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Como recuperar al amor de tu vida en 3 pasos. por AnaMEG

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Notas del fanfic:

Hola Gente Linda :D despues de tiempo desaparecida vuelvo con una nueva historia de un Fandom que me tienen enamorada.

Espero lo disfruten y bueno, es algo corto pero disfrutable jejeje

¡¡A leer!!

-No autorizo la copia o publicación de mis obras sin mi consentimiento- Todos los derechos reservados-

La risa de su hermano rompía el apacible silencio de la noche, mientras caminaban de regreso a casa, hacia frio, estaba avergonzado, con la ropa humada y las molestas burlas de Ucrania no ayudaban a que su malestar mermara, es más, estaba a punto de empujar a su hermano contra el primer carro que pasara con tal de cerrarle la boca.

          - ¿Me vas a decir que paso o prefieres que papá te regañe por invasión de propiedad privada? –Pregunto su hermano mientras caminaban por el área residencial.

Rusia bufo molesto, escondiendo la cara en la gran chaqueta de su hermano, lamentablemente para él, había que tenido que llamar Ucrania para que lo recogiera en la estación de policía. Había sido un completo idiota, ¿En qué momento le había parecido buena idea treparse a ese árbol para mirar a través de la ventana de la casa de España?, claro en el momento que el objeto de sus deseos había entrado en la habitación de Chile.

Sí, todo este problema había sido causa de su estúpido corazón y sus celos. El viernes en la escuela, había espiado una conversación del chileno con sus hermanos, diciendo que había invitado a la belleza de Alemania a una cita, por lo que el ruso había decidido, seguirlos como un completo acosador. Esa noche de sábado, había salido de su casa, dispuesto a cuidar a su ex novio y actual dueño de sus sentimientos, primero los siguió a la pizzería, donde ambos chicos, comieron y hablaron animadamente, cosa que revolvía el estómago del ruso, esas sonrisas deberían ser para él, después fueron a las maquinitas, donde el chileno gano un horrible (a su parecer) peluche con forma de lagartija que le regalo a Alemania y después, fueron a la casa del latino.

Como buen acosador, Rusia tenía que saber que iban a hacer ahí, era bien sabido por todos en la escuela, que al chileno le gustaba terminar las primeras citas en la cama, cosa que obviamente el ruso no iba a permitir, Alemania era suyo, nadie tenía permiso de mancillar el honor de su adorado amigo de infancia, viéndolo como algo de una noche, por lo que decidido a protegerlo, salto al patio de los vecinos de los latinos, la familia inglesa y trepándose a un árbol, trato de ver que hacían sus compañeros de escuela, para su sorpresa estaban jugando videojuegos, pero el ruso era capaz de notar, a pesar de la distancia, como mientras Alemania disfrutaban inocentemente de la partida, Chile aprovechaba para acortar la distancia, dispuesto a caerle encima a su presa.

Enojado, Rusia trato de bajarse del árbol, iba ir directamente a dañarle la fiesta al lagarto ese, todavía no sabía cómo, pero algo se inventaría para interrumpirlos, cuando una de las ramas no soporto su peso y termino en la piscina de la familia inglesa, por suerte estos habían salido de casa, pero la vecina no, por lo que cuando salto el muro dispuesto a irse a su casa, a limpiarse y recoger la poca dignidad que le quedaba, una patrulla de policía lo estaba esperando. Debía decir que la experiencia de explicarles a los agentes, el por qué se había caído a la piscina, había sido de las cosas más horribles que le habían pasado en años, lamentablemente para Rusia, tuvo que contarles toda la verdad, a menos claro que quisiera que llamaran a su padre, el policía que lo encontró se apiado de él y después advertirle que dejara la carrera de acosador y reírse como veinte minutos, le dejo llamar a su casa para que lo recogieran, a pesar de tener dieciocho años, algún adulto responsable debía venir a firmar su salida.

Esa era el motivo por el que estaba a las tantas horas de la noche, camino a su casa, con un molesto Ucrania, que insistía en que le contara lo sucedido.

