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TU LUZ ME HACE BRILLAR por KeepKhanAndKlingOn

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Helado de chocolate.

 

                                     Fue rápido y sencillo, la verdad, sobre todo si consideramos que Tunnin vino con el grueso de su banda. Unos cincuenta tipos pendencieros, bien armados hasta que sus pistolas y rifles se transformaron, gracias al truco de Nick, claro está, en unas débiles cañas de pescar que los paisanos quebraron a golpe de pico y pala. ¿No había que darles una lección? ¡Pues hala, a pescar!

La polvareda que se levantó con los caballos y las carreras de yeghelianos persiguiendo bandidos arriba y abajo por la calle principal, impidió a Nick ver el fragor de la batalla tal como le habría gustado. Para la ocasión hizo aparecer un helado de chocolate de doble bola que chupeteó complacido en su atalaya mientras que abajo, a ras de suelo, su primo soltaba sus enormes manazas de dios vikingo propinando guantadas y puñetazos sin cesar. No tardaron en reducir a todos los forajidos, la cárcel se puso a reventar.

   - ¿No hay helado para mí? - Preguntó Tony entrando a la habitación y tomando a Nick por la cintura. - Creo que me lo he ganado.

   - Veamos: bandidos en sus celdas, el viejo sheriff borracho y corrupto despedido, sustituido por ese tío tan valiente y fuerte que han votado los demás pelirrojos, orden restablecido... - Nick contemplaba la situación por la ventana sin inmutarse, disfrutando de su cucurucho y de las fuertes manos de su primo que le apretaba el cuerpo con algo de lujuria. - ¡Todo arreglado, ya saben pescar! ¿Podemos irnos ahora, Butch?

   - Mmm... cuando quieras, Sundance. - Contestó después de dar un buen lametón al helado de chocolate de Nick. - ¿Quieres probar tú a darle órdenes a la mierda esa?

Por supuesto nuestro héroe hablada de comprobar si el dispositivo de Strange funcionaba controlando la piedra de Buri, pero Nick se extrañó de que llamase de esa forma tan despectiva a un objeto mágico con tantísimo poder.

   - ¿Cómo que “la mierda” esa? - Le dijo estupefacto. - ¡Qué manera de hablar tienes para referirte a la piedra de tu tatarabuelo!

   - Oh, es algo que me explicó tu padre el otro día. - Tony abrió su bocaza para darle un mordisco al helado de chocolate, llevándose un buen pedazo de galleta consigo. - Bueno, hace ciento setenta y nueve años en realidad, pero sí, fue antes de ayer. - Añadió con la boca llena.

Nick puso los ojos en blanco y suspiró, le dio el resto del helado a su primo y se sentó paciente sobre la cama. Esperaba que le contase de una vez cómo había conseguido Tony la piedra de Buri y por qué diablos osaba llamarla “mierda”. Nuestro héroe se terminó el cucurucho en un par de bocados y, con la barba llena de churretes de chocolate, narró sus peripecias desde aquel planeta del desierto salado hasta que se encontró de nuevo con Nick vistiendo el pijama de ositos de su madre.

   - ¿Una mierda de vaca? - Los ojos verdes no podrían estar más abiertos, Nick no sabía si reír o llorar.

   - De Vaca Cósmica, sí. - Afirmó Tony antes de estallar en una carcajada que su primo no tardó en secundar.

 


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