MÁSCARAS EN RED

Jonouchi se despidió de sus compañeros de Instituto y partió hacia su casa, con el único deseo de acostarse pronto y descansar. Dos de sus amigos lo habían invitado a un boliche. A pesar de que le parecía una propuesta divertida, en ese momento le resultaba inoportuna y se excusó.

En otras circunstancias no se hubiera negado, pero esa noche se encontraba agotado, en gran parte debido a un brote de fiebre que tuvo por la tarde y que aún no se desvanecía. También por haber dormido apenas unas horas en los últimos dos días. Esto debido a que se le habían acumulado un montón de materiales de cara a la prueba que acababa de tener. Algunos por los días que había faltado a clase; pero la gran mayoría eran repartidos que no había leído por su pésima costumbre de postergar las horas de estudio por chat improductivos.

Esto derivó en que tuviera que estudiar el contenido en apenas dos noches, haciendo malabares con el tiempo, ya que no podía darse el lujo de sacarse una mala nota. El Instituto, aparte de ser privado, era carísimo.

Había tratado de pedir el día libre por estudio en su trabajo, pero su jefa no se lo otorgó, argumentando que su compañera aún estaba de licencia médica y era prácticamente imposible hallar un reemplazo tan cerca de la fecha, en apenas un día.

Y la actividad del local, como siempre, no le daba un respiro.

Lo único que podía rescatar de aquel día era que tenía la impresión de que en la prueba le había ido espectacular. Ojalá no fuera solo una impresión.

Por lo que había intercambiado con sus compañeros, no era el único al que le había parecido que el profesor se había apiadado de ellos y había elaborado un examen ni por asomo lo complicado que podía haber sido.

Cuando se adentró en la sala de su hogar, se sorprendió al notar que Atem estaba de visita, cenando con su madre y su hermana. Era extraño, ya que generalmente el novio de su hermana prefería evitar a su familia. Jonouchi se preguntó qué habría cambiado ese día.

—¿Cómo estás? —lo saludó mientras pasaba junto a la mesa, sin detener su camino hacia las escaleras.

—Bien —murmuró Atem sin mucho interés en instalar diálogo, al menos con él.

Lo cierto es que ya estaba acostumbrado. Según algunos fragmentos que recordaba de los reproches por faltar a la pizzería que su madre le hacía con frecuencia, Atem le guardaba algún rencor por una salida o dos frustradas con Shizuka. Pues, se estaba enojando con la persona equivocada.

—¿No te quedas a cenar? —le preguntó su madre cuando ya había ascendido un tercio del total de los peldaños.

—Prefiero ir a dormir —se excusó sin querer observar las reacciones de los demás, y subió más rápido.

Tras una ansiada ducha, Jonouchi tomó el celular de su chaqueta y se desplomó sobre la cama. Lo encendió para programar la alarma una hora después de lo que acostumbraba, aunque tuviera que salir corriendo a trabajar al día siguiente.

En eso vio que tenía tres mensajes de texto. Los abrió y notó que lamentablemente eran mensajes obscenos de uno de los usuarios del chat al que había cometido el error de darle su número. Eso ocurrió un par de meses atrás. Al inicio todos los usuarios del chat son unos angelitos.

Aunque había bloqueado su número, cada dos por tres le escribía desde un SIM nuevo.

Jonouchi lo bloqueó por enésima vez y entró al chat para asegurarse de que no le estuviera escribiendo por allí tampoco. Porque lo mismo hacía: le bloqueaba una cuenta y le escribía desde otra que se abría. En ese chat era muy fácil registrarse una y otra vez. Claro que eso Jonouchi lo aprendió tras muchos días de uso.

Por el momento no había recibido nada, aunque podía tratarse de cualquiera de sus contactos añadidos recientemente fingiendo. Por costumbre, respondió rápido y escuetamente todos los mensajes de sus amigos consultándole por su desaparición, hasta que en un momento se dio cuenta de que estaba desperdiciando valiosos minutos en los que podía estar durmiendo. Abandonó esta tarea y visitó su propio perfil para cerrar sesión.

En ese momento, al pasar por la lista de amigos, su atención se posó subconscientemente en el usuario Setockr, que estaba conectado. Había algo sobre ese usuario que no lograba recordar.

Jonouchi visitó su perfil para salir de dudas, y al ver la nueva imagen de perfil que tenía publicada, se acordó de sus sospechas de que esa cuenta fuera verídica.

