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Pink Rose por Desert Jellyfish

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En la cuidad de Vanilaville, una hermosa, soleada y tranquila urbe, frente a las instalaciones de la “Academia Cristal”, uno de los centros de estudio mas exclusivos, por su nivel intelectual, el primer día de clases estaba por comenzar. Numerosos automóviles iban y venían, deteniéndose para que bajaran los chicos que allí estudiaban.

De un automóvil plateado modelo Mercedes Benz, se encontraba a punto de integrarse a los demás estudiantes Melissa Antares, una hermosa chica; su piel blanca y suave sus facciones bastantes femeninas y alegres, cabellos castaños, largos que formaban unos bucles, cuando llegaban a su espalda, sus ojos del mismo color que la miel, además de un curioso fenómeno, dos orejas de conejo de un color moka, salían de sus cabellos, así como un esponjoso rabito adornaba la parte trasera de su cintura. Algo muy común entre los habitantes de esa cuidad.

¿Llevas todo Lissa? – pregunto la mujer al volante, que era su mama, con un elegante aspecto, con unas orejas y rabito de conejo gris.

Claro mama, ya me lo ha preguntado mil veces desde que salimos de casa – respondió Melissa con una alegre voz.

Que te vaya bien en tu primer día – dijo la madre despidiéndose de su hija antes de darle un beso en la mejilla.

Gracias mama – repuso Melissa algo avergonzada, bajándose del auto cerrando la puerta, mientras que su madre siguió el camino hacia su trabajo.

Por allí cerca, también se encontraban en compañía de sus madres, Ari Spinel y Verity Grey.

La primera de un estatura media, piel blanca y atributos proporcionados, con una cara un poco regordeta y cabellos negros cortos, levantado en la parte trasera y peinados hacia los lados en la parte delantera, ojos negros como el carbón y unas pequeñas alas negras salían de su espalda y detrás en la parte baja de su cintura, una cola como la de las aves.

Verity por su parte, al igual que la otra, tenia la piel blanca y cabellos negros, pero lisos hasta mas abajo de los hombros, su figura bastante definida, acentuada por su minina cintura, además de su delicada manicura, en su espalda debajo de sus cabellera, descansaban dos alas de mariposa de color perladas y dos sedosas antenas alargadas del mismo color, caían graciosamente a unos centímetros de su frente.

¿Cómo estas querida? – pregunto Verity dándole un beso en la mejilla a Ari.

Bien aunque algo cansada de la charla psicológica de mi madre – respondió Ari, aleteando las dos extremidades de su espalda, mirando a su mama que había comenzado a parlotear con la mama de su amiga, haciendo una alharaca chillona de risas y comentarios.

Nos vemos mama – dijeron ambas

Cuídense chicas y que les valla bien – dijeron al unísono ambas mujeres, que tenían la misma peculiaridad de sus hijas, pero mas desarrollada, mientras que levantaron una mano, despidiéndose de sus primogénitas, sin dejar de parlotear y mirarse.

Cuando se juntan no hay quien las calle – repuso Ari, tomando la mano de la otra, que esbozo una sonrisa.

Sabes, una amiga entrara hoy al colegio – informo Verity a su pareja.

Espero conocerla – respondió Ari.

Se llevaran de maravilla – respondió Verity, mientras que sus antenas se estremecieron ligeramente, mientras se internaban entre los demás jóvenes deseosos de entrar.

Adentro del edificio, que constaba de cinco pisos, uno por cada año, en el pasillo central, bastante ancho y decorado con algunas jardineras con arbustos, mientras que el piso resplandeciente, reflejaba todo, mientras que un techo abovedado de cristal, se mantenía sobre la construcción.

Un joven de cabellos blancos, lisos cortados de una manera escalonada, desde sus hombros hasta sus orbes grises, con una expresión fría y seria, casi rayando en una cruel, caminaba decidido hacia su destino, mientras que en su cabeza se erguían dos oreja de un color un poco mas opaco que sus cabellos, así como una delicada y muy elegante cola de lobo, se mecía detrás de su cintura.

Superior Frost, bienvenido – dijeron una grupo de estudiantes, tímidamente cuando este paso cerca de ellos.

Daniel Frost, el estudiante mas destacado de la Academia, sin dejar de mencionar, muy popular en contra de su voluntad, además de apuesto, solamente respondió el saludo con un sonido siguiendo su camino, mientras que los demás juntaron cabezas, comenzando a cuchichear.

De pronto sus orejas lobunas se alertaron, sintiendo como si alguien se le acercara sigilosamente, se detuvo y espero unos segundos mirando hacia atrás, al no encontrar nada, cuando se iba a volver nuevamente hacia enfrente, solamente vio un reflejo dorado, acompañado del ligero sonido de un cascabel, cayendo sentado al piso, mientras alguien se aferraba a su pecho.

Dani – maulló una voz gatuna, mientras se frotaba con el pecho del superior.

Aquí llámame superior Frost – comento Daniel – deja de hacer eso y quítate de encima – repuso con voz fría aparentemente molesta.

No – sentencio la voz en un ronroneo.

