Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bárbara por SigmaIII

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola, este Fanfic esta cortito, es de un capítulo.

Esta bastante Light. De hecho no tiene leemon. 

Los personajes perteneces a J.K. Rowling. 

Notas del capitulo:

Hola, pues este capítulo iba a formar parte inicialmente de mi Fic "Las fantasías eróticas de Voldemort", pero finalmente decidí publicarlo aparte. 

Nos ubicamos en la época de los mortífagos, cuando Lord Voldemort llega a invadir Malfoy Manor. 

El nombre de Bárbara, por la muñeca Barb... Espero que nadie con este nombre se ofenda. 

ACOTACIONES: ......

.

.

.

Separación entre escenas. 

Bárbara

 

Se encontraba estancado (como si fuera novedad),  no había avances en su maligna organización. Y por ocio, Lord Voldemort decidió esculcar el ático de la mansión. Allí había muchas de sus viejas cosas. Lucius gatito malo las había puesto allí. 

Un baúl de piel en muy buen estado llamó su atención, el Lord lo abrió y apenas miró el contenido se soltó a reír. 

-¡Lucius mentiroso!- Encontró al aludido en su estudio de trabajo, lo enfrentó.-Me dijiste que buscabas una para tu abuela ¡Me hiciste entrar a cientos de jugueterías mintiéndome y al final era para ti!- Una muñeca de porcelana, la más preciosa, una madam Allerie original, sólo se elaboraron tres. 

-¡Era para mi abuela ella las coleccionaba! ¿Pero por qué? ¡¿Qué has hecho?!- Exclamó el mago fastidiado.  

-¡Ay Lucius! ¿No me digas que te molesta que rompa tus cosas?

-¿No entiendes lo que has provocado? ¿Ahora cómo la guardaré? 

-¿Te molesta ser descubierto? No pasa nada, la volveré a guardar- Lord Voldemort la llevaba por el hombro de su vestido rococó de seda. Lucius se preocupó sabiendo lo mucho que Bárbara, la muñeca, odiaba ser maltratada.  

-Será un tormento volverla a guardar- Lucius se apresuró en sus quehaceres y abandonó la habitación. 

No pasó mucho para que Voldemort lo alcanzará en el salón. 

-¡Se mueve! 

-Te lo dije. 

-¡Pero no se mueve como un juguete mágico ordinario! La quise guardar y ..y.. 

-Es una madam Allerie original, lo último y lo mejor en su tipo. -Lucius se frotó la cara apesadumbrado- Ahora tendremos que esperar a que oscurezca, arrullarla, meterla en la cama y rogar porque se duerma y se le terminé la cuerda. ¿Por qué tenías que saquear el ático?  

-¡Quise guardarla de nuevo y me atacó! ¿Por qué conservas algo así? 

-Era de mi abuela, me la heredó. 

-¿Esa cosa?

-¡Sus muñecas eran la posesión más valiosa de mi abuela!, y la joya de su colección es ella. Bárbara. Mi madre y ella no se llevaban así que me la dejó a mí. -Y es que las últimas generaciones Malfoy han sido varones así que…Se hartó de no tener nietas o algo...¡Pero eso no importa! El punto es que la sacó del baúl, ahora será un tormento…..

Voldemort escuchó a medias, porque ahora mismo imaginaba a Lucius con uniforme escolar, llevando a esa muñeca pero no… Era un artículo muy rebuscado, no, prefería de accesorio una paleta de cereza, una paleta de cereza por la que este gatito le seduce para compartir.   

Lucius seguía. 

-....es una muñeca mágica, se mueve por sí misma y no le gusta que la guarden, tiene mucha energía. No se queda quieta a menos que éste a oscuras en el baúl. Ahora querrá jugar. 

-¿Y si juegas conmigo?- 

Lucius se rió, Voldemort se sintió avergonzado y resentido por su respuesta, hasta que el rubio le tomó el rostro y lo besó. El Lord entendía que lo perdonaba por sacar a la muñeca de su caja. 

Un ruido, el de tela rasgándose los sacó de su ensimismamiento. Se escuchaba en el pasillo, Lucius enseguida fue a investigar. 

-¡No! ¡Bárbara! ¡Niña mala que estás haciendo!- 

La muñeca, tan exigente como su propietaria anterior y tan minuciosa como su fabricante encontró atroz el papel tapiz del pasillo, lo arrancó con sus pequeñas manos sin dudar. Lo siguiente que escuchó el Lord fueron los gimoteos de Lucius. 

-¡Ayyyy! ¡NO! ¡NENA NO! ¡Para, me lastimas!-

Voldemort ya estaba allí, ningún engendro lastimaba a su adoración. Pero tardó en reaccionar, la escena era demasiado surrealista. 

