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El precio de las riquezas por MeliLuma

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Notas del capitulo:

¡Hola! Este es mi primer fanfic publicado así que espero les guste el contenido, ya saben yaoi así que no hay advertencia más clara que el agua así que comencémos 

-Zapatos... mmm no, ¿Flores? a todos le gustan las flores-. Pensaba en voz alta un niño con cabellos en forma de flama, mientras mordía hastiado la gomilla del lápiz.

 

-Vegeta, ¿Ya estás listo? Recuerda que hoy iremos a nuestro nuevo trabajo-. Comentó de fondo una voz madura.

 

-Lo sé papá, es solo que escribir una canción es muy complicado, ¿Qué tema puedo tomar para escribir mi canción?-. Pregunto el joven arrugando de nuevo una hoja.

 

-Bueno... La música crea sensaciones, la buena música, deberías inspirarte con algo que te cree una sensación, como el amor, la felicidad, la tristeza...

 

-Wow para papá solo tengo 14 años, no es como que mi vida sea muy complicada para entrar en esos temas.- Comentó el chico con una sonrisa burlona.

 

-Bueno chico estrella, ya debemos irnos, nos esperan.

 

-¿Puedo llevar mi guitarra?-. Suplico haciendo un puchero.

 

-Vegeta...

 

-Solo la tocaré en nuestros descansos, se que algún día podremos vivir de mi música, ¿Sí?.- Comentó el pelinegro.

 

-Bueno, solo si de esa fortuna me regalas un auto del año-. Confesó con una risa burlona.- Ahora vámonos...

 

Padre e hijo vivían solos desde hacía 4 años, esto debido al divorció entre la madre y el padre, la crisis económica llego y eventualmente el amor se esfumo, sin embargo, ambos padre e hijo habían aprendido a salir adelante con lo poco o mucho que la vida les ofrecía con trabajo duro y esfuerzo.

 

Mientras tanto a un par de millas de esa modesta casa ubicada en los suburbios más pobres, se encontraba un verdadero palacio, un inmenso jardín envolvía una hermosa casa con tonalidades grises y doradas, entre los vitrales de esa enorme mansión se encontraba una pequeña cabeza con cabellos en forma alborotada asomada viendo el paisaje con una mirada fastidiada.

 

-Gokú, los sirvientes de nuevo encontraron comida tirada por los jardines, debes dejar de tirar la comida por la ventana ¡Hay mucha gente que...!

 

-Que no tiene para comer, y hay mucha gente igual que puede caminar y yo no, no quiero comer, no me apetece y no quiero hacerlo.- Espetó el joven sin voltear a ver al individuo a sus espaldas, eran idénticos.

 

-Solo quiero lo mejor para ti-. Comentó el mayor acercándose lentamente hacia la ventana donde se encontraba el menor.- Y lo mejor es que no estés encerrado. ¿Por qué no pruebas saliendo al jardín?

 

-Mmm...-. Gokú se sonrojó en realidad quería salir, pero cada vez que lo hacía volvía su tristeza y pensamientos negativos, de nuevo veía su vida como un desperdició.- Yo... esta bien.

 

-¡Ese es mi hijo!.- Exclamó el mayor tomando la silla de ruedas para poder empujar a su hijo fuera de la habitación.

 

A los pies de esa imponente mansión se abrían de par en par las rejas de aquella propiedad, en el jardín se encontraba una bella mujer de cabello negro y semblante estricto.

 

-Buenos días, mi nombre es Milk y soy el ama de llaves de la propiedad de la familia Son-. Se presentó la mujer.- Me imagino que vienen a prestar servicio en los jardines...

 

-Así es, es un gusto, mi nombre es Vegita y bueno mi hijo de igual forma tiene mi nombre.- Extendió su mano educadamente hacia la mujer.

 

-Bien, si gustan pueden distribuirse, tienen libertad de usar agua para su equipo que traen, espero duren mucho tiempo con nosotros y puedan incluso conocer al señor de la casa, con permiso.- Se despidió Milk con una reverencia apresurando el paso al interior de la mansión.

 

-Bueno Vegeta ya escuchaste, empieza del lado derecho hijo quitando las ramas y hojas secas, yo empezaré del lado izquierdo así no nos costará tanto trabajo.- Indicó el mayor.

 

-Ya que me queda.- Chasqueó la lengua fastidiado, mientras tomaba una bolsa negra, una escoba y unas pequeñas tijeras.

 

Vegeta llevaba con trabajos los materiales para admirar lo descuidado que se encontraba el jardín, con desgano comenzó a barrer la hojas secas mientras hablaba consigo mismo;

 

-Hojas... no, ¿Una canción de hojas? Es una idea bastante estúpida.

 

Era tranquilo estar en el jardín, su padre como siempre lo había dejado solo, a veces se preguntaba si algún día ocurriría un milagro, todos caminan y lo hacen ver fácil, ¿Sería solo un bloqueo mental? Siempre se preguntaba las miles de razones por las cuales no podía caminar desde que tenía uso de razón, entre más pasaban los años más difícil era aceptar su realidad, así se pagaran miles de tratamientos el resultado era el mismo.

 

Goku dudoso vio el césped verde debajo de su silla, una duda le invadía, ¿Y si solo lo lograba? Cerro sus ojos con fuerza para intentar apoyar sus pies en el césped, poco a poco se deslizo...

 

 -¡Ah!-. Gritó asustado al caer estrepitosamente al piso, miro sus piernas con desprecio mientras hundía su rostro en el pasto.- Es inútil nunca lo voy a lograr.

