cachorros y hacemos competencias… luego los liberamos, porque deben comer… y crecer… porque su carne es nuestro alimento.

 

-¿Montas esos animales?- exclamó Thor, sorprendido- ¡Son enormes y salvajes! Yo nunca he visto un cachorro, solo a los grandes que ya han sido cazados. Y no me imagino lo que es montar uno… se necesita mucha fuerza.

 

-También se necesita destreza, no solo la fuerza, pero son más pequeños y adorables que los adultos… los atraes con las flores blancas de la hierba, les gustan mucho y los vuelve dóciles mientras las comen… les colocas un arnés y los montas, te sujetas muy fuerte del pelo del lomo y aprietas las piernas a los costados, porque primero pelearán para derribarte, pero si logras mantenerte… entonces vas a las competencias. Cuando ganas, obtienes buena fama entre los guerreros…

 

-¡Quiero hacer eso! ¡Quiero montarlos y demostrar que puedo ganar esas competencias! ¿Cuántas competencias ha ganado mi futuro consorte? Si voy a estar orgulloso de él, quiero que Loki también se sienta orgulloso de mí…

 

Frigga y Farbauti, las dos reinas y madres, atestiguaban el inicio de aquella relación… ingenua, inocente, prometedora… observaban a sus hijos a través de la fina cortina de la terraza. Igual eran dos niños todavía, planeando travesuras, pero quizá en pocos años, si todo salía bien… los dos probarían las mieles de la pasión. Con sus corazones maternales llenos de ternura, observaron como Thor le robaba un casto beso al pequeño pelinegro… una caricia rápida, como el aleteo de una mariposa. Thor quiso probar a dar ese primer beso antes de regresar a la reunión con los mayores… y Loki se sonrojó intensamente, aun sobre su piel de tono celeste, sus mejillas se animaron con un tono rosa que le encantó al joven Aesir.

 

***

 

-La paz fue solo una ilusión, un sueño que no pudimos concretar… ahora que los Jötnar han roto las treguas, ahora que han traicionado su palabra, que se han roto los juramentos… no toleraremos que ataquen a nuestros aliados, Asgard se declara en guerra también… y mis ejércitos se prepararán para salir rumbo a Vanaheim y proteger a Freyj y a Freyja, los regentes, que son nuestra familia… Es mi Decreto Real que toda relación de amistad, comercial o política con el pueblo Jötnar queda de inmediato sin efectos, se les declara enemigos mortales y se les combatirá hasta el exterminio… ¡Que lo eterno los perdone, porque yo no tendré piedad!

 

El único pensamiento de Thor al escuchar que su mundo estaba en guerra con los Gigantes, fue el de su joven prometido… se habían visto por última vez dos años atrás, en una visita de cortesía que Odín hizo al mundo de los hielos eternos, y fue la ocasión en que el rubio le llevara de regalo dulces y frutas frescas, todas conservadas en arcones que impedían su congelación… los arcones, por supuesto, estaban decorados con láminas de oro… porque sin importar cuan deliciosa fuera la fruta fresca, el pan recién horneado y otras exquisiteces que rara vez se veían en Jötunheim… no significarían nada ante los ojos de su futuro suegro si no se acompañaban de oro.

 

Pero quedó satisfecho con el costoso obsequio… y él pudo hablar unos minutos con el joven Jötunn, comprobar que había crecido un poco más… que a sus trece años no estaba ya tan flaco o tan débil… que Loki continuaba preparándose para él porque ya tenía su pubertad iniciada… y conocía su destino… “El próximo mes marcharé a Vanaheim para terminar mis estudios en la Academia… pero mi madre me ha enseñado ya todo lo que debo saber para nuestro matrimonio. Te daré hijos, Príncipe Thor. Te daré hijos varones sanos y fuertes, te daré hembras hermosas y también fuertes, porque tu sangre y mi sangre provienen de guerreros, de nobles antepasados que se sentirán orgullosos de los hijos que nazcan en mí gracias a tu semilla… ¿Te sientes contento conmigo?”

