Había pasado ya una semana desde la apertura de la sala de música, así como también de la mejora educativa de Harry Potter.
Los profesores estaban contentos con l cambio del joven, sobre todo Severus y Tom, aunque la materia de defensa no era muy difícil para el joven.
La mayoría de los alumnos habían olvidado las palabras del sobrero, mientras tanto otros se habían percatado d algunos cambios en el colegio eran pequeños, pero aun así los más observadores miraban aquellos ligeros cambios.
El pocionista más joven de todo Londres en ese momento se encontraba leyendo algunas de las cartas de sus aliados extranjeros, Tom había decidido moverse poco a poco, por lo cual algunas cartas codificadas ya habían sido enviadas, en ese momento el príncipe de la oscuridad estaba leyendo aquellas respuestas, cuando de pronto Huj su elfo principal apareció.
--Señor, el líder goblin le manda esto--exclamó entregando un sobre lacrado del banco.
--Gracias Huj, regresa a casa, cualquier cosa ven a vernos.
--Sí señor, Rinrin mandara un poco de té más tarde para ustedes.
--Gracias
Intrigado por lo que sus aliados guerreros mandaría, no pudo evitar que un suspiro salir de sus labios la mayoría de los magos son incapaces de entender a aquella raza guerrera, sobre todo los extremistas de la luz, pero ellos si lo entendían y respetaban aquellos aliados. Además ellos se encargaban de su dinero, enójalos y el mundo mágico podría conocer de primera mano una crisis económica.
"Estimado Príncipe de la Oscuridad Severus Prince
Me alegro saludarlo y desearle a usted y a su familia las mejores bendiciones de la magia.
Esta carta es para reafirmar nuestra neutralidad ante la posible guarra que se puede iniciar, pero mientras esta no sea pública considere a la raza goblin como aliada de la facción oscura, quien a diferencia de la facción luminosa, así como parte de la facción neutral, nos ha dado el reconocimiento que merecemos.
Debido a esa alianza, me complace mandarle los dos documentos anexados a esta carta, esperando que sea de su agrado, esperamos con ansias de sus ideas en inversiones y leyes para el beneficio de la magia en general.
Mediante el siguiente documento.
El banco de Gringotts, reconoce a Harry James Potter Evans, bajo la custodia por medio de adopción, al matrimonio Prince-Snap, conformado por Thomas Prince y Severus Snape, ante el banco y el ministerio de Magia, el joven estará bajo el cuidado de los anteriormente mencionados hasta su mayoría de edad, por lo que el banco Gringotts los reconoce como proxys de la casa Potter ante el wisemont, hasta que el joven tome su puesto como Lord de la antigua y noble casa Potter.
Atte. Lord Arweinydd
Director de Gringotts.
Por el siguiente documento se hace de conocimiento ante el banco mágico Gringotts que el joven conocido como Harry Potter, quien es reconocido como el último Potter, es en realidad el heredero biológico del matrimonio Riddley-Snape: Harry Riddley-Snape, quien había sido sustraído del cuidado de sus padres horas después de su nacimiento y puesto bajo el cuidado del matrimonio Potter de forma ilegal.
Siendo recuperado y presentado ante el banco el día 17-de agosto del presente año.
Atte. Lord Arweinydd
Director de Gringotts."
Severus no pudo evitar sonreír ante los documentos que tenía en mano.
El primer documento que tenía en sus manos era la pantalla, ante el ministerio y Dumbledore ese sería el documento de la adopción y el segundo era el reconocimiento de la verdad, una vez que Dumbledore fuera destruido.
La supuesta adopción será dada a conocer en octubre, justo cuando la verdad de Harry Potter con los muggles, se diera a conocer, su pequeño había estado disfrutando de sus clases, pero sabía que debía indicarle la fecha exacta, Harry no quería que nadie lo supiera, pero habían logrado convencerlo de que solo los integrantes del wisegant lo sabrían.
No pudo evitar gruñir, debían poner algunas trampas o noticias más codiciosas para Skeeter.