Daniel torno su cara de molestia, en un suspiro que decía “no tienes remedio” y con una mano, comenzó a acariciar detrás de las gatunas orejas, que estaban entre los cabellos cafés.

Te prometo que pasare la hora del almuerzo, haciendo esto si te levantas – dijo Daniel, con un secreteo calido al chico que había caído encima suyo, haciendo que unas orbes olivo-amarillentas miraran fijamente las contrarias.

Daniel Sunshine, un chico bastante alegre por no decir molesto, era aunque no lo parecía muy inteligente, pero su debilidad una sola, claro esta su novio Daniel Frost o su príncipe del hielo como el adoraba llamarle. Sunshine o “minino” como sea que le dijeran, tenia la piel algo bronceada su rostro siempre adornado con una sonrisa, sus cabellos de una color café oscuro y su peculiaridad eran sus orejitas de gato así como su delgada y estilizada cola, además de su voz y carácter casi gatuno, eran los que hacían que se metiera en numerosos problemas.
Cuando Daniel se levanto, dejando libre al superior, este se acomodo la ropa arrugada.

¿A dónde ibas? - pregunto Daniel – superior – agrego juguetonamente.

Me llamaron de la coordinación – respondió el superior que usualmente no daba muchas explicaciones.

Seguro es por la chica nueva – dijo Daniel, con un aire de superioridad.

¿Como sabes eso? – pregunto el superior.

Manipule a la secretaria, la mujer me adora y use mi carita – comento Daniel, poniendo una cara adorable que muchos no resistían, aunque aparte de eso el superior sabia que la red, que manejaba su pareja en el colegio, era simplemente de temer – además nadie se resiste a mis encantos – agrego pero al terminar, el superior lo tomo de las manos bruscamente y lo arrincono en la pared.

Mas vale que no andes tonteando con los demás, recuérdate me perteneces – siseo el superior Daniel, entrecerrando los ojos, mientras marcaba al otro como suyo.

Adoro cuando te pones así, por mí – dijo Daniel al superior con una risita.

Tonto – repuso el superior, siguiendo su camino, mientras que sus colas se movían al mismo tiempo.

Melissa por su parte se encontraba, cerca de la puerta de los servicios de la chicas, cuando enfrente de ella, paso una chica que dejo caer algo mientras hurgaba en su bolso.

Disculpa se te cayo esto – dijo Melissa, alcanzándole a la otra lo que se le había caído.

Gracias – respondió la chica, que al parecer era nueva, ya que Melissa conocía a casi todos los estudiantes.

¿Eres nueva? – pregunto Melissa algo dudosa.

Aja – respondió la chica – mucho gusto, Vanity Ventrue.

Un placer Melissa Antares – respondió la chica, de las orejas de conejo – y hacia donde te dirigías – agrego.

Necesitaba arreglarme, tengo que ir a la oficina de la coordinadora – le comento Vanity – me acompañas me aterra estar sola, podría ser que me jueguen una broma pesada – completo mientras ambas entraban a los servicios a mirarse en el espejo.

Ambas sacaron artículos de belleza y comenzaron a darse un ligero retoque, mientras conversaban.

¿Qué año cursas? – pregunto Vanity, mientras cepillaba con cuidado cu cabellos de un color rojo terracota, que eran lisos hasta sus hombros, su piel clara, una figura definida y su peculiaridad, eran dos orejitas de zorro que estaban moteadas de blanco al final.

Ultimo – respondió Melissa, que estaba aplicándose un poco de brillo labial.

Igual que yo – respondió Vanity

¿Tienes asignado tu sección? – pregunto Melissa.

No, me la asignaran en la coordinación – respondió Vanity, que al parecer había hecho una nueva amiga.

No te molesta si te acompaño, mis amigas creo que no han llegado – comento Melissa.

Claro no hay problema – contesto Vanity, terminando de arreglarse el cabello – vamos – agrego

Al momento – respondió Melissa.

Mientras que ambas chicas, se encaminaron hacia la oficina de la coordinadora, charlaban animadamente. Al llegar cuando doblaron a la esquina final derecha del pasillo principal, en donde se encontraba una puerta, con una insignia coordinación, Vanity, toco la puerta y entro seguida de Melissa y entraron en la oficina de la secretaria. Una mujer algo regordeta vestida con una falda ajustada de al igual que su blusa de mezclilla, mientras que en su cabeza, reposaban unas orejas de hipopótamo, que se movían a medida que esta tecleaba, mirando una computadora.

Buenos días, la coordinadora Selene Daxus – comento Vanity.

Es la señorita Ventrue – comento la secretaria con una voz algo gruesa, indicándole que la siguiera.

¿Vienes? – pregunto Vanity a Melissa.

Creo que mejor espero – respondió.

Como quieras - respondió Vanity siguiendo a la secretaria, que abrió la puerta siguiente a la oficina de la coordinadora, y fue anunciada, y al entrar la secretaria cerro la puerta detrás de ella.

Buenos días señorita Ventrue – comento la voz femenina de la coordinadora.

