Sucio Confeti
Capitulo uno: Luces Neon.
El sol brillaba entre esas nubes grises que poco a poco se aproximaban a la ciudad ocultando esa luz brillante solar, yo sólo estaba sentado bajo un árbol observando tranquilamente como se aproximaban y con ellas la brisa fresca que poco a poco olía a lluvia, comía mi ramen y eso hacia mejor esa sensación. No dejaba de observar y sólo me decía a mí mismo ¿Ya viste esa tranquilidad? ¡Dios mío! A veces olvido sólo en detenerme y contemplar el mundo.
Algunas gotas empezaban a caer con lentitud, me levante de aquel césped que acompañaba el árbol y camine con mis audífonos puestos escuchando mi canción favorita, [ Wolves de Marshmello ]. Era tan relajante el cómo me sentía, aunque las gotas poco a poco se hacían más intensas. Caminé un poco más rápido, pero no lograba nada en lo absoluto pues la lluvia ya se había intensificado ¡Terminaría empapado! Y la verdad no podía llegar a casa así. Tomé un taxi para llegar a casa, veía por la ventana a todas esas personas corriendo de la lluvia y algunas otras simplemente no les importaba.
Llegué al edificio donde vivía, un edificio alto pero sencillo, no vivía en mala zona y tampoco en una buena, simplemente algo intermedio, aunque cuando me mude aquí en su tiempo era la mejor zona y edifico de la ciudad, pero el tiempo corre y algunas cosas cambian. Pero no negaré que la vista que tenía a la ciudad era preciosa, todo el edificio estaba hecho de cristal templado. Cogí el elevador y llegué a mi piso para llegar a mi departamento, pero… Antes de entrar estaba una nota pegada la cual cogí y leí:
“Te daré la llave en cuanto pagues, hasta entonces no”
Sabia de quien era, era del administrador del edificio y la verdad es que no había pagado la cuota mensual que se pedía para el mantenimiento del edificio desde hace seis meses. Arruge la nota y la guardé en mi bolsillo, cogí mi llave e intenté abrir la puerta pero no podía… Cuando vi detalladamente que la cerradura había sido cambiada. Suspiré profundo y supe entonces que a eso se refería la nota.
Pensé… Ese hijo de perra.
Cogí el ascensor de nuevo y subí un par de pisos, exactamente al último, donde vivía el administrador. Salí del ascensor y me dirigí a su puerta. Toque un par de veces fuertemente hasta que abrió.
--¡¿Qué mierda es esto?!- le pregunte molesto enseñándole la nota.
--¡Wou! Cálmate… Sí, cambié la cerradura, no has pagado en seis meses y francamente no es ni el primer aviso que te he dado- Me dice tranquilamente.
--Te he estado diciendo que no estoy recibiendo dinero, apenas tengo para un mes mas de despensa ¡Sé comprensible! ¡¿Dónde carajos se supone que me quede?!- conteste un poco exaltado.
--Tienes razón en eso, de saber en dónde te quedarás- me mira fijamente
--Entonces… ¿Me darás la llave? -
--No, búscate alguien que te de hospedaje hasta que pagues… Pero no tardes, si no tienes el dinero en dos meses incluyendo estos dos meses, se desalojará el apartamento-
Cerró la puerta delante de mí el muy pendejo, no le importó tampoco por la situación en la que pasaba y es que era cierto, mi vida laboral había dado un giro inesperado. Demandaron a la empresa y no nos habían pagado todo lo que hemos laborado en estos seis meses, sólo nos dieron menos de la mitad del salario que ganaba equivalente a un mes… Una miseria, pero era algo. Sólo me quedaba para un mes mas de despensa y para colmo, la empresa suspendió actividades hasta nuevo aviso.
Pensé… Genial, me quede sin casa… ¿Qué mierda se supone que haga?
Observe por el ventanal la lluvia tan fuerte que caía… Como si la respuesta estuviera en la estúpida lluvia, ni una triste alma había a la vista con esa lluvia y el cielo con nubes negras cargadas de agua. Necesitaba pensar en algo, no tenía a donde ir y si me iba a un hotel se iría mi mes de despensa y no tendré mas dinero hasta que la empresa abra actividades y paguen el dinero que deben.
Pensé… Supongo que llegó el momento de encontrar un empleo temporal.
