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La Duda por Silvia_Riffie

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Notas del capitulo:

Holis, cómo van, espero que todas y todos estén muy bien.


Sí, aquí otra actualización, para que vean que estoy comprometida con ustedes, disfruten de la lectura. Me voy porque tengo que seguir escribiendo jajaja

 


Naruto observó al Uchiha un momento antes de bajar la mirada, y comenzar a contarle lo que él sabía, sobre el condenado vídeo de Charasuke.


Se sumergieron varios minutos en la conversación, hasta que la puerta fue abierta. Minato observo al gemelo de Charasuke acostado al lado de Naruto abrazándolo, pero al mismo tiempo con una faz molesta en el rostro y su hijo se veía apenado.


Gracias a Dios, Madara que estaba fuera de la habitación le dijo que Sasuke estaba dentro, sino hubiese botado el smoothie de Naranja, pepino, menta y jengibre, con un poco de  energizante.


- Sasuke – Dijo el rubio a modo de saludo, entregándole el smoothie a Naruto, quién lo tomó y agradeció – Lamento tu perdida – Susurro, nunca había sido bueno, manejando el consuelo de otros.


El perdió a su esposa hacía años, la perdió cuando Naruto nació, tuvo una hemorragia que no se pudo controlar, perdiendo así al amor de su vida. Nunca culpo a Naruto de ello, como varios de sus familiares, él era incapaz de hacer otra cosa más que darle mucho amor a su bebé, no dejó que una nodriza le diera de comer, sino que uso formula, para el horror de los Uzumaki, él único que lo apoyó fue el hermano mayor de Kushina, Kurama.


Volvió al presente al escuchar la voz de Sasuke agradeciendo sus palabras. Minato entiendo el ambiente, informó que estaría afuera que cualquier cosa que necesitasen le hablaran.


- Te ves cansando – Madara observó a Minato salir de la habitación, el rubio se sentó a su lado.


- No se ve mejor Madara-San – Susurro, refregando sus ojos, se sentía muerto, quería descansar pero no podía dejar solo a Naruto.


- Porque no vas a dormir, Naruto está en buenas manos, no creo que Sasuke se vaya en mucho tiempo del lado de tu hijo – Aconsejó, la verdad también necesitaba dormir, se levantó y fue a la habitación de Naruto sin darle tiempo a Minato a procesar nada – Chico llevaré a tu padre a dormir al hotel que está enfrente del hospital, para que descanse, cualquier cosa nos llaman – Volvió a salir de ahí cuando tuvo la afirmación de los jóvenes.


- Qué hace Madara –


- Vamos, igual estoy cansando, y aún queda mucho, dormir dos o tres horas, ayudara –


Minato no se hizo el complicado, Naruto aceptó de inmediato, y como sintió el ambiente dentro de esa habitación era una conversación larga y tendida, igualmente dejó encargado a su hijo  con las enfermeras y enfermeros.


Fueron al hotel frente al hospital, como bien había dicho Madara, tomaron una habitación doble. Madara tomo una refrescante ducha, y se coloco la bata del hotel, Minato lo imitó.


Moría de cansancio su cuerpo se sentía rígido por las horas sentado en la silla de plástico del hospital, se lanzó a la cama, cerrando sus ojos. Madara observó a su rubia tentación acostada sobre la cama, él no tendría problemas para ir  y comérselo, era solamente sacar la bata y el rubio estaría a completa merced de él. Estaba demasiado casando para acosarlo, lo que sí hizo fue moverlo un poco para que se acostara bajo la ropa de cama.


Sasuke abrazó a Naruto que dormía entre sus brazos, pensando en qué hacer con la información que éste le dio, y cómo la iba a manejar. Mando un mensaje por WhatsApp a su hermano, diciéndole que necesitaba ingresar en la preparatoria que estaba Charasuke.