 

¿Contento? Thor había quedado prendado de su prometido, ¿Cómo no sentirse contento con él? No solo Loki estaba educado para ser solamente suyo, sino que lo conocía tan bien, sus gustos, sus sueños personales, que una de sus ilusiones era permitirle tener sus propios espacios dentro de su hogar, dejarlo hacer lo que le interesaba, estudiar, leer, pintar… lo que él quisiera para hacer de él un consorte feliz. Contaba los días y los meses para que cumpliera su mayoría y por fin poder estar juntos… antes de despedirse volvieron a besarse… Loki ya sabía como acariciar con sus labios, como dejarlos lentamente sobre los suyos y apretarlos con dulzura, sabía que pasar su lengua para humedecerlos era un gesto que enloquecía a su prometido, se notaba su inexperiencia, pero reconocía como la Reina Farbauti le había explicado a detalle los secretos de un matrimonio feliz… pero ahora, la guerra llegaba y le quitaba esa oportunidad… faltaban menos de seis meses para consumar la boda, faltaba tan poco… y el destino los estaba apartando…

 

Ignoró las órdenes del Rey, escapó de los guardias y se escabulló dentro del Observatorio de Heimdall… porque necesitaba ir urgentemente a Vanaheim, hasta la Academia donde sabía que Loki estaba en esos días… con la guerra, su seguridad y su vida corrían peligro… nadie lo protegería, sino al contrario… hijo del enemigo, sería aprehendido en la menor ocasión.

 

-¿Deseas escapar, Príncipe?- murmuró el Guardián, mirándolo de reojo con sus ojos dorados y recibiendo por respuesta, el gesto silencioso y suplicante del muchacho.

 

***

 

Loki se revolvió en el lugar al que estaba encadenado… sus tobillos sangraban, tenía unas cuantas horas de ser prisionero y todo su ser se esforzaba en vanos intentos de escapar. Su fuerza no era suficiente para arrancar los grilletes de uru negro, el metal que no solo no podía romper, sino que cancelaba sus habilidades mágicas… cuando la puerta se abrió, se impulsó hacia el guardia, esperando alcanzarlo para arrancarle el corazón con las manos… ¡Cómo se atrevían! ¡Era el hijo del Rey Laufey! ¡No podía ser tratado como un animal!

 

Otro muchacho Jötunn fue arrojado dentro de la celda, sus tobillos sujetados con grilletes y despojado de todas sus joyas, las ropas que lo cubrían y su cabello también fue cortado… no solo se trataba de apresarlos, sino de humillarlos, de someterlos con toda la violencia y abuso a sus personas.

 

Los ojos de fuego de Loki sacaron un par de rabiosas lágrimas… recordando como su hermosa y negra cabellera fue arrancada a cuchillazos burdos y groseros. Estaba rabioso, quería matar a sus captores… pero tuvo que cambiar su actitud al sorprender la mirada lasciva del oficial al mando. Entonces recordó que también él estaba desnudo, y que se encontraba totalmente a merced de aquellos soldados… se estremeció de pies a cabeza y retrocedió, haciéndose un ovillo para cubrir su magnífica desnudez, la que lamentablemente, despertaba los deseos insanos del oficial al mando.

 

-Cuando terminemos de apresar a estos pequeños monstruos…- dijo el capitán a su segundo, mientras señalaba a Loki- Quiero que me separes a ese de ahí… llévalo a mi tienda… llévalo esta noche…

 

-Excelente presa, señor… pero le advierto que se comporta mucho más salvaje que el resto. Si no fuera porque la orden es solo apresarlos y no matarlos, ya le hubiesen cortado el cuello.

 

-Me gusta domar fierecillas… -rió el militar, alargando el brazo para intentar acariciar el rostro del Jötunn.

 

Entonces salieron, dejando que las horas pasaran, que el día avanzara lentamente, el haz de luz que se filtraba por una rendija en la ventana clausurada le indicaba a Loki que estaba por llegar la hora de su inmolación… “me mataré antes que permitir que me mancillen… no daré esa vergüenza a mis padres…” fue la determinación que tomó tras mucho pensarlo.

