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Estrategia de provocación por nezalxuchitl

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Notas del fanfic:

Contiene spoilers de la temporada 2

Contiene DazaiXAngo

 

Notas del capitulo:

Enjoy it.

Estrategia de provocación

 

Un toque de mas a la palida mano de Ango. Un roce innecesario, pero que atraía la atención ahí, a la caricia, mas escandalosa que las tetas de una desnudista rebotandote en la cara. Fue asi como empezó, lo recordaba bien; Ango estaba tan sorprendido como el, pero Dazai, con sus ojos misteriosos que se cerraban al mundo exterior, actuo como si nada. No como si no hubiera hecho nada, manifestaba estar muy conciente de su acción y los retaba a prestarle mayor importancia: un toque de mano, casi al finalizar una velada de tragos.

Luego se enderezo y pago, retirándose sin decir mas.

La próxima vez que se encontraron, Odasaku aun lo recordaba. Espiaba, a ver si se repetia, o si solo habia sido alguna de las caprichosas acciones de Dazai. Espiaba, y le parecio una vez que los ojos oscuros se fijaban en el de reojo. Pero nada paso, fue su turno de invitar los tragos y se retiraron en buena amistad.

A pesar de esta pausa, insistiría en llamar al toque de manos de mediados de octubre el primer evento, pues tambien los silencios son parte de la música.

Ya lo habia descartado en su cerebro, pero Dazai se cargo del cuello Ango con la primera copa, un abrazo muy de borrachera adelantada, sosteniéndose del otro como si no pudiera con su propio peso.

Aun asi, era algo propio de Dazai hacer algo asi. Ango, siempre tan formal, supero la incomodidad inicial y se dejo usar de recargadera humana. No paso nada mas, no olio su cuello como en una ocacion futura haría,  no miro embelesado la palida piel detrás de su oreja, como si que lo haría después, no limpio con sus dedos una gota de licor de la comisura de sus labios: sabia contenerse muy bien, dosificarse.

Ango se mostraba mas turbado. No pudo decir que no cuando Dazai le pidió compartir un taxi porque estaba lloviendo, se las arreglo incluso para quedarse en su departamento. Llegar juntos, sabiendo siempre que la luz tenue de las farolas de gas de aquel bar temático le favorecían, que la penumbra acentuaba su misterio, que sus vendajes y heridas, siempre en distinto lugar, hacían pensar en su piel desnuda, en que nueva locura suicida o ignorado combate se las habria hecho.

Su actitud para con el no habia cambiado nada. Ni un apice. Lo trataba exactamente igual y ese era un toque magistral, el que revelaba el verdadero sentido de su plan. Seguían haciendo trabajos ocasionales juntos, seguía quejándose de Chuuya, segia sin revelarle si Mori sensei tenia ya un plan para eliminarlo.

La sorpresa limitada de Ango, su perfecto dominio, era el complice perfecto de su plan; no creía que el correcto y maduro joven fuera complice de su plan, era simplemente su reacción, contar con su efectividad; muy propio de Dazai hacerlo todo por su cuenta… Incluida la decisión que habia desencadenado todo: nunca le pregunto, no sondeo su opinión al respecto; simplemente, llevo a cabo su plan.

Arribo al Lupin el primero de los tres. El cantinero ya lo habia notado, tambien. Llego Dazai, un par de minutos perfectamente cronometrados antes que Ango, quien como siempre, traía muchas cosas encima. Se pregunto en que momento Dazai habria puesto su ungüento para las heridas en su maletín, o si habia influenciado para que Ango lo comprara por su cuenta. Parecia una prueba inequívoca, mas aun que los confianzudos cariños, velados, que le hacia.

Ango habia llegado a acostumbrarse. Ya no se sonrojaba cuando Dazai seguía su cuello con ojos deseosos, ni siquiera cuando se acostaba en su regazo, acunandose ahí desde la posición incomoda de su silla, hasta que el otro lo apartaba con ademanes molestos. Eso hizo, mostrándole su torso delgado bajo el abrigo, ese pantalón un poco bajo, la curva de una cadera remarcándose al cruzar las piernas, cogiendo el brazo libre de Ango para ponerlo en torno a su cuello, y luego su voz lastimera, gimiendo:

-Ango kuuun, ¿me estrangularias por favor?

