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¿Es una broma? por Rebeca-chan

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Notas del fanfic:

Espero que les guste, pensé meterlo dentro de mis minihistorias pero me salió más largo de lo que pensé y bueno...aquí esta.

Notas del capitulo:

espero que les guste. 

En su adolescencia, habían cometido una estupidez, bueno varias, pero había una que superaba las demás, habían tenido sexo sin protección. Pero ¿Quién hubiera pensado que él, siendo hombre podría quedar embarazado? Era una locura planteárselo, decirlo en voz alta, pero ahí la prueba ferviente de que aquello era posible, allí estaba su pequeño hijo.

Todo empezó por una broma, sus amigos le decían que tenía síntomas de embarazo, mareo, nauseas, cansancio, entre otros. —Debes estar embarazado--y todos reían a carcajadas y el también, claro. Se repetía que debía tener un problema estomacal y ya, nada serio, por lo que lo dejó estar. Pasó el tiempo pero los síntomas seguían y se intensificaban sobre todo en las mañanas. Se asustó y Sasuke le dijo que debía ir al doctor.

-Pero si no estoy embarazado-ttebayo-dijo un rubio muy cabreado.

-Idiota, no es por eso si no porque tu enfermedad estomacal no se va. Debe ser un virus resistente o algo por el estilo- lo miró fríamente, pero a la vez vacilante. No quería creer lo que sus amigos decían pero muy en su interior, escondido en los recovecos de su mente, se gestaba la mínima posibilidad de que algo así fuera posible ¿Habían casos extraños de medicina, verdad?

Nadie los había preparado para lo que vendría.

-Señor Uzumaki, las pruebas confirman su embarazo-Naruto quedó de piedra con lo dicho por el doctor. ¿Qué significaba eso?

-¿Es una broma, verdad?-

-Entiendo que se sienta así. La verdad nosotros tampoco pensamos que fuera posible, por lo que repetimos la prueba varias veces. Claro, también testeamos otras enfermedades, pero los niveles de GCH en su sangre eran anormalmente altos, de hecho no debería ni tenerlos- El cerebro del rubio se apagó, ya no procesaba lo que le decía aquel médico. Un sudor frío le recorrió la espalda ¿Qué haría ahora? ¿Un hijo? Es mucha responsabilidad. No tenía dinero, ni padres que lo apoyaran y Sasuke…

-Sasuke-gritó y se levantó del asiento- lo siento doctor, gracias por su tiempo- tomó el sobre con los resultados y se fue rápidamente de aquel establecimiento. Corrió sin rumbo fijo, asustado por lo que pasaría de ahora en adelante ¿Qué pensaría el pelinegro? ¿Le ayudaría en esto? ¿Lo abandonaría? ¿Si quiera le creería? Sin pensarlo, llego a la residencia Uchiha. Tocó el timbre y espero que un sirviente lo recibiera. Se podía ver que la familia Uchiha, tenía lujos, riquezas y estatus social, no por nada eran dueños de la empresa Uchiha, quienes facturaban autos y los vendían internacionalmente.

-El señorito Uchiha lo va a recibir en su cuarto, puede ir-le indicó el camino por la escalera. Él ya se lo sabía, pero era una formalidad de los sirvientes. Toco la puerta un par de veces y entro tan solo cuando escuchó el “pase”

-¿Y bien? ¿Cómo te fue en el médico?-

-¿He?-se sentó en el suelo, al lado de la mesa de centro de la habitación.

-Asumo que por eso viniste tan apurado hacia aquí ¿Tienes alguna enfermedad más grave? ¿Debes tomar medicamentos?- Su amigo lo conocía a la perfección, estaban juntos desde que iban al jardín de infantes. Sasuke sabía cuándo el rubio estaba preocupado, desviaba su mirada, se frotaba continuamente las manos, sudaba y balbuceaba cosas inteligibles. Definitivamente este era uno de esos momentos.   