 

Por eso no opuso resistencia más allá de unos cuantos jaloneos cuando el soldado llegó y abrió sus grilletes, limpió furioso sus lágrimas cuando le fue colocado una especie de collar en su cuello y cadenas en sus cuatro extremidades, de manera que no tuviera movimientos demasiado amplios y no le fuera sencillo intentar escapar.

 

El oficial se relamió los bigotes cuando lo vió… tomó la cadena y lo llevó hasta un apartado remanso de las corrientes de aguas termales, le indicó que entrara en el agua caliente. Loki se resistió… su cuerpo no estaba acostumbrado a líquidos a tan altas temperaturas, pero no tuvo opción…

 

-Eres encantador…- murmuró el Vanir, dejando caer agua sobre su cabeza usando un pequeño cuenco- Lamento que tu cabello fuera cortado… pero se vende muy bien ¿Sabes? Es apreciado por los enanos artesanos para fabricar collares, así que mis hombres tienen permiso de cortarlo y venderlo… Igual que vendieron todas las joyas que llevabas… Volverá a crecer, tu hermoso cabello volverá a crecer y si eres bueno conmigo esta noche, tal vez no te entregue a los Aesir como prisionero de guerra y te quedes a mi lado… te trataré bien… si me haces feliz…

 

La risa sarcástica de otro de los soldados le recordó al oficial que no estaban solos… entonces, con aires de enfado, dejó solo unos instantes a su presa de esa noche para echar a los guardias… les indicó que esperaran lejos, que no se atrevieran a espiar… escucharan lo que escucharan… a regañadientes, el segundo al mando y otros dos soldados se alejaron, comentando entre ellos por si existía una oportunidad de continuar ellos toda vez que su Capitán saciara sus deseos.

 

Loki disimuló un ademán de sobresalto cuando vió al intruso escondido entre la maleza… con un gesto, se le indicó que guardara silencio… luego, distinguió el brillo inconfundible de una daga que escondía entre un pequeño arbusto en la orilla del manantial. Ahora tenía un arma a su alcance… le bastaba alargar la mano y si era lo suficientemente veloz, esa daga tendría un buen destino… la garganta del militar o su propia garganta. Luego el hombretón regresó y continuó su ritual de adoración a su joven presa…

 

Lo tomó por la barbilla, obligándolo a acercarse… Loki se rehusó a ser besado, pero el oficial, lejos de enfadarse, pareció disfrutar aquello como un pequeño juego y abrió grande su boca para lamer los labios cerrados del Jötunn, y pasearse impúdico por su rostro… bajando al cuello… mientras con una mano sujetaba las cadenas y con la otra deslizaba sus caricias por el pecho juvenil, por su abdomen, con rumbo seguro hacia su centro vital…

 

-Suelta al Príncipe…- se dejó escuchar una voz ya grave, pero todavía con aires de juventud… el oficial se volvió con premura, sonriendo con burla al toparse de frente con un muchacho rubio, que empuñaba una imponente espada de mango enjoyado- Suéltalo y tal vez te perdone la vida…

 

-¿Quién demonios eres tú, niño?

 

-Soy Thor, hijo de Odín… y te ordeno que liberes al Príncipe Laufeyson… la guerra no te da derecho de abusar de los prisioneros… tu castigo será ejemplar…

 

-Thor… hijo de Odín…- repitió el oficial, alargando su diestra para desenvainar su propia espada, empuñándola en forma amenazadora, al parecer, sin impresionarse demasiado por el título de los dos jovenzuelos presentes- No sería bueno para mi señora Freyja y mi señor Freyj que yo, su mejor Capitán, fuera difamado o peor aún, vencido por un muchacho… ¿No es cierto? Lamentaré mucho la pena del Padre de Todo… pero creo que mediré mi espada con la tuya, porque necesito tu silencio…

 

-¿Crees n verdad que me puedes derrotar?- retó el rubio al escucharlo- No me conoces, mejor Capitán de los ejércitos Vanir. No me conoces realmente, ni has probado el filo de mi espada… Debes saber que defenderé a Loki con mi vida. ¡Anda, intenta, porque solo lo tendrás si pasas sobre mí!

