Amane llegó a la casa de su hermano en menos de diez minutos, lo cual era fenomenal porque significaba que aún tendría media hora para ver el nuevo capítulo del anime que estaba siguiendo. En realidad tenía veinte minutos antes de la próxima materia, pero no le molestaba perderse diez de la clase de química. La materia la aprobaba con un siete y hasta el momento su calificación era nueve, así que no encontraba de qué preocuparse.
Su hermano le permitió usar la computadora mientras él terminaba de revelar unas fotos, no sin antes advertirle que en media hora iba a necesitarla. Y dejarle claro que no creía que su profesora de filosofía faltara tanto.
Amane no le dio importancia y sin perder más tiempo abrió el vídeo. El internet de Ryou era muy lento, así que decidió esperar a que se cargara unos cinco minutos y mientras tanto revisó su correo.
Que su vídeo cargara lento era molesto. Que su bandeja de correos estuviera llena de spam era más molesto.
Decidió aprovechar esos cinco minutos —o más bien cuatro— para ver en qué andaban sus amigos del chat. Era una página para celulares, pero también podía visualizarse en un ordenador de escritorio. Además, estaba sin saldo en su móvil.
Nueva solicitud de amistad: ¡a Setockr le gustaría ser tu amigo! Puedes visitar su perfil para aceptar o rechazar su solicitud mediante el siguiente enlace.
Amane abrió el hipervínculo para revisar la información. Se trataba de un chico de Tokio, de 19 años y con un solo amigo. Frunció el ceño al notar que no tenía fotos de perfil ni un sitio con fotos propias.
Amane17: Hola le envió, sin aceptar aún la amistad.
Revisó el vídeo. Apenas había cargado un tramo de aproximadamente treinta segundos. Y ya se le habían escurrido tres de los cinco minutos. ¿Por qué su hermano no podía pagar un plan de internet con una velocidad decente?
Volvió al chat.
Setockr: Hola, ¿cómo estás? Mi nombre es Seto. Te agregué porque yo también soy de Dominó, aunque hace un año y medio que me mudé a Tokio.
Amane negó con la cabeza mientras escribía la respuesta. Ya había olvidado que tenía esos datos en su perfil.
Amane17: Bien Seto, soy Amane. La verdad es que aún no soy de Dominó. Yo vivo en Nagasaki. Me mudaré a Dominó el año próximo, mi padre consiguió un buen trabajo allí.
Sus cinco minutos pasaron y el vídeo apenas había cargado un tramo menor a un minuto.
Reflexionó sobre si era mejor seguir esperando o descargarlo y verlo en su celular luego. El capítulo duraría al menos veinticuatro minutos. Definitivamente era su mejor opción y procedió a bajarlo.
Setockr: ¿De Nagasaki? Vaya... siempre quise saber cómo es vivir en un lugar donde cayó una bomba atómica.
—Este idiota —murmuró. Si ese era su mejor tema para una conversación, Amane no tenía el más mínimo interés. Podía ver un documental al respecto y no hacerle perder su preciado tiempo.
Amane17: La bomba no "cayó", la lanzaron los norteamericanos; ¿ok? Ignorante.
Encima el tipo no se identificaba con una foto. Amane ya quería exterminarlo. Y lo peor de todo era que respondía de inmediato.
Setockr: Bien... No fueron todos los norteamericanos. De todas formas, discúlpame. Mi curiosidad me llevó a expresarme mal.
Amane releyó el mensaje un poco impresionada. «Discúlpame» en lugar de «perdón» y «me llevó a expresarme mal» en vez de «dije cualquier cosa» no eran frases muy comunes entre los chicos de diecinueve años que ella conocía. En comparación, este Seto era un excéntrico. Entonces recordó que según su perfil hacía dieciséis horas que se había registrado según su perfil.
Amane17: ¿Acabas de registrarte?