 

El pelinegro intento apoyar sus brazos pero era vencido por su propio peso, con fuerza comenzó a arrastrarse sobre el pasto, algunas zonas húmedas le manchaban la ropa. Gokú tenía 13 años, y en esos 13 años jamás había podido caminar, paraplejía, esa era la causa de su dolor, no era como los demás niños, siempre dependería de una silla y cuidados ajenos.

 

Con sumo cansancio Gokú se arrastro hasta tocar unas tijeras anchas de metal, extrañado miro hacia arriba para encontrarse con un joven, quizá de su misma edad, tenía cabellos en forma de flama, piel bronceada y un semblante serio.

 

-Ah...-. Vegeta en ese instante quedó impactado, sus ojos era completamente negros pero una chispa se encendía dentro de ellos.- ¿Quieres ayuda?

 

-...-. Gokú avergonzado desvío su mirada del joven.

 

Vegeta se acerco para levantar él mismo al chico pero lo interrumpió un quejido por parte del otro.

 

-Es que yo no puedo caminar.- Expresó el pelinegro adolorido.

 

-¡Perdóname!-. Exclamó Vegeta mientras ejercía fuerza para cargar al chico en sus brazos.

 

-Lo siento...-. Expresó Goku bajando la mirada.

 

-No pasa nada, deja te llevo dentro de ¿Tu casa?

 

-Me siento aún más estúpido de lo que me creía...

 

Vegeta al escuchar ese comentario se extraño, ese joven tenía unos hermosos ojos negros, acompañados con su piel blanca, sin embargo, esos ojos se veían sumamente tristes y cristalinos, era una pena que lucieran con ese brillo tenue.

 

Al entrar a la mansión Vegeta fue observado atónito por su padre y un hombre idéntico al chico que llevaba en brazos.

 

-¡Goku!-. Exclamó el hombre de cabellos alborotados cargando al joven que Vegeta tenía en brazos.- ¿Qué fue lo que pasó?

 

-Yo...

 

-Intente caminar.- Interrumpió Goku.- El solo me ayudo por que me caía de la silla y eso fue todo, padre no quiero estar aquí, llévame a mi cuarto.

 

Vegeta se encontraba confundido, ese chico había sido amable y ahora era grosero, sin embargo, ya había encontrado un tema para su canción.- Goku hmm...

 

Bardock era el señor de la casa, viudo de la primera actriz Gine, su muerte hace años había sido un escándalo al ser disparada accidentalmente en una escena de acción, su esposo era uno de los productores más importantes de la televisión en la Capital del Oeste. Solo dos hijos habían nacido de ese matrimonio, Goku y Raditz, de 13 y 17 años respectivamente.

 

-El señor Bardock hablo conmigo y estaba muy agradecido de que hayas ayudado a su hijo-. Comentó el hombre guardando sus herramientas.

 

-Ya encontré un tema para mi canción-. Comentó Vegeta espontáneamente.

 

-Enserio no me pones atención, ¿Cuál?

 

-Ojos papá con los ojos se pueden hacer millones de comparaciones, rimas y metáforas.- Vegeta volteo su mirada hacia lo alto de la mansión para encontrarse con una pequeña cabeza de cabellos alborotados, y salió de su trance al verlo cerrar con fuerza las cortinas.- Pero la inspiración será difícil de cazar.

 

Vegeta llevaba dos semanas, dos semanas en las cuales por las noches escribía sin parar, borraba y escribía de nuevo mientras afinaba su guitarra, en esas dos semanas su inspiración le había rechazado todo tipo de contacto visual, lo cual no comprendía del todo, pero sin duda le sorprendería, estaba decidido en hacerlo, esos ojos debían ser mas alegres y no tan apagados como los suyos.

 

-¿Algo más que le pueda ofrecer?-. Dijo la mujer terminando de cepillar su cabello.

 

-No...-. Susurro con desgano.

 

La mujer recogió los artefactos de la habitación para salir sin cerrar la puerta, esa fue la oportunidad de oro, era perfecto, la ventana del cuarto se encontraba abierta y el bello atardecer se hacia presente ante los ojos del pelinegro.

 

-¡Vegeta!-. Gritaba el padre con desesperación.- Este niño ya se escapo de la casa

 

Un paso basto para que el chico de espaldas hablara en un tono hostil;

 

-¿Qué haces aquí?

 

-Se que no me tienes en estima o me evitas extrañamente a pesar de que fui amable y te ayude...

 

-¿Me estas cobrando tu ayuda? Caminar no te cuesta nada.

 

-No vine a eso, creo que siempre estás triste y vine a alegrarte la tarde.- Vegeta se hinco ligeramente para recargar su guitarra y comenzar a tocar.

 

Goku se extraño completamente al escuchar el instrumento, aun sin voltear comenzó a escuchar una hermosa voz;

 

"Qué bonitos ojos tienes, debajo de esas dos cejas,

Debajo de esas dos cejas, que bonitos ojos tienes,

Ellos me quieren mirar, pero si tú no los dejas,

Pero si tú no los dejas, ni siquiera parpadear".

 

El menor lentamente volteó hacia el chico de cabellos en forma de flama, estaba completamente dedicado a su canción, jamás había escuchado esa letra, esa música y sobre todo esa voz.

 

 "Si por pobre me desprecias

Yo te concedo razón

Yo te concedo razón

Si por pobre me desprecias

Yo no te ofrezco riquezas

Te ofrezco mi corazón

Te ofrezco mi corazón

A cambio de mi pobreza"

 

Goku no desviaba sus ojos al igual que todos los se encontraban admirados ante el increíble talento del chico frente a ellos, era tan joven y aún así esa canción sonaba como un hit que en la radio se escucharía.

Notas finales:

Espero les haya gustado el capituló y si pueden dejar un review lo agradecería para motivarme a seguir escribiendo para ustedes kyaaaa muchas gracias 


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