Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Aprecia lo que tienes, no lo que perdiste por Yukihana-Hime

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

~15 AÑOS DESPUÉS~


En la aldea oculta de la arena, en medio de la oscuridad de la habitación y que solo se iluminaba por algunos rayos de la luz de la luna que entraban por las ventanas, se podían ver dos cuerpos retozando juntos, sobre la silla detrás del único escritorio del lugar, perlados de sudor debido a la actividad que llevaban a cabo con tanto esmero...


-Ahh, Gaara...-gemía sin control el cuerpo de menor estatura, mientras subía y bajaba sobre la pelvis del más alto. Disfrutando de la sensación que le genera el sentir como el miembro del pelirrojo salía y entraba de su interior, llenándolo. - Gaara, ya no aguanto más... Ahhhhh – gritó al alcanzar el segundo orgasmo de la noche.


-Mi amor...-gimió el pelirrojo cerca del oído de su amado, al momento de correrse sin remedio al sentir como su pene era aprisionado más fuerte por el interior del contrario.- Te amo tanto.


-Yo... yo también...-jadeaba en busca de aire.


Mientras regulaban su respiración en espera de comenzar una nueva ronda, el pelirrojo empezó a besar a su pareja, quien gustoso le respondía. Ambos cuerpos sentían como el calor de la lujuria se apoderaba de ellos, hacía varios días que no se veían y tocaban, debido a lo ocupados que estaban por los preparativos para el gran evento que se llevaría en la aldea; los examen chunnin.


Poco a poco el beso se volvió más demandante, y el más pequeño solo podía jadear y gemir al sentir como la virilidad de su pareja que hasta hacia unos segundos atrás estaba flácido, volvía a crecer, endureciéndose en su interior.


-Ahh, Gaara... dentro...


-No puedo evitarlo, tú me existas demasiado...-murmuro el pelirrojo con lujuria, mordiendo levemente el cuello ajeno.


El toque en la puerta hizo que la actividad dentro de la habitación se detuviera al instante. El pelirrojo se abstuvo de tocar el miembro de su pareja para animarlo. Sello con una de sus manos los labios de su compañía, no quería que los descubrieran.


-Kazekage-sama, ¿se encuentra ahí?...-volvieron a tocar.


Ambos amantes intercambiaron miradas, guardando silencio, principalmente el buscado, por no saber cómo salir de tan bochornosa situación. Si eran descubiertos el chisme no tardaría en correrse por toda la oficina, incluso la aldea y no deseaba que eso pasara; después de todo él era la máxima autoridad y debía poner el ejemplo, separando el trabajo de lo personal. Algo que no hacía en esos momentos, ya que estaba realizando una actividad muy personal en las instalaciones de la torre de Kage.


No lo recordaba, ¿en qué momento la situación se volvió así? Ah, ya. Cuando su pareja se presentó repentinamente en su oficina y lo asalto, seduciéndolo hasta no dejarlo pensar en otra cosa que estar dentro de él y oírlo gritar su nombre con aquella voz cargada de deseo y amor con la que lo hacía cada vez que lo embestía. Otra razón más para no ser descubiertos, no deseaba que se hablara mal de su pareja.


-Kaze...


-¿Que sucede? -pregunto el pelirrojo con seriedad.


-Vengo a entregarle un informe. -se escuchó como intentaban mover la manija para abrir la puerta-¿Me permite pasar?


-Preferiría que lo hicieras desde ahí, me duele la cabeza. -mintió, observando como su compañero se quitaba la mano que cubría su boca y sonreía traviesamente.- Te escucho...


-Como ordene. -dijo la persona de afuera- Se le informa que el Hokage-sama ha llegado con su familia...


-¿Entonces mi hermana ya está aquí? -una pregunta tonta a su parecer, ya que si Shikamaru había asistido era obvio que Temari lo acompaño, pero es que no podía pensar bien en ese momento.