Iba camino al ascensor hundido en mis pensamientos en qué hacer cuando una voz me detuvo, pensé que no era para mí así que seguí mi camino, pero de nuevo me habló, giré mi vista y ahí estaba él… Un perfecto desconocido.
--Oye escuche lo que ocurrió con tu apartamento y…-
--No me quedaré contigo, no te conozco, pero gracias- le interrumpí.
--No pensaba ofrecerte alojo… Pendejo- me dice serio.
Me quedé sorprendido, a decir verdad, me dio gracia la forma en la que lo dijo y quería reírme, pero preferí tragarme eso.
--Lo lamento… Algo me ibas a decir, dime- Dije fingiendo decepción.
--Si buscas un trabajo que pague bien o al menos lo suficiente para que pagues los primeros dos meses de tu deuda… Conozco uno-
--¿Y qué clase de trabajo es?- pregunté curioso.
--No es gran cosa… Sólo atender personas y la verdad veo tu cuerpo y parece que tienes el porte de atender personas-
Vi que su mirada me observaba de arriba abajo lo cual se me hizo extraño, si es como su descripción coincidía, entonces era un trabajo de mesero o quizá de barra de bebidas. Lo miré por un momento y se me hacía algo chistosa su presencia, su color de piel era blanca y al parecer se ve que no duerme mucho por las ojeras alrededor de sus ojos, pero era atractivo, no estaba mal.
--A juzgar por tus ojeras alrededor de tus ojos puedo deducir que no duermes casi nada o más bien, casi nunca- le dije mirándolo.
--Cielos, que observador eres y algo criticón- me dice riendo muy levemente.
--¿Y de cuánto es la paga en ese trabajo? - pregunté
--Depende del área en la que estés, pero lo máximo que puedes ganar por semana laborada son entre nueve a doce mil dólares-
Me quedé helado… ¿Escuché bien? ¿Dijo a la semana? ¡Pues eso es increíble! Si es cierto lo que él dice, entonces podré pagar la deuda más rápido de lo que parece. Esto pone todo en entredicho… Suena bien.
--Suena bien eso, ¿Dónde es?- pregunté.
--Te daré una tarjeta del lugar, viene la dirección ahí. Yo trabajo esta noche así que, si vas hoy, podrás verme- me dijo dándome la tarjeta
--Vale, iré a ver que hay en ese lugar… Por cierto, ¿Cuál es tu nombre? - pregunte curioso.
--Mi nombre es Gaara, ¿El tuyo? –
--Naruto… Naruto Namikaze - sonreí.
--Que nombre tan… Ridículo, pero está bien. Te dejo, tengo que arreglarme-
Me despedí de él e iba directo a mi apartamento hasta que recordé que no tenía acceso así que sólo me fui al ultimo piso a esperar en el Lobby un rato. Mire la tarjeta que me dio y vaya que era interesante lo poco que decía.
“Light Off Club” Un nombre algo sencillo, también venía la dirección y los números de teléfono, pero la parte trasera de la tarjeta era un cupón lo cual decía algo extraño “Una bebida gratis y 5% de descuento por el baile” No podía creerlo, ¿Enserio te cobraban por bailar en un maldito bar? … Pero bueno, debe ser muy buena la pista como para cobrar.
Espere un buen rato en el Lobby para que diera la hora de ir a ese club, pero finalmente había acabado la espera. Tomé mis audífonos y coloqué alguna canción y me dirigí a ese lugar. Las calles tenían charcos, pero la lluvia había parado.
Llegué al lugar y ahí estaba el club, pero a simple vista no se veía tan llamativo, entre al lugar, pero uno de los guardias o lo que sea me detuvo, no me dejaba pasar, él sólo decía que era para gente exclusiva o mayores de edad… Pendejo, el hecho que me vea joven no significa que sea un niñato adolescente.
Le mostré mi identificación y al final me dejo pasar, pero antes de adentrarme mas al lugar me giré y le sonreí levantando mi dedo en señar de ofensa. Mientras mas caminaba por ese pasillo de luces neón la música se hacia más audible hasta cada vez mas fuerte y más fuerte.
Llegue a la última puerta y detrás de ella estaba el club, suspiré profundamente y exhale una y otra vez hasta que la abrí y entré.