Besó el cabello rubio de Naruto con delicadeza, a pesar de la distancia que los separaba, siempre se mantuvieron unidos, a través de correos electrónicos, Messenger, video llamadas y más, eran amigos de toda la vida. La verdad es que él siempre fue el mejor amigo de Naruto, más que Charasuke, el Namikaze fue su amigo primero, mucho antes que su gemelo comenzara a juntarse con ellos.


Se fue a América, cuando tenía once años porque no quería dejar sola a su mamá y porque le gustaba Estados Unidos para vivir, mucho más relajado que Japón.


Quería a Naruto de muchas maneras, de hecho no era difícil para él aceptar que lo amaba, pero su hermano lo dijo primero que él, que amaba a Naruto, no podía decirle que él sentía lo mismo, era algo que los haría sufrir y quizás pelear así que cerró la boca para siempre. Ahora no podría imaginarse un futuro con Naruto porque su hermano ya no estaba vivo.


A pesar de ese horrible hecho, no podía dejar de sentir algo dulce en su interior al tenerlo en sus brazos, se imaginó por unos segundos, vivir a su lado cada día de su vida para siempre, despertar en las mañanas teniendo a ese hermoso rubio a su lado.


Mierda, mierda, mierda, mierda… No podía pensar en el amor o en su felicidad cuando su hermano había muerto. Solo esperaba que Naruto no tuviese nada que ver en todo eso.


De lejos se podía ver la espalda de Itachi, quien estaba sentado en el sofá del living de su casa, completamente ido, en sus manos tenía un tazón de café frío, hacía horas que estaba en la misma posición.


Sasuke había llegado horas antes con su madre, casi justo con su padre Fugaku, los cuatros se abrazaron y lloraron. Sus padres salieron hacer los trámites pertinentes, su hermano menor se fue a ver a Naruto, no antes de estar seguro que Itachi iba a estar bien, éste le aseguró lo estaría, que fuera tranquilo.


Cuando quedó solo pidió un café a la sirvienta, pero de eso horas.


No podía procesar aún lo que estaba pasando. Hablaba todos los días con Charasuke, se iban juntos todos los días, lo pasaba a dejar a la preparatoria, para luego él ir a la universidad. Qué había pasado, para que su hermano tomara la decisión de quitarse la vida. Se jactaba de ver más allá que el resto de las personas que lo rodeaban, si bien se dio cuenta que Charasuke había tenido momentos malos, donde trató de ayudarlo como pudo, y su hermano le dijo que todo estaba bien…obviamente le mintió.


Deidara Namikaze, hermano menor de Minato, entró en la casa de los Uchiha, la sirvienta de la familia lo llamó preocupada por el Joven Itachi. Ambos eran amigos desde niño, era una relación de amistad y rivalidad, Deidara odiaba de muchas maneras a Itachi y su pasividad. Ahora eso era cosa del pasado, lo importante era la seguridad de Itachi.


Se sentó al lado del Uchiha, tocando delicadamente sus manos y quitándole el tazón con café para dejarlo en la mesita de centro.


Itachi observó a Deidara un segundo, antes de abrazarle – Mi hermanito se fue – Dijo más para él que para su amigo – Realmente se fue – Musito mientras sus lágrimas caían.


Deidara estuvo varios minutos consolando a su amigo, hasta que al fin Itachi se quedó dormido entre sus brazos, pidió una manta, y se acomodó con él sobre el sofá.


Madara despertó antes que Minato miró la hora, al menos había dormido unas cuatro horas, tendría que despertar al rubio, pero antes llamó a Sasuke, éste le dijo que Naruto estaba con el psiquiatra así que quizás se iba a demorar bastante.


Madara fue junto a la cama de Minato para despertarle, pero se quedo como idiotizado mirando al menor, que parecía mucho más joven dormido, acarició con mucha suavidad los suaves cabellos rubios para luego acariciar su rostro, Dios como deseaba a ese hombre.