Recordó también como Seto se había molestado —o al menos eso le parecía—con una de sus preguntas personales. ¿Estaría en lo cierto?

Jonouchi se decidió a enviarle un mensaje para confirmarlo. Si lo continuaba ignorando, seguramente estaba enojado o al menos incómodo.

Dominósxcboi: Hey!

Y mientras pensaba en ello estuvo a punto de dormirse, pero no lo hizo porque su mente seguía tejiendo conclusiones que difícilmente pudiera recordar de manera consciente.

Se despabiló un poco y recargó la página. Para su sorpresa, Seto le había respondido de inmediato.

Setockr: Hola, ¿cómo estás?

Jonouchi sabía que podía sacar muchas conjeturas de un mensaje tan neutral como ese, pero respondió rápidamente para evitarlo y fue al grano.

Dominósxcboi: Bien, estoy por irme a dormir. Creí que estabas enojado.

Si al menos Seto estaba enojado y no quería referirse al asunto, Jonouchi le había ahorrado ese paso.

Setockr: No... ¿Por qué tendría que estar enojado?

Jonouchi se preguntó si realmente no lo estaba o estaba fingiendo. O si incluso no recordaba a qué se refería porque recibía muchos mensajes a diario. Entonces tomó la precaución de ser más específico.

Dominósxcboi: Creí que te habías ofendido con mi pregunta y que por eso te desconectaste.

Seto respondió al instante:

Setockr: No... El otro día me desconecté porque tenía que despertarme muy temprano y, aunque no tenía sueño, si seguía usando el celular nunca iba a dormir. Luego me olvidé de responderte, jaja.

Jonouchi rió también. Era la misma situación que él estaba atravesando en ese momento. Lo recomendable era despedirse y descansar. Pero sentía, aparte de un extraño alivio, curiosidad de por qué alguien como Seto entraría en un chat como aquél, con su consabida reputación.

Viendo la nueva foto de perfil que había publicado, dado su aspecto, no le resultaría muy complicado ser popular. Debería tener varias propuestas de actividades que hacer con sus amigos —¿o su novia?— a las once de la noche.

Dominósxcboi: Menos mal, jaja. Por cierto, me gusta la nueva foto que subiste.

Jonouchi se quedó observando con detenimiento la imagen. Se podía ver en el monitor la fecha de unos días atrás. Parecía que la había sacado así a propósito. Quizás alguien le había insinuado que su cuenta estaba usurpando una identidad o algo por el estilo. Lo cierto es que ahora despejaba muchas dudas. Aunque Jonouchi aún no estaba seguro de que el color de sus ojos fuera natural...

Setockr: Ah... jaja. Me has recordado que tengo que borrarla.

¿Borrarla? Jonouchi consideró si Seto había subido la foto para una usuaria o usuario en particular. Si no, ¿por qué borrarla? Si era una forma de que las personas constataran la veracidad de la cuenta.

Dominósxcboi: No la borres. Me gusta mirarla jaja.

Jonouchi echó un vistazo a los amigos que Seto tenía. Apenas había agregado dos amigos más: dos chicas de Dominó también.

Setockr: Um... ok.

¿Um? ¿Qué diablos significaba "um"?

Dominósxcboi: Sí, prefiero como se te ve casual a cómo te veías con toda la producción de la fotografía anterior. Más espontáneo tienes más encanto.

Era cierto, su cabello no se veía tan lacio en esta nueva foto; varios mechones se curvaban hacia afuera y su cerquillo no era tan regular. Pero esos ojos azules desencajaban siempre, en medio de sus facciones asiáticas. Debían de ser lentes de contacto, se veían tan artificiales.

Notó que Seto había respondido luego de que Jonouchi estuviera alrededor de cinco minutos analizándolos.

Setockr: Bueno, no era mi intención dejar publicadas fotos mías, pero supongo que puedo hacerlo. ¿Qué podría salir mal?

Jonouchi no se sorprendió de tanto recaudo a la hora de publicar fotos en este tipo de sitios. No sabía lo que Seto hacía en su cuenta con lujo de detalles —aparte de agregar usuarios de Dominó—, pero siempre se corría el riesgo de ser identificado por la persona menos adecuada. De todas formas, las personas de Dominó que entraban a ese chat eran contadas con los dedos de la mano prácticamente, y aunque había cientos de usuarios de Tokio, en una ciudad de millones de habitantes, la probabilidad de que uno de ellos conociera a Seto era mínima. Al menos eso le dictaba el sentido común.

