Mientras la familia Riddley-Snape se encontraban haciendo sus compras, la familia Malfoy, sobre todo el patriarca se encontraba leyendo de nuevo la carta que le había llegado días atrás, si bien había estado eufórico por lo que las letras que había en el pergamino, al grado de querer ir a la casa de su amigo, pero se detuvo, esa no era la actitud de un sangre pura de su alcurnia, además de que se había puesto en el lugar de sus amigos, el también usaría ese mes para poder recuperar el tiempo perdido.
Además estaban algunas de las palabras, que le decían que también habían podido recuperar a su pequeño, mismo que tenía la edad de su dragón, después de un suspiro decidió decirle la situación a su esposa, así como también explicarle la verdad a su heredero, así que con una sonrisa se reunió con su familia quien estaba en una sala, donde les gustaba pasar el tiempo.
--Yiyi, podrías traer un poco más de té y pastelillos—exclamo el patriarca mientras entraba a la sala y sonreía al ver a su amada esposo y su hijo quienes lo miraron entrar.
--Querido ¿sucede algo?—cuestiono la mujer ya que su esposo tenía una sonrisa que llamaba la atención.
--Hace unos días tuve una excelente noticia
--¿de qué se trata padre?—cuestiono el joven de la familia
--El lord ha vuelto—exclamo con una sola frase
--¿de verdad?—interrogo la mujer, mientras recibía el beso de su esposo y su hijo se incorporaba ante aquellas noticias
--¿Cuándo volvió?—fue la pregunta de Draco
--A finales de junio, exactamente no lo sé, pero esa fue la fecha más probable que me dio en la carta
--Él debe estar feliz—dijo mientras se imaginaba a su amigo feliz, pero con una sombra de tristeza por su pequeño que no estaba a su lado
--Oh Cissy su felicidad es completa recuperaron al niño
--Eso es fantástico, ¿Cuándo los veremos?
--Espero que pronto, por el momento, solo me indico que comenzar a hacer los informes de los planes que me dejo en aquel entonces
--madre, padre ¿de qué niño hablan?
--Es cierto querido, no lo sabes, veraz hay algo del lord que solo el circulo interno saben, es que estaba casado y tenía un hijo de tu edad, su esposo es conocido dentro de nuestro grupo como el príncipe, has escuchado de el—era la respuesta que su madre le daba, provocando un asentimiento en su hijo, todos los chicos de Slytherin sabían del príncipe, así como también se decía que su padrino el jefe de la casa había sido elegido exactamente por el famoso príncipe—bueno resulta que nosotros somos los más afortunados ya que conocemos la verdadera identidad de este
--Entonces ¿lo conoceré pronto?—cuestiono emocionado el chico al saber que él tendría aquella oportunidad y no solo eso sino también conocer al hijo de los principales pilares de la orden oscura
La risa de su padre le llamo la atención de más porque parecía realmente divertido
--Draco, la mayoría de los chicos de Slytherin conocen la apariencia del príncipe, sin saber quién es dentro de nuestra organización, es conocido por todo el colegio
--¿Qué?—cuestiono mirando a sus padres, repasando lo dicho por su madre y lo que le acababan de decir—mi padrino
--Así es Draco, Severus es el esposo del lord, nuestro querido amigo logro ganarse el corazón del lord y por consiguiente su lugar dentro del circulo interno
--¿Cómo es que nadie se enteró?
--Nuestro lord siempre ha buscado la protección de todos nosotros, pero sobre todo de su esposo, con Dumbledore atacando constantemente, si algo malo le llegara a pasar a nuestro líder, como lamentablemente sucedió, el príncipe era quien continuaría con los planes, pero todo de forma sutil, los planes que hemos hecho son los que se hicieron por alguna contingencia, por eso nuestro movimiento continua
--Entiendo—fueron las palabras que saco el joven—el joven…él es
--El heredero de la orden oscura—fueron las palabras de Lucius mientras tomaba un poco de te
Draco imito a su padre, tomando él te, pensando en lo que había descubierto en ese momento, el Lord tenía como esposo al príncipe, su padrino Severus, como era conocido por todos aquellos adeptos de la oscuridad, tenía un hijo quien cuando su padre decidiera dejar su lugar como líder, el joven tomaría su lugar.