-¡Pero que! – intento apartar su brazo, el cual fue aprisionado y mecido por Dazai.

-Por favor, no es demasiado grueso ni demasiado grande, pero es firme y encaja perfecto en mi cuello – lo llevo ahí, aprentandolo – me quitaría la vida con delicadeza mientras miro tu marca de belleza, Ango kun.

Miraba de hecho el lunar sobre su labio como miraría otra cosa, ignorándolo ya después de la provocación de la mirada al recostarse. Ango, completamente turbado, manoteo y ambos pelearon hasta caer de las sillas.

Cayo sobre el, dos cuerpos delgaditos, y se giro de inmediato, su abrigo se habia subido y servia como manta a sus rostros, solo se podía adivinar lo que pasaba ahí, ruidos, protestas, el trasero de Dazai elevándose, las piernas de ambos entrelazadas.

Termino su trago y se retiro. Ya habia sido suficiente, demasiado burdo.

“Estas avergonzando a Ango”, iba a decirle, y luego iba a tomarlo desenfrenadamente.

 

*

Fue a su cuarto a esperarlo, pero nunca llego. Paso una de las noches mas largas y tormentosas de su vida en la penumbra de aquella habitación como de un deshauciado, sucia, desecha, sin mas nada que revelara la identidad de su ocupante que las vendas, sucias y tiradas tambien.

¿Y si realmente Dazai y Ango estaban entendiéndose? No era tan inteligente como ellos, y al querer jugar su juego habia irremisiblemente perdido. Cigarrillo tras cigarrillo los imaginaba juntos, atormentándose ante la perdida y el deseo, la belleza de la imagen y el desgarro que le provocaba verlos asi, besándose… Uno sobre otro, pieles palidas y delicadas; los dedos finos de Ango retirando las vendas de Dazai, besando sus golpes y moretones, lamiendo sus heridas, hundiendo la lengua entre su carne abierta y palpitante, retirando la boca con un matiz de sangre y saboreándola.

Verlos juntos como debían estarlo en algún lujoso departamento de escalones altos de la mafia le paraba la verga y tambien el corazón. Una opresión en el pecho, y la garganta, se hacia presente al constatar que de hecho era demasiado bueno para el, que por casualidad habían crecido juntos y compartido esos momentos.

Su ego habia sido cruel consigo mismo al orillarle a creer que los gestos de afecto entre ellos habían cambiado, que habia alguna intención en los actos de Dazai, cuando de hecho nunca habia sido asi. En ningún momento, durante los largos meses que llevaba esto sucediendo, el romance entre Ango y Dazai, el ultimo le habia dado indicios de algo mas, habia sido el, engañándose, como se habia engañado en decirse que no podía manchar el afecto especial que sentia por Dazai al haberlo cuidado como un hermanito mas, al ser un poco mayor que el, su primer adoptado. Que el que lo unia a el era un afecto fraternal y que si disfrutaba su compañía mas que la de ningún otro era solo por el tiempo que llevaban juntos. Se habia engañado, y la prueba de ese engaño era el segundo: a la primer oportunidad, con la primer pista falsa, habia abandonado los ojos de la inocencia por los de la lujuria.

Dazai era algo mas que un hermanito para el; en algún punto, sus ojos enigmáticos, ligeramente burlones, lo habían enamorado sin darse cuenta. Y esto le molestaba, que no fuera su decisión. Fue en contra de su voluntad que un dia, dejo de ver al pequeño suicida como alguien a quien proteger desinteresadamente. No mataba en la mafia, y era un don nadie por ello, pero era su elección y estaba orgulloso, vivía la vida a su manera, pero, descubria ahora, a veces la vida te vive a ti.

Y esta en su derecho, es una fuerza mas grande.

Apago la ultima coletilla junto a la cerradura de la puerta y se marcho de ahí.