Allí se encontraban Daniel Frost y Daniel Sunshine, la coordinadora una mujer de mediana edad de rostro delicado, vestida de una forma señorial muy al estilo de los años cincuenta, con una peculiaridad, unas orejas de oso sobre sus rojizos cabellos.

Buenos días – respondió la chica con un ligera inclinación.

Tome asiento – le indico la coordinadora, con un gesto de su mano. Vanity por su parte se sentó en la silla tímidamente en el lugar indicado, por su parte Daniel Sunshine, permanecía jugando con un ratoncito de peluche, entre tanto el superior Frost, estaba sentado muy callado observando detenidamente a la chica que había entrado.

Bueno ya que esta aquí, dejen darle la bienvenida a la Academia Cristal – articulo la mujer inclinándose desde su asiento hacia delante, extendiéndole la mano a la chica que la acepto algo sonrojada.

Muchas gracias coordinadora Daxus – respondió Vanity.

Aquí tiene su horario de clases – dijo alargándole una carpeta – y ellos son el superior Frost – agrego introduciendo al de cabellos blancos que se levanto a estrechar la mano de la chica.

Y el es… - dijo la coordinadora, pero el chico se le adelanto efusivamente.

Yo soy Daniel Sunshine – agrego alegremente estrechando con ambas manos la que la chica le ofrecía.

Mucho gusto superior, mucho gusto Daniel – respondió Vanity, mientras que el de las orejas gatunas le estrechaba la mano.

El superior Frost, será su asesor académico – dijo Selene.

Entendido – repuso la chica mirando la atractiva figura del superior.

Yo seré tu asesor social – repuso el minino, ganándose una mirada dura del superior y una sonrisa de la féminas.

En eso la campana que daba el inicio a las clases resonó en el lugar, avisándoles a todos los estudiantes que era momento de entrar en los salones.

Me parece que es momento que vayan a sus clases niños creo que es mejor que vayan a clases – dijo la coordinadora.

Los dos de los tres que allí se encontraban realizaron una pequeña inclinación antes de retirarse, mientras que Daniel Sunshine, solamente se estiro y colocando las manos detrás de su cabeza y con una expresión de cansancio, bostezo.

Otra vez de nuevo al aburrimiento de las clases – dijo el chico de las orejas de gato, que ante este comentario fue halado de un brazo por el superior que le reñía.

La coordinadora, siguió con sus tareas, no sin antes decir, “niños” y sonrió fijándose en el papel que tenia enfrente.

Cuando salieron de la oficina, Daniel le dejo una pequeña bolsita que contenían galletas a la secretaria.

Gracias por la información preciosa – dijo Sunshine, con voz adorable a la secretaria.

Vanity, por su parte solamente esperaba que Melissa, estuviera afuera y que no se hubiese marchado, pero unas voces llamaron su atención.

Al salir al pasillo, Vanity se encontró con Melissa, que hablaba con unas chicas de cabellos negros y una de ellas era.

Verity – dijo Vanity obteniendo una mirada de la aludida.

Ambas chicas se acercaron, y se saludaron con un beso en ambas mejillas, mientras los demás miraban.

Chicos, superior Frost, les presento a mi mejor amiga, Vanity Ventrue – dijo Verity a los demás.

Mucho gusto – dijo Vanity, que a la única que no conocía era a Ari.

Ari Spinel – respondió la chica de las alas de pájaro.

¿Te dieron el horario? – pregunto Melissa.

Si, el superior Frost es mi asesor académico – comento la chica sonrojándose.

Me permites verlo – comento Verity.

La chica saco rápidamente el horario de clases que le habían entregado y tenía las materias que cursaría este año, mientras que los demás excepto el superior Frost, parecían muy interesados en el contenido de la carpeta.

Esta en la sección de Melissa y Daniel – dijo Ari.

Que bueno, quedaste en nuestra sección – canturreo Daniel Sunshine.

Me parece que estamos perdiendo el tiempo, cuando deberíamos ya de estar es clases – dijo el superior Frost mirando su reloj.

Todos se encaminaron hacia sus salones, que quedaban un contiguo del otro, cuando Melissa y Vanity entraron a la primera clase que era “Literatura”, Daniel Sunshine siguió de largo persiguiendo al superior Frost.

Me parece que Daniel, quiere un poco de tu atención – le dijo Verity al superior Frost, cuando vio al chico gato detrás de ellos.

Ari por su parte, procuro, no esbozar una sonrisa muy grande por que sabía que su amigo, le trataría una manera fría y distante.

Cuando Vanity y Melissa, entraron al salón se ubicaron en sus lugares en la primera columna del salón, vieron que Daniel, no había entrado con ellas, mientras que la profesora, estaba ocupada anotando la asistencia en su carpeta.

¿Dónde esta Sunshine? – pregunto Vanity.

En eso vieron que la puerta se abrió y un murmullo general, recorrió el salón, haciendo que la profesora, emitiera un sonido para que guardar silencio, pero al ver la escena hasta ella misma, tuvo que aguantar las ganas de reír. El superior Frost, venia cargando por el cuello de la camisa a Daniel, que lloriqueaba.