Suspiro mientras guardaba el documento pensaba en lo que le contaría esa noche a su pareja y para festejar el documento, castigaría a Harry para cenar en familia.
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Mientras en el colegio una familia se preparaba para celebrar una pequeña reunión en lo más profundo del ministerio un hombre caminaba de forma lenta y elegante, mirando con pereza el lugar donde se encontraba: la sala de profecías.
En aquel salón se hallaban un sinfín de orbes que contenían versos de profecías, sin importar si eran reales o falsas, solo los inefables sabían de aquello, pero no rebelaban esa información, si a los involucrados no les importaba, porque ellos debían dar a conocer lo que sabían. Aunque si eran sinceros muy pocas veces los involucrados se enteraban que eran parte de una profecía, así como también aquellos que las conocían, tendían a involucrarse.
Para ellos no era una sorpresa que una falsa profecía, dicha en forma de juego o por culpa de algún agente externo, se cumpliera debido a la estupidez humana.
El hombre caminaba mirando cada hilera de orbes, le habían dado la misión de buscar el orbe correspondiente a lo escuchado por Dumbledore, en ese momento no importaba que fuera verdadera o falsa, solo había que localizarla, camino por los angostos espacios buscando aquella que había causado tanto alboroto en dos familias luminosas y la encontró, encontró la baratija de cristal, como le gustaba llamar a esas cosas.
Ahora debía avisarle a su maestro para que viniera a buscarla y así saber si era real o falsa, después de saber aquello, algunos movimientos se modificarían, serian mínimos, pero lo harían.
Pensó en uno ya estaba en proceso, el príncipe, maestro en su arte, estaba por terminar la poción que ayudaría a la recuperación de aquellas almas atormentadas, así como también los planes para una fuga silenciosas de aquel lugar, ya algunos de ellos ya estaban involucrándose en la prisión.
Para cuando se dieran cuenta, ya sería demasiado tarde, el gobierno tan inepto que los "guiaba" caería fácilmente.
--¿Encontraste lo que buscabas?—cuestiono uno de los inefables del lugar
--Lo hice, debo retirarme, tengo un asunto que atender, es posible que tengamos que venir de nuevo
El encapuchado asintió comprendiendo las palabras dichas por su compañero, debido a la capucha no se mostros la incredulidad, ni la emoción ante dichas palabras: su maestro había vuelto, por eso la necesidad de buscar el orbe.
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Albus Dumbledore estaba furioso, la reapertura del viejo salón de música y aún más que fuera Filius Flitwick, quien tenía cierto conocimiento de la magia musical, diera la clase estaba mal.
Dejo que aquellos pensamientos desaparecieran, para centrarse en la falta de información.
Él estaba más que seguro que Voldemort regresaría durante la final del torneo de los tres magos, de ahí que Potter estuviera en el evento, pero no fue así, la tranquilidad en la que ambos chicos habían regresado le causó molestia, más porque él esperaba una tragedia, más concretamente la muerte de Diggory, pero no fue así, ambos jóvenes se hicieron con el triunfo y ahora el joven Hufflepuff estaba como reserva en uno de los equipos d quidiccht más reconocido del país.
Mediante toda la farfalia de la clausura, no pudo investigar que había pasado, ya que en ningún momento se encontró con el joven y Potter estaba aislado de casi todos, había achacado aquel comportamiento por el tener que volver con la familia muggle.
Ahora tenía que convencer a la orden del fénix que los chicos habían sido obliviatados y que Voldemort había regresado, si bien la mayoría de los integrantes de la orden toman su palabra con ley, no así muchas personas en el mundo mágico. De ahí la necesidad de que el auror Kingsley les hiciera un chequeo, para poder tener un respaldo de sus palabras, pero el hombre estaba en una misión y no regresaría hasta finales de aquel mes.
Lo único resaltante que pudiera acreditar al lord oscuro era el fiasco de la final de quidiccht, pero no era mucho.
Si no conseguía más información, tendría que recurrir a viejas prácticas, ya tenía en la mira a la familia que será atacada para ese fin.
