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TODAY por ReveursAiles

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-          Ya está, puede vestirse – le dijo el doctor – Beba estas medicinas por tres días descanse por precaución, evite estrés y tenga cuidado con lo que come. Si hay algún inconveniente o la fiebre vuelve a subir, llámeme.

 

-          ¿Cuántos días más me dará de descanso? – le preguntó mientras se terminaba de vestir con su playera de pijama y volvía a taparse con las colchas.

 

-          Hasta que la infección desaparezca del todo. – Chiaki colocó mala cara – No entiendo de qué se queja si de todas maneras no me ha hecho caso con el descanso como debe. Por lo mismo me tomé la libertad de avisarle a su manager esta vez, él ya sabe de sus días de descanso. – el vocal suspiró, ya no había mucho más que pudiera hacer. – Ni siquiera estaba al tanto de que estaba enfermo. Me dijo que hasta había realizado un concierto con normalidad. – el vocal no respondió, el doctor cansado suspiró – Espero que se cuide esta vez o no mejorará y esto solo aumentará. Una infección estomacal puede ser muy simple si se tiene el cuidado que corresponde, pero de lo contrario… terminará en el hospital.

 

-          Entiendo – se limitó a decir.

 

-          Espero que así sea, me retiro. Lo vendré a visitar en tres días más – el vocal se destapó para acompañar al doctor a la puerta – no es necesario, sé por dónde llegué.

 

-          Está bien… gracias por venir.

 

-          Haga que valga la pena mi tiempo... – el doctor se retiró sin decirle nada más.

 

-          Que cascarrabias – susurró el vocal sintiéndose algo culpable, en un par de segundos más escuchó la puerta cerrarse. Se volvió a recostar y se arropó con las colchas. Eran las nueve de la mañana, podría volver a dormir.

 

 

 

Una infección estomacal lo tenía en una posición difícil desde varios días atrás, pero se había resistido de dar aviso en su trabajo. Tenían fechas importantes y un concierto justo cuando se sentía peor, pero cumplió con todo ello sin quejas. Ya cuando todo terminó, se permitió recostarse y solo allí el malestar terminó por consumirlo hasta dejarlo en cama dos días seguidos, aquel era el tercero pero sabía que la debilidad era menos que el día anterior. Aún así, el fuerte dolor de estómago le impedía comer.

 

Su celular sonó en el momento en que comenzaba a dormirse. De malas lo busco en la mesita de junto a la cama.

 

-          ¿Diga? – preguntó aún con los ojos cerrados, ni siquiera se había molestado en revisar quien llamaba.

 

-          Por fin contestas….- la voz de Sora sonaba triste, Chiaki tuvo la impresión de estar oyendo a un niño hacer berrinche – Te llamé muchas veces y tu celular estaba apagado, fui hasta tu departamento ayer y nadie abrió la puerta… Estaba muy preocupado Chi.

 

-          ¿Viniste? – asintió Sora desde el otro lado de la llamada - Debí estar dormido…

 

-          Y te llamé muchas veces.

 

-          Encendí el celular solo hace un rato.

 

-          ¿Por qué? Me tenías preocupado… Nuestro manager acaba de decir que hoy tampoco vendrás al ensayo porque estás enfermo. ¿Estás bien? – Chiaki carcajeó. Lo imaginaba haciendo un puchero con sus labios, le divertía las veces en que era infantil sin notarlo - ¿De qué te ríes?

 

-          De la manera en la que estás hablando... Estoy bien.

 

-          ¿Entonces por qué no estás aquí? Ya van tres días. ¿Qué tienes?

 

-          Solo estuve enfermo del estómago, no es la gran cosa, pero he estado durmiendo mucho para poder recuperarme – Chiaki notó que sonreía levemente, no se había percatado de lo mucho que había extrañado a Sora.

 

-          ¿Duele?

 

-          Ya estoy bien… - se avergonzó un poco de lo cursi que estaba siendo con él – Ve a ensayar Sora, no te preocupes por mí.

 

-          ¿Puedo ir a cuidarte por la tarde? – el vocal volvió a carcajear.

 

-          Terminaré yo cuidándote a ti, de eso estoy seguro.

 

-          Pero sé cocinar una sopa para enfermos del estómago, puedo prepararla para ti.

 

-          Tengo mis medicinas.

 

-          Chiaki… - susurró en tono triste, el vocal lo notó.

 

-          Ven cuando termine el ensayo. – dijo con voz condescendiente, aunque bien sabía que se alegraría de verlo.

 

-          Está bien… nos vemos más tarde. ¿Necesitas que lleve medicina o comida especial?