Yo no quiero entrar a clases, yo prefiero estar acurrucado, jugando con una bola de estambre, o descansando contigo – lloriqueaba Sunshine, mientras que el superior le dedicaba una mirada molesta.

Deja de tratar de escapar de clases – le dijo el superior en un susurro.

¿Todo bien, joven Frost? – dijo la profesora

Si no se preocupe, señora Line – respondió Daniel, marchándose del salón, mientras que algunos le dedicaron silbidos de admiración.

Sabia que te regresaría, la verdad es que no se por que sigues haciendo eso todo los días – dijo Melissa, mirando al chico gato.

Pero es que lo amo, es tan guapo, adorable y posesivo que me tiene rendido ante el – dijo Daniel sonrojándose.

¿Tú y el superior Frost son novios? – pregunto Vanity.

Aja, somos novios desde hace mas de siete meses – comento Daniel, sonriendo solo ante la mención del nombre de su príncipe lobuno.

Dejen de hablar en clases – repuso la profesora, algo molesta, haciendo que los tres chicos dejaran la conferencia, y prestaran mas atención a la clases.

Después de haber pasado la clase de “Literatura”, “Biología” y “Química”, sono la campana del almuerzo, mientras que Daniel Sunshine, salio volando casi llevándose al profesor de química, por delante.

¿A donde va, pensé que almorzaríamos juntos? – pregunto Vanity.

De nuevo a perseguir a Daniel – dijo Melissa, poniendo una expresión cómica, en su cara.

Como desearía tener a alguien a quien amar, de esa manera desmesurada – pensó Vanity.

En el salón de al lado, cuando estaban por salir los estudiantes, Sunshine, esperaba con mucha ilusión, a que el superior saliera de clases.

Cuando el mayor, se lo encontró vio la mirada casi llorosa que tenia y las mejillas ligeramente sonrojadas.

¿Qué sucede ahora, en que problema estas metido? – pregunto el superior.

Vamos a almorzar juntos para que hagas lo que me prometiste- respondió Sunshine, pasando una de sus mano por sus gatunas orejas.

Esta bien, todo con tal de que dejes de fastidiar – comento el superior.

Hice tus galletas favoritas – comento hurgando en su bolso, sacando una bolsa de tela, dejando escapar el aroma, que hizo que el mayor, se detuviera en seco.

¿Son para mi, todas? – pregunto Daniel

Claro mi superior, todas para ti – dijo Daniel Sunshine.

Vamos – respondió Frost, casi halando al menor.

Esperemos un momento a las chicas – pidió Sunshine – mi nueva amiga Vanity, es una chica muy adorable – agrego sonriendo ante la impaciencia del superior.

En eso Vanity, Melissa, Verity y Ari se les unieron.

¿Vamos a almorzar? – pregunto Ari.

Si vamos, que hice tu almuerzo favorito – dijo Verity, mostrándole unos emparedados.

¿Vienes? – pregunto Melissa a Vanity.

Claro – comento la chica que estaba con la mirada estática, sobre la de las orejas de conejo.

El grupo, se metió entre la multitud de estudiantes, mientras que saludaban a los que conocían.

Hola minino – decían algunas chicas y chicos.

Superior Frost – silbaban varias chicas tratando de llamar la atención del chico lobo.

Ari, estas preciosa – gritaron dos gemelos.

Melissa, eres adorable – dijeron unos chicos de dos años menores.

Verity, dulzura – dijeron otro grupo cerca de ellos mientras pasaban.

Adiós muñeca – le dijeron a Vanity, que se sonrojo enormemente.

Vaya si que son populares – dijo Vanity.

Eso es por la que somos de ultimo curso, y además somos adorables – dijo Daniel Sunshine, que a medida que caminaba sonaba su cascabel.

A mi me molesta esa clase de personas – bufo el superior, buscando el lugar en donde siempre se sentaban en los jardines.

Daniel, seamos honestos tu eres una persona que llama mucho la atención, tu físico y actitud, hace que muchos caigan rendidos ¿o acaso lo olvidas? – respondió Ari, dándole una mirada sugestiva al superior, que abrió los ojos completamente.

Ari, al terminar de decir la frase, se dio cuenta de que había cometido un error, mientras que Melissa, ponía una expresión de susto y Verity, tomaba a su amiga del brazo, que permanecía muy confundida.

Daniel Frost, se pueden saber de que esta hablando Ari – bufo muy enojado el chico de las orejas de gato, que azotaba su cola. Parecía como si le hubieran echado un balde de agua fría.

Nadie de quien preocuparse minino – respondió le chico lobo, que se dirija a Daniel de “minino”, cuando verdaderamente necesitaba tranquilizar a su novio, que algo que reconocía, era que su gatito, no soportaba, esa clase de cosas.

Vanity, que apenas conocía al grupo, vio que personalidad tenía cada uno de ellos, pero había alguien a quien no terminaba de conocer muy bien.

Mejor vamos a sentarnos a comer – repuso Verity.

Si vamos – dijo Ari, acercándose a Daniel, que estaba muy enojado aun, pero sabia controlarse y mas cuando era Ari, la que se dirigía a el.

Mientras que el superior Frost, miraba al chico gato, buscando una manera de disculparse con el, y ya sabia exactamente que hacer.