Él siempre supo que también tomaría el lugar de su padre como mano derecha del lord y del príncipe, ahora con el conocimiento de la verdadera relación entre el lord y el príncipe, así como también de la existencia de un heredero era obvio su nuevo rol dentro de la organización y del propio circulo interno.
--Padre, cuando te reúnas con el lord, indícale que yo estaré en completa disposición de su hijo, para ayudarlo en lo que desee
--Se lo hare saber—fueron las palabras que Lucius dio, sintiéndose orgulloso de su hijo—espero que pronto podamos encontrarnos con los tres
--Bueno hay que ir de compras, para poder llevarles a los tres—fueron las palabras de la matriarca, quien se levantó para poder prepararse para poder salir—hay que encontrar algo lindo para nuestro ahijado
Lucius sonrió mientras también se levantaba y miraba con cierta resignación a su heredero
--¿ahijado?—cuestiono Draco mirando la salida y también levantándose de aquella sala
--Así como Tom, a quien conoces como el Lord, y Severus son tus padrinos, ellos les regresaron el favor un mes después con el nacimiento de su hijo, lamentablemente horas después intercambiaron al niño con otro que había nacido muerto ese mismo día, fue la mayor tragedia de nuestro grupo—exclamo el cuadro del anterior lord— anda ve y alcanza a tus padres, tu madre está contenta con ver de nuevo al niño
Draco asintió y se fue a donde sus padres ya estaban para poder irse, mientras iban al callejón, el menor comenzó a pensar sobre el próximo encuentro, esperaba poder tener un buen inicio con el hijo del Lord, de pronto el pensamiento de que este también era su padrino le llego y le hizo estremecerse, si en lo que se refiere a las calificaciones, sus padres y Severus eran extractos, no quería ni imaginar cómo sería el Lord.
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Caminando por gridum place, sumido en sus pensamientos, iba un castaño con ropa raída, su semblante aunque tranquilo también podría apreciar un cansancio en las facciones del mismo.
Remus Lupin caminaba hasta llegar donde las casas ahí, recordando las palabras escritas en aquel pedazo que había llegado días atrás, observo como aquellas casonas se separaban para permitirle a una, entre ellas, aparecer. Con cautela se acercó para poder entrar, ya que la entrada de esta se encontraba entreabierta y con pasos silenciosos provocados por la espesa capa de polvo camino siguiendo las huellas dejadas por un perro, que le guiaron hasta la cocina, donde entre aquella suciedad se encontraba un hombre con una botella entre la manos, perdido entre sus pensamientos.
--Sirius—exclamo en susurro lleno de cierto anhelo, pero debido al silencio del lugar se escuchó fuerte y claro, provocando que el hombre alzara la mirada encontrándose con aquellos ojos castaños que había extrañado
--Remus— regalándole una sonrisa a su único amigo le saludo—me alegro que vinieras, ven siéntate, cuéntame ¿qué has hecho?