 

-          No Sora, no necesito nada.

 

-          Veré que llevar – el vocal puso los ojos en blanco - No te sulfures – le dijo Sora riendo, adivinando cual debía ser su reacción - Te veo luego.

 

-          Nos vemos.

 

Dejó el celular sobre la mesa y miró al tejado unos instantes, se rió para sí mismo. Sora siempre le hacía actuar diferente incluso contra su voluntad, le nacía ser con él una persona que no estaba seguro si era su verdadera esencia o solo una parte nueva. Se acomodó para dormir nuevamente. Si bien había dormido bastante, le dolía el cuerpo, por lo que no fue difícil volver a conciliar el sueño.

 

Despertó alrededor del medio día precisamente por el hambre. Tomó un baño y optó por comer un poco de gelatina, por miedo a las represalias de su estómago si comía algo más pesado. Permaneció con otra pijama mientras ordenaba un poco del desorden que había acumulado en esos días, y si bien ya no sentía tan débil, le costaba un poco agacharse y volverse a poner de pie.

 

-          ¿Será que me estoy haciendo viejo? – se preguntó mientras iba de vuelta a la cama, pero no alcanzó a llegar a ésta para cuando la puerta sonó.

 

Cuando abrió se topó con Sora sonriendo. Estaba abrigado y llevaba una mochila y un par de bolsas en las manos. Se quitó los tenis para entrar.

 

-          Traje para cocinar y muchas películas – le dijo mientras entraba al departamento y se sentaba en el sofá. El vocal suspiró.

 

-          No me digas que más de super héroes y Disney.

 

-          No… bueno, sí, pero éstas no las has visto – Chiaki se rió.

 

-          ¿Queda alguna que no me hayas obligado a ver?

 

-          Si… hay varias – Sora abrió su mochila y le tendió los discos originales – Elije la que quieras - el vocal observó los discos desparramados en el sofá y eligió una sin darle mucha importancia. Sora se alegró cuando lo vio separar una, entonces notó que llevaba pijama - ¿Estabas acostado?

 

-          No…  pero iba a recostarme cuando llegaste.

 

-          Oh, ¿tienes sueño?

 

-          No, no te preocupes, solo pon la película… Pondré todos esos vegetales en la cocina. – le dijo apuntando a las bolsas que Sora había dejado en el sofá, mientras tanto el batero se quitó el abrigo y colocó la película. Chiaki fue por una colcha y se acomodó junto a él en el sofá, estaba seguro de que terminaría por dormirse de todas maneras. Sora se acercó aún más al vocal y se metió bajo la cobija también,  lo observó con atención unos instantes. - ¿Qué sucede? – preguntó cuando notó sus ojos concentrados en él, sin embargo el batero negó con la cabeza y simplemente ignoró su pregunta.

 

-          Agregamos dos canciones en el setlist para el fin de semana.

 

-          ¿Ah sí? – Sora asintió.

 

-          Sacchan dijo que no podíamos esperar a que estuvieras para dar tu aprobación así que ya lo hemos ensayado. Miyako estuvo de acuerdo y yo también.

 

-          Bueno…  si no he estado, lo más sensato es que tomen las decisiones entre los tres. – Sora asintió con seriedad, aquello le había puesto nervioso, era primera vez que tomaban una decisión sobre un live sin la aprobación del vocal que era quien precisamente solía elegir el setlist. Respiró pesadamente mientras dirigía con esfuerzo la atención a la película. Chiaki lo notó.

 

-          Te noto extraño. ¿Sucede algo más? – negó – Está bien… si no me quieres decir es decisión tuya. – Sora lo miró lo reojo, sabía que se había molestado. Suspiró.

 

-          Hoy discutimos.  – le dijo finalmente, levantó los hombros para restarle importancia – Los demás estaban enfadados porque no tenían noticias tuyas, faltaste a los ensayos sin decir nada… estaban molestos.

 

Chiaki lo miró y bufó. Aunque en su interior podía comprenderlo,  sabía que el resto de la banda debió imaginar que estaba enojado o algo similar.

 

-          ¿También estás molesto?  - le preguntó a Sora, que negó con la cabeza sin mirarlo. - ¿Seguro? – asintió – Entonces, ¿qué te sucede? Nunca estás tan callado – se quejó, el batero continuó sin mirarlo.