Minato sintió algo suave sobre su mejilla, era tan suave y rico que despertó, sus ojos azules chocaron con las obsidianas del Uchiha, sonrió como un gatito al despertar, mientras se estiraba.


- Hola –


- Hola dormilón –


- Qué hora es –


- Serán como las cinco, llamé a Sasuke, Naruto está siendo atendido por un psiquiatra, así que nos avisará cuando este libre – Informó – Quieres comer –


Minato lo miró un momento pensando en que si tenía ganas de comer, pero no precisamente comida, se mordió el labio, ver el torso casi desnudo del Uchiha lo tenía medio hipnotizado, el cabello negro largo suelto, le daba un aspecto tan salvaje al mayor. Trago duro, mientras su parte más íntima comenzaba a erguirse, haciendo que sus mejillas se tiñesen de jardín.


Madara estaba viendo la misma tentación hecha persona, Minato se había mordido el labio, soltando un pequeño suspiro que hizo encender al Uchiha, sin pensarlo mucho bajo su cabeza para besar al rubio. Éste lo recibió gustoso, pasando sus manos por el cuello del mayor.


Las batas de baños fueron quitadas en cosas de minutos, se besaron, toquetearon con un hambre y sed que durante años habían escondido para todos y para ellos mismos, apenas podían pensar en otras cosas más que zacear su deseo carnal. Los dedos de Madara profanaban la entrada de Minato, quién arqueaba su espalda contra el colchón ante las intimas caricias en su interior, sentía que en cualquier momento se iba a venir. El Uchiha estaba loco viendo como su rubia obsesión al fin era de él, bajó su cabeza hasta besar el pene del menor, arrancándole un grito de placer, sonrió orgullosamente de hacer sentir tan bien al Namikaze.


Minato solo jadeaba, no podía unir palabras, su mente estaba nublada por un placer que había olvidado hasta como hablar. Se vino en la boca del mayor, salió un gemido ronco desde el interior de su ser, se avergonzó tanto cuando vio a Madara tragarse su semilla, pero apenas tuvo tiempo de procesarlo, porque sollozo al sentir como los dedos en su interior se retiraban, tampoco pudo protestar, porque de inmediato sintió como era poseído por el Uchiha.


Madara entró de forma suave pero rápida en esa dulce cuevita, cerró los ojos y dejó escapar una palabrota, al sentir tanta estrechez. Besó con locura los labios del Namikaze, comenzando el vaivén que hizo delirar a ambos, las piernas de Minato se enredaron a su cintura, uniéndose más aún si eso podía ser posible. Sintió como el menor arañaba su espalda, provocando más placer en él.


Minato volvió a venirse con su ayuda que lo masturbaba al son de las estocadas, apretó tanto su interior al venirse que Madara con unas envestidas más se vino con fuerza en su interior. Madara se desplomó sobre el rubio besando su cuello, el rubio lo abrazo con amor, el mayor levantó la cabeza buscando nuevamente los labios hinchados del Namikaze para volver a poseerlos, y como seducido por la misma lujuria volvió a excitarse.


Cuando terminaron de hacer el amor ya eran más de la siete de la tarde, se dieron una ducha rápida, se vistieron en silencio para ir al hospital, pero antes de salir de la habitación, volvieron a besarse con amor.


- Rubio sabes que no te dejaré ir, eres mío de hoy hasta siempre – Le dijo con voz ronca Madara.


- Y tú eres mío – Respondió Minato a un centímetro de distancia – No sé qué va a pasar con todos cuando lo sepan, pero quiero estar contigo –


- Bien, eso resuelve todo amor, estaremos juntos de ahora en adelante, hablaremos de nosotros a los demás, cuando lo que estamos viviendo, esté más calmado –


Con esa promesa abandonaron el hotel, llegando a la habitación de Naruto, quien estaba comiendo, a su lado estaba Shikamaru, Neji, Chouji y Kiba, ninguno se veía muy bien, pero al parecer les era más fácil pasar por esto estando juntos.