 

El oficial y Thor cruzaron espadas, era una cuestión de habilidad más que de fuerza… Thor poseía la primera, pero en la segunda su juventud aun le tenía en desventaja. Igualmente, no pensaba rendirse con facilidad… redobló sus esfuerzos para contener los ataques del militar, se defendía con más o menos éxito, y el coraje se acrecentaba pensando que estaba la vida de su prometido de por medio. El oficial bien pronto se dio cuenta que no sería sencillo someter al voluntarioso muchacho, así que se dejó de medios ataques para emplear sus mejores golpes.

 

La inexperiencia de Thor le ganaba en el cansancio y en dos o tres cortes que recibió en sus brazos, pero aun así, no dejó de pelear. Sacando fuerza de lo más hondo de su corazón, se negó a hincar una rodilla en tierra, se levantó una y dos y tres veces para contrarrestar los mandobles del capitán.

 

Los sonidos apagados de la batalla, la risa descontrolada del oficial, que se pronto se veía vencedor y al segundo siguiente parecía a punto de ser traspasado, estaban muy alejados de los gemidos que los otros soldados esperaban escuchar… así pues, una voz entre la espesura lo cuestionó… y el militar los llamó en su auxilio. Iba a acabar ese incidente lo más pronto posible y después pensaría que explicar por la locura del hijo de Odín, interfiriendo en su comisión. Quizá acusaría a Thor de intentar quedarse con el Jötunn y aunque le doliera, tendría que hacerlo desaparecer para no ser delatado…

 

-¡Pelea solo conmigo!- le desafió, esperando desarmarlo antes que sus refuerzos llegaran- ¿Necesitas más hombres para pelear con un solo guerrero como yo? ¡Cielos eternos! ¡Si quieres viajar a las constelaciones del Valhalla, te enviaré por mi mano, pero si quieres perder el honor, entonces asesíname junto a tus soldados… porque de otra forma no te librarás de mi furia, ni podrás impedir que mi espada haga justicia…!

 

Quizá el oficial estaba a punto de responder algo sarcástico o quizá tenía verdadero temor de las represalias que el heredero de Asgard tomaría en su contra… pero su voz no salió de su garganta, a cambio, un río carmesí conformado por su sangre brotó a borbotones… de un limpio tajo… su garganta había sido cortada.

 

-Loki… ¿Qué hiciste?- preguntó Thor, asombrado, mirando caer al oficial retorciéndose en medio de los estertores de la agonía.

 

-Quiso tomarme por la fuerza y no se lo puedo perdonar, además… esta daga era para su cuello… o para mi corazón si no lograbas derrotarlo… Por eso la dejaste ahí, ¿No es verdad? Por eso... o te cubrías de honor salvando a tu prometido o me facilitarías la muerte si ya era demasiado tarde…

 

***

 

Loki apenas parpadeó cuando Thor retiró la daga ensangrentada de su mano… el joven Jötunn no temblaba, lloraba suavemente, pero no parecía mostrar remordimiento alguno ante la muerte del Vanir. Los otros soldados se paralizaron al ver la escena, se prepararon para detener nuevamente al enemigo, al Gigante de hielo, al único culpable ante sus ojos.

 

-No llores…- le dijo Thor cariñosamente, secando las saladas gotas que se volvían escarcha a la mitad de las mejillas suaves, cruzadas con tatuajes vivos- Defendiste tu honor… defendiste tu vida… yo no puedo sentirme más orgulloso y más enamorado de mi prometido…

 

Se despojó de su capa, con un gesto lleno de ternura, para cubrir la desnudez del muchacho. Tomó la joya que usaba como hebilla en su cinturón para sujetarla. Loki la observó… era una piedra preciosa con una runa grabada. “Thurisaz… la runa del rayo…” murmuró. “También significa gigante” respondió el rubio, sonriendo. Escoltados por los guardias del malogrado oficial, los dos jóvenes fueron hasta el palacio de Vanaheim.