 

-          Estuve preocupado – le susurró sin mirarlo – Me asusté cuando tu celular no recibía llamadas, y pensé que no estabas en casa cuando vine y nadie abrió. Imaginé muchas cosas… de hecho casi no dormí. – le confesó, Chiaki se enderezó y evitó mirarlo de la misma manera en que lo hacía el batero. – Cuando nuestro manager dijo hoy  que estabas enfermo, pensé que estabas en el hospital y me preocupé… de verdad me preocupé, entonces él nos dijo que estabas en casa y cuando me calmé un poco decidí llamar otra vez. Fue cuando contestaste… No quiero reclamarte, pero creo que estás siendo muy malo conmigo.

 

Chiaki no pudo evitar sonreír.

 

-          ¿Malo? – le preguntó haciendo un esfuerzo por no burlarse, podía entender cómo se sentía el batero, y estaba seguro que si la situación hubiera sido al revés lo hubiera insultado por no darle noticias, pero jamás le hubiera dicho de manera tan inofensiva que simplemente lo consideraba “malo”.

 

-          ¿Por qué te estás riendo?  - Sora lo miró con ojos tristes y Chiaki no pudo evitar soltar una carcajada que lo llevo a reírse fuerte. Acto seguido una punzada en el estómago le recordó el malestar.

 

-          Lo siento... – se disculpó mientras se cubría la boca con una mano y con la otra se sostenía la panza – Es solo que la manera en la que lo dices…

 

-          Te estás burlando – le reclamo Sora con un tono molesto, el vocal lo miró y volvió a reírse, se tapó la cara con ambas manos intentando contenerse.

 

-          Lo siento – le dijo entre risas – Lo siento, no puedo parar de reír, es que me hace gracia…

 

-          Que malo eres – le dijo Sora haciendo que el vocal riera más por la repetición de la palabra “malo”. El batero se recostó en el sofá alejándose lo más que podía de Chiaki – No me hables quiero ver la película.

 

Sora hizo un esfuerzo por concentrarse en la película mientras apoyaba los pies en el regazo del vocal. Sintió sus manos masajear sus pies en algunas oportunidades, pero indignado evitó mirarlo y darle más atención, no estaba molesto pero si un poco dolido, aunque en el fondo se alegraba porque lo veía bien y no en cama gravemente enfermo como se lo había imaginado. La película comenzó con sus partes de acción que requirieron que el batero se enderezara para ponerle más atención, de reojo observó que Chiaki miraba con ojos pesados la película, bien sabía que a veces se dormía, por lo que se recostó bajando su cuerpo un poco en el sofá, dejando libre su hombro para que el más bajo se acomodara. En cuanto lo notó, no lo dudó y así lo hizo. Sin decir nada, continuaron viendo la película.




Sora se estiró en cuanto la película terminó, tuvo cuidado en que su postura no molestara al vocal, solo entonces notó al bajarle el volumen al televisor que el vocal estaba profundamente dormido, roncaba levemente. El batero permaneció quieto y con cuidado intentó moverse para acomodar mejor a Chiaki en el sofá, en ello se percató del rubor en su rostro, entonces le tomó la temperatura. Tenía fiebre.

 

-          Chi… Chiaki… despierta

 

-          ¿Mm? – preguntó algo adormilado, esforzándose por abrir los ojos.

 

-          Vamos, ponte de pie, te llevaré a la cama. – el vocal lo abrazó para que sostuviera su cuerpo y lo ayudara a pararse, pero Sora terminó casi cargándolo hasta su habitación.  Lo recostó y lo acurrucó con las colchas quitando un par de la cama para evitar que se acalorara aún más. Le tomó la temperatura y ni siquiera se percató. Chiaki se durmió antes de que Sora saliera de la habitación.

 

 

-          Veamos – dijo para sí mismo el batero mientras buscaba un cuaderno en su mochila. Cuando lo encontró buscó en el donde había anotado la receta que le dio su madre para las sopas de enfermos.

 

Buscó todo lo que necesitaba en la cocina e hirvió el agua, lavó sus manos y subió los puños de su ropa.

 

-          Cortas los nabos y las zanahorias… - susurró mientras leía la receta. Lavó las verduras y las corto en pequeños trocitos, no era bueno en la cocina por lo que tardo bastante en cortar las verduras. Deseaba que la comida quedara con buen sabor y tuviera un efecto curable en Chiaki, aunque le había mentido, jamás la había preparado, pero le había preguntado a su madre cada detalle de cómo hacerlo bien.

 

Había comenzado a oscurecer para cuando la sopa estuvo lista. Sora cerró las cortinas del departamento y encendió la calefacción, evitó hacer ruido pero le era difícil. Le tomó la temperatura a Chiaki nuevamente y si bien no era tan alta, tampoco bajaba en el transcurso de la tarde, se sintió un poco frustrado.