Minato saludo a todos y les preguntó como estaban, preguntó por Sasuke, Naruto le dijo que sus padres habían ido por él. Madara se fue una vez que vio a los rubios bien y le dijo al mayor de ellos, que lo llamaría.


El Namikaze supo que le iban a dar el alta a su hijo a la mañana siguiente, el psiquiatra tenía miedo de que el menor tuviese una recaída en su casa, era mejor una noche más en el hospital, para monitorear que todo estuviese bien con él, además de tener una noche de sueño mejor.


Los amigos de Naruto tuvieron el permiso de quedarse con él esa noche si así lo deseaban, todos ellos habían vivido una terrible experiencia, así que el doctor de Naruto había llevado otra cama a la habitación y un sofá más cómodo. Minato se preguntó porque tanto privilegio para él menor.


Salió de ahí más tranquilo dejando a su hijo bien acompañado, también le serenaba saber que tanto Shikamaru como Neji estarían ahí, eran dos los chicos más maduros y responsables que él conocía.


Llego a su casa en los suburbios más acomodados de Tokio, a pesar de eso, su casa era pequeña en relación a la de sus vecinos, pero eran solo Naruto y él, no necesitaba un gran casa, ni tampoco grandes comodidades, amaba su privacidad por lo cual no tenía servidumbre, no era algo que el necesitase en todos los casos. Desde niño aprendió a hacer de todo, era huérfano, hasta los trece años, cuando fue adoptado por la familia Namikaze, Jiraiya su padre se había prendado de él, por lo tierno y maduro para su edad, así que convenció a su esposa para adoptarlo, Tsunade al principio no estaba muy convencida, pero lo acepto cuando fue su propio hijo Deidara la tranquilizó diciendo que amaría tener un hermano mayor.


Trece años fueron suficiente tiempo en un orfanato para saber hacer todos los menesteres de una casa. Kushina su difunta esposa también era alguien hacendosa que no necesitaba ni aceptaba ayuda de nadie.


Divisó a una persona fuera de su casa, cuando estacionó su vehículo se dio cuenta de quién era. Bajó a paso rápido para ir al encuentro de su visitante – Kurama, qué haces aquí – Saludó a su cuñado.


- Acabo de llegar de Brasil, me dijeron lo que sucedió, te llame pero no atendiste – Dijo el Uzumaki, era alguien alto, de cabellos cobrizos como su esposa, ellos eran mellizos, y tenía las mismas marquitas en las mejillas que Naruto, sus ojos era un marrón anaranjados únicos y hermosos.


Kurama abrazó a Minato con fuerza, sabiendo que su cuñado era una persona muy sensible y más que la persona fallecida era casi un segundo hijo para él.


Entraron juntos a la casa, el dueño de ésta, fue directamente a la cocina a preparar café y usar una aplicación de teléfono para ordenar comida, no tenía ganas de cocinar.


Tomaron café en la isla de la cocina, platicando sobre Naruto y cómo estaba este, Kurama observó el cuello de Minato, se sorprendió de ver un chupetón en él.


Llevaba varios minutos tratando de preguntarle por esa marca, claramente era un chupento, no un golpe o una picada de mosquito, era uno producto de un beso de un o una amante. La curiosidad lo estaba quemando, siempre se preguntó cuándo iba a rehacer su vida, Minato había dejado en pausa su vida volcando toda su atención a su pequeña empresa de Jardinería y en su hijo. Cerró su corazón igual que una ostra, a pesar de haberlo instando en varias ocasiones a volver amar, el rubio siempre le respondía que podría a amar a otra mujer como a Kushina.


- Minato, lo siento pero no puedo dejar de preguntarme quién te hizo ese chupetón – Termino diciendo, como el Zorrito curioso (Naruto siempre le decía así) que era, apuntó al cuello del mayor.