-Bueno yo…-no sabía cómo decirle, ni si quiera eran pareja. Solo se acostaron por “curiosidad” Curiosidad ni nada, el rubio amaba al azabache desde que tenía memoria, pero no había podido decirle por cobardía y por no arruinar la amistad, lo típico. Sabía que Sasuke no era gay, o por lo menos eso aparentaba. El Uchiha había tenido novias y solo accedió acostarse con él porque quería experimentar el cómo era hacerlo con un hombre ¿Y después? Pues todo siguió igual, nada cambió entre ellos, nada cambió en Sasuke aunque no fue el caso de Naruto. Su amor se había fortalecido aún más.

Después de tener sexo y verlo acostado al lado de él, sintió como su corazón explotaba en amor, sus ojos se enternecieron y acarició levemente la mejilla nívea. Claro que el azabache se dio cuenta y de un manotazo aparto la mano invasora—dobe quiero dormir ¿vale?—y se dio vuelta, dejando a un rubio con el corazón en la mano.  

-Vamos ¿Qué es tan difícil?-de una pequeña nevera sacó unas gaseosas, como iban al colegio aún no podían tomar.

-Es que ni yo me la creo-ttebayo-su cara se sonrojó al pensar en su “diagnóstico” El rubio se puso muy nervioso “¿Pensará que soy raro? ¿Y cómo no-ttebayo? Si soy un maldito hombre y estoy embarazado, soy un fenómeno”, pensaba.

-No me digas…-el rostro del pelinegro se puso blanco como el papel, sus ojos se abrieron en par en par. El rubio maldijo lo intuitivo que era su amigo.

-¿Sorpresa?-intentó bromear para aligerar el pesado ambiente que se había formado entre los dos.

-¿Es una broma, verdad?-empezó a sudar, le empezó a faltar el aire-debe serlo, o sea…somos hombres ¿Eso si quiera es posible?-miraba a los ojos azules de su amigo, para que le confirmara que todo había sido una broma cruel.

-Lo siento, Sasuke. Es real, hoy fui al médico y me dieron los resultados-le entregó el sobre con sus análisis que el azabache tomó rápidamente. Leyó y releyó aquella hoja de papel intentando buscar alguna enfermedad inexistente. Sasuke en un gesto veloz alejó los papeles de él, botándolos al suelo. Miró a su amigo, que estaba sentado delante y empezó a reír. Reír por su tonta situación, tonta porque pensó que no iba a pasar nada, se confió en que tener sexo con un hombre era seguro, tonto porque siempre había sido cauteloso en ese tema, siempre llevaba un condón en su mochila pero justo ese día no, se le habían acabado, pero pensó ¿Qué tiene? Naruto es virgen y hombre. Maldijo a su yo del pasado por ser tan confiado.

-Esto es increíble-fueron las palabras pronunciadas por Sasuke.

-Lo sé ¿Qué haremos? Tenemos tan solo diecisiete años, no tenemos una carrera y mi trabajo no da para sostener a un bebé-

-Yo ni si quiera tengo trabajo-

-Pero Sasuke-lo miró intensamente-¿Qué quieres hacer tú? ¿Quieres tenerlo? Porque yo sí, no podría pensar en abortar o algo parecido-dijo resolutivo- ¿No quieres tenerlo? Lo entendería, no puedo obligarte a ser padre de esta criatura-instintivamente posó su mano derecha en su estómago- si quieres puedes desatenderte del niño y vivir tu vida en paz- su voz temblaba. Le aterraba la idea de hacer esto solo, pero no podía obligar a su amigo a ser padre, si este no quería.

-No….yo-pensó en esa posibilidad ¿Quería ser padre? ¿Podría dejar a Naruto solo? Era su mejor amigo, prometió acompañarlo en las buenas y en las malas…y esta era una de esas malas-no, te ayudaré-

-Bien-una sonrisa de alivio apareció en el rostro canela-será extraño, seremos amigos que tienen un bebé juntos-

-Sí, es cierto-lo miró- ¿No debemos casarnos o algo así, verdad?-

-No…claro que no, ni si quiera somos pareja ni nada-su corazón latió ante aquella posibilidad, pero al ver el suspiro de alivio que dejo escapar el azabache, se le esfumaron los pensamientos respecto a su boda y ser pareja.