 

***

 

Paso la madrugada expuesto al frio, aclarando su mente. Amanecio bebiendo, con resignación, para finalmente dirigirse a su casa con el sol bien en alto, una hermosa mañana en la que los niños reian y los oficinistas se estresaban en su trabajo, un dia que seguía indiferente a su sufrimiento, gota insignificante del cauce de la vida.

Pero a veces, el universo guarda sorpresas, hilos encadenando acciones y consecuencias cuya complejidad es indesentrañable para las mentes humanas.

Dazai le salto encima, abrazandolo como una cria de koala.

El, perplejo, y con unas estúpidas lagrimas de felicidad, lo aparto para mirarlo, para tocarlo, que fuera real.

-¿Pero… - comenzó Odasaku.

Dazai le puso el dedo sobre la boca, ese dedo largo y delgado de la mano vendada.

-¿Ya lo has aceptado?

Odasaku fruncio el ceño. El exfuerzo intelectual lo era para el. Encadeno los pensamientos, las consecuencias, las acciones, pensando como Dazai. Usando su intelecto, no el suyo, y todo se desenmaraño frente a sus ojos.

-Pasaste la noche aquí.

-Lamento haber molestado a Ango kuuun – gimoteo, como un niño pequeño.

Odasaku cogio su mejilla y lo obligo a mirarlo.

-Perdoname por haber sido condescendiente contigo.

Dazai lo miro con esos ojos profundos suyos, gatunos.

-Tenias que darte cuenta que somos iguales para que te permitieras amarme.

-Lo hago desde hace mucho. – dijo Odasaku, elevando los globos oculares para evitar las lagrimas – Tu desde antes, o nunca habrias planeado todo esto. Y yo pensando que montabas una fantasia ¿lesbica? Para seducirme porque te sentias poco atractivo.

-Soy poco atractivo. – respondio Dazai, mordiéndole la nariz – Pero eso no era un factor a considerar. Me quieres por lo que soy.

-Por supuesto que no. – dijo metiendo por primera vez la mano bajo su abrigo, rodeando esa cintura como habia querido hacerlo tantas veces, notando lo calido que era aquella concavidad entre su espalda y su trasero, bastante mas grande de lo que cabria esperar de su complexión.

Paso la mano por el, acariciando su redondez, apretándolo y soltándolo para percibir su firmeza, su rebote. Dazai le miraba con aquellos ojos misteriosos, retadores, para nada sonrojado. Llevaba tiempo deseando aquello y ahora que por fin iban a consumar seria un acto lleno de pasión.

Casi se sentia el inexperto en sus brazos. Dazai seguía mirándole, estrujo el cuello de su camisa, cogiéndole con el puño para acercarlo a el, tomando con sus labios hambrientos los suyos, devorándolo como si fuera una fruta jugosa.

-Diablos Dazai… - susurro al finalizar el beso, mirandolo entre sus vendajes, jalando un extremo para revelar su rostro completo, encontrando una piel sin heridas, otro ojo luminoso.

Tampoco habia nada abajo del parche en la mejilla. Tampoco habia cortes en las muñecas bajo las vendas, las beso tras descubrirlas, primero una y luego la otra. Luego le metio la mano entre las piernas, para tentarle el culo desde abajo, palpando las bolas, las curvas bajo la suave tela del pantalón.

Dazai gimio y le agarro la verga, frotándosela tambien sobre la ropa para endurecerla, liberándola agil y rápidamente, sobándola en su hermosa mano mientras miraba abajo, mientras ambos lo hacían. Fue Odazaku quien alzo la mirada para verlo a el, encantándose ante su gesto deleitado, tomándolo con sus labios, besándolo untuosamente mientras el se encargaba de complacerlo con su mano. Apenas lo habia explorado con su lengua cuando Dazai se separo, dejándose caer de hinojos para frotarle la verga justo enfrente de su cara. Odasaku separo las piernas, recargándose en un mueble cercano, para quedarle comodo de altura, y contemplo como Dazai acercaba su pequeña boca a su tronco duro, rozándolo con su aliento y con sus suavísimos labios antes de introducirlo a la increíble suavidad de su boca. Gimio y lo obligo a meterla toda, apretando su cabeza hasta que los rizos castaños tocaron su piel, su abdomen velludo y desagradable.