Por acto reflejo llevó una de sus manos a lugar que era apuntado, se puso de todos los colores habidos y por haber, vio la cara de su cuñado que lo miraba pícaramente. Ambos tenían una relación de hermanos, se querían muchos, tanto que a veces Deidara los molestaba diciendo que parecían pareja. Bien en el pasado habían terminado haciéndolos, ambos alcoholizados hasta el cielo, y llorando la perdida de Kushina, más nunca hablaron de eso.


- Y me vas a decir pillín – Lo pico para qué hablará – Con quien caíste – Le dio unos pequeños golpecitos en el brazo, mientras subía y bajaba sus cejas.


- Madara Uchiha – Respondió rojito como u tomate.


Kurama se tuvo que tragar todas sus bromas, porque lo revelado por el mayor, lo dejó alucinando un tiempo. Madara Uchiha era uno de los empresarios más déspotas de Japón, perteneciente a una de las familias más influyentes del mundo. Soltó un silbido, si bien ya en el 2020 la homosexualidad, era algo casi normal e irrelevante, no sabían cuán irrelevante sería para las personas que hacían negocios con Madara, el saber que el viudo hombre ahora tenía un amante hombre a su lado.


No era algo que a él le molestará, él mismo estaba enamorado de un lindo chico Shukaku No Sabaku, que en realidad era una linda chica ahora. Se escapó de la dinastía Sabaku No, para ser lo que más amaba una bailarina de ballet, sí, era un travesti, y a pesar de que aún no podía ser por completo una mujer,  a Kurama no le importaba quería estar con ella y solo hacerla feliz, sonrió al pensar en su mujer.


- Estás pensando en Shukaku verdad – Minato lo miró feo, él abriendo su corazón y su casi hermano no lo tomaba en cuenta.


- Hola – Deidara había hecho ingreso a la casa de Minato, tenía una habitación ahí, porque era muy cercano tanto a su hermano como sobrino. Lo mismo pasaba con Kurama, ambos pasaban varios días a la semana ahí, cada uno tenía su lugar, sus cubiertos, y pertenencias regadas por todas partes.


- Cómo está Itachi –


- No muy bien, al igual que todos en su familia – Respondió el rubio a su hermano – Lo dejé cuando llegaron sus padres y Sasuke, igual se puso la piel chinita cuando lo vi – Se abrazó a si mismo – Es increíble lo idénticos que son –


- Demasiado – Respondió el padre de Naruto, recordando al gemelo de Charasuke – Pero son muy diferentes, Naruto decía que Charasuke era luz y Sasuke es oscuridad – Habló mientras pensaba en los gemelos – Aunque nunca dijo que la oscuridad fuese mala, sino más bien, su manera de ver y vivir la vida era muy diferentes –


- Si, que lo es, Itachi decía algo muy parecido, que Sasuke siempre había sido el más fuerte de los dos – Deidara tomó asiento, luego de servirse un café – Dios, Sasuke estaba realmente furioso preguntándole a Itachi sobre un video –


- Qué video –


- Dijo que era uno en donde Charasuke salía desnudo – Deidara no lo podía creer cuando Itachi le dijo a Sasuke – Solo le dijo que no sabía muy bien de que se trataba, pero alguien grabó a Charasuke en la ducha del instituto mientras se bañaba, pero al parecer él se estaba masturbando diciendo el nombre de nuestro Naruto – Dijo apenando.


- Difundieron un video así – Minato no lo podía creer, con razón hubieron meses en donde el menor no vino a su casa, por la vergüenza – No hicieron nada en la escuela –


- Fue horrible porque los padres de Itachi no sabían nada, éste se defendió diciendo que trato de decirles, pero que Charasuke le amenazó de no hacerlo. Sasuke por su lado dijo que solo supo de esto hoy porque Naruto le había contando –


- Porque nadie sabía – Kurama, no entendía cómo en la preparatoria no hizo nada.