Verity, Vanity, Melissa y el superior Frost, fueron los primeros en sentarse debajo de la sombra frondosa de un árbol, mientras que una suave brisa acariciaba sus cabellos.

Parece que el gatito esta muy enojado – comento Melissa, mirando al superior Frost, que al parecer tenia una mirada un poco preocupada, fija en su minino.

La verdad es que no se que fue lo que sucedió, pero mejor que se entero por uno de nosotros y no por alguien, hubiese sido mucho peor – dijo Verity.

Ya dejen de fastidiar – repuso el superior Frost, que decidió levantarse y fue hasta donde estaban Ari, y su novio hablando.

Se ve que se quieren mucho – repuso Vanity.

Ambos pasaron las de Caín, antes de llegar al punto en donde están – repuso Melissa.

Si, pero me alegra que sean felices así como Ari y yo – dijo Verity, lanzadole un beso a la chica con alas, que hizo un gesto de atajarlo en el aire.

¿Y tu Melissa no tienes novio? – pregunto Vanity, mientras que sacudía sobre el verde césped, su cola de zorro.

Jamás, desde que he entrado al colegio, digamos que los chicos que me buscan no son más que unos patanes – respondió la de las orejas de conejo.

Por que no pruebas con chicas, Lissa – dijo Verity, haciéndola sonrojar – son más delicadas, mira a Ari, me trata como a una princesa – agrego.

Supongo que nunca he pasado por alto, el tener una pareja femenina, pero no llamo la atención de las chicas – respondió Melissa, sacando el contenido de su vianda del almuerzo comiendo una emparedado de queso y vegetales.

No te preocupes tu amor ya llegara – respondió Verity.

Ya cambiando algo de tema, desde cuando son amigas Vanity y tú – pregunto Melissa a las dos chicas, mientras Ari se les unía, había dejado al superior Frost y a Daniel solos.

Tenemos muchos años de amigas, desde que teníamos ocho – respondió Vanity, sonriente haciendo que Melissa se sonrojara ligeramente.

Ari, me acompañas a comprar unas gaseosas, se me olvido que esta vez era mi turno de comprarlas – comento Melissa.

Claro – respondió Ari

Cuando se encaminaron hacia adentro por las gaseosas, Ari le pregunto a Melissa.

¿Oye es mi imaginación, o le dedicas miradas y gestos muy especiales a Vanity? – pregunto Ari.

¿De que hablas? – dijo Melissa confundida metiendo unas monedas en la maquina.

No se, se que tratas a todas las personas con un carácter muy dulce y amable, pero dime la verdad, te esta comenzando a gustar Vanity – dijo Ari, parándose delante de Melissa.

Pero como dices eso – respondió Melissa sonrojándose.

Vez por eso lo digo, estas sonrojada y todo por que hice ese comentario – contesto Ari.

Verity por su parte le tenía un interrogatorio a su amiga Vanity.

¿Dime has visto algo que te guste en el colegio? – pregunto Verity

Si la verdad, es que el lugar es precioso y los profesores son muy inteligentes – contesto Vanity.

No me refiero a eso tontita – dijo Verity, cuyas antenas se sacudieron ligeramente.

¿Entonces? – dijo Vanity algo confundida.

Es sobre chicos, o en su defecto chicas – dijo Verity, soltando la bomba.

Bueno en principio me atrajo el superior Frost, pero es novio de Daniel – comento Vanity, con un tono de ligera decepción.

Si es mejor no estar en su camino, ese minino, acaba con quien se le ponga enfrente, Ari y el son muy unidos cuando uno esta triste o molesto – dijo Verity, soltando una risilla – pero por lo que dices, te aseguro que viste a alguien que te ha llamado la atención – agrego

No se pero la actitud de Melissa, es bastante adorable – comento Vanity, mientras le daba una picada, a las frutas que había traído, como almuerzo.

¿Pero crees que te guste? – pregunto Verity.

A lo mejor – respondió Vanity algo ilusionada - pero crees, que me preste atención de esa manera – agrego algo dudosa.

Verity solamente dejo escapar una risilla y en eso llego Daniel Sunshine, que aun tenia una expresión algo molesta.

¿Puedo sentarme aquí chicas? – dijo Daniel.

Claro minino – respondió Verity, haciéndole espacio entre ella y Vanity quedando en medio.

¿De que hablaban? – comento Daniel, mientras permanecía recostado con la cabeza en la piernas de Verity, mientras jugaba con su ratón de peluche, sin muchos ánimos.

Estábamos conversando acerca de las oportunidades de Vanity de conseguir pareja – dijo Verity, y el eso Daniel entorno la mirada

Déjame eso en mis manos, no por nada te dije que seria tu asesor social – comento Daniel, mientras que el superior se sentaba frente a ellos con una expresión seria, mirando a su minino.

Esta tarde la tenemos libre, creo que podré organizar algo en mi casa – propuso Daniel, además siempre acostumbro a hacer esta clase de cosas – se me antoja ver películas – agrego.

Seria genial – respondió Verity, haciéndole una seña sugestiva con la mirada a Vanity.