Contuvo unos pequeños jadeos que le provoco el que el contrario lo besara en el cuello y la clavícula. Su acompañante disfrutaba de lo lindo verlo contener aquellos sonidos por salvar su reputación y algo más. Sabía que su pareja era traviesa por naturaleza, disfrutaba de la adrenalina del momento en ocasiones y es por esa misma razón, por la que nunca había sucumbido a la tentación en la oficina del Kazekage, sin embargo en esta ocasión fue diferente, hacía mucho que no tenía su compañía.


-Sí, Temari-sama llego junto a toda su familia. -respondió el informante un poco extrañado por la interrogante, pero la ligo al hecho de que su líder se sentía mal- También llegaron algunos aldeanos de Konoha como ya se había previsto...


-Ahh...-gimió en voz baja, al sentir como el cuerpo arriba de él comenzaba de nuevo a autopenetrarse. - No hagas eso. -pidió en un susurro, ya que la persona detrás de la puerta seguía hablando.


-Je... ¿el gran Gaara no desea que lo descubran haciendo cosas sucias en su oficina? -dijo burlonamente mientras subía y bajaba, a la par que repartía besos en el cuello y hombro del pelirrojo, provocando más jadeos de su parte.


-Tonto. -el Kazekage tomo con un poco de brusquedad las caderas del contrario y lo empujo profundizando aún más la penetración.


-¡Ah...! -el grito de placer fue acallado por los labios del Kage, quien no deseaba que nadie más escuchara a su pareja, y una de esas personas estaba justo afuera hablando algo sobre los visitantes de Konoha.


-Si lo decía, era por ti. -explico Gaara con una sonrisa y mirada llena de lujuria.- Pero como veo que no te importa eso...- acallando el posible grito de su acompañante lo beso y con rapidez se levantó de su silla, empujando con su arena todos los papeles que tenía sobre su escritorio al suelo, depositando con fuerza a su pareja en el.- Ahora será mejor que intentes guardar silencio si no quieres que alguien más se entere que viniste a entregarte a tu señor.


-¿Eh...?


Sin que el pasivo tuviera tiempo para procesar la advertencia, el contrario comenzó a penetrarlo, sin compasión. El menor cubrió su boca con ambas manos, el juego que había iniciado -de burlarse del pelirrojo-, provocando que jadeara para que corriera el rumor de que el Kazekage se aliviaba solo en horas de trabajo, no había funcionado... y ahora era él, quien corría el riesgo de ser escuchado y volverse la comidilla de la oficina.


-¿Kazekage-sama se encuentra bien? -detuvo su informe al escuchar un fuerte golpe proveniente del interior de la oficina.


-Sí, continúa. -pidió el activo con una sonrisa burlona, mirando fijamente a la persona debajo de él, que le reprochaba con la mirada.- Y hazlo de la manera más lenta y clara posible, mi dolor está en aumento.


Al Kage no le importo la expresión de reproche creciente del contrario y siguió con el juego. Después de un rato, donde se divirtió de lo mejor observado a su pareja intentar reprimir sus jadeos y gritos al llegar dos veces al límites, se encontraba en el sillón de su oficina, acariciando la cabellera del menor quien estaba recostado en su regazo, ambos ya vestidos y sintiéndose muy bien. Ninguno de los dos podía negar que esa experiencia fuera placentera; la posibilidad de ser descubiertos en el acto, era nueva.


-Así que el Hokage llego...-murmuro el menor.


-Así es. ¿Qué planeas hacer? -pregunto el pelirrojo- ¿Ya has hablado con ella? Es casi seguro que él podría venir, después de todo, sus hijos presentaran el examen.


-No sé qué hacer. -aclaro con tristeza, mirando aquellos ojos aguamarina que lo cautivaban- Ya hablamos con ella; tu hablaste con ella, también lo hice yo... pero simplemente, no desea hacerlo. Tampoco quiero obligarla...


-Aun así tu deseas que ella le dé una oportunidad, ¿cierto? -pregunto Gaara besando en los labios a su más amado tesoro.


-Si...


-En ese caso no te rindas, insiste esta noche y mañana antes de partir. Estoy seguro, que al final ella va a acceder a complacerte...


-Pero yo no qui...


