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"De cangrejo, a mi doncella" por darkness la reyna siniestra

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Notas del capitulo:

Aquí el cap 2, ojala les guste


- 🌸 -

La sorpresa inundaba los masculinos rostros de los presentes, nadie prestó atención a su compañero de la doceava casa que estaba desmayado detrás de todos ellos pero no lo culpaban. Lo que el sueco dijo los hizo abrir los ojos el doble de grandes, admirando cada delicado detalle de la femenina figura entre los musculoso brazos del guerrero de Sagitario.

Estaban conmocionados por el poder que su diosa ejerció sobre el canceriano, no pensaron que la chica podría llegar a tanto.

—Increíble… —susurró Saga obteniendo el asentir de las demás cabezas.

Los guerreros murmuraban en voz baja entre ellos, en verdad que no cabían del asombro. Ninguno se pudo imaginar a Death como una hermosa mujer, aquello era una visión única y para unos pocos divertida.

Athena suspiró con simpleza antes de hablar, logrando que los hombres congregados al rededor de la peli-azul la miraran.

—Escuchen caballeros —dijo bajando el peldaño que la hacía verse más alta de lo que era—, esa joven es su compañero Deathmask, tal como Afrodita dijo ahora es una mujer. Esto lo hice para que Cáncer pueda aprender una lección, misma que le enseñará a no ver de menos a otras personas, ni a vanagloriarse de su fuerza.

Como era obvio los murmullos iban y venían, pero la amazona de Águila quiso saber algo.

—Disculpe, señorita Athena —se acercó un poco a la nombrada que la miró con calma—. ¿Deathmask será enviado a nuestro territorio?

—¡No, por favor! —exclamó Shaina interrumpiendo la respuesta de la peli-morada y acercándose a su compañera— Athena por favor no lo envíe con nosotras, si como hombre era un fastidio, como mujer será peor —dijo haciendo que Marín negara y se golpeara la “frente” aún por sobre la máscara.

Athena bajó su mirada cían pensativa, realmente no había tomado eso en cuenta. Pero pronto pareció tomar su decisión por lo que la hizo saber a las dos guerreras.

—No te preocupes Shaina, Death no será enviado al territorio amazona, de hecho creo que lo mejor es que se quede en las doce casa, así puedo vigilarlo mejor —sonrió logrando un suspiro de alivio de las dos enmascaradas.

—Uff, menos mal —exhaló Shaina más tranquila al saber que no tendrían al cangrejo cerca.

—¿Cree qué será buena idea, Athena? —Leo habló—. Con el cuerpo que tiene ahora no creo que sea buena idea dejar que esté solo… O sola en su templo, es decir, se nota que va a llamar bastante la atención y algunos de mis estimados compañeros pueden ser unos verdaderos buitres… —la mirada verde miraba a algunos de los dorados acusatoriamente, logrando que unos cuantos se sintieran ofendidos por las sus palabras.

—¡Oye! —se escuchó de unos cuantos dispersados por toda la sala.

Leo miraba ahora con bastante insistencia las suaves facciones de la inconscientes Deathmask. Sin duda y a pesar de saber quien era en realidad, le parecía muy hermosa.

—Mi hermano tiene razón —dijo el arquero con calma—, si alguno de los soldados lo sigue y lo lastima en su forma femenina podría causarle daño.

La japonesa alzó las cejas, en verdad que eso no lo hubo pensado. Al convertir a Death en una mujer no creyó que su apariencia fuera tan bella y estilizada pero pasó y por lo tanto llegó a la conclusión de que no era bueno dejar a la nueva guardiana de Cáncer ir sola por ahí, así que lo mejor era dejarlo al cuidado de alguien responsable y noble.