En eso llegaron Melissa y Ari.

Chicas esta tarde, después de clases, iremos a ver películas en mi casa, vendrás tu Daniel – pregunto el minino, al chico lobo.

No se quieres, que vaya – comento secamente el superior.

Claro, por que no – respondió Daniel.

Pensé que estabas molesto – contesto el superior.

Supongo que se me pasara – respondió Daniel, que sabía que no poda estar molesto con su príncipe – por lo que veo que no has cumplido con tu promesa de esta mañana – reto Sunshine.

Algo que había que reconocer, aunque el superior no fuera muy entregado a los mimos y esa clase de afectos, cuando le hacia una promesa a su gatito siempre la cumplía.

Perdóname mi minino juguetón – respondió Daniel con la misma voz dulce que cuando, su novio se le había ido encima en la mañana, abriéndole los brazos al otro, que se lanzo.

Dani – ronroneo el chico gato, frotándose con el pecho del superior, que no le importo arrugar su uniforme, mientras acariciaba las delicadas orejas de gato de su novio, mientras que la colita de este se movía alegremente.

Ven aquí – repuso Daniel, dejando aflorar un poco mas de cariño, recostando a su novio en su pecho, mientras pasaba su cabeza sobre su hombro, dejando caer su respiración sobre su cuello, mientras le daba pequeños besos, que le hacían un cosquilleo al otro.

Que bueno que ya dejaran los problemas – susurro Vanity

Ari, le hizo una seña a Verity, para que se acercara

El día de hoy no te he dicho, cuanto te amo, cierto – repuso Ari.

No – respondió Verity tímidamente sabiendo lo que seguía a continuación.

Ari, aparto, las delicadas antenas de su novia, deposito en los suaves, rosados y carnosos labios de su compañera un inocente beso, que demostraba los sentimientos que la chica de las alas guardaba hacia ella.

Te amo – susurro Ari, mientras que la chica mariposa se sonrojaba.

Melissa, al ver las demostraciones de afecto entre las dos parejas, sintió un ligero peso, ya estaba bastante acostumbrada, pero en estos ultimas semanas, se había incrementado la necesidad de tener a alguien con quien compartir esa clase de afectos tan íntimos.

Trato de volver su mirada, hacia otro lado, encontrándose con el perfil de Vanity, que permanecía algo sonrojada, y jugando con sus manos.

Cuando Daniel y su minino, se separaron, este se disculpo con las chicas.

Perdonen por esta escena – dijo el superior sonrojado, mientras seguía acariciando las orejas de su novio, que tenia sus ojos cerrados, ronroneando y disfrutando de la caricia.

No te preocupes – dijo Melissa – verdad Vanity – agrego, acomodando sus orejas.

Claro, claro – respondió la chica con orejas de zorro.

Ambos pasaron lo poco que quedaba del almuerzo comiendo, Ari, degustaba el almuerzo que su novia le había preparado, mientras que el superior Frost, comía muy complacido cada galleta que le había llevado Daniel, que aun permanecía con las cabeza apoyada en las piernas de su novio, que le acariciaba las orejas gatunas.

Cuando les toco nuevamente, volver a la ultima hora de clases, se despidieron cariñosamente las parejas, y se metieron en su salones, ocupando sus lugares.

La clase de “Física”, transcurrió rápidamente, cuando ya todos lo estudiantes, habían recogido sus cosas, el teléfono celular de Daniel, comenzó a sonar, avisando que ya habían venido por el.

Entonces nos vemos dentro de dos horas en mi casa, es suficiente tiempo para que vayan y se cambien, y descansen, cierto – comento Daniel.

Si claro – respondió Melissa.

Ok – respondió Vanity

Daniel Sunshine, rápidamente salio y antes de irse se despidió del superior, con un delicado beso, antes de subirse, al lujoso auto negro que había venido por el.

Te espero dentro de dos horas – dijo el minino.

Esta bien – respondió el superior que se marcho, por que su madre, le había venido a buscar.

Cuando Ari y Verity, lograron separar a sus madres del parloteo que tenían, la madre de Verity, se acerco a saludar a Vanity.

Vanity cielo, como has estado tenia mas de tres meses sin verte – dijo la mujer, cuyas antenas se sacudieron, al mirar a la chica.

Muy bien y usted – respondió Vanity, que estaba acompañada de Melissa.

Todo perfecto cielo – respondió la madre de Verity – tienes que ir a la casa a tomar el te algún día – invito la mujer, antes de marcharse con su hija.

Ari, por su parte se marcho con su madre, que esta vez no comenzó con la charla molesta de la cual ella se quejaba en la mañana.

Vanity al ver a su nueva amiga marcharse se quedo hablando con Melissa, que al parecer no le habían ido a buscar, después de una charla de mas de hora y medias, se dio cuenta de que tenia cierta afinidad, con el carácter de la chica de las orejas de conejo, una afinidad, que comenzaba a sentarle de maravilla.

Entonces, ese grupo es tu favorito – dijo Melissa, sacudiéndose con la ayuda de una mano el polvo de su rabito.