-Shhh...-el pelirrojo coloco dos dedos en los labios del contrario para silenciarlo.- Al principio no importa porque razón lo haga, tu estas seguro que las cosas saldrán bien al final, así que si es solo para complacerte está bien... De esa manera también, si no resulta, ella no se sentirá mal porque rompieran sus expectativas, ya que ella solo te obedecía.


Hubieran continuado la conversación pero ambos sintieron un chakra conocido acercarse. Desde la misma posición que tenían, esperaron a que la puerta fuera abierta. La luz del pasillo mostro la perfecta figura de una joven de pelo largo agarrado en dos coletas, quien se adentró al lugar.


-Al fin los encuentro. -dijo la joven.- ¿Por qué esta tan oscuro?


-Me dolía la cabeza. -respondió Gaara con una sonrisa juguetona.


La chica enarco una ceja no creyéndole, no era fácil que el pelirrojo se enfermara, y no le creyó más, al ver como el que estaba acostado se reía.


-Como sea, no quiero saber. -respondió con una leve sonrisa.- ¿Qué querían hablar conmigo? Los preparativos para los exámenes están casi terminados y yo debo...


-Es sobre eso. -interrumpió Gaara.- Como Kazekage suspendo todas las actividades que tengas...


-¡¿Qué?! ¡No puedes hacer eso! -interrumpió a gritos la joven.- ¡¿Lo estás haciendo por ese maldito?! ¡Si es así, esto es abuso de poder!


-Eres tu quien no me ha dado opción...


-Pero es que yo no deseo saber nada...-decía la pequeña pero unos golpes en la puerta detuvieron los gritos unilaterales.


-Adelante.


-Siento interrumpir, Kazekage-sama. -decía el recién llegado encendiendo la luz de la habitación, iluminando todo.


Todos centraron su atención al jovencito de piel blanca, ojos perlas y cabello castaño largo, con una tierna sonrisa.


-No te preocupes Yuu...-dijo el compañero del Kage mientras se erguía en el sofá y se alejaba de las piernas que utilizo de almohada minutos antes.


-Mejor dinos... ¿Qué paso con lo que te encargue? -pregunto el pelirrojo levantándose del sofá y acercándose a los jóvenes.


-Se ha confirmado la presencia de la familia entera en la posada que se destinó para los miembros de Konoha. -respondió el castaño con seriedad entregando algunos papeles a su líder.- ¿Cómo debemos proceder?


-Eso solo lo puede contestar ella...-contesto el pelirrojo entregando los mismos papeles a la chica.- Ya te hemos explicado todo, de principio a fin. Y aunque me duele verlo de esta manera; ya no eres mi dulce niña... tienes edad suficiente para tomar tus decisiones. Nosotros te apoyaremos. -decía dulcemente Gaara- Así que confiare como siempre lo hago; en que tomaras la decisión correcta.


-Por favor. -suplico el otro adulto desde el sillón.- Sé que le tienes rencor y es muy posible que yo te lo haya creado...


-Pero tú no hiciste nada malo...-interrumpió la chica, no quería que se echara la culpa. Él no.- El único culpable es...


-Déjame terminar, por favor...-sus ojitos se negaban a derramar más lágrimas.- Después de todo, lo que paso no debería contársele a una pequeña niña. Pero es que ya no podía seguir mintiéndote a ti... no a ti; una hermosa niña que no tiene culpa de nada. Es por ello que te conté la verdad, sin embargo no quiero que guardes odio o rencor dentro de ti. Solo quiero que lo conozcas y tú misma decidas si lo quieres en tu vida o no. El odio no es algo bueno y también te he contado las consecuencias que tiene el odiar... por favor, conócelo.


La suplica conmovió a todos los presentes, siendo el pelirrojo quien abrazo a su pareja al ver que no pudo retener más tiempo las lágrimas. La pequeña sintió que no podía negarse, si era algo que esas dos personas se lo pedían de manera tan emotiva, no podía hacerlo. Si cumplir el pedido les otorgaba la paz y felicidad que se merecían; aceptaría, pero primero quería conocer al enemigo, después de todo, no vas a la guerra sin conocer al rival.