Estaba también esperando el momento para llamar a Lupin y a Black, al primero para enviarlo con los hombres lobos, con la esperanza de debilitarlo estando lejos de su pequeña manada, mientras que Sirius debido a su terrible situación solo podría entregarles la casa de sus padres como base para la orden, así mientras él se lamenta de su situación, podría sacar los libros que más ansiaba de aquella casa.
Odiaba sentirse como ese momento, atado de manos, pero no podía hacer muchos movimientos porque si no las facciones oscuras y neutrales comenzarían a hacer preguntas y la lista para que los “mortifagos” ataquen aumentaría.
Por el momento debería dedicarse al colegio y sobre todo de investigar a Prince, un pariente lejano de Severus, tenía que evitar que estos tuvieran un trato más que cordial, a él no le convenía que su espía tuviera conciencia de parte de su herencia, lo necesitaba atrapado en el colegio y seguir utilizando su culpa para que pudiera ser sacrificable como muchos otros, tal vez debería ayudar a la maldición del puesto para que el Prince se fuera pronto, seria complejo debido a que los alumnos comenzaban a adorarlo debido a su eficiencia en la materia.
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La sala común de Gryffindor quedaba vacía como todas las noches, solo algunas mascotas que recorrían los objetos que dejaban los alumnos, así como el crepitar del fuego que se consume.
Observando aquello la pintura invisible de Godric, buscando entre aquella pequeña manada de leones a los dignos y ubicando aquellos que se han puesto el disfraz de su casa.
Los rumores, así como también chismes sin fundamentos, le hacían estar en ese lugar, la lealtad a las familias, mismas que no son leales a sí mismas, el hombre en la pintura negó para después desaparecer y tomar una forma más fantasmal y recorrer los pasillos milenarios de aquel lugar, estaba a punto de recorrer el lugar para poder dirigirse a sus dependencias privadas.
--Godric--la voz de Salazar le hizo detener su caminata furiosa y ver a su viejo amigo
--Salazar ¿qué sucede?
--Tengamos un duelo en nuestra área
Godric parpadeo confuso pero aceptó aquello.
Rowena y Helga eran muy buenas compañeras para tener conversaciones, pero con Salazar tenía duelos increíbles, de ahí que se dividieran la clase de duelo en la antigüedad.
Fueron a su área conjunta y después de la reverencia oficial, comenzaron el duelo, los antiguos hechizos de ataque y defensa, habilidades que solo dos excelentes duelistas tenían con el tiempo.
Cayeron exhaustos con sonrisas idénticas, ambos habían extrañado los duelos entre ellos.
Salazar había visto el comportamiento derrotista de su compañero cosa que le molesto, Godric era valiente y orgulloso, pero desde que se habían encontrado aquel Godric había desaparecido.
Entendía que el comportamiento de su compañero era debido a la culpa de sus antiguas discusiones, mismas que habían sido exageradas por los historiadores y que ponían a su compañero en un pedestal, cosa que molestaba al líder original de los leones.
--Ambos somos culpables
--¿Que?
--Que ambos somos culpables, nuestro orgullo ganó por sobre nuestra amistad, permitimos que otros se encargaran de llenarnos con tonterías
--Debimos hablar entre nosotros, pero estábamos tan llenos de mentiras que no pensamos lo que hacíamos--fue la respuesta de Godric
--Cierto--exclamó Salazar--ahora dejaras tu actitud, quiero al anterior Godric
--Está bien, el viejo Godric regresará--exclamó con una sonrisa--lamento lo que hizo Dumbledore con tu heredero
--Olvídalo, fue Dumbledore quien corrompió tu casa, por cierto agradezco lo de Tom
--No hice gran cosa, solo acepte al mejor para mi materia
Y con esas palabras ambos espíritus comenzaron su andar para poder abrir nuevas aéreas y recuperar el catillo que en el pasado le había pertenecido y de poner en orden su viejo sueño con la intensión de que volver a ser lo mejor de toda Europa.