Capítulo 1
"Para los Betas la vida es mucho más sencilla, ellos tienen libertad en todos los aspectos: Deciden a quien amar, trabajan en lo que quieran y no tienen que preocuparse por los infernales celos, sin dejar de lado la estúpida actitud de dominante y dominado que representamos el resto de los individuos sin las características Betas.
No se puede decir si el maltrato hacia los Betas es mucho más grande que el de los Omegas y viceversa, pero tengo que decir... Múltiples veces tuve que pasar por situaciones bastante arriesgadas, costándome varios pedazos de mi dignidad, infortunadamente abriéndome los ojos a que este mundo es mucho más cruel y turbio ¿Pueden creer que pensaba que los Alfas y los Omegas podían ser amigos?... Claro que pueden, siendo "amigos con derechos" con algunos intereses más allá de la pureza de la amistad. La mayoría me deben creer loco, pero, estoy en total desacuerdo de hacer cosas que no se quieren y más si te están obligando, negándote la libertad de decidir que por derecho es tuya.
En serio, odio ser un Omega, si tuviera la posibilidad de cambiar eso... Creo... Qué sería más feliz...Es mejor no aferrarse a fantasías que solamente existen en los cuentos de hadas.
Ya para terminar, solo quiero dejar esta pregunta: ¿Desearían cambiar lo que son?"
Atte. Mercurio.
—Y… Postear ¡Vaya! Hoy si le impregné más sentimiento que las otras veces.
—¡Pietro, la comida ya está lista!
—Ya voy para allá.
Cierro mi computadora y me encamino hacia la puerta de mi habitación, al salir de esta observo un cuadro con una foto de mis padres, la miro por un tiempo luego me dirijo hacia la cocina. Mi hermana Wanda terminaba de hacer la mesa mientras su esposo Mark miraba su computadora en la sala, parecía completamente inmerso en lo que hacía. Wanda se percató de mi observación haciéndose a mi lado.
—Tiene mucho trabajo que hacer—Menciona—Tengo que concentrarme que coma porque... Es difícil que lo haga el mismo.
Wanda da un leve suspiro y se encamina a traer al susodicho a la mesa.
Mi hermana tiene un extraño complejo de madre, queriendo proteger a las personas, cuidarlas, alimentarlas, etc. Debería tener hijos... No, eso sería lo peor.
—¡Wanda solo ve a comer y déjame terminar mi maldito trabajo! —Escucho al momento de probar mi primer bocado.
—Mark, no has comido nada en todo el día, por lo menos acuéstate con algo en el estómago.
—Si no fuera porque tengo que ser de niñera y solventar este "hogar", comería más de lo que debería o ¿Sabes qué? No solamente eso, ¡Tendría una vida mejor!
—¿Qué estás queriendo decir? —Digo levantándome de la mesa, dirigiéndome a la sala- Según tú ¿Por nuestra culpa no tienes la vida de un rey?
Wanda voltea a mirarme diciéndome que me calmará.
—¡Oh! Parece que no lo deje claro, déjame decirlo en otras palabras. Tú y tu hermana son el más grande tajó en el culo, que he tenido.
—¡Maldito! —Me acerque quedando a centímetros de su rostro—Para que lo sepas Wanda trabaja, yo también lo hago, en la cuestión de mantener este "hogar" tú no tienes nada de qué hablar, además, el único que, si es un tajo en el culo aquí, ¡eres tú!
Las marcas de un encolerizado Alfa aparecieron juntas en ese momento: El ceño fruncido, el rechinar de dientes, la manzana de Adán temblando por la interrupción de un gruñido y el más característico de todos: el olor imponente que emanaba de él, intentando que tomara una posición de sumisión y me disculpara por lo que había dicho.
Mark se preparaba para atacarme con todo lo que tenía.
—Si no fuera por mí, pedazo de mierda-inquirió—Tú y tu querida hermana estarían tan violados que sus tripas saldrían de lugares que no deberían salir.
Mi sangre se calentó al momento de escuchar eso, Wanda se dio cuenta de mi estado y se interpuso en mi camino parándose a espaldas de mí mirando a Mark.