Cuando iba a dar su respuesta sonrió mientras negaba levemente con la cabeza al entender la posible razón de que a pesar de hablar de algo sumamente importante, el contrario no se levantara del sofá. *Dolor de caderas...* la opción más realista.


-¿Puedo pensarlo mientras lo observo? -pidió la chica mirando a los mayores. Aceptaría complacerlos por más que odiara la idea.


-Eso es todo lo pedimos. -tomo la palabra el pelirrojo con una sonrisa, debido a que la persona en sus brazos lloro aún más, su petición sería aceptada.- Que Yuu este contigo. Pero si te acercas más de la cuenta, hare que lo conozcas sin objeciones.


No le gustó la idea pero acepto...


::::


::::


Sasuke miro la aldea a su alrededor, sintiendo la arena debajo de sus pies, era la primera vez que tocaba de nuevo la arena de Suna, ya que al año de que Shikamaru tomara el cargo, se le negó realizar misiones en Sunagakuren y Kumogakuren.


Gaara le guardaba rencor por ser uno de las posibles causas de la partida de Naruto, algo que entendía ya que el pelirrojo era de los pocos que conocía sobre su relación con el Uzumaki. Por otra parte, el Raikage era el único líder de la alianza shinobi que no lo perdonaba por su pasado, por lo que la aldea era igual y no los culpaba, había incluso atentado contra los Kage's.


Había salido a tomar un poco de aire para quitarse un poco del estrés que cargaba, no soportaba estar con Sakura y sus hijos. No podía evitar verlos y no culparlos por no poder estar al lado de Naruto.


Sumándole a su decepción de que sus tan deseados hijos no eran los prodigios que tanto había esperado. Ambos niños habían heredado los inútiles rasgos de sus madres, eran tan sentimentalistas que se dejaban llevar por nimiedades, y no habían ni siquiera despertado el sharingan.


Suspiro al ver la luna, desde hace años aquel astro era su único confidente, era el único testigo de las lágrimas que había derramado lamentándose por su estupidez juvenil. Todo por culpa de su orgullo y tonto deseo de resurgir su clan, había perdido lo único valioso en su vida... había perdido a Naruto y de la peor manera. La última conversación a solas que recordaba que tuvo con el rubio, fue cuando se enteró del embarazo de Sakura, después de aquel día Naruto siempre evito quedarse a solas, además de que Ino y Hinata se habían adjudicado el papel de protectoras para no dejarlos nunca solos.


~Flash Back~


Hace 16 años atrás...


Era una noche tranquila en Konoha, como todas desde el término de la guerra, o al menos para la mayoría. En unos pequeños departamentos cerca de los límites de Konoha, la tranquilidad no existía.


Sasuke Uchiha como cualquier otra noche se adentró a aquel cálido hogar ajeno, donde siempre era bien recibido y esta no sería la excepción... seguramente estaría su rubio quien lo recibiría con un dulce gesto. Estaba seguro de no amar a su rubio compañero, mas eso no significaba que no le perteneciera; Naruto se había convertido en algo de su propiedad desde el momento en que el rubio había dicho que lo regresaría a Konoha, incluso desde antes, desde que le salvo la vida de las agujas de aquel ninja de hielo, Haku.


Una vez dentro no encontró al Uzumaki en la sala como veces anteriores, un poco extrañado dejo sus cosas en los sillones y se adentró aún más hasta la recamara en donde había hecho suyo -de una manera más íntima y placentera- a Naruto. Cuando se acercaba había sentido el chakra del ninja por lo que entro con la intención de marcarlo una vez más. Le urgía bajarse la excitación que le había provocado una tipa, la cual lo animo para momentos después dejarlo al aclararle que él no formalizaría nada con ella. *Maldita tonta...*


Haría que el Uzumaki resolvería el asunto. Grande fue su alivio al saber que no tendría que esperarlo, el chico estaba en la recamara dándole la espalda. Se acercó a él, abrazándolo por la cintura desde atrás.