Iba a seguir un poco más la conversación mientras aguardaba a que su descarga —que apenas iba en cinco por ciento— finalizara, pero no iba a continuar con el tema de las bombas atómicas. ¿Quién querría chatear sobre esas tragedias?
Setockr: Ayer de noche, de hecho. ¿Cómo lo sabes?
O Seto tenía un plan de internet digno o un celular muy moderno. Eso explicaría por qué respondía tan rápido.
Amane volvió a revisar su perfil y se concentró en el hecho de que solo tuviera un amigo. Entró en el perfil de este y vio que se trataba de un chico de Dominó, de veintidós años y en cuya foto de perfil su torso su torso estaba desnudo. Y su única vestimenta era una toalla envuelta en su cadera. Encima su alias era «Dominósxcboi.»
«Qué vulgar» pensó mientras revisaba la lista de amigos. La mayoría de los amigos de este tipo eran hombres cuyos alias hacían referencia a su orientación sexual. Aparentemente, mientras fueran de Dominó a Seto todos le venían bien.
Amane17: Digamos que lo concluyo porque tienes un solo amigo. Que en tu perfil haya un texto que diga "Registrado hace 16 horas" nada tiene que ver.
Amane a menudo disfrutaba de responder sarcásticamente. Lo que no disfrutaba era que en diez minutos apenas se hubiera descargado un siete por ciento de su vídeo.
Setockr: Oh, jaja. Y yo creyendo que lo habías adivinado.
Amane17: ¿Por qué no tienes una mísera foto de perfil?
La pregunta surgió porque Amane era muy estricta a la hora de agregar o aceptar amigos. Sabía de la mala reputación del sitio, conocido principalmente por el gran caudal de «sex-chats» y publicidad pornográfica. Habían otros sitios de internet para móviles más adecuados, pero su celular no los cargaba bien. Así que esto era lo único que le quedaba, el único sitio para el que el internet de su celular servía. Eso si tenía saldo.
Tampoco todo era negativo. El sitio te permitía crear páginas con imágenes, canciones e incluso vídeos de baja resolución para descargar sobre cualquier tema. Para alguien con un plan de internet deprimente este sitio era una maravilla.
Setockr: No estoy obligado a poner fotos. Estoy buscando gente de Dominó como yo. He encontrado muy pocas por ahora... Y una parte importante dice que no es de allí en realidad.
Amane observó la pantalla extrañada. Encontrar gente de Dominó no le parecía un motivo suficiente, y menos en un sitio como ese. Incluso sonaba ridículo.
Amane17: Ya te dije que lo seré. Y léeme muy bien. Si realmente quieres que acepte tu solicitud te conviene publicar tu cara, porque no chateo con rostros azules sin rasgos faciales.
A veces era mejor dejar las cosas claras desde el inicio.
Doce por ciento. Quince minutos.
—Diablos.
Setockr: ¿Por qué no?
Amane17: Porque no te aceptaré y te bloquearé. Yo no chateo con personas que no existen. Tengo que tener una prueba de que eres real. ¿Viste mi foto de perfil?
Amane había publicado varias imágenes de animes y dos fotos personales, porque así como ella exigía saber quién estaba del otro lado de la pantalla, también quería que sus "amigos" supieran quién era ella.
Setockr: Sí
Amane17: ¿Cómo soy?
Quince por ciento. Dieciocho minutos. Ojalá su hermano no tuviera que irse temprano a la facultad. Quizás si estaba cuando ella saliera del liceo, la descarga se habría completado y podría pasársela al celular.
Setockr: Eres joven y bonita. Pero eso no es determinante para que yo te escriba. Lo haría de cualquier forma. (¿Ya te convencí de que me aceptes?)
«Sí Seto, a ti todo te viene bien» pensó mientras recordaba que su único amigo era ese "dominosxcboi". ¿Seto habría inspeccionado su perfil como ella al agregarlo?
Amane17: ¿Aunque fuera nazi?