-Bien, le diré a mi hermano y también creo que sería mejor que vivieras aquí, conmigo. Es una casa grande y de seguro que podrás ocupar una habitación de invitados-

-Claro-el sonrojo en su rostro se hizo más que evidente, vivir con el Uchiha era casi un sueño. Casi, ya que no eran nada, tan solo amigos

 

**

Así empezó su convivencia juntos. La barriga de Naruto empezó a crecer cada vez más, con el pasar del tiempo. Sus amigos, primero se burlaron de sobremanera de aquellos idiota, hasta que vieron que los chistes (antes graciosos) ahora, le dolían al rubio. Su sensibilidad estaba por los cielos, cualquier cosa era motivo para que las lágrimas escaparan, rienda suelta por su rostro.

-Tranquilo, no te molestaremos más-dijeron y así cumplieron. Sasuke encontró un trabajo en su empresa, algo que le diera estabilidad económica para poder comprarle cosas al bebé y Naruto siguió en su antiguo empleo, que a pesar de la sorpresa, todos allí lo entendieron y le dieron cierta libertad, para que no fuera tan extenuante y pudiera ir a las visitas médicas o a comprar lo que hiciera falta. Con el crecimiento del bebé, vinieron los cambios de humor y antojos extraños a deshora. Había veces que Sasuke despertaba de un salto, al sentir que lo pateaban en su cama.

-Teme, necesito helado. Ahora-era su amigo rubio que exigía un pote de helado y no cualquiera, sino de menta con chocolate. El azabache, como buen padre y amigo iba a la tienda más cercana a comprarle el estúpido helado, aunque a regañadientes. Así se llevaban

El Uchiha nunca mostró signos de querer al rubio de otra manera. En más, después de unos seis meses aproximadamente empezó a salir con su compañera de clases, Sakura. La chica había estado detrás del azabache desde que lo conoció a los trece años. Perseveró, persiguiéndolo y acosándolo,  hasta que consiguió ser su novia. Esto dejó en shock al ojiazul, ya que no se esperaba que Sasuke tuviera pareja mientras él estuviera embarazado, aunque no habían llegado a ningún acuerdo de fidelidad o algo por el estilo. Sasuke era libre de meterse con quien quisiera.

La tristeza lo embargó, lloraba todo el día y no le podía a explicar a su amigo porqué—es el embarazo, teme—se justificaba pero Sasuke sabía que algo más le molestaba. Intentó actuar con indiferencia, alejándose del azabache lo más posible. Intentó trabajar más, salir con sus amigos o pasear solo, para no llegar a esa casa y verlo con ella. Lo que Naruto no sabía era que Sasuke había escuchado una conversación que el rubio había tenido con uno de sus amigos y que por esta decidió salir con Sakura.

-Está bien, no hay nada entre nosotros dos. Nada importa- pudo ver la gran sonrisa del rubio y esto al Uchiha le dolió, pero entendió aquellas palabras. Lo suyo había empezado más bien como un juego, por lo que no podía exigirle al chico que estuviera con él, ni menos forzarlo a que le correspondiera.

Siempre le ha tenido un cariño especial al dobe ¿Amor? No lo sabía, nunca se había enamorado de alguien, pero si podía decir que estando al lado del moreno su corazón latía más fuerte, su cuerpo se calentaba y sus brazos y piernas se adormecían ¿Eso significaba que quería a Naruto? Nunca lo iba a saber, porque esta relación “no importaba” Aceptó a Sakura, para poder olvidar al ojiazul ¿Estaba mal? Claro ¿Intentaría enamorarse de Sakura? si, lo intentaría con todas sus fuerzas para no dañarla, ella no se merecía estar en esa situación pero se entregaba tanto…que el no pudo obviarla más, necesitaba un cuerpo para olvidar.

Entre aquel ambiente, nació su hijo. Yuuki Uchiha-Uzumaki.