-Dobe. -ronroneo excitado en la oreja ajena, dirigió una mano al pecho y la otra a la entrepierna del rubio.- ¿Dobe? -lo giro para quedar de enfrente al notar que ni su voz ni sus acciones provocaban algún estremecimiento en el contrario como veces anteriores - ¿Qué te pasa? - pregunto molesto al ver que no lo miraba a la cara.


-¿Porque? - pregunto Naruto en un pequeño murmullo.


-¿Porque, qué? -cuestiono Sasuke molesto y alejándose del menor


¿Porque no me dijiste que tendrías un hijo? -reclamo el oji-azul mirando fijamente los ojos negros del más alto.


-¿Qué?


-¿Porque no me dijiste que tendrías un hijo? -repitió con las emociones al tope.


-Maldito dobe, me asustase por unos segundos. -el Uchiha dejo su postura enojada y acorto de nuevo la distancia- Te lo dije. Tú sabes que el bebé de Hotaru es mío. Ya lo hablamos. Ahora mejor hagamos algo más entretenido. -apreso en abrazo al contrario y metió las manos bajo la ropa.


-¡Sasuke, suéltame! -empujo al peli-oscuro lejos.- Necesitamos hablar.


-Naruto, no hay nada que hablar. -frunció el ceño al saberse rechazado- Cuando te enteras de lo de Hotaru aceptaste seguir con esto, ahora, si no estás dispuesto a hacerlo, dilo, para irme de una vez, suficiente tuve con la escena de aquella vez.


-¿cómo puedes hablar así? -pregunto con ganas de llorar, mas no lo haría.


-Porque no debo darte explicaciones y aun así lo hago -contesto enojado- No somos nada para que tu...


-...creía que éramos novios -interrumpió en voz baja, debido al dolor creciente en su pecho, las palabras del Uchiha dolían... y mucho- Creí que teníamos una relación.


-No -objeto de manera rápida y fría como siempre- Nosotros no podemos ser novios. ¡Por dios Naruto, somos hombres! Nuestra relación es solamente carnal...


El Uzumaki se golpeó mentalmente, no entendiendo como pudo ser tan ingenuo; su viejo compañero no cambiaba, siempre sería un maldito bastardo como lo calificaban sus demás amigos. Se sentía humillado, utilizado... y lo peor, un idiota.


-...es por esa razón que no deberías de estar haciéndome escenitas de celos. -continuaba el azabache.


-¡Ya basta! - interrumpió el rubio - Esto termina aquí.


-¿Qué? -el Uchiha frunció aún más el ceño- ¿De que estas hablando?... Dobe, si es por lo de Hotaru...


-¡No es por ella! -el rubio lo miro fijamente- En eso tienes razón, te acepte aun sabiendo que ella esperaba un hijo tuyo.


-¿Entonces que me reclamas? Admites haber aceptado...


-¡Por favor!... lo hice porque creí que teníamos algo más fuerte -respondió el Uzumaki- pero ahora tú me has dejado en claro que no.


-Si lo que quieres es que seamos pareja olvídalo...-interrumpió el Uchiha.


-Y aunque me lo propusieras no lo aceptaría. -aclaro el oji-azul molestando aún más a su compañero.


Sasuke sentía una furia recorrer su cuerpo, ¿cómo se atrevía aquel Usuratonkachi a rechazarlo? Aunque nunca se lo propuso... ¡Era un Uchiha! El último, hay que remarcar. Cualquier mujer e incluso hombres, le pedían que los considerara aunque fuera por una noche. Un ejemplo era Sakura Haruno, aquella chica en verdad le rogo. Sonrió con arrogancia de solo recordarlo, ese tonto rubio no sabía lo que estaba negando.


-¿Y cómo estás seguro? -pregunto con tono sensual, el que sabía estremecía al Uzumaki- Si yo lo quiero, en estos momentos te pongo en esa cama y tú mismo me abrirás tus piernas, rogando que te tome. -forcejeo al intentar abrazar por la cintura al otro.


-Estoy seguro, porque a diferencia de ti, yo si considero a mis amigos. –Naruto lo empujo con gran fuerza al maldito, poniendo una distancia efectiva.