La muñeca tenía a Lucius de rodillas, para tenerlo a su altura, lo obligaba a mantenerse así al tirarlo del cabello y con su pequeña mano libre le daba bofetadas. Por cierto, Bárbara medía cincuenta y cinco centímetros contando el sombrero de plumas. Estaba por desgreñarlo allí mismo. 

Por el otro extremo del pasillo llegó Draco, también permaneció perplejo pero por menos tiempo que Voldemort, el joven se apresuró a salvar a su padre. 

-¡Bárbara no!- 

 Draco fue y la tomó por la cintura para levantarla pero ella pronto se giró y le dio un bofetón en la barbilla. Draco la soltó, la muñeca cayó sobre sus dos pies y avanzó lentamente hacia Lucius. 

-No nena no, se buena…-

Sin dudar más, Voldemort caminó a prisa y la pateó con fuerza para apartarla. Pero la victoria no fue dulce, enseguida Lucius le reclamó. 

-¡¿Estás demente?! ¿Sabes lo que vale? ¿Cómo te atreves? ¿No escuchaste que le permaneció a mi abuela?

-¿Y no entendiste tú que debes de hablarme de usted frente a otros? Te castigaré frente a tu hijo para que lo aprendas- 

Lucius se enfado e indignó. Sí, hablarle de usted, era una clase de juego y arregló que tenían entre los dos, pero Draco no contaba. Y también se sonrojó al imaginarse siendo “castigado” por Voldemort en medio pasillo. Si conoces a estos dos ya sabes cómo va la cosa. 

 El enfrentamiento entre miradas se vio interrumpido cuando un florero se estrelló en la pared a muy poco de darle a Lord Voldemort. 

-¡Maldito engendro, pero qué!-Había sido Bárbara. 

-¡No Lord no le hable así!  -Advirtió Lucius, pero ella ya había arrancado la puerta del marco y se la aventó al Lord quien con un hechizo alcanzó a desintegrarla en cientos de astillas antes de que se impactara contra él. Y si Bárbara no intentó más fue porque se concentró en las campanas del gran reloj de cuerda en el salón. Indicaba el mediodía, la hora en la que los Malfoy bebían el té. Dio media vuelta y dejó a los magos atrás. 

Lord Voldemort alzó la varita pero Lucius se interpuso suplicante. 

-¡No puedo tirarla ni romperla, era de mi abuela! 

-Assh Lucius, si es tonto y no sirve tiralo. Dónalo de pérdida. Estúpido e inútil valor sentimental.-

………....

 

-¡Rehenes de un engendro de porcelana! ¿Así o más humillación?-

Los presentes- excepto Voldemort- se habían resignado. Lucius le habló. 

-Se cansará y dormirá. Podemos hacer esto si todos cooperamos- 

Se encontraban sentados a la mesa. La muñeca ocupaba un lugar. Todos tenían sus tazas servidas pero nadie hacía nada. 

Lucius lanzó una mirada suplicante a Narcisa, ella ya había logrado dominarla antes. El lenguaje no verbal que compartío el matrimonio enceló a Lord Voldemort, finalmente la mujer fastidiada y porque también era una rehén decidió salvarles el pellejo. Así que habló. 

-Como te decía Bárbara- La muñeca giró lentamente la cabeza hacia ella, lo hizo lenta (y horripilantemente, poniéndole la piel de gallina a los presentes por el suspenso)- Pensaba ahmm cambiar la tapicería del salón por un tono más neutro, es marrón siempre lo ha sido-  Y sí Narcisa tuvo una enorme y prolongada conversación con la muñeca. 

Los demás mientras bebían té. 

-¿Qué hacemos?- Le preguntó el Lord por lo bajo. 

-Hablarle como si fuera el centro de atención o nos asesina. Menos a Cissa a ella no le hace nada porque es mamá y las muñecas siempre respetan la autoridad de las madres ese es el otro problema. Tienen una maldita estructura social, son muy sanguinarias. Es igual a un cotillón. Para eso las compran las madres para que sus hijas aprendan a comportarse en sociedad.- Voldemort lo miró muy contrariado, esa cosa se comportaba como todo menos una dama. 

-Sabes mucho Lucius- como sugiriendo algo.

-¡Déjeme ya le dije que es heredada!- 

Bárbara los miró, giró espantosamente la cabeza en su dirección ofendida de que se estuvieran secreteando. No es buen comportamiento. 

Lucius enseguida se tomó la taza evitando el contacto visual con la muñeca. Voldemort la miró enfadado. 

En un intento por salvar a su padre, Draco formuló una idea, como que sería grandioso que Narcisa preparará una tarta o algo por el estilo aunque nunca la había visto cocinar. 