Durante un tiempo, fue un caos. El niño lloraba y Naruto también. Continuamente entraba en pánico y no sabía qué hacer. Noches de insomnio, pañales sucios y leche en polvo. En eso se resumió los primeros meses de Yuuki. Sasuke, empezó a estudiar y a trabajar, debía sacar una carrera a fin con su empresa, para poder prosperar y darle todo a ese niño que vino a robarle el corazón, lo amaba de sobremanera. Tenía los ojos y el rostro de Naruto, pero el cabello y la test eran rasgos característicos de la familia Uchiha.  Naruto, cuando Yuuki ya cumplió un año y pudo entrar a la guardería, el también empezó a estudiar una carrera corta y trabajar. Los dos intentaron adaptarse a su agitada vida.

Un día, el rubio le pidió a Sasuke que cuidara a Yuuki, ya que él debía rendir una importante prueba semestral, el azabache, como ese día tenía libre en su trabajo y universidad, encantado dijo que sí. Al tiempo de irse el rubio, llegó Sakura de sorpresa, agarró al Uchiha de la solapa y le plantó un enorme beso, lleno de pasión y cargado de lujuria. Sasuke no se negó, hace un tiempo no lo habían hecho, por lo que las ganas no faltaban.

Yuuki se quedó solo. Como ya caminaba empezó a explorar la casa. Era invierno por lo que la estufa estaba encendida. Al infante le llamó la atención aquel objeto brillante y caliente. Quería tocarlo con sus pequeñas manos, por lo que alargó una y cuando estaba a punto de lograr su cometido, llega su otro padre. Naruto.

Pegó el grito en el cielo, deteniendo a su hijo. Buscó a Sasuke por todo el departamento y lo encontró en una pieza teniendo sexo con Sakura. Se enfureció tanto que se podían ver como sus ojos azules cambiaban de color al rojo. Le escupió, le gritó y le pegó un par de golpes al hombre enfrente de él.

-Tu no entiendes que es tener pareja, dobe. Tú no has tenido ninguna-dijo intentando defenderse. Odiaba equivocarse y más se odiaba por haber sido tan irresponsable, haber puesto a sus deseos antes que su pequeño hijo.

Ese comentario fue como si le lanzaran una daga directo al corazón. Sin decir nada, Naruto salió del cuarto, tomó un par de prendas en una maleta y salió junto a su hijo hacia algún lugar.  Caminó pensando a donde podría alojarse aquella noche. Pronto se le vino una idea.

Itachi.

Era el hermano mayor de Sasuke, siempre había sido comprensivo, siempre los había ayudado. De hecho les cedió la mansión, para que la pequeña y disfuncional familia tuviera espacio. El pelinegro mayor los recibió y vio los ojos heridos del rubio, supo inmediatamente que algo había pasado entre él y su hermano. Naruto no quiso entrar en detalles de lo que había pasado, se dedicó a simplemente seguir con su rutina. Yuuki, trabajo, estudios. Itachi miraba esa situación, mordiéndose la lengua, sin poder decir nada—todo hermano menor—maldecía a Sasuke y su falta de coraje.

La verdad de todo esto era que el si había intentado salir con otras personas, conocer gente. Pero siempre que se enteraban que él había tenido un hijo, que “literalmente” lo había hecho, pues se alejaban ¿Quién en su sano juicio estaría con un monstruo como él? Por lo que ese tema le deprimía, sentía que de por vida iba a estar atrapado en aquella rutina, que no conocería el amor, que jamás se iba a casar con nadie y que vería a Sasuke con Sakura por el resto de su vida, felices y el miserable.

**

Un día salió con un chico, era apuesto, simpático y amable. Se conocieron en la universidad y fe un flechazo instantáneo. Decidieron salir a una cita y el rubio le pidió a Itachi que cuidara a Yuuki una tarde, por supuesto que el Uchiha mayor aceptó, amaba a su sobrino. Su cita salió de maravilla. Fueron a comer, al cine, a un centro de juegos y ahora caminaban por el parque florido. Todos ese día había sido magnifico, por lo que Naruto decidió contarle su secreto, sentía que aquel chico era diferente al resto, cuan equivocado estaba.