—Estás en lo correcto Aioros —sonrió comprensiva mirando al nombrado y a su hermano con una sonrisa que al de Leo le pareció sospechosa—, por tal motivo te pondré a ti y a Aioria al cuidado de Deathmask, deben estar a su lado e incluso deberán acogerle un día en Sagitario, y otro día en Leo para que lo cuiden —finalizó juntando sus palmas con alegría y complacencia a la altura de su pecho.

Los hombres nombrados se quedaron con la boca abierta y los ojos desorbitados. ¿¡Tendrían que cuidar a Deathmask!?

—¡P-pero, Athena! —Leo no cabía de la sorpresa— ¿¡Por qué debo cuidarlo, se supone que él puede hacerlo solo!?

Aioros aún con Death en sus brazos se acercó a Aioria.

—Hermano déjame decirte que parte de esto es culpa tuya —le dijo con calma.

—¿¡Qué dices Aioros!? —explotó el menor sin creer que su hermano le estuviera diciendo aquello.

—Lo que escuchaste, esto ha sido tu culpa por darle ideas a Athena. Ella se hubiera ingeniado un castigo para Death pero tú hablaste de más.

—¿Es qué acaso a ti no te importa ser su guardián? —le preguntó incrédulo y con notable molestia apuntando a la ahora chica con su dedo tembloroso.

Aioros le sonrió con simpleza antes de contestarle:

—Realmente no me importa hermano —sus ojos turquesa se posaron en el rostro de la durmiente chica que cargaba—, Death es nuestro compañero y a pesar de su forma de ser y su carácter arisco creo que debemos ayudarlo con esto que le ha ocurrido, además también es tu responsabilidad —concluyó mirando ahora al león.

Aioria se maldecía a sí mismo, él y su gran boca lo metieron en esa posición no podía hacer nada porque aunque no se lo hiciera saber, Aioros tenía toda la razón del mundo y eso lo irritaba aún más.

Sin más opción que aceptar la decisión de la diosa, resopló con molestia y resignación.

—Está bien, lo haré pero no estoy nada feliz con esto —cruzó los brazos sobre su pecho a modo de berrinche.

Shion que presenciaba todo negó con expresión cansada, los otros dorados escuchaban, algunos riendo por lo bajo, unos sin terminar de creerse lo que estaba pasando, y un par benevolente que ayudaba a que Afrodita volviera en sí. Pero uno de ellos quiso molestar un poco al griego de cabellos castaños claros, por lo tanto Milo se acercó al otro para expresar:

—Vamos Aioria, sólo mira lo que tienes a tu cuidado —Milo lo hizo voltear a donde Aioros hablaba con Athena, recibiendo indicaciones de ésta—, no puedes quejarte sabiendo que vas a tener en tu templo a una belleza como esa —sonrió con coquetería al posar su mirada turquesa sobre la canceriana.

Aioria alzó una poblada ceja y miró a su amigo con incredulidad.

—Bicho, ¿hablas en serio? —negó divertido— ¿Sabes qué se trata de Deathmask, verdad? ¿El cangrejo psicópata?

—¿Y eso qué? —se alzó de hombros restándole importancia a la observación de Leo— Como hombre también tenía lo suyo y no me lo niegues que en más de una ocasión te pillé mirándole el trasero, pero quien no lo haría, tiene un culo de infarto —sonrió.

—¡Cállate, bicho! —exclamó rojo de vergüenza por haber sido descubierto— El que ese loco ahora tenga el cuerpo de una mujer, no me hace olvidar que se trata de él.

—Yo que tú olvidaba que es Deathmask y lo trataba como la damita que ahora es… —se escuchó una nueva voz con tono divertido.

—Olvídalo Kanon, yo no tengo la facilidad que tienen tú y Milo para sólo enfocarse en el exterior de las personas —declaró con el entrecejo fruncido.

—Oye, eso fue cruel —el gemelo se llevó una mano al pecho con dramatismo y en el rostro una mueca falsa de dolor, haciendo reír a Milo y a Aioria chasquear la lengua con hastío.

