Tendrás que ser tú
Ni qué decir tiene que cuando Loki salió del quirófano todos se volvieron locos con la criatura recién nacida, peleando por tomarla en brazos y verla de cerca, comentando lo bonita que era y lo perfecta que les parecía. A Morgan le permitieron sujetarla en el regazo durante unos instantes, sentada en un sillón. Groot la envolvió con sus ramas formando una cuna, Drax revivió con nostalgia la primera vez que sostuvo a su difunta hija entre los brazos y lloró con una rara mezcla de júbilo y tristeza. Lo cierto es que todos lloraron emocionados, quien más quien menos vertió alguna lagrimita, salvo tal vez el mapache.
- Bueno, ya está, Quill lo ha conseguido. - Dijo Rocket con algo de impaciencia frente a las puertas metálicas del quirófano. - ¿Cuándo van a salir?
- Si la herida de mi hermano ha cicatrizado mágicamente como dices, Strange... - Kraglin no terminaba de creerlo, aquello le parecía un milagro. - ¿Por qué no viene?
- Thor acaba de pedirle en matrimonio. - Respondió Loki volviendo a tumbarse entre dos sillones. - Se tomarán su tiempo, supongo. Mejor no pensar en qué harán ahí dentro.
- ¿Le ha dicho que se case con él? - Rocket puso cara de asco y fingió escupir al suelo. Strange le miró con desaprobación.
- ¡Me pido ser la madrina! - Saltó Mantis literalmente, dando botes de alegría.
- ¡Ni hablar! - La atajó Pepper. - Lo siento, querida, pero yo se lo pedí primero a Peter.
- ¿Cómo se celebran las bodas en la Tierra? - Preguntó Drax con curiosidad.
- Pues como en todas partes, supongo... - Dijo Kraglin con una gran sonrisa. - El ladrón de mi hermanito se casa, ¿no es increíble?
- Como en todas partes seguro que no. - Insistió el destructor. - En mi planeta se realizan sacrificios de ganado, la fiesta se prolonga durante semanas hasta el cambio de luna.
- ¡Vaya! Eso sería alucinante... ¿Pero quién oficiará la ceremonia? - Peter Parker miraba a su alrededor, nadie respondió, cada cual imaginando a su manera el devenir de los acontecimientos.
- Yo soy Groot. - Dijo al fin el árbol.
- Es cierto. - Loki se incorporó de repente, su cuerpo se había tensado entrando en alerta. - ¡Oh, mierda! No, por favor... ¿No hay nadie más?
- ¿Qué? ¿Qué ha dicho? ¿Qué pasa? - Kraglin se desesperó, no había entendido a Groot y como siempre eso le sacaba de quicio.
- ¿Qué ocurre, Loki? - Preguntó May con la niña en brazos, la ronda para sostenerla había dado una vuelta completa y de nuevo era su turno.
- Ha dicho que a un asgardiano solamente lo puede casar otro asgardiano. - Aclaró Rocket traduciendo las palabras del árbol.
- En tal caso... - Banner se sentó junto al dios del engaño dejando caer la manaza verde sobre sus desprevenidos hombros. - Amigo, tendrás que ser tú, aquí no hay nadie más.
Su cara se volvió un poema trágico. Tener que casar a su hermano con Peter Quill y, sobre todo, tener que verle dar el beso al novio en primera fila... aquello le revolvió las tripas. Loki acabó más pálido que de costumbre, y no sólo por la enorme mano de Hulk que atenazaba su cuello con demasiada confianza.