          - ¿Y bien, ¿Me vas a decir? –Pregunto Ucrania mientras se sentaban en el pórtico de la entrada, estirando las piernas y sacando un cigarrillo, esperando paciente a que hablara, aunque le pidió, su hermano no le dio, era un pequeño castigo por haber arruinado su noche

          -Estaba espiando a Ale- Dijo Rusia mientras miraba sus tenis mojados.

          - ¿Ale? –Pregunto Ucrania pensativo- Espera, te refieres a Alemania, el hijo del vecino, que es el enemigo mortal de nuestro padre.

          -Si a ese me refiero.

          -Vaya, se supone que ustedes eran amiguitos cuando niños ¿o me equivoco?

          -Éramos novios imbécil- Dijo Molesto Rusia, odiaba que siempre que lo ponían junto a Alemania, era para decir que eran simples amigos de infancia.

          -Clarooo- Ucrania dijo desinteresado, su hermano solía darle muchas vueltas a las cosas cuando estaba molesto o era su culpa la actual situación- ¿Por qué terminaron?

          -Porque él se fue a un internado- Dijo el ruso, aunque la verdad era muy diferente.

Alemania y el habían llevado una relación cuando apenas eran unos preadolescentes, con catorce años de edad, eran la típica pareja de nerds del colegio, hablaban todo el día de comics, historias de fantasías y estudiaban en la biblioteca, pero mientras eso hacia feliz al alemán, Rusia quería algo más, moría por tener atención y que todos lo respetaran, por lo que aprovechando que su cuñado era bueno para los deportes, aprendió hockey y se unió al equipo de la escuela. La fama llego rápido, más rápido de lo que su inmaduro cerebro pudo procesar y antes de darse cuenta era un idiota que escondía la relación que tenía con Alemania para así, poder estar con las porristas y los chicos populares, había actuado como una completa basura, se había vuelto arrogante y manipulador, al final, Alemania termino por cansarse y después de un horrible suceso, el chico había cortado su relación y  había puesto tierra de por medio, tanto, que termino yéndose a estudiar fuera de la ciudad, con su primo Polonia a un gran internado.

Todavía recordaba la cara de dolor de Alemania cuando después de ganar su primer partido como delantero del equipo de hockey, lo encontró besándose con una de las porristas en las duchas del gimnasio, desde ese día, su calvario había empezado, aunque ahora tenía todo lo que quería, había perdido a la única persona que necesitaba para ser feliz.

Pero los dioses eran buenos o unas perras caprichosas, pensaba el ruso, pues Alemania había vuelto, había vuelto a la ciudad para terminar su último año con sus viejos amigos, pero su regreso había sido algo fuera de este mundo, el Alemania que todos conocían, ese niño tierno, con lentes grandes y dientes de lata, había desaparecido y en cambio, había vuelto un chico despampanante, se había operado los ojos y ya no usaba eses feos lentes de pasta dura, la ropa holgada y aburrida había quedado atrás, ahora eran prendas a la moda, lindas y ajustadas, que resaltaban todas las curvas que el chico había cogido con los años, porque si algo había hecho Alemania, era conseguir un buen cuerpo, ahora estaba en el equipo de volibol de la escuela, y sus piernas, eran la envidia de todas las chichas, es más, Rusia podía jurar que esas piernas podían ser la envidia de la mismísima Rihanna.

          -Desde su llegada a sido el más popular, todos quieren salir con él, o meterse en su cama- Dijo el ruso sin ánimos.

          - ¿Por eso lo estabas siguiendo?

          - ¿No me estas escuchando? Alemania fue mío primero, ninguno de esos idiotas debería estarlo buscado…Auchhh –Exclamo Rusia enojado, su hermano le había dado un fuerte manotazo en la cabeza.

          -Primero, no seas idiota, no eres el dueño de Alemania ni de nadie segundo, ¿Todavía te gusta?

          -Pues claro que me gusta, ¿Por qué otra razón hubiera desperdiciado mi noche de sábado colgado de un árbol?

          -Ahí tienes un punto, pero teniendo en cuenta tu historia, parece que sufres del típico síndrome del “Rey de la Ruptura”, a nadie le gusta encontrarse a su antiguo amor y ver le está yendo mejor desde que terminaron la relación.