Dominósxcboi: ¡Genial! ¿Y qué estás haciendo?

Jonouchi se percató de que otros usuarios le estaban escribiendo más mensajes, aparte de los que aún no había leído. No tenía intención de responder en ese momento, pero las notificaciones le estaban resultando bastante molestas. Más aún cuando estaba abocado a un chat en particular. Entonces cambió su estado de online a offline.

Setockr: Estoy chateando contigo, ¿no? Pensé que sería más obvio... Jaja. Ok, no estoy haciendo nada. Tengo cosas que debería estar haciendo, pero voy a procrastinar hasta juntar las suficientes ganas de hacerlas.

Dominósxcboi: Ah, jaja. Creí que estarías por salir o algo por el estilo. Debe haber cientos de cosas para hacer en noches como estas en Tokio. Nada que ver con nuestra aldea, jaja.

Jonouchi se aguantó las ganas de preguntarle si vivía solo o no. Quizás vivía con su novia... Aunque si fuera así saldrían igual. ¿O no? Si no, debía de ser una relación sumamente aburrida.

Setockr: Sí, debe haber. En realidad no tengo idea, no es mi prioridad salir. Ahora tengo cosas atrasadas para estudiar, pero aun si no las tuviera, estaría haciendo otras cosas... Como mejorar mi escritura con la mano derecha o algo así.

"¿Qué?"

Jonouchi consideró por un momento que le estuviera tomando el pelo. Era tan difícil discernir el tono con el que las personas habían escrito sus mensajes a la hora de leerlos; y con Seto mucho más. Decidió responder de forma seria, aunque era bastante confuso... o estúpido.

Dominósxcboi: ¿Y por qué haces eso?

Jonouchi recordaba vagamente haber escuchado o leído por ahí que hay un período durante la niñez en el que era más fácil incorporar y desarrollar actividades físicas, como ser ambidiestro por ejemplo. No sabía los detalles científicos con claridad y tampoco le interesaban; su conocimiento de biología era el necesario. Fuera una teoría verídica o no, en su caso habían acertado.

Setockr: Por precaución, en caso de que no pudiera usar más mi mano izquierda. Igual no me ha ido muy bien con eso. Espero progresar.

Dominósxcboi: Tendrías que haberlo practicado de niño, te iba a resultar más fácil.

Al menos su experiencia le decía que era así.

Jonouchi cayó en la cuenta de que la conversación se había tornado un poco absurda. No sabía si era por su cansancio, por sus ganas de dormir o porque era de los temas de conversación más ridículos e intrascendentes de los que había chateado alguna vez. La verdad, estaba perdiendo el tiempo. Decidió despedirse y descansar de una vez. El que acababa de abrir era el último mensaje que le iba a responder.

Setockr: Cuando era chico no pensé que era necesario.

Jonouchi presionó el botón de responder a la vez que bostezaba. Ni siquiera tenía que despedirse, podía ir a dormir sin más y dejar a Seto esperando una respuesta, si realmente la esperaba. Optó por esta opción cuando sus párpados estaban cerrándose solos. No le gustaba dejar las conversaciones en suspenso., y no acostumbraba a hacerlo. Estiró su mano hacia la mesa de luz y dejó el celular allí arriba. Se dio media vuelta y se dispuso a dormir de una vez por todas. No le iba a tomar demasiado tiempo conciliar el sueño. Suficiente de chats improductivos. Tenía un trabajo y una carrera que eran su prioridad. Seto podía tomarle el pelo a alguien más que no tuviera nada que...

Jonouchi se sentó de golpe en su cama, a la vez que el último mensaje regresó a su mente.

"Cuando era chico no pensé que era necesario."

¿Y ahora lo era?

Jonouchi agarró el celular nuevamente, en el que aún estaba abierta la ventana para responder.

Dominósxcboi: ¿Pero tú tienes algún problema específico en la mano o solo se te antojó prevenir por prevenir? Jaja, porque te podría pasar que no pudieras usar más muchas partes de tu cuerpo. No podrás prevenir todas. Imagínate, jaja.

Era cierto. Podría perder una pierna, la visión, el habla... tantas cosas. Era algo que no se podría prevenir. Estaría perdiendo el tiempo.