—Ya basta, por favor solo... Detente, si no quieres comer está bien te lo guardare para otro momento, pero nunca vuelas a decir algo como eso—Wanda puso sus manos en los Bíceps del contrario masajeando de arriba abajo.
Aunque le hablo de manera tajante, su cuerpo estaba en completa sumisión; de ella se desprendió el olor característico tranquilizador que en pocas palabras: Calma al Alfa enojado. Poco a poco el iracundo Alfa se le había bajado los humos y de alguna u otra manera sirvió también para mí.
No puedo dejar de pensar en lo desagradable que es ver a algún Omega doblegarse. Desagradable en muchos sentidos.
—Bien, comeré algo—Dijo el Alfa después de un minuto de silencio.
—Que les aproveche. No quiero ser parte de esta ridícula cena.
Caminé hacia las escaleras tratando de salir de la situación. Al poner mi mano en barandal sentí como algo me detenía, voltee a mirar y Wanda me observaba de manera suplicante, rodee los ojos e intenté soltarme, pero ella atenuó el agarre, suspiré y con el mayor de los disgustos volví a retomar mi asiento, al parecer yo también era algo manipulable.
La velada funcionó en silencio, el ambiente se podía cortar con un cuchillo, solo por algunos momentos Mark tomaba su celular y hablaba con alguien de la oficina. Al terminar me encaminé a mi cuarto, momento después Wanda entra detrás de mí.
—¿Vienes a poner escusas sobre su comportamiento? —dije sentándome en mi cama, cruzando los brazos.
—Solamente está estresado Peter, no era su intención.
—Pues no parecía. Sabes, yo creo que varias veces se imaginó diciéndome eso.
—Hablaré con él...
—¿Cuántas veces has dicho eso Wanda? ¿Acaso ves que algo haya cambiado de todo lo que has hablado? —Mencioné negando con la cabeza.
Wanda quedó en silencio mirando hacia el piso, luego mencionó:
—Gracias a él estamos protegidos Pietro... Sé que es difícil no solamente para los dos sino también para él, nuestras vidas cambiaron de un momento a otro, y aunque no queramos ahora somos una familia, debemos estar juntos, comprendernos y lo más importante tenernos paciencia. Ya vas a ver que al pasar el tiempo las cosas van a mejorar.
Ella se despide dándome un beso en el rostro, luego sale de mi habitación cerrando la puerta detrás de sí.
En la soledad de mi habitación, la palabra fragilidad se quedó grabada en mi mente, a pesar de que Wanda tenga esperanza, para mí las cosas iban de mal en peor, pero no se lo haría ver a ella, es mi hermana, la única familia que tengo. Cuando las cosas se vuelvan difíciles velaré por su espíritu, al final ella es la que más se tiene que aguantar a ese tipo.
El timbre de mi celular me sacó de mis cavilaciones. Deslicé mi dedo en la pantalla y escribí la clave. Era un mensaje de Ororo:
"Parece que ya sé quién va a ser tu media naranja, te lo mostraré mañana, por ahora duerme bien chiquito"
Atte., Tormenta.
¿Qué locura me esperará mañana? Solo espero que mi dignidad no sea robada completamente.
...
—Entonces, ¿no podrás terminar tu experimento?
—No.
—Que mal, tanto tiempo y esfuerzo que has gastado en eso—dice tomando un sorbo de su Whisky--Por lo menos, creaste ese "súper mega supresor" de los chinos que te hace aguantar por cuanto... ¿dos meses?
—Un año.
Se atraganta con el Whisky y empieza a toser, después de un momento su tos se calma.
—¿Has estado un año sin hacer nada de nada? sí que estás loco amigo.
Ignoró su comentario.
—Si quiero continuar tengo que encontrar a alguien más, y eso sería un imposible.
—¿Qué tal si no lo fuera? —dice haciéndome fruncir el ceño.
—¿Qué quieres decir?
—Conozco a alguien con las características necesarias para continuar con lo tuyo, además de ser un buen partido.
Me entrega un folder con papeles adentro, ojeo las primeras páginas. Mi ceño se frunció mucho más que la vez anterior.
—Esto debe ser una broma.