          -Eso no es lo que tengo- Aseguro Rusia, al principio si había pensado que lo que sentía eran celos, pero ya habían pasado varias semanas desde el inicio del semestre y seguía sin sacarse de la cabeza al alemán, tenerlo tan cerca y a la vez tan lejos, era una tortura.

          -Bueno, ¿y qué es lo que tienes? –Pregunto ucrania.

Era una buena pregunta, ¿Qué era lo que tenía que lo hacía actuar como un psicópata? Tenía sentimientos, sentimientos que guardo desde su ruptura, Rusia se moría de ganar de volver a tener al alemán, de que esos bellos ojos verdes lo miraran cariño mientras se besaban en la biblioteca de la escuela, tenía ganas de abrazarlo mientras hacían un maratón de películas sobre el espacio o simplemente sentarse en el parque, mientras comían algo dulce. Rusia tenía ganas de ser feliz, y aunque ahora su vida, era la típica de un adolecente al que no le importaba nada, necesitaba a Alemania a su lado, para que todo estuviera bien.

          -Tengo ganas de estar a su lado- Dijo Rusia un poco apenado, no le gustaba hablar de sentimientos con su molesto hermano mayor.

          -Eso es muy gay de tu parte, pero es bueno que tengas claro lo que quieres- Respondió Ucrania mientras dejaba salir el humo de su cigarrillo- Ahora, ¿ya se lo dijiste?

          -Sí, fui el primero que lo invito a salir…Auch ¿Por qué me pegas maldito?

          -Porque eres un idiota Rusia, si el chico llego siendo la octava maravilla del mundo y todos quieren con él, tú no puedes acercarte a pedirle una cita, ¡eres su ex, por dios!

          - ¿Qué se supone que hiciera entonces?

          -Tienes que demostrarle que tú eres diferente a esos idiotas que se lo quieren coronar

          -Explícate -Pido el ruso, por fin su hermano decía algo que le seria de utilidad.

          -El chico es popular y sabe que todos quieren con él, pero tú, como su anterior pareja y amigo, tienes que desmostarle, que, entre todos sus pretendientes, tú eres el único que vale la pena.

          - ¿Y cómo esperas que haga eso?

          -Eso es cosa tuya hermanito, pero en general tienes que mostrarle que no has olvidado quien es él en realidad, y que tú lo conociste antes de que fuera popular-Dijo ucrania con decisión, al parecer había interiorizado la lucha de su hermano menor- También debes demostrarle que tú sigues siendo el mismo chico que él conoció.

          - ¿Quién se supone que soy?

          -Eres su primer amor Rusia y eso ningún chico o chica, lo olvida fácilmente.

Por primera vez en toda la noche, las palabras de su hermano habían logrado calmar sus alterados pensamientos, a final Ucrania tenía razón, Rusia era el que mejor conocía a Alemania, conocida hasta el más oscuro secreto del chico y si lo pudo conquistar una vez, esta vez sería mucho más fácil. Con decisión Rusia levanto la cabeza de sus zapatos, ya tenía todo un plan de acción, pero antes debía darle gracias a su hermano, un simple abrazo basto para que las coas quedaran bien entre los dos

          -Gracias.

          -No hay de que enano.

          -Entonces… ¿Así fue como te conquisto Canadá? -Pregunto Rusia, mientras reía, su hermano solía sonrojarse cuando mencionaban el nombre de su pareja a pesar de que llevaban cinco años de novios.

          -Rusia, Canadá es un jugador profesional de hockey y un adicto al sexo, su forma de conquistarme fue diferente- Dijo Ucrania de manera picara, haciéndole señas a su hermano, de todoooo lo que Canadá había hecho para ganarse su amor, claramente el ruso salió corriendo de allí, no era lindo escuchar las experiencias sexuales de su hermano mayor.

Ya en su habitación, bañado y con el piyama puesto, al chico de pelo blanco, se dejó caer en su cama, libreta en mano y un excelente plan de tres pasos para recuperar al amor de su vida

Notas finales:

Como dije, este primer capi es corto, pero pronto actualizare ejejeje 


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