 

-          Tal vez es porque te levantaste al sofá – susurró mientras observaba a Chiaki dormir, tenía un poco de sudor alrededor de la nariz y silbaba a modo de ronquido. Decidió tomar un baño mientras esperaba a que la sopa se enfriara un poco. Se preguntó así mismo si estaría bien actuar con tanta confianza en un departamento que no era suyo, pero había estado allí muchas veces antes y al vocal le molestaba que actuara con timidez así que fue por toallas y tomó un pijama del vocal. Se quedaría a cuidarlo por la noche.

 

Mientras estaba en el baño y esperaba que el agua de la ducha se calentara, husmeó en las cosas de Chiaki. Olió sus cremas y  perfumes, revisó sus maquillajes, notó que tenía una depilatoria láser y eso lo hizo reír. Pensó que no conocía otro hombre que tuviera una. Cuando entró en la ducha se quemó con el agua caliente, notó que la había abierto en el lugar de la manilla en que el vocal la había usado.

 

-          ¿Suele bañarse con el agua tan caliente? – se quejó mientras buscaba enfriarla un poco. Usó el shampoo y el jabón del vocal, eran olores que ya conocía. En cuanto terminó uso la secadora con algo de preocupación, esperaba no despertarlo con ello pero tenía frío como para no hacerlo. Finalmente fue a servir la sopa sintiéndose más fresco.

 

Llevó una bandeja con dos platillos y un poco de té.

 

-          Chi… despierta, te traje algo para comer… - le susurró con suavidad y lo removió.

 

-          Mm, me duele el estómago no quiero comer Sora – le respondió en un tono brusco, enfadado por ser despertado.

 

-          Chi, te vas a enfermar aún más si no comes, siéntate y comete la sopa que preparé, es para enfermos. – el vocal abrió los ojos un poco enfadado y lo vio cerca de su rostro sonriente. Suspiró y se preguntó cuánto le duraría aquella actitud infantil a Sora. Dudaba que fuera demasiado ya que su actitud solía sacar lo peor de los demás, pero por algún motivo hasta la fecha eso no tenía efecto en el batero.

 

-          Estás más niño de lo normal hoy – se quejó mientras se sentaba y observaba la bandeja con comida. Sabía que Sora no cocinaba por lo que se sorprendió.

 

-          ¿Niño?

 

-          Si… estas actuando aún más infantil.

 

-          Oh… creo que es porque te extrañé – le dijo sin pensar mientras le acomodaba la bandeja en las piernas.

 

-          Asco – se quejó con fingida molestia el vocal.

 

-          ¿De la comida?

 

-          De ti, cachetes – le pinchó una mejilla con el dedo, Sora se rió un poco. Se alegraba de verlo algo más animado. El vocal se llevó un poco de sopa a la boca y el batero hizo lo mismo – Oye esto está bueno…

 

-          Mm… no está tan bueno como le quedaba a mamá – se quejó un poco apenado.

 

-          Pero sigue estando bueno – le reconfortó el vocal antes de llevarse otra cucharada a la boca.

 

-          Oye, si me alegra que te gustara pero come lento… o te puede hacer mal.

 

-          No me trates como a una niña.

 

-          Chi, tienes fiebre. – por un instante se miraron a los ojos  y Sora comenzó a ponerse nervioso - ¿Qué…?

 

-          ¿Ese es mi pijama?

 

-          Ah… si… - el vocal soltó una carcajada.

 

-          Oye pero que poca vergüenza.

 

-          Tú siempre me dices que me sienta en confianza aquí, además, si me quedaré toda la noche a cuidarte debía tomar un baño…

 

-          ¿Te vas a quedar?

 

-          Si, ya lo decidí.

 

-          ¿Y no me vas a preguntar? – Sora negó con la cabeza.

 

-          Increíble, he creado un monstruo – le dijo divertido antes de llevarse una cucharada más a la boca. Conocía a Sora, nadie le daba más confianza que él.

 

En cuanto Chiaki terminó de comer, Sora mantenía una sonrisa que le daba cierta satisfacción al vocal. Si bien no había encontrado la sopa un gran platillo, admitía que le había sido agradable y exageró con ello para causarle cierto regocijo al baterista, cosa que veía reflejado en sus ojos y su sonrisa.

 

-          ¿Te gustó la sopa entonces? – Chiaki asintió como respuesta viendo cómo el batero saltaba en chayas en su interior en tanto apretaba los labios conteniendo su alegría.

 

-          Realmente estás muy niño hoy.

 

-          Ya deja con eso, te dije que es porque...

 

-          ¡Eh! – lo calló.

 

-          ¿Qué? Si realmente te...

 

-          Silencio.