-Tengo un hijo. Un pequeño niño llamado Yuuki- le explicó lo que había pasado. Al principio el joven no había emitido sonido alguno, después cierto tiempo dijo unas palabras.

-Eres asqueroso ¿Por qué no me contaste esto desde el principio? Así no hubiera perdido tiempo ni dinero contigo. Dios, jamás nadie saldrá contigo- y se fue, dejando al ojiazul herido, en medio de un parque. Naruto no sabía, pero cierto azabache estaba escuchando aquella conversación por casualidad. Salió de su escondite, fue corriendo y le propinó una golpiza a aquel joven, llamándole de todo. El rubio miraba la escena estupefacto, sin poder articular palabra. Sasuke después de aquella pelea, regreso con el Uzumaki, le tomó de la mano y lo llevó a su hogar. Allí lo abrazó, sin decir nada y Naruto lloró por aquellas palabras, lloró porque eran verdad.

 

**

-Lo siento-

-¿Por qué?-estaban comiendo la cena, los dos en su hogar.

-Porque hable sin pensarlo. No sabía que la gente se comportaba tan horrible contigo- el rubio bajó la mirada.

-Está bien, la verdad es que tienen razón. Soy un fenómeno-

-No seas idiota, eres increíble y ellos son los estúpidos que no lo notan-se puso furioso por las palabras del rubio.

-Aun así, nadie me va a aceptar –

-Yo si te acepto-estaba cansado de todo, de Sakura, de esconder sus sentimientos, de la gente de mierda y de esta separación.

-¿Qué?-lo miró fijamente.

-Te quiero, Naruto-

-Tú, estas con…Sakura-no podía creerse aquellas palabras.

-Lo sé y lo hice por una razón muy egoísta. Porque quería olvidarme de ti. Escuché aquella conversación, donde dijiste que lo nuestro no había significado nada, que no importaba…-

-Pero…yo pensé que tú pensabas eso-estaba impresionado por las palabras del azabache.

-Somos unos idiotas-sonrió y Naruto lo secundo. Por un tonto malentendido, habían desperdiciado años de no estar juntos. Rodearon la mesa y se abrazaron, dándose un beso, un beso profundo lleno de amor verdadero.

Desde ahí, fueron una familia….Yuuki, Naruto y Sasuke. Naruto terminó sus estudios y empezó a trabajar. Había decidido ser maestro o técnico en maestría y al ser empleado de  en un jardín infantil, le dio chances para inscribir a su hijo en aquel establecimiento también. Sasuke empezó a meterse más y más en su empresa, descubrió que los negocios eran su camino a seguir, por lo que se enfocó de lleno en esa área.

Como ya se conocían y sabían cómo era convivir con el otro, ser pareja fue fácil y hermoso. Ahora dormían en la misma habitación y compartían más como familia. Hay veces que iban al parque, al cine o simplemente se sentaban en la sala de su casa a jugar con su hijo.

-Papá y Nauto, los quero-le decía su hijo y ellos estallaban en felicidad, al ver como esa hermosa criatura crecía bajo sus narices.

-Yuuki, dime papá también-le decía el rubio mientras le acariciaba la cabeza.

-Nauto-

-Es imposible discutir con él, dobe. Es tan terco como tú-

-Oye teme, que el terco eres tú no yo. Eres un cabezotas que no sabe rendirse- se sentó al lado del Uchiha mayor, y este lo rodeó con el brazo.

-No me hagas reír, si cuando jugamos en la consola eres tú que puedes pasar horas y horas hasta que ganas, aunque eso me encanta de ti-le dio un pequeño beso en los labios-

-Yuuki, igual-señalaba su propia boca y los padres rieron, propinándole cada uno un pequeño beso.

Nunca se imaginaron terminar en aquella situación. Lo que parecía un chiste, una mala broma del destino, resultó ser lo mejor que les ha pasado en la vida ¿Y cómo no serlo? Verlo tan solo sonriendo se daban por pagados.

FIN

 


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