 

-Estamos en guerra... y tú te culpaste… dijiste que tú lo mataste… y fui yo… -murmuró Loki, cuando casi al amanecer, les permitieron ir a descansar en habitaciones contiguas, vigilados, con sus respectivos padres en camino para revisar la conducta de sus vástagos. Thor insistió en acompañarlo hasta su puerta, quería asegurarse de que los Vanir cumplirían su palabra de no volverlo a tomar prisionero- ¡Y no me arrepiento! Pero si vas a tener un castigo o si tu honor se ve dañado por mi culpa… entonces, que se sepa la verdad. Mi pueblo no entiende en ocasiones lo que es la diplomacia… siempre la guerra es su mejor opción… si aquí debo entregarme a la justicia ¡Qué así sea! Correré la misma suerte que los otros de mi raza, seré negociado, o seré sacrificado… si es mi destino, lo cumplo…

 

-Te olvidas… que fuimos prometidos para que tu pueblo y el mío lograran la armonía, para buscar tiempos mejores… para eso fuiste educado, para esto fui muchas veces advertido… para buscar lo mejor para Asgard, para buscar la paz de los reinos, para que Jötunheim encontrara los caminos que lo alejaran de las masacres y las carencias…

 

-¿Y cómo lo vamos a lograr ahora, Thor? La guerra invalida los tratados, los acuerdos se rompen… y el día de mañana, cuando la Reina Freyja entere a nuestros padres que maté a su mejor oficial…

 

-Lo vamos a consumar…- dijo Thor, clavando fijamente los zafiros de sus ojos en la mirada de rubí del Jötunn- Desde niños, cuando fuimos prometidos… me propuse conocerte… Loki, he cumplido… nos escribimos cartas, nos hemos visto cuando nuestras familias se visitan… mis labios han besado tus labios… y ha sido lindo… he sentido lindo… me gustas, Loki, me gustas tanto que cuando te supe en peligro no dudé en venir y salvarte. Mataría a quien fuera, me culparía de lo que fuera para verte a salvo… mañana, cuando nuestros padres sean informados por los monarcas de este mundo, que los dos estamos resguardados bajo el techo de Freyja, la Diosa de la fertilidad… también se enterarán que hemos consumado el matrimonio…

 

-Y se verán obligados a negociar la paz…

 

-A través de nosotros… como siempre fue planeado… se logrará la armonía y la paz…

 

***

 

El carruaje del hijo de Odín era veloz e inalcanzable… la Diosa Freyja los miró abandonar las habitaciones que les destinara para esperar a sus familias, no le fue difícil adivinar cuales eran las intenciones de los dos jóvenes. Y ella, como guardiana de la fertilidad, se comunicó con las madres… con Frigga, guardiana de la familia y con Farbauti, reina de los gigantes. Las tres elevaron sus oraciones para que en esas horas robadas al destino… sus hijos se entendieran, lograran una unión perfecta y las dos naciones pudieran encontrar a través de ellos, los caminos de la reconciliación y la paz.

 

-¿Qué es este lugar?

 

-La Hostería del Caminante… este lugar se encuentra entre la frontera de Vanaheim y de Alfheim… los elfos se han quedado al margen de la guerra, no han querido participar en este conflicto, y este pequeño territorio que les pertenece es absolutamente neutral… aquí se permite todo… excepto matar sin razón.

 

Loki no estaba muy seguro de lo que eso significaba, pero sonrió, se tomó de la mano del otro y se dirigieron hasta el interior de una enorme casona, rodeada de flores, que tenía tras ella la vista de una cascada imponente. Dentro, personas de todas las razas y de todas las castas se veían felices, comiendo… bebiendo… danzando… la música sonaba alto, rítmica, insinuante… todo dentro parecía pertenecer a otra realidad… nadie se fijaba quien entraba o salía, nadie se preocupaba por lo que otros hacían… simplemente… se vivía la vida… y se dejaba vivir.

 

-Quiero rentar una habitación…- le dijo al hostelero, quien los observó con algo de recelo.

 

-¿Son mayores de edad?- lo cuestionó, atento en la juventud de la pareja y al aspecto de uno de ellos en especial- No quiero investigaciones incómodas de los Einherjar…

 

-¿Podemos disponer de su ayuda y de su discreción?- replicó Thor, sonrojándose y mostrando un saquito de terciopelo lleno de monedas de oro.