Si, la verdad es que me encanto desde el primer momento de que escuche su canción “Pink Rose” – comento Vanity.

“I’m in love, cause I knew you, I’m in love cause your gift, just one gift of your heart, Pink Rose” - canto Melissa en ingles.

Te la sabes, esa es mi canción favorita – dijo Vanity.

Si la verdad es que es la que mas me gusta – respondió Melissa.

En eso una bocina, sono en el lugar, resulta que habían llegado por ambas, a Melissa, la había ido a buscar su madre y a Vanity, su padre.

Bueno nos vemos en casa de Daniel dentro de algunas horas – comento Vanity, despidiéndose con un beso en la mejilla de la otra. Agitando después el papel donde había apuntado la dirección de la casa del chico de las orejas de gato.

Si claro – respondió Melissa, sonrojándose ante el gesto de la chica zorro.

Cuando llego a su casa, Melissa aviso a su madre que le llevara mas tarde a la casa de Daniel. Esta rápidamente se metió en su habitación, despojándose de su uniforme y quitándose las demás prendas de ropa, y rápidamente envolviendo su cuerpo, en una toalla de algodón fina, dispuesta a tomar un baño.

Antes de meterse debajo de la ducha, se dio cuenta de que su aspecto, era el de una señorita bastante madura, con signos de la misma belleza de la Venus, y su porte transmitía, cierta elegancia, que no dejo de llamarle la atención, fuera de la idea de un pensamiento ególatra y narcisista. La chica volvió a pensar nuevamente en su futuro en el campo sentimental, sabía que más de una vez había envidiado una relación como la del superior Frost y Daniel o como la relación, entre Verity y Ari, pero en el fondo una envidia de la buena.

Por su parte Vanity, había llegado a su casa, y al llegar a su habitación, rápidamente dejo su bolso de lado y se sentó enfrente de la peinadora que tenía allí, con un cepillo de cerdas finas, comenzó a peinar sus cabellos y con mucho cuidado sus orejitas así como los pelos de su larga cola.

Pero algo que no dejaba de incomodarles a ambas habían sido las preguntas de sus amigas.

¿Te gusta ella? – pensaron ambas.

Por que no – dijo Vanity.

Seria como un sueño – agrego Melissa, mientras estaba duchándose.

Unos minutos mas tarde, ya casi cerca de la hora, en la cual habían quedado en ir a casa de Daniel Sunshine, Melissa ya estaba lista para salir. Estaba vestida con un conjunto bastante adorable una blusa del mismo color que sus orejas de tela delicada y ajustada a su figura, con una falda de color café oscuro y unas sandalias del mismo color que la blusa.

Mama estoy lista, vamonos – dijo Melissa a su progenitora.

Lissa te ves muy bien, acaso planeas impresionar a alguien – comento la madre.

Para nada mama – respondió Melissa algo avergonzada.

Bueno vamonos – repuso la madre.

Después de algunos minutos de camino, llegaron a la casa de Daniel Sunshine, había que reconocer, que la casa de su amigo, mas bien parecía un castillo, de paredes de piedras, cubiertas por hiedra en algunas secciones y con una verja de hierro forjado negras, además de jardines bastante cargados de arbustos floridos y rosales, hacían del edificio un lugar de cuento de hadas, y mas cuando el minino, era hijo único.

Al bajar, Melissa se despidió de su madre, y después se acerco a la puerta principal a tocar el timbre.

Unos minutos más tarde, Daniel, salio a abrirle la puerta a su amiga.

Entonces solo hace falta una por llegar – dijo Daniel a la chica de las orejas de conejo.

¿Quién falta minino? – respondió Melissa.

Vanity – respondió este, viendo la expresión de su amiga, de ligero desanimo.

Que lastima – comento Melissa.

Ya llegara – afirmo Daniel – vamos al patio trasero, que allí están los demás – agrego encaminándose hacia atrás de la casa.

Esta bien – dijo Melissa, siguiéndole.

Daniel, por su parte vestía un atuendo mas fresco, un short de color marrón claro y una franela algo ajustada de color amarilla, con unos tenis de color negro, mientras su habitual cascabel reposaba en su cuello.

Cuando llegaron al patio trasero, Melissa vio a sus otros tres amigos, que estaban descansando en unos divanes, enfrente de la piscina.

Ven siéntate en uno de ellos – comento Daniel, indicándole uno que quedaba vació.

Verity, permanecía recostada a lado de Ari, esta vestía una blusa de color azul pastel, con un pantalón negro ceñido y unos zapatos del mismo color azul y varias pulseras azules de distintos tonos adornaban su brazo derecho.

Ari, vestía con un pantalón gris bastante ajustado, y una camiseta de color rosa, con unas sandalias grises, como su pantalón y un collar con un colgante de una mariposa plateada, caía mas abajo de su cuello.

Daniel Frost, estaba vestido con un pantalón deportivo negro, así como una franela del mismo color con una franja blanca en la parte de los costados, y un estampado que decía “Howling Wolf” en letras blancas, rasgadas, con unos zapatos deportivos negros, un reloj reposaba en su muñeca derecha y unos lentes de sol sobre sus ojos.