—No somos tan superficiales como crees gato, es sólo que a veces debes dejar de pensar en lo que hay más allá de lo que ya conoces. Si te la pasas pensando que ella es Deathmask, quizás no podrás conocer su interior al creer que ya sabes todo de él, o ella o lo que sea.

Lo que le dijo el escorpión lo dejó pensando, quizás era cierto y esa era un oportunidad que se le daba para tratar de entender a su compañero y vecino. Nunca se habían hablado más de lo estrictamente necesario por lo que no sabía casi nada de Cáncer y éste no sabía más de él que su constelación guardiana y que Aioros era su hermano, tal vez era hora de dejar de pensar que Deathmask de Cáncer era un hombre sin alma e intentar conocerlo más a fondo, quien quitaba y podían tener cosas en común.

- 🌸 -

—Lo mejor será que descanse en mi habitación hasta que despierte —Athena hablaba con el arquero al mismo tiempo que mantenía una de las pequeñas manos de Death entre las suyas—, la descarga definitiva que selló su alma en esta forma fue más potente de lo que pudo soportar, por ello se desmayó pero dentro de poco estará bien —el arquero asintió aún algo preocupado—. Sígueme por favor Aioros, te guiaré a mis aposentos.

—Como usted diga, Athena.

Ambos se pusieron en marcha seguidos por Shion.

—Mi señora puedo preguntarle. ¿Cuánto tiempo el guardián de Cáncer deberá permanecer en esta forma? —quiso saber el afligido peli-lima.

—Es algo indefinido Shion —respondió la joven con calma, el castaño y el patriarca se miraron inquietos—, realmente esto lo hice con el objetivo de que Death aprenda a respetar a las personas a su alrededor, sobretodo a las guerreras porque ellas también luchan duro día a día.

—¿Usará máscara como las amazonas, Athena?

La pregunta de Aioros era muy buena, la nombrada negó con una sonrisa.

—No, Deathmask no usará la máscara de las amazonas, no será una mujer por siempre, además todos conocen su rostro y en verdad no le ha cambiado tanto, sólo se ha afilado un poco. Es mejor que no la tenga o muchos pueden conspirar para quitársela y obligarlo a amar o matar, y conociendo a Death lo más seguro es que elija matar.

La aclaración de la diosa le sonó lógica a los dos hombres tras de ella.

—Comprendo —susurró el centauro.

—Hemos llegado.

Athena abrió la puerta con ayuda de su cosmos e invitó a los hombres a adentrarse a la habitación. Aioros fue guiado por la peli-morada hasta su cama donde le pidió que acomodara a Death. El castaño así lo hizo dejando a la peli-azul recostada en la suave superficie.

—Lo mejor será esperar a que despierte —dijo Shion acercándose para apreciar con mayor detalle a la jaiba.

—Y mejor que lo haga aquí —asintió ella—, así si las cosas se ponen violentas podré tranquilizarlo.

—¿Cuando comenzaremos Aioria y yo a alojarla en nuestros templos?

—Podría ser esta misma noche si despierta hoy, sino es el caso puede ser desde mañana. Pero recuerda Aioros, no deben dejarla sola.

—De acuerdo.

—¿Por qué no puede estar en Cáncer? Ese es su templo después de todo —meditó el lemuriano.

—No podemos correr el riesgo de que alguien se infiltre en Cáncer para ultrajar a Death, Shion. Como dijo Aioria, ahora llamará mucho la atención más que todo de los hombres y pues las doce casas están llenas de ellos, aún así lo mejor es que permanezca cerca de mí…

El patriarca asintió mirando de nueva cuenta a la nueva guerrera, no sabían exactamente cuando iba a despertar de su letargo, pero les preocupaba como fuera a tomar su nueva vida una vez que lo hiciera. Era Deathmask de todos modos y por lo mismo nadie sabía a que atenerse. Debían esperar.

Notas finales:

Hasta el próximo miercoles


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