 

-Supongo que están de luna de miel- dijo el hostelero, cambiando su actitud al ver el dinero- Tengo disponible una habitación con tina de agua caliente, con vista a la cascada y muy discreta, de paredes dobles…

 

-Agregue alimentos, vino y también hidromiel… que la música llegue suave y agradable hasta que cerremos la puerta y apaguemos las luces.

 

Loki entró en la habitación a paso lento… se sentía un poco cohibido, el corazón le latía con fuerza y amenazaba con saltarle fuera del pecho. Realmente estaba a punto de suceder… Por su cabeza pasaban las lecciones recibidas noche a noche, semana tras semana durante los últimos meses… aleccionado para ese gran momento… “Loki, debes hacerlo feliz” se repetía una y otra vez “por la paz de nuestros reinos, por el honor de mi familia… y por mi corazón, porque me gusta, me gusta mi prometido y deseo hacerlo feliz…”

 

-Bebe una copa conmigo… vamos a brindar por esta noche…- murmuró Thor, también dominado por una timidez que no creía ser capaz de sentir… no era su debut en el amor, no… su padre lo invitó varias ocasiones a “tomar experiencia” con jóvenes cortesanos, debía saber como amar a un varón para poder procrear con el Príncipe Loki y hacerlo un buen consorte que lo llenara de orgullo y de hijos.

 

-Ofrezco esta noche a la Diosa de la fertilidad… y le ruego que me favorezca para darte la felicidad que mereces…- murmuró el Jötunn, bebiendo su copa de un solo trago y moviéndose suave y rítmico. Lo primero que haría para agradar a Thor sería danzar para él… el cuerpo elástico, estructurado, fuerte, se movía con la cadencia y sensualidad que marcaban los sonidos de cuerdas y percusiones en la parte de debajo de la Hostería… su danza era hipnótica, por supuesto, el rubio muchacho se sintió complacido y excitado, según lo atestiguaba una inquietud creciente en su entrepierna.

 

El vino era dulce, generoso, suave… y la falta de costumbre al beberlo provocó que un mareo delicioso le cabalgara por las venas al menor de los novios y le diera la sensación de flotar entre nubes… se recostó lentamente, cerrando un instante sus párpados, sonriendo encantador y con un aire de infantil abandono… finalizó de esa forma su hermosa danza.

 

-Solo piensa que nuestra unión es algo más que un contrato, Loki…- murmuró el rubio, recostándose a su lado y acariciando el resto del negro cabello- No lo veo solamente como una obligación, como parte de nuestro destino… porque realmente me gustas… me gustas mucho…

 

Los labios de los dos muchachos se unieron, con ternura… con la ilusión de la primera vez… Loki olía tan bien… su aroma natural, sin ningún perfume, era semejante al de la primera lluvia en la primavera, así mismo su sabor… beber su aliento era como beber las gotas de rocío acumuladas sobre el tierno brote de una rosa. La naturaleza comenzó a despertar y toda la magia del momento los llenó con dulzura… la mano sonrosada que comenzaba a tantear la suavidad de la piel del color del cielo sondeó por vez primera, los pliegues más íntimos, las curvas y cálidas zonas nunca antes tocadas por otro que no fuera su propio dueño… Loki se estremecía, un gemido apagado, semejante al ronroneo de un gato le indicaba a Thor que sus caricias eran bien recibidas.

 

Thor se colocó encima, flexionando las largas y esbeltas piernas para acomodarse placenteramente entre la zona de sus glúteos y su periné. De esa forma podía besarlo y prepararlo… la ropa interior, semejante a un velo translúcido, era todo lo que los separaba de la unión total… Loki sintió por primera vez que el mástil de su futuro consorte era un animal de respeto… duro y caliente, empujó un par de veces entre sus nalgas, pero sin precipitarse… el juego previo de besos y veneración apenas comenzaba…

 

-¿Estás listo?- preguntó Thor de pronto, con una desconocida y ronca voz.

Notas finales:

Les dejo el primer capítulo de una historia dulce y llena de encuentros, desencuentros, infinito amor Thorki y mi imaginación alocada, que no puede dejar de pensar en ellos...

Espero sea de su agrado.

Sangre Samurai.


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