Actualizó la página y para su sorpresa Seto aún no había respondido. Dejó el celular sobre la almohada y fue al baño a mojarse los ojos para despabilarse. Cuando levantó la vista, contempló en el espejo que los tenía rojos de irritación. Dormir tan pocas horas en dos días había sido una hazaña. En tres era imposible.

Se volvió a acostar y se fijó si tenía una respuesta, pero no era así. En ese momento cayó en la cuenta de que tenía sed. Pero no quería bajar a la cocina por agua. No sabía si aún estaban cenando abajo o si a esta altura Atem se habría ido a su casa.

Actualizó la página por tercera vez y nada. Bueno, quizás Seto se había vuelto a desconectar como le había dicho que hizo la conversación anterior. Sin embargo, al ir a su perfil para cerrar sesión, vio que Seto aún estaba conectado. Tuvo una sensación de deja vú que le causó gracia.

Justo en ese momento Seto respondió, alrededor de quince minutos después.

Setockr: Tal vez estés en lo cierto.

¿Tal vez? Jonouchi ya sabía que tenía razón. ¿Por qué no respondía su pregunta? Tenía la impresión de que, con darle la razón, Seto evitaba responderle.

Dominósxcboi: Yo escribo con ambas manos. Con una japonés, con la otra escribo en urdu.

Jonouchi decidió no insistir con la pregunta, ya que existía la posibilidad de que Seto le estuviera tomando el pelo. Sin embargo, la rapidez con la que ahora le había respondido lo hacía dudar al respecto.

Setockr: Eso es genial. ¿Por qué urdu? ¿Tienes padres extranjeros?

Jonouchi suspiró fastidiado. Si Seto no respondía sus preguntas, ¿por qué hacerlo él? Aun así respondió.

Dominósxcboi: No, mis padres son japoneses. Pero se separaron cuando yo tenía seis años. Mi madre comenzó una relación con un empresario paquistaní y nos mudamos a su país, así que tuve que aprender el idioma. Sobre todo para entender y rendir en la escuela. Por suerte se separaron a los dos años más o menos. Mi madre nunca se adaptó, sobre todo por la religión. Nosotros tampoco.

Luego de enviar ese mensaje, Jonouchi se preguntó por qué había puesto "nosotros", si su hermana apenas tenía un año cuando se fueron. Y era aún muy chica cuando regresaron. Apenas recordaba alguna cosa de ese período. Quizás ya no estaba en condiciones de escribir más nada.

Setockr: Debe ser genial dominar dos lenguas tan distintas, ¿no? Bueno, si son distintas. La verdad no tengo idea.

Jonouchi coincidía en que ser bilingüe tenía sus ventajas, pero en su caso hubiera preferido que esta segunda lengua se tratara de otro idioma, ya que no le era de utilidad en su vida cotidiana.

Dominósxcboi: Sí, lo es. Yo preferiría haber aprendido otro idioma, como alemán o francés. Siempre me parecieron más románticos.

Setockr: Jaja, no tengo ni idea. ¿Qué se supone que haga una lengua más romántica que la otra?

—Ya está —se dijo Jonouchi.

Otro día, con otro ánimo, se explayaba al respecto. Ahora quería dormir.

Dominósxcboi: Yo ya me voy a dormir. Que tengas buenas noches.

Cuando visitó su perfil para cerrar sesión, por enésima vez ya, Seto le había respondido. Debía ser el usuario que respondía más rápido —salvo ciertas excepciones—. Qué clase de dispositivo utilizaría para entrar al chat?

Setockr: ¿En serio? Es temprano aún. Yo quiero seguir chateando contigo.

Jonouchi observó la hora en su celular. Veintitrés y treinta y ocho. Sí, sería temprano, muy temprano, en otras circunstancias.

Dominósxcboi: Ya sé, pero tengo que ir a trabajar temprano. Aparte estuve con fiebre y creo que aún lo estoy.

Jonouchi esperaba recuperarse completamente para cuando fuera a trabajar. No creía poder soportar otra jornada laboral en esas condiciones.

Setockr: :(

Jonouchi se mordió el labio inferior, negando con la cabeza.

Dominósxcboi: Ok, supongo que puedo quedarme despierto algo más.

Pero la realidad era que no. Los párpados le pesaban demasiado.

Setockr: No deberías ir a trabajar si te sientes tan mal.

"No es tan fácil" pensó. Y quizás era lo que pretendía responderle, pero no llegó a hacerlo.