--No mucho Sirius, pero ¿Albus sabe que estas aquí?—cuestiono acercándose y notar la mueca de su compañero ante el nombre del director
--No, él no sabe que estoy aquí, de hecho me pidió que me retirara del país, que él se comunicaría conmigo si había alguna emergencia con Harry, de hecho no me dejo despedirme de el
--Si él te dijo eso deberías obedecerlo—exclamo mientras lanzaba un hechizo de limpieza en la silla que había tomado para ocupar—él sabe lo que hace
-No estoy tan seguro de eso Remus—susurro—estoy preocupado por Harry, lo note muy extraño después de última prueba del torneo, algo paso, algo que lo perturbo y que no quiso mencionar, pero lo más extraño es que me pregunto por sus padres
--Eso no es extraño, somos el único eslabón de Harry con Lily y James, los conocimos más que los profesores
--No, no me pregunto por sus padres como lo había hecho en otras ocasiones, su pregunta era, como si quisiera asegurarse que era hijo de ellos, o por lo menos así me sonó la pregunta, estaba dudando que ellos fueran sus padres
Remus no dijo nada, solo se quedó mirando fijamente a la mesa, sumiéndose en un extraño pensamiento que había tenido el día que Harry había nacido, por algún extraño motivo, su lobo no lo había reconocido como el cachorro de su manada, pero el hecho de que su alfa lo reclamara, le hizo aceptarlo, aunque había tardado más de lo que debía haberlo hecho
--Rem ¿todo bien?—interrogo el animago observando como su compañero fruncía levemente el ceño en señal de alguna inconformidad
--Sí, no es nada, solo recordaba el día del nacimiento de Harry
--Fue un día memorable, los nervios de James y Frank, fue divertido verles caminar de un lado a otro y cuando por fin todo termino el cachorro había nacido
--Pero, hubo algo extraño ese día ¿no lo recuerdas? El sanador parecía perturbado y murmuraba cosas, he incluso quiso llevarse a Harry casi inmediatamente, de no ser por Dumbledore lo hubiera hecho y luego la urgencia de salir del hospital
--Aquello no era extraño, recuerdo que había mortifagos entre los sanadores y aquello fue simple y sencillamente una acción preventiva, posiblemente aquel sanador era un mortifago, que quería llevarse al niño
--Puede ser eso, pero también escuche algunos rumores después, sobre la enfermera que atendió a Lily, algo que la involucraba con algunos bebes
--No pienses en eso Rem, esa época fue oscura
Remus asintió a las palabras de su compañero, pero tanto el como el heredero Balck sabían que eso era una mentira, las cosas se complicaron después de aquello, los mortifagos habían comenzado a atacar, a cualquiera que pudiera dar algún informe de los Potter, quienes por petición de Dumbledore se habían estado escondiendo durante ese año. El silencio que les rodeo después les permitió sumirse en sus pensamientos, uno tratando de averiguar que podía haber perturbado a su ahijado como para dudar de sus padres y el otro intentando convencerse que aquel día no hubo nada malo, aunque su lobo tenía una extraña sensación, misma que a pesar del tiempo se mantenía presente, pero el cariño a su cachorro Harry no cambiaba, el niño se había ganado el cariño del lobo a pesar de no pertenecer a la manada original.
--Espero que Harry pronto se comunique con nosotros—fueron las palabras que rompieron aquel silencio-- le mande el espejo de doble vía
Remus sonrió recordando aquel espejo, un espejo de plata, con runas alrededor y por atrás, con la frase de activación del mapa y sus apodos, si aquel había sido un buen regalo para Harry, una especie de reliquia familia. Algo que les daría libertad para hablar con el joven en cualquier momento.
El silencio se mantuvo entre ambos, Sirius se había encargado de entregarle una botella con cerveza de mantequilla a su invitado, el ligero bostezo de Remus Lupin, le hizo saber a Black que este estaba muy cansado y no era para menos la luna llena tenía poco de haber sucedido y aquello lo había agotado. Un nudo en su garganta se hizo, él no debía sufrir eso, un ser como Remus debía estar libre de aquella terrible maldición, más la vida no era justa, era cruel, muy cruel y él lo sabía.
Poco a poco el cansancio del licantropodo le gano, haciendo que este se recostara en el hombro de su compañero, dejando el aroma le arrullará y permitiéndose descansar como no lo hacía estando solo.
Sirius observo como su compañero comenzaba a dormitar en su hombro, una sonrisa tranquila apareció en su rostro, aquel rostro perdió todos los daños provocados por azkaban, una sonrisa pura. Sus ojos comenzaron a aguarse, su impulsividad había dañado a su ahijado y al hombre que ahora recostaba su cabeza en su hombro, su amado, porque de no haber sucedido aquella terrible tragedia el treinta y uno, su mejor amigo Remus se convertiría en su novio para después ser su esposo, con cuidado acomodo al hombre lobo sobre su pecho, provocando que un suspiro relajante saliera de aquellos labios, lo miro por algunos momentos, para después permitirse también descansar, prometiéndose que nunca abandonaría a su pareja nunca más.