- No lo sé…


La casa de los Uchiha era un silencio sepulcral, estaban comiendo en silencio, el cuerpo del menor aún estaba siendo periciado, él día de mañana lo iban a entregar. Sus padres habían hecho todos los trámites, a petición de Sasuke, el duelo lo vivirían solos juntos a sus familiares, y amigos más cercanos, nadie ajeno a ellos podría entrar, les dijo que él sentía que muchos irían por morbo.


Las exequias de Charasuke se llevaron a cabo, en un hermoso tanatorio, sería obviamente al estilo budista, porque era la religión que practicaba Fugaku, y casi toda su familia, no así Mikoto que era creyente, Sasuke e Itachi eran ateos, así que todos llegaron al consenso de hacerlo budista, más que nada para no tener diferencias los demás Uchiha, sobre todo con Tajima Uchiha, padre de Fugaku, Abuelo de Sasuke e Itachi y el primer ministro de Japón.


Como era la costumbre, limpiaron el cuerpo de Charasuke y lo vendaron donde se debía, fue una labor muy dura para Mikoto, que fue ayudada, por su ex suegra, Izuna, el hermano menor de Fugaku, y Sasuke. El gemelo vivo pidió él vestir a su hermano con una yukata blanca, colocando un rosario budista de en sus manos.


Con mucho cuidado colocaron el cuerpo todo enclenque de Charasuke en el féretro.


Su cuerpo fue velado en el tanatorio, rodeado de grandes y hermosos arreglos florares, un gran retrato de él.


No se le permitió la entrada a nadie ajeno a la familia, solo a los más intimos amigos de ellos y del menor, tampoco a los periodistas que querían tener la exclusiva de la familia en duelo.


Se prendieron inciensos, se recitaron sutras, y entre los familiares y amigos contaron historias y anécdotas de Charasuke, todo lo que se decía era lo mismo, un chico de carácter alegre y liviano, un charlatán decía su abuelo con amor, siempre se salía con suya, Fugaku decía que su hijo era capaz de vender hasta una roca.


Nadie dijo que los últimos meses el menor había cambiado, que estaba más callado, que parecía apagado. No, en ese momento todos querían recordarlo alegre, vivas, sonriendo.


A la mañana siguiente fueron los juegos funerarios, antes de la cremación, luego de esto, se hizo como en todo funeral budista, la familia principal, busca con un pequeño rastrillo los huesos que pudieron quedar entre las cenizas y los van colocando en la vasija donde descansarán para siempre los restos de Charasuke.


En el cementerio depositaron la vasija donde estaban los restos del menor, se dijeron unas palabras de parte de Tajima, que no iba como el primer ministro, sino como un abuelo con el corazón trisado ante la pérdida de un nieto, se recitaron más sutras, mientras colocaba la gran tapa de cemento sobre la vasija, colocaron una pequeña foto del menor, y algunas cosas en el altar, flores e incienso.


Naruto lloraba en silencio tomado de la mano de su padre, con la otra mano tenía un pañuelo desechable completamente húmedo de tantas veces que había limpiado sus mejillas de las lágrimas.


Casi todos salieron del cementerio, menos Sasuke y Naruto que se quedaron ahí, les aseguraron a los demás que estaban bien y que irían juntos a casa de los Uchiha a comer.


Sasuke abrazó a Naruto, cuando quedaron en soledad, ambos lloraron, los dos habían perdido a alguien amado.


- Perdón, perdón, perdón – Susurraba quedito Naruto a cada rato.


- Naruto deja de pedir perdón, no es tu culpa – Le decía Sasuke limpiando las lágrimas del menor.


- Quizás sí – Dijo entre sollozos – Si yo no me hubiese enamorado de otra persona, quizás podría haber correspondido los sentimientos de Charasuke –


- No tienes la culpa de haberte enamorado de Hinata –


- No, no, Sasuke, yo  no estoy enamorado de ella, de hecho terminamos nuestro noviazgo este verano – Le reveló.