Veinte minutos. Diecisiete míseros por ciento.
Setockr: ¿...? Claro que sí. ¿O debo ser nazi con un nazi?
Amane rió.
Amane17: Bueno, ¿cómo luces tú? Me refiero a cómo eres físicamente. No me salgas con que eres joven y bonito...
La aclaración prevenía que Seto le respondiera con una descripción vaga.
Setockr: Veamos... soy japonés... de pelo marrón... mido 1,75 o algo así... ¿Esto es necesario?
Amane17: Claro que no. Sube una foto de perfil y te ahorras semejante esfuerzo. Como verás no es lo mismo que yo diga que tengo pelo blanco y ojos mieles a que veas una foto de mi donde notes la textura de mi piel, si mi cabello tiene ondas con o sin fizz, si está reseco o hidratado, si mis dientes son grandes, si están torcidos, si uso brackets, si mi nariz es de chancho o de águila, o si está achatada...mis lunares... En fin, ¿verdad que no es lo mismo?
Amane se recostó en la silla. ¿Por qué Seto le daba tantas vueltas al asunto? Si su celular era tan bueno para responder en segundos también debía serlo para tomar fotos.
Setockr: No, no es lo mismo. Pero para mí no es relevante.
—¿Quién te preguntó si es relevante para ti o no?
—Amane —Ryou se asomó al umbral—, necesito usar la compu.
Miró el reloj. Veinticinco minutos. Diecinueve por ciento.
—¿Cinco minutos más? —rogó.
—Está bien, está bien. Solo cinco minutos y nada más —y regresó a su cuarto oscuro.
Amane17: Pero para mí sí lo es. ¿Qué ocurre? ¿Tan feo eres? ¿Rompes la cámara cuando tratas de fotografiarte? ¿O en realidad eres una mujer haciéndote pasar por un hombre?
En realidad no le importaba si era atractivo o no; simplemente quería tener una cara para insertar en sus imaginaciones de las reacciones de Seto ante mensajes como ese, por ejemplo.
Setockr: De acuerdo, me rindo. Subiré una luego. ¿Te parece bien?
Amane17: Te daré una tregua solo porque eres nuevo, ¿ok? Si en un plazo de treinta y seis horas no publicas tu foto te rechazaré y te bloquearé. Y no trates de engañarme porque sabré si publicas la foto de algún famoso.
Veintiocho minutos. Veintidós por ciento. Era obvio que el otro setenta y ocho por ciento no se descargaría en dos minutos. ¿Qué esperaba su padre para comprarle una computadora propia?
Setockr: Es justo. Luego de que la veas la borraré.
« ¿La borrarás?» se dijo. Seto cada vez parecía más raro. ¿Por qué tanto misterio? ¿Por qué tanta discreción?
—Amane, ya pasó el tiempo. Y tienes clase.
Su hermano se paró a su lado.
—Me queda un minuto —mintió.
Ryou se puso a caminar de un lado a otro de la habitación.
Amane17: Me muero de ganas de saber por qué la borrarás pero mi hermano está llorando desesperadamente para que le permita usar la PC. Así que me desconectaré.
Miró a su hermano de reojo solo para corroborar que no estuviera espiando lo que escribía. No era sí.
Presionó F5 varias veces.
Setockr: ¿Es muy pequeño?
Seto y sus preguntas...
Amane17: ¿Mi hermano? Jaja tiene tu edad. Ya me voy. Más vale que cumplas sino esta será la última vez que te escriba.
De pronto Ryou estaba detrás de ella, haciendo un ruido acompasado en el piso con su pie.
Treinta y tres minutos. Veintiséis por ciento.
—¿Puedo dejar esto descargando? Si no te fuiste cuando salga de clase lo copio en mi celular.
—De acuerdo. Ahora déjame —su hermano hizo ademán de empujarla varias veces.
Amane rió y tomó su mochila.