Melissa, se sento, en el que estaba cerca del superior Frost, que le saludo con un gesto de su mano.

Ahora solo falta Vanity – repuso el chico de las orejas de gato.

Me dijo que llegara en unos minutos – dijo Verity.

Daniel muy animadamente, volvió a ocupar el lugar que le correspondía, sobre su príncipe lobuno, mientras que se frotaba como un gato mascota, al pecho de este.

De nuevo esa sensación de vació dentro de ella, definitivamente tenía que ver la manera de solucionar eso, simplemente no podía seguir así.

Media hora mas tarde, el timbre de la entrada principal, volvió a sonar, avisando que alguien había llegado, era Vanity.

Vamos Melissa, acompáñame – pidió Daniel.

Claro – respondió la chica con orejas de conejo, esperando poder volver a hablar por un buen rato con la chica zorro.

Que lindas rosas Daniel – alabo Melissa, centrando su atención en una en especial, un botón de color rosa delicado, de entre las demás.

Sabes según mi mama, dicen que si regalas una rosa de esas a alguien especial, pero con un sentimiento que venga de tu corazón, tu y esa persona, pasaran el resto de sus vidas juntos – repuso Daniel.

Melissa, escucho bastante entretenida el relato de Daniel, mientras llegaban a la entrada, en donde del otro lado de la verja, esperaba Vanity, esta vestía de una manera bastante linda, con unos vaqueros ajustados una blusa fucsia y sobre este una ligera chaqueta de color blanco, con unos zapatos del mismo color blanco.

Se bienvenida a mi humilde morada – dijo Daniel, sonriéndole a Vanity – vengan vamos por los otros para pasar a la casa – agrego, caminando al frente de las dos chicas.

Regresaron de nuevo a parte trasera de la casa, y Daniel les aviso que mejor entraran a la casa, para poder pasar a ver películas, aunque por como estaban dudaban que fueran a prestarle mucha atención como tal.

Cuando entraron Vanity, se dio cuenta de la que decoración del interior era simplemente soberbia, parecía una casa decorada al estilo ingles, con colores suaves como beige, y blancos, varios adornos de cristalería y estantes de maderas finas y brillantes, guardaban adornos, y habían fotos esparcidas, en distintas mesitas, a lo largo de la sala, mas allá de la sala había un salón circular, en donde se encontraba una mujer de apariencia joven, leyendo una revista de modas.

Dani mi gatito bonito – repuso la mujer.

Mami – repuso este saliendo a abrazar a su mama, mientras los demás permanecían callados mirando el cuadro. La madre de Daniel, era una mujer bastante delicada, de piel acanelada, y gran estatura, que llevaba un vestido de seda de color beige y unos zapatos de tacón alto, su rostro era bastante hermoso y sus ojos del mismo color que el de su hijo, mientras que también lucia las mismas orejas de gato y cola, y unos cabellos largos y lisos, de color café.

¿Ellos son tus amigos, mi gatito? – pregunto la madre.
Si mami – respondió Daniel - aunque debes de acordarte de alguno de ellos – agrego sonrojándose.

Ella es la señora Aurora Sunshine, la madre de Daniel, también conocida supermodelo – comento Ari a Vanity, que se impresiono, ya que sabía muy bien lo famosa que era la mujer.

A ver, de quien de ustedes me recuerdo – repuso la madre, cuya mirada se poso rápidamente en el chico lobo, que se sonrojo ligeramente.

Pero claro que me recuerdo de el – repuso la mujer, inclinándose un poco para ver a la cara mas de cerca al chico, que se sonrojo aun mas.

Tu eres el adorable novio de mi hijo, se ve que mi gatito tiene un gusto exquisito – dijo la mujer abrazando al superior que permanecía helado.

A ver dame una vuelta, para poder verte mejor – dijo, separándose del superior, que no sabia como actuar.

Anda mi príncipe da una vuelta para que mi madre pueda admirarte – repuso Daniel con voz melosa.

El superior muy apenado dio la vuelta, en frente de la mujer, que aplaudió ligeramente, ante el gesto del chico.

Eres un muchacho muy apuesto – repuso la mujer, volviendo a abrazar al muchacho – has considerado ser un modelo de pasarela - agrego

No, pero gracias por el cumplido – respondió Daniel sonrojado.

Y estas elegantes señoritas – agrego mirando a Vanity y Melissa.

Que adorables atributos, son dos chicas muy hermosas – comento pasando su delicada mano por el rostro de cada una de las chicas.

Ari, cielo como estas y tu Verity – agrego mirando a las dos chicas que si se recordaba a la perfección, ya que eran las que mas visitaban a Daniel a parte de su príncipe.

Muy bien señora Aurora – respondieron ambas.

Bueno chicos, los dejo saldré de compras, por unas horas, están casi solos, cuidado con lo que hacen – agrego tomando su bolso y volviéndose a guiñarle un ojo a todos, que se sonrojaron.

Mami – bufo Daniel algo avergonzado, mientras que su madre le pellizco una orejita cariñosamente.

Espero verte por aquí lobito bonito – agrego la mujer antes de irse.