 

-          Pero…

 

-          No lo digas.

 

-          ¡Chi!

 

-          No lo digas, me incomoda tu homosexualidad – Sora rió con ganas, luego bostezó involuntariamente – Es temprano… ¿Ya tienes sueño? – el batero se rascó un ojo.

 

-          Es que no dormí casi nada anoche… pero debo cuidarte así que me lavaré la cara.

 

-          No es necesario, solo duerme, yo haré lo mismo.

 

-          ¿Seguirás durmiendo? – el vocal asintió – Chi, ¿realmente te sientes tan mal?

 

-          No… pero me duele el cuerpo y creo que dormir es una buena manera de ignorar, descansar y recuperarse.

 

-          Y de ser un flojo con una buena excusa.

 

-          También – rió – Pero en serio, ve a dejar esto a la cocina y luego te acuestas a dormir.

 

-          Está bien…  - el batero vio a Chiaki destaparse - ¿Por qué te levantas?

 

-          Voy al baño, no estoy inválido Sora.

 

-          Mmm… ya.

 

Chiaki colocó los ojos en blanco por su exageración y fue hasta el baño para lavarse los dientes y hacer un par de cosas más. Sora lavó los platos e intentó dejar todo en su lugar en la cocina, fue por un par de cosas de higiene hasta su mochila y luego caminó hasta el baño donde encontró a Chiaki orinando.

 

-          Permiso. – le dijo mientras llevaba su cepillo de dientes en la mano.

 

-          Adelante, de todas maneras ya estás en tu casa. – le dijo en tono de broma.

 

-          Sacúdelo con cuidado para que no me orines el inodoro por favor.

 

-          No me tientes a apuntarte – ambos rieron. Chiaki se lavó las manos mientras Sora se lavaba los dientes, se las secó con una toalla y pasó por detrás de su espalda. Volteó a mirarlo pensativo mientras Sora ignoraba que estaba allí, entonces le abrazó la cintura desde atrás. El batero sorprendido intentó voltear el rostro para mirarlo pero no lo consiguió, Chiaki tenía bien escondido el rostro en medio de su espalda.

 

-          Chi, ¿qué pasa?

 

-          Nada… - le susurró aspirando un poco de su olor con los ojos cerrados. Aunque no lo diría, también lo había extrañado. Luego de dos minutos lo soltó sin decirle nada, lo dejo solo y fue hasta la cama. Sora terminó de enjuagarse los dientes y de usar el baño. Sonreía levemente, llevaba ya varias semanas sin recibir un abrazo desprevenido.

 

Sora guardó su cepillo en la mochila y se acomodó en el sofá con la manta que habían usado mientras veían las películas.

 

-          Oye, ¿qué haces? – le preguntó Chiaki extrañado desde la puerta de su habitación.

 

-          Me recuesto un rato. – el vocal suspiró.

 

-          Ven a la cama Sora.

 

-          Pero estás enfermo, además no te gusta dormir con compañía.

 

-          No me hagas repetirlo, además, te quedarás al rincón.

 

-          Arg, odio dormir al rincón – se quejó mientras caminaba algo dudoso hacía él. Se recostaron sin decir nada, Sora tomó su lugar al rincón y se cubrió con las colchas. Chiaki hizo lo mismo, pero Sora no pudo evitar notar que lo miraba de manera distinta, eso le revolvía el estómago de forma agradable.

 

Se quedaron acostados relajándose mientras la suave luz de la lámpara les permitía divisarse cómodamente. Sora estiró la mano para tocarle la frente.

 

-           Parece que ya no tienes fiebre.

 

-          Acabo de tomarme la temperatura y no… volvió a bajar. Creo que la sopa era milagrosa – agregó solo con el fin de hacerlo sentir bien, el batero le sonrió y se acurrucó con los ojos cerrados. Chiaki se acercó aún más y se acurrucó de lado junto a él, sus frentes estaban a solo centímetros -  ¿Cuánto dormiste anoche? – le preguntó en un susurró con voz suave, Sora abrió los ojos.

 

-          Hum… como una hora – le respondió en el mismo tono, levantó los hombros para restarle importancia.

 

-          Lo lamento… - se disculpó con voz sincera. Sora le sonrió y con un dedo le hizo una pequeña caricia en la barbilla.

 

-          No tienes que disculparte, estás bien. – Chiaki le dio una sonrisa torcida, sentía culpa.

 

-          Niño tonto y exagerado.