-¿Qué tiene que ver uno con el otro?


-Je... así que no lo sabes. -el tono burlón del rubio molesto al Uchiha.- Déjame ser quien te lo diga... Sakura está embarazada... y el bebé es tuyo.


Sasuke abrió sus ojos por la sorpresiva noticia, no se la esperaba. Lo de la chica pelirosa solo había sido un capricho por parte de ambos, nunca creyó que algo bueno saliera de ello.


-¿Cómo lo sabes? -pregunto ya que él no sabía nada.


-Esta tarde cuando me dirigía a tomar mis clases de preparación de Hokage, escuche como Tsunade-obachan y Shizune-oneechan examinaban a Sakura. -Sasuke sintió curiosidad en el hecho de que Naruto no usara el honorifico "chan" con su compañera pero lo dejo pasar- Cuando iba a preguntar si sentía mal, ella le dijo que tenía un mes de embarazo...


-¿Así que ahora escuchas conversaciones ajenas? -cuestiono el azabache- No lo creía de ti... Además, que Sakura este embarazada, no significa...


-Fue accidental. -interrumpió el rubio- Cuando le preguntaron sobre el padre, ella lloro mucho. Temí que algún maldito le hubiera hecho daño por lo que iba a hablar y decirle que yo mismo me encargaría de darle su merecido...-rio burlón-...mas no tuve oportunidad porque en medio de su llanto dijo que el bebé era tuyo. No lo creí al inicio pero ella conto comenzó a contar como paso todo. No pude quedarme ahí...-se detuvo a tiempo antes de llorar de nuevo, como lo hizo antes de que Sasuke llegara.


-¿Y eso es lo que te tiene tan molesto? -el jinchuriki miro confuso al portador del sharingan por su repentino tono alegre.- Ay, dobe, deberías de estar felicitándome de una manera más íntima, en vez de estar haciendo el ridículo...


-¿De que...?


-...voy a poder revivir mi clan. -Sasuke no escucho al otro y siguió hablando.- Además, no entiendo porque haces tanto lio, si ya aceptaste lo de Hotaru, bien podrías aceptar lo de Sakura...


-¡No seas imbécil! -grito Naruto con un gran enojo al momento de darle un puñetazo en el rostro, estrellando al azabache en la pared.- ¡Lárgate! ¡Sasuke, largo!


El Uchiha iba a regresarle el golpe, pero un inesperado toque a la puerta y los gritos de Hinata detrás de esta, lo detuvieron. Dejaría que el rubio se tranquilizara y luego fuera él mismo a pedirle perdón, que suplicara el perdón de un Uchiha. Algo que no le otorgaría hasta que lo "castigara" debidamente.


-Luego hablamos. -el Uchiha salió del lugar con la cara en alto, sintiéndose bien consigo mismo por la noticia de un segundo Uchiha en camino.


Ni se molestó en saludar a la pelinegra, que lo miraba con furia contenida. Decidió que por esa noche hablaría con Sakura para llegar a un acuerdo y tal vez librarse de la frustración. Después de que recibiera las disculpas del rubio hablaría con él. Sabía lo testarudo que era su viejo amigo, por lo que tomaría algunos días el poder marcarlo, así que también tendría que acoplar su horario.


Lo que nunca espero, fue que algunos días se volvieron semanas, llegando al mes... en el cual no pudo nunca entablar una conversación privada con el próximo Hokage. Todos traían de un lado a otro a Naruto, atiborrándolo de cosas que hacer a pesar de verse cada vez más cansado, fatigado. Y con la ceremonia cerca creyó que tendría oportunidad pero no fue así, ya que incluso a dos días del nombramiento, los Bijuu habían llegado a la aldea de manera sorpresiva acaparando la absoluta atención del rubio...


El día del nombramiento fue el final... el que cerró con fuerza el libro de su vida...


Naruto se fue de Konoha...


~Fin del Flash Back~

Notas finales:

Yukihana: Eso seria todo por ahora, espero les guste, comenten y continuen la historia...

Bye~ Bye~ 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).