- Por qué estuviste con ella entonces – Frunció en ceño molestó, sin poder dejar de recordar como su hermano había llorado, incluso bebieron hasta emborracharse ambos, con el mismo dolor, Naruto enamorado de Hinata, y quién podía culparlo si la chica era una ternura.


- Me estaba volviendo loco, siempre he estado enamorado de una sola persona en mi vida, pero nunca pude decirlo –


- Seguramente esa persona igual te ama, cómo podría alguien no amarte – Sasuke acarició la mejilla del rubio con amor.


- No lo sé, no lo creo, y aunque así fuese, creo que sería casi un pecado – Susurró viendo al Uchiha sin poder sonrojarse, cerró sus ojos y lo dijo – Te amo desde que tengo cinco años – Sollozó – Pero no podía decírselo a nadie, menos a ti, porque sabía de los sentimientos de Charasuke, cómo te decía que te amaba sin lastimarlo, por eso me fui al lado de Hinata, para tratar de olvidarte, y no hacerle daño pero igual lo hice – Terminó llorando fuertemente.


Sasuke lo miró un segundo tratando de comprender lo que Naruto le estaba diciendo, él, Sasuke, era el mayor responsable del dolor de su hermano. El Namikaze lo amaba a él, por eso no podía corresponder los sentimientos de su hermanito.


- …. –


- Lo siento, lo siento tanto – Gritó el rubio – Sé que no es el momento de decir esto, pero no puedo más –


Sasuke miró la tumba donde yacían ahora los restos de su hermano, y al amor de su vida de rodillas llorando con fuerza, cerró los ojos, orando a un Dios de cual no creía, aún así lo hizo. Se agachó para quedar a la altura de Naruto.


- También te amo desde siempre – Susurro, haciendo que el menor dejara de llorar, ante la revelación.


- No puede ser – No lo podía creer, nuca pensó que sus sentimientos fuesen correspondido.


- Siento culpa, de poder decirlo, y saber que soy correspondido, y casi aliviado de que Charasuke nunca lo sepa…me hace un pésimo hermano – Dijo mientras caían lágrimas desde sus ojos – Te amo desde que puedo recordar, me dolió cuando Chara lo dijo primero que yo, nunca compredí por qué no le correspondías –


- Yo podría haber estado con él, me lo planteé tantas veces, pero si lo hacía, solo sería aprovecharme de él, porque era igual a ti, y no era justo para nadie, menos para él, nunca sería tan cruel –


- Lo sé – Peino los rebeldes cabellos del Namikaze con amor – Te amo, tanto que duele, pero también amo a Chara, y en estos momentos solo pienso en una sola cosa –


- Lo sé – Naruto bajó sus ojos al suelo – Te ayudaré –


- No, Naruto, esto puede terminar muy mal – No quería que nadie más se involucrara en lo que iba hacer, y exponer al amor de su vida al peligro no estaba en sus planes.


- No importa si quieres o no, mi mejor amigo fue arrastrado hasta el suicidio, y no lo voy a dejar pasar, menos voy a dejar que el amor de mi vida esté solo en esto, te ayudaré, solo dime qué hacer –


- Naruto el camino de la venganza no está hecho para ti, eres demasiado puro – Sasuke trató de hacerlo entrar en razón.


- No, yo no soy puro, soy una persona que también ha lidiado con la mierda, un poco mejor que el resto, quizás, pero al fin y al cabo en estos momentos estoy tan furioso –


- Está bien, lo haremos junto, nos vengaremos  de todos esos hijos de perras…


 


 

Notas finales:

Ojala, les haya gustado, espero sus comentarios, porque me dan vida, aquí y en mis otros, fics si no los conoces, ve a darte una vuelta a mi perfil y los vas a encontrar. Les recuerdo que hay concurso en el fic Unmei, para que participen, no es un mal premio ????????????????????


Nos leemos pronto en otro fic, adivinen cuál será pero empieza con LA... ????


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