Quedé… Impresionado, Pensé que era un bar sencillo y no… Literalmente esto era un bar-club con bailarines eróticos experimentados. Había luces neón de todos los colores, apestaba a cigarrillos y cerveza, así como bebidas alcohólicas y muchas personas embriagadas gritando, bebiendo pero todos y cada uno de ellos observando a los bailarines y aventándoles dinero como si sólo fuera un papel de poco valor.
Los que bailaban sólo tenían ropa interior, no estaban desnudos… Ja, como si esta mierda fuera todo un alivio. Miré a mi alrededor y vi que hay estaba el tipo que me comento de este lugar… Gaara, pero estaba en la pista principal bailando eróticamente y todas las personas le aventaban billetes de denominación alta… Carajo, eso era una fortuna. Baje las escaleras con mi boca semiabierta por lo sorprendido que estaba sin dejar de mirarlo, se veía tan… Bien. Su baile acabo y lo perdí de vista, tenía que hablar con él tenía que enfrentar a este idiota por decirme de este lugar. Pero era inútil, no aparecía. Recordé la tarjeta que me dio, quizá podría usarla para que lo trajeran a mí.
No sé a donde carajos me dirigía en este lugar no sabía a quién dirigirme, me acerqué a la barra y enseñé la tarjeta, pedí la bebida y me preguntaron por la persona que quería para un baile privado… Carajo, a esto se refería la tarjeta entonces.
--Quiero a Gaara, el que estaba bailando hace un momento- dije
--Bien, escuche por el momento tiene mucha demanda de asistencia y cuando es así el precio se infla más… Para verlo directamente y obtener su baile privado sería un total de siete mil dólares, ya con el descuento aplicado- me dice la señorita sonriente
…No me jodas, ¡SIETE MIL DOLARES por un baile! Estaré realmente idiota si acepto.
Me quede con la boca abierta y la señorita esperaba mi respuesta, mejor cancele el pedido. Tomé el trago de un golpe, al menos gané un trago gratis, que basura. Observé que la señorita atendida una llamada, yo me levanté para irme no sé a dónde carajos, pero ella me detuvo.
--Disculpa, ¡Naruto!- Me llama
--¿Sí? -
--Gaara te espera, entra por aquí- me dice sonriente.
--Pero no tengo dinero para pagar- dije serio
--Ya lo sé… Lo supe desde que te vi. Pero él te espera- me dice con una risilla.
Me acerqué por donde ella me indicó y empecé a caminar, hasta que vi la puerta con el nombre de Gaara Toqué y me abrió la puerta dándome paso a entrar. Lo vi fijamente y serio.
--¿Qué ocurre? - me pregunta riendo.
--No me dijiste que esto era un… Club casi sexual, idiota- dije un poco enfadado
--Si le lo hubiera dicho no vendrías, ja pero tú mismo acabas de comprobar con el dinero y además lo que te pidieron de cantidad sólo por verme- me dice riendo más fuerte.
Me quedé pensativo por un momento, inevitablemente él tenía razón.
--No sé qué pensar- dije.
--Pues piénsalo, es mejor eso a un trabajo que te paguen el mínimo por muchas horas, aquí te pagan semanalmente entre nueve a doce mil y sólo trabajas seis horas por cinco días. Y en vista que no tienes a donde ir, no tienes dinero y apenas tienes para subexistir… No tienes muchas opciones- me dice serio.
Es cierto… Tiene razón.
--Ven, te daré un tour por el lugar-
Camine a su lado y él me enseñaba cada rincón del lugar del club, sólo donde se permitía al público, más adentro no podía, era para personal autorizado. Este lugar era inmenso, había habitaciones y algunas estaban ocupadas por los bailes o no sé qué otra cosa harán. Gaara se detuvo de golpe y yo igual mirándolo extrañado.
--¿Qué pasa? - pregunté curioso.
-- ¿Quieres ver un buen espectáculo? - me dice sonriente.
Me señalo con su dedo la dirección y ahí vi a ese chico… Ese chico de tez blanca, cabello oscuro bailando, era la sensación… Era… Increíble, cada paso sí que cautivaba.
--¿Cómo se llama?- pregunté
Escuché una risa fuerte por parte de Gaara, me sentí un poco avergonzado.
--Se llama Sasuke Uchiha-
Pensé… Sasuke Uchiha, ¿Huh?
--Entonces, ¿Le entras o no, Naruto?-
-- Yo... Le entro-