Y por alguna razón, en ese preciso instante Cissa se puso muy sentimental. Porque recordó las pocas veces en las que ella salvó a Lucius de Bárbara. Y lo estaba haciendo una vez más a pesar de que acababan de separarse. A pesar de que el suyo fue un matrimonio por conveniencia; se dio cuenta de cuánto lo quería y no estaba segura de poder afrontar lo que estaba pasando. Al menos no en estos momentos. Se paró bruscamente, y pidió perdón a los presentes, tenía algo urgente que hacer. Desahogarse en el dormitorio. 

-¡NARCISA!- Lloró Lucius. Para el Lord fue tan incómodo, ver como su caramelito amor de su vida pedía por ella. Inspiró profundo intentando no maldecir. 

Bárbara se incorporó, el comportamiento de la familia era inaceptable. Cuando Lucius la vio ir en su dirección se puso de pie y retrocedió. 

Si Voldemort ya estaba molesto, se enfureció aún más. No entendía cómo era que Lucius le temía tanto a aquel trasto. Con varita le arrojó una maldición que la hizo estallar en cientos de pedazos. Lucius gritó horrorizado. 

-¿Qué hiciste?-

Un fragmento de la cara yacía a pocos pasos de ellos. Voldemort logró romperlo con un pisotón. Y tras un estremecimiento y segundos que sintió cómo horas, Lucius se dio cuenta de que no era el fin del mundo. Lo que quedaba de Bárbara se dejó de mover. 

-Yo soy la parte de ti que no tiene miedo- Y lo besó. Y Lucius, aunque al principio quiso resistirse se dio cuenta de que sí, ¡Sí! ¡Odiaba a esa muñeca! ¡Toda la vida la odio como odio a la abuela! Correspondió al beso de Voldemort con toda la pasión de la que fue capaz. 

Draco se quedó hecho piedra en su lugar por la impresión. Deseando que la tierra se lo tragará. Cuando entendió que nadie notaría su huida se desapareció. Hizo bien, Lucius ya había subido su muslo a la cadera de Voldemort, el mago tenebroso lo cargó y se lo llevó a un sitio privado. 

.

.

.

-Habrías sido un muñeco hermoso. ¡Cuántas veces quise que basilisco te petrifica!

-¡Lord Voldemort! 

-Te habrías quedado quietecito y CALLADITO dispuesto a recibir mis besos y mis abrazos y todo mi amor. - Se frotó la cara con frustración- ¡Ayy por qué no lo hice! ¡Pero qué imbécil fui! Habrías permanecido lindo y tierno en tu uniforme escolar pero tontamente ¡Ayyy! - Lucius lo pellizco. No le hacía gracia, aun recordaba cuando la colección entera de la abuela lo atacó en su adolescencia. 

Le contó. 

De cómo lo sometieron y le pintaron líneas sobre la piel, líneas punteadas que indican dónde cortar. 

-¡Sacarme el cerebro y corazón! ¡Eso iban a ser! ¡Dejarme vació! ¡Por eso son tan malas! ¡No tienen alma!-  

A Voldemort le dolió eso último. El tampoco. Y no era malo.... no tanto. 

Permanecieron callados. 

Lucius ya se quedaba dormido, se encontraban recostados en el dormitorio. 

-Hay algo que no entiendo.- Siguió el Lord.- Si ya sabías cómo se comportan estos monstruos ¿Para qué le regalas una tan peligrosa a tu abuela? 

-Pensé que así podría contentarla, para que le diera preferencia a mi padre…- Lucius terminó de dormirse. 

-¿Preferencia para qué?-

Basta de plática, Lucius dormido era imposible de despertar.  Tras un rato, lo alcanzó. 

Voldemort imaginó que se refería a una herencia o algo así.

 

Al día siguiente, cuando bajaron a desayunar se encontraron con Bárbara esperando en el comedor. Lucía espantosa. Quien hizo el esfuerzo de repararla lo hizo aprisa y con lo que pudo. Ahora andaba tuerta de un ojo, con clavos en la cabeza en vez de prendedores.

Lucius estaba lívido, casi se desmaya. 

Mientras tanto Bellatrix no dejaba de dar saltos por todo el dormitorio de Narcisa, llevaba horas y horas relatando la maravilla que encontró en el comedor. Toda su vida quiso una Madam Allerie original y aunque estuviera hecha añicos por fin su sueño se volvía realidad. 

Y Lord Voldemort deseo regresar a esa época, en la que el tedio era la norma. 

 

FIN

 

Notas finales:

Esta idea se me ocurrió hace muchos muchos años, cuando ví un programa en la televisión sobre colecciones exóticas, una persona coleccionaba muñecas "Madam Alexander", de allí el nombre de Madame Allierie. Recuerdo que hubo una en particular que se me hizo espectacular por su vestido. Pero ya casi no la recuerdo. 

Ahora, déjame hacerte una invitación. Si te gusta la pareja de Voldemort x Lucius, o te gusta como escribo por favor dale una revisada a mis otros trabajos. 

Saludos. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).