El viejo elfo de la familia, fiel a los Black y que por órdenes debía mantener una actitud hosca con el último de la familia, tomo una vieja manta y lanzo a la pareja, negando con la cabeza ante el dolor que percibía en ellos, habían elegido de forma equivocada y aun no se daban cuenta de aquello, aunque todo parecía que su amo estaba abriendo los ojos por fin, debía avisarle a su ama.
Un nuevo día llego permitiendo que los últimos merodeadores iniciaran el día, el primero en despertar había sido el castaño, se sentía tranquilo, si bien se sentía un poco incómodo debido a su posición, no pudo evitar sentirse avergonzado al ver donde estaba acostado.
Si bien en su juventud aquello era común y provocaba burlas por parte del joven Potter.
Después de incorporarse, decidió salir a comprar algo de comida para ellos, así que cuando regreso se encontró con que el fugitivo había limpiado un poco más la cocina y le sonreía al verlo llegar
--Traje algo para comer
--Gracias Remus, vamos a comer algo y después veremos que hacer
--¿te quedaras aquí?—cuestiono mientras miraba el lugar
--Es el lugar más seguro que tengo—fue su respuesta—aquí nadie me encontrara a menos que to los invito
Sirius hablaba con Remus, recordando alguna broma, cuando la voz del joven se escuchó, el animago saco el espejo y la imagen del joven de cabellos alborotados y ojos color esmeralda ocultos por un par de lentes.
-Harry Hey, ¿Cómo te tratan los muggles?
-Hola Sirius, no estoy con los Dursley—aquella frase hizo que los dos hombre se miraran
-Hola Harry ¿Cómo que no estas con tus tíos?—pregunto Remus entrando en la conversación
-Hola Remus, es que ellos iban a viajar, así que pensé en quedarme en el caldero chorreante como en mi tercer año
-¿Estás ahí?—pregunto con emoción Sirius creyendo poder ir a estar con él en su forma animaga
-No, cuando entre para pedir una habitación un mago me pidió hablar y después de una plática confusa me encontraba en su casa con una serie de clases
-¿Cuál es el nombre de ese mago?—pregunto Remus con expresión seria
-Es Tomas Richmond, es un mago extranjero que tiene un amigo aquí en Londres y decidió venir a visitarlo
-¿y tus clases? ¿Te las da él?
-Sí, el me la inculca la mayoría y otro profesor me da las de pociones, historia y otras
-¿Qué te ha pedido para cuidarte?
-Nada, dice que lo hace porque le recuerdo a su hijo
El silencio después de aquella palabra hizo comprender que mencionaba a un hijo fallecido, la mirada de los merodeadores se encontró, necesitaban conocerlo para estar seguros que él no dañaría a su cachorro y el mejor para hacerlo era Remus.
-¿ya compraste tus materiales?
-Sí, los compre ayer
-Me gustaría conocer a ese tal Tomas, para agradecerle, además podría verte antes de que te vayas a Hogwarts
-Debo preguntarle, ha tenido algunos asuntos que atender, ya que se piensa quedar a vivir aquí—un ligero carraspeo llamo la atención de Harry, quien alzo la mirada
-La cena estará pronto, vete a lavar
-Sí, bien nos vemos mañana, los quiero chicos
El contacto se cortó dejando a los últimos merodeadores, con una extraño sabor de boca, en los dos años que habían conocido al último Potter, nunca lo habían visto tan feliz como en ese momento, si bien les alegraba por el chico la sensación de perderlo con una desconocido se hizo presente y eso no les agradaba.
Esperaban una cita con el mago que había tomado por ese verano a Harry y encontrarle algo malo, por mínimo que sea para que Harry no se encariñara más con él. Tal vez eran egoístas ante ese pensamiento, pero solo esperaban un si para encontrarse.