Dazai lo tomaba por completo en su boca, adorando como se la llenaba hasta limites insospechados: era exquisito tener la boca asi de llena de verga, de verga de Odasaku. La succionaba, y sentia su pene endurecerse mas con la excitación que le provocaba su seme guiándolo, moviendo su cabeza como a el le agradaba. Era delicioso sentir ese pedazo caliente en su boca, el sabor llenándola, pero cuando este aumento, cuando la viscosidad caliente volvió a impactar el fondo de su garganta, se separo. Un hilillo de saliva lo conectaba y su mirada tambien, deseosa y anhelante por ese pedazo de carne.

Odasaku no necesitaba mas invitación; levanto a Dazai, quitándole la ropa con voracidad, devorando a besos aquel cuerpo pequeño y palido, admirándolo un momento antes de darle la vuelta, pero Dazai lo detuvo, quedándose a medias recostado sobre su costado y extendiendo una pierna grácilmente hacia arriba. Odasaku se abrazo a ella, besándola y sosteniéndola por el, ensalivando un par de sus dedos ante la atenta mirada de Dazai, dedos que luego llevo a la profunda división entre sus nalgas, frotando uno, el medio, contra aquel esfínter cerrado que se contrajo complacido ante su toque, sobando y sobando, causando inmediato reflejo en el rostro del castaño, provocando expresiones quebradas de placer ante la creciente presión, un gritito cuando por fin entro, moviéndolo dentro con enjundia antes de lo que pensaba.

Ensalivo de nuevo sus dedos, mordio la parte mas curvada de la pierna, metio dos mientras chupaba con furor su talon, su pie, lo que podía de el.

-Voy a hacerlo. – advirtió, mirandolo con sus ojos decididos.

-Eso espero. – respondio Dazai, anhelante.

Posiciono su verga, considero que era muy pequeño para poder entrar ahí, pero sabiendo que las capacidades del cuerpo humano exceden lo que se piensa, entro igual, llevando la mitad de su verga a un paraíso de calor, compresión y suavidad, un gemido fuerte, mirando agradecido a Dazai, que mantenía la boca abierta tambien, en un mudo gesto que lo miraba sin perder detalle.

Con su pierna en alto, busco abrazarlo, acercarlo como Odasaku hiciera antes, y este continuo, entrando lenta pero inevitablemente su tronco por aquel dilatado esfínter; la estrellita ampliada se lo comia, lo devoro hasta no quedar mas, hasta que las bolas pegaron contra una carnosa nalga, y ambos se acomodaron para quedar mas comodos, Dazai un poco mas acostado sobre su espalda, abrazando mejor a Odasaku, quien lo abrazo tradicionalmente mientras el otro tomaba su rostro, besándolo, besándolo y besándolo hasta que necesito darle aliento para que aumentara sus embestidas, rodeando entonces con sus brazos su espalda, sosteniéndose de el pero sin coartar su libertad, disfrutando de gruesa verga haciendole sentir mejor que nunca su interior: llenado, era como realmente existía, dándole a notar su existencia con tanto placer, con un calor tan insoportable que desearía sucidiarse de veras, pero era Odasaku quien lo estaba matando.

Balbuceaba palabras de amor, lo veía en su mirada, lo sentia en su cuerpo: no se arrepentiría ahora, no tendría dudas, su amado amante. Se doblo de placer en sus brazos y el tambien se perdió. No sintió su humedad hasta mucho después, o pocos segundos, cuando Oda sostenia su peso sobre el, jadeando, su cadera quieta al fin.

-No la saques. – le pidió, deteniendo su cadera en retirada con ambas piernas en un abrazo.

-Dejala ahí, hasta que se vuelva a parar. – le pellizco un pezón – Y házmelo de nuevo entonces.

-No tardare mucho. – dijo, lengueteandolo con un brillo divertido en la mirada.

 

 

Notas finales:

Gracias por leer, ojala lo hayan disfrutado.

Colgado con portada y un par de imagenes en Wattpadd, mismo nombre de fic, mismo autor, aunque su buscador es una mierda, pero no se poner el enlace.

Slán!


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