Por los pelos
Tal vez fuera por el susto de ver a su hermano allí, a los pies de la cama, o por los nervios que tenía a flor de piel desde hacía días, consciente de que el nacimiento de su bebé era ya inminente, o quizás fuera la pesadilla que estaba teniendo, un sueño horrible con Hela y Asgard en llamas que le había hecho agitarse sudando entre las sábanas y le obligó a abrir los ojos de repente. El caso es que Thor despertó con un grito desgarrador que le brotó de la garganta dejándosela medio rota.
- ¿Qué pasa? - Peter se incorporó de golpe llevándose las manos a la barriga, el bebé también se había sobresaltado. - Loki, ¿eres tú?
- ¡Hermano! - Thor saltó de la cama y fue a abrazarle, se detuvo a un paso recordando que seguramente no estaría allí en realidad.
- Ayuda... - Susurró Loki a punto de desvanecerse, su aspecto era el de alguien que escapa con vida por los pelos de una dura batalla.
- Va a desplomarse... - Advirtió Peter. - ¡Sujétalo!
- ¿Cómo? - Thor no supo reaccionar a tiempo, convencido de que la figura de su hermano, tan débil y demacrado, no era más que una visión.
El pobre Loki terminó con la cara estrellada contra el suelo, un golpe seco resonó en la habitación cuando su cuerpo cayó a plomo al quedar inconsciente. Resultó que sí estaba allí de verdad.
- Se ha tenido que partir la nariz... - Dijo Peter preocupado saliendo de la cama, no sin dificultad debido a su enorme tripa. - ¡Haz algo, Thor!
- Yo... - No podía creerlo. Su hermano yacía a sus pies, inmóvil e indefenso. - Loki...
Le envolvió en un abrazo, comprobando con alivio que a su afilada nariz no le había pasado nada. Peter se arrodilló a su lado, apartando la negra y grasienta cabellera del rostro de Loki.
- Túmbalo en la cama. - Le sugirió al dios del trueno que parecía no saber qué hacer, al tiempo que pulsaba la piedra verde jade de su colgante mágico. - Será mejor que Strange le eche un vistazo.
- Peter, ¿ya tienes contracciones? - El mago había aparecido en un segundo, materializándose detrás de su verdoso círculo mágico. - ¿Ha llegado la hora? Se ha adelantado un poco pero no importa, tengo todo previsto, voy a...
Strange enmudeció al ver a Loki tendido sobre la cama del dormitorio de sus amigos. ¿Qué estaba haciendo él allí?
- Ha escapado de Helheim. - Murmuró Thor acariciando el rostro pálido de su hermano. - No sé cómo lo ha hecho pero es obvio que casi le cuesta la vida.
- Deja que le examine. - Strange se inclinó para tomar el pulso del dios de las mentiras. - ¿Cuántos latidos por minuto se supone que debe tener? Su corazón está muy acelerado.
- Lyse... - Musitó Loki entre dientes volviendo en sí. - Nena, lo has conseguido...
- ¿Qué dice? - Peter dejó caer su culo sobre la cama sujetándose el vientre, sentía al bebé presionar allí dentro con fuerza.
- Parece que se recupera. - Comentó Strange haciéndose a un lado.
- Thor... - Loki levantó la mano para agarrarse al cuello del rubio. - Estarás contento, ya me tienes de nuevo entre tus brazos. - Añadió con su más cínica sonrisa.
Por un instante ambos hermanos se miraron a los ojos en silencio. No había resentimiento, tampoco perdón, hacía mucho tiempo que ambos se habían perdonado el uno al otro. En aquellas miradas únicamente había amor, un amor fraternal que invadía sus corazones con la calidez de un volcán a punto de explotar.