 

-          ¡Oye! – se quejó. Vio a Chiaki acercarse cada vez más a él, luego notó que miraba sus labios y entonces cerró los ojos esperando el contacto. Un beso corto y casto con un sonido suave fue lo que recibió, sonrió cuando lo sintió alejarse. Lo miró, Chiaki le sonreía. Sora se inclinó y lo volvió a besar, el vocal tomó el rostro del batero entre sus manos y profundizó el beso buscando la lengua cálida de Sora, pero se detuvo de golpe y se alejó de su boca - ¿Mm? ¿Qué sucede? – le preguntó confundido el más alto.

 

-          ¿Y si es un virus lo que tengo? – Sora se rió y se balanceó sin fuerza sobre él, teniendo cuidado de no apoyar el peso de su cuerpo en el vocal. Se acomodó entre sus piernas y se sujetó colocando las manos a ambos lados de sus hombros. Los ojos de Chiaki lucían diferentes, como cada vez en que Sora lo posicionaba debajo de su cuerpo.

 

-          Supongamos que ya me contagiaste y no quedará de otra que quedarnos ambos acostados para recuperarnos – lo hizo reír antes de besarlo. Esta vez se permitieron besarse con calma, el vocal metió sus manos por debajo de la playera del batero y rozó las uñas por sus pectorales causándole cosquillas – No… - le pidió riéndose, Chiaki le sonrió.

 

-          ¿Me perdonas?

 

-          Si… - Sora volvió a besarlo. Rozó con suavidad y lentitud la lengua con la del vocal, sin darse cuenta comenzó a ser permisivo en el beso, lo que Chiaki respondió con un poco de efusividad y envolviéndole el cuello con sus brazos para acercarlo más a él.

 

-          Mm… - Sora sabía que considerando el malestar del más pequeño no era una buena idea, pero mientras lo besaba, no fue capaz de tener pensamientos racionales, solo podía pensar en lo bien que se sentían sus suaves labios y en cómo la humedad de su lengua enviaba un directo mensaje a las terminaciones nerviosas de todo su cuerpo. Se alejó para respirar y frotó sus labios con el mentón del vocal para luego besar su cuello. La respiración de Chiaki se aceleró y enredó su mano en el cabello del batero, jalándolo un poco hacía abajo, indicándole donde quería más del roce de sus labios. El más alto no se detuvo, aunque ya se estaba permitiendo pensar un poco más, no podía negarse a la petición silenciosa del vocal. Subió la ramera del pijama haciendo que el otro levantara sus brazos y terminara por quitársela, luego le besó los pezones. Chiaki inclinó la espalda en dirección a su boca buscando más. – Mm… - el gemido ligero hizo notar a Sora lo excitado que estaba con solo sentirlo disfrutar. Besó nuevamente su pecho de un lado a otro, frotando su lengua y rozando las comisuras de sus labios contra el pezón erecto de Chiaki – Aaah…

 

El vocal se inclinó para observarlo, por un segundo se miraron a los ojos mientras Sora se disponía a continuar besándolo, pero entonces recordó que estaba débil.

 

-          No creo que debas agitarte Chi… - el batero le hizo un puchero. El más bajo lo miro un poco molesto, tomó una de sus manos haciendo que el batero se recargara solo en uno de sus lados y llevó la mano que sujetaba hasta su entrepierna. Sora notó al mínimo roce lo excitado que estaba.

 

-          O me consientes o me masturbo, pero ya me agitaste de todas maneras. – Sora se mordió el labio.

 

-          ¿Así que ya te agité? – le preguntó juguetón, dejó permanecer su mano entre sus piernas y comenzó a frotarla sobre el pijama causándole un poco de placer con la fricción al vocal, quien cerró los ojos. – Espero que no amanezcas peor.

 

-          Dicen que los orgasmos sanan. – Sora rió.

 

-          ¿De dónde sacaste eso? – Chiaki le sonrió y se mordió el labio mientras veía al batero bajar por su pecho depositando suaves besos por su abdomen hasta llegar al ombligo. – Déjame permanecer arriba, evita esforzarte… Déjamelo a mí, ¿está bien? – Chiaki asintió – Veamos qué podemos hacer por aquí – Sora retiró el pantalón de pijama dejando completamente desnudo a Chiaki, le miró la piel de la zona unos segundos y dejó a su mano jugar rozando los dedos por su abdomen antes de llevarse la entrepierna a la boca.

 

-          Aaah… - el batero chupó sin hacer demasiada fuerza, solo un poco con el fin de darle calor  a la zona. Luego lamió el contorno y rozó sus labios en movimientos que subían y bajaban, con solo pequeños roces en el lugar tenía al vocal suspirando. Volvió a lamer mirándolo a los ojos y solo entonces se llevó la erección a la boca por completo, disfrutando de la sensación de tenerlo para él – Mm… - Chiaki debió cerrar los ojos para controlarse, la visual le hacía difícil contenerse. El más alto chupó con fuerza la punta haciendo que el vocal abriera la boca de placer, se sonrió para sí mismo. Luego lo soltó, provocando un sonido fuerte al dejarlo salir de su boca luego de chuparlo con presión. – Bruto – se quejó el vocal, aunque había sentido de todo menos dolor por ello. 


– Es menos esfuerzo si te giras…

 

-          ¿Y perderme tu rostro? Olvídalo. – el vocal abrió las piernas y se medio sentó para quitarle el pijama a Sora, pero este lo empujó hacia atrás con una mano.

 

-          Yo lo hago.

 

-          Está bien… - Sora se quitó la parte de arriba del pijama y comenzó a empujar el pantalón hacía abajo junto con la ropa interior – Tiene su encanto verte desnudándote.

 

-          Así que hoy me has confesado que te gusta verme…  - Chiaki lo miró y se mordió la mejilla desde su interior sintiéndose un poco avergonzado. En cuanto Sora se acercó, lo abrazó del cuello para esconder el rostro en un abrazo. El batero rió y le susurró en el oído – También me gusta verte…

 

-          Maldito homosexual – se quejó avergonzado mientras abría las piernas. Sora ensalivó sus dedos y a tientas por la posición localizó sin mucho esfuerzo la entrada del vocal e intentó lubricarlo con los dedos – Aah… ¿Cómo pudiste tan rápido… encontrar…? – Sora se rió de cómo Chiaki se avergonzaba de pronunciar todas las palabras al preguntar.

 

-          Conozco mejor tu cuerpo que el mío. – volvió a ensalivar más sus dedos y a repetir el acto, solo que esta vez los metió dentro con suavidad.

 

-          Aaauhh… déjalos adentro un poco. – Sora obedeció y besó su mejilla. Chiaki soltó su abrazo perdiendo poco a poco el pudor, entonces el batero se acomodó subiendo aún más sus piernas para dilatarlo con mayor facilidad.

 

-          ¿Ya está bien? – el vocal asintió mirando su entrepierna, Sora notó de reojo como Chiaki se relamía los labios y sintió una pequeña electricidad recorrerle, lo excitaba sentirse deseado por él. Ensalivó su erección y la posicionó, elevó aún más las piernas del vocal levantando sus muslos y se dejo caer sobre él, sosteniendo a medias su peso y quedando a poca distancia su rostro sobre el de Chiaki. Con lentitud lo introdujo mientras abría y dilataba la zona con la otra mano, el vocal de inmediato inclinó la espalda en una mezcla de dolor y placer. Se tapó el rostro con ambas manos cuando la punzada de dolor aumentó. Sora volvió a ensalivar la zona pendiente de los gestos de Chiaki, que luego de la tercera vez en que el batero repitió el acto se quitó las manos del rostro.

 

-          Ven aquí – le pidió con voz adolorida y abriéndole los brazos para que pegara aun más su cuerpo al suyo.

 

-          ¿Ya está bien? – le susurró Sora en su oído.

 

-          Si, muévete Sora… - el batero se movió lentamente sintiendo cómo el cuerpo por completo se le contraía por las sensaciones.

 

-          Aaah… - escondió el rostro en el cuello de Chiaki mientras se movía lentamente y dibujaba círculos con su cadera, el vocal aceleró la respiración recibiendo aquello con los ojos cerrados y los labios entreabiertos.

 

-          Mmg.

 


Sora volvió a sostener su cuerpo con sus brazos para poder contemplar a Chiaki mientras estaba dentro de él, comenzó a aumentar el ritmo mientras lo miraba a los ojos, el vocal a ratos se desesperaba moviendo las manos temblorosas desde la cintura de Sora hasta su cuello, luego volvía a recomponerse, intentaba abrazarlo para esconder el rosto y rasguñarle la espalda pero el batero no se lo permitía, por lo que buscó liberar un poco de energía presionando las uñas en sus brazos. Cuando Sora se agachó para besarlo, Chiaki le mordió fuerte el labio.

 

-          Au… - el vocal rió, era su venganza por la postura que le avergonzaba un tanto y no lograba cambiar. Sora aumentó aún más el ritmo y el sonido de sus cuerpos chocando producía un eco en la habitación. Chiaki se medio sentó como reacción involuntaria, pero Sora lo empujó hacía atrás y le sostuvo el cuello para mantenerlo en aquella posición haciéndolo sentir aún más pasivo, pero ninguno dudó de que disfrutaban de ello. Sora se inclinó sobre él,  dejándose arañar la espalda mientras subía el ritmo y con ello el calor. – Aaah…

 

-          Sora… - el vocal enredó sus dedos en su cabello y lo jaló hasta su rostro para besarlo, allí ahogó un par de gemidos vergonzosos que aumentaban de tono al igual que los temblores en sus piernas, las que fueron sostenidas por las manos de Sora cuando comenzaron a caer de manera involuntaria producto de pequeños espasmos. – Mmg… mierda…  - el vocal comenzó a mover las caderas buscando seguir el rimo de las envestidas. Sora se levantó un poco para tomar la erección que Chiaki que descansaba entre ellos y la masturbó con rapidez mientras lo embestía.

 

Chiaki se sintió perdido bajo la mirada de Sora y su cuerpo dentro del suyo.

 

-          Voy a… - le susurró de manera casi inentendible.

 

-          Hazlo… - le pidió mientras una gota de sudor le recorría la nariz al batero, quien no cesó ni el ritmo ni la fuerza en sus movimientos. Chiaki se inclinó sin control sujetándose de los brazos de Sora y sintiendo temblar hasta la espina dorsal, intentó decir el nombre del batero mientras sentía el orgasmo llegar pero no fue capaz de dejar salir la voz antes que el quejido triunfal-  Aaaaah… - se dejó temblar víctima del orgasmo que se derramaba sobre la mano de Sora, quien no frenó sus embestidas pero si los movimientos de la mano que masturbaba la entrepierna de Chiaki. Él lo notó diestro con ambas manos. – Buen batero... – logró decirle rápidamente con la respiración notablemente afectada, el más alto rió y se dejó caer sobre él para esconder el rostro antes de dejarse ir – Oh no, ni lo pienses, mírame. – Sora rió pero dejó que el vocal le jalara el cabello antes de sostener su rostro frente al suyo, aumentó el ritmo de las embestidas, sintiéndose temblar de la misma manera en que lo había hecho el vocal unos segundos antes y cerró los ojos con fuerza mientras el orgasmo le consumía dentro de Chiaki.

 

-          Chi…. Aaaaah…. – el vocal lo observó con detalle mientras el liquido cálido le recorría la piel al salirse. El batero quitó su entrepierna y estiró las piernas, recostándose sobre él, respirando agitadamente sobre el pecho del vocal que subía y bajaba con intensidad de la misma manera. La mano del más pequeño fue hasta el cabello de Sora y lo acarició.

 

Permanecieron en silencio intentando regular sus respiraciones. Sora levantó el rostro y le besó la mejilla, sabía que tenía pocos segundos para tener entre sus brazos a un Chiaki con la guardia abajo. Lo volvió a besar una y otra vez, 

avanzando por su mejilla y sus labios, volviendo a su cuello y acurrucándose en él. El vocal rió, solo besó su frente y cerró sus ojos.

 

-          ¿Estás bien? – le preguntó preocupado cuando logró calmar su respiración pero notó que el vocal aún no lo hacía.

 

-          Más que bien… - le susurró con voz ronca y adormilada.

 

 

 

 

 

 

 

 

-          ¿Vió que se podía recuperar si obedecía las indicaciones? – le dijo el doctor en cuanto Chiaki volvió a vestirse con su camisa.

 

-          ¿Entonces todo puede volver a la normalidad?

 

-          Si, ya no hay infección, puede retomar su vida. Le dije que pasaría si me hacía caso – volvió a resaltar.

 

-          Ah, pero yo creo que todo fue gracias a un par de cosas que hice para recuperarme – el vocal miró a Sora que estaba de pie en la puerta de la habitación esperando que el doctor terminara su trabajo. Se colocó nervioso, sabía perfectamente a qué se refería Chiaki. Le negó con la cabeza pidiéndole que no dijera nada.

 

-          ¿Cómo qué? – le preguntó curioso el doctor.

 

-          Como beber sopa para enfermos – le dijo Chiaki con una pequeña carcajada, le guiñó el ojo al batero que lo miraba aliviado desde la puerta – Mucha sopa…

 

Sora lo miró divertido y puso los ojos en blanco, él no cambiaba y era precisamente una de las cosas que más le gustaban. Chiaki le sonrió de vuelta y le hizo la señal de paz con los dedos.

 

“Ya todo está bien”, le dijo sin decir una palabra, solo moviendo los labios mientras el doctor guardaba todo en su maletín. Sora le asintió y suspiró aliviado nuevamente, la calma volvió a ser parte de él cuando le tomó el peso a las palabras. Chiaki ya estaba sano, ya no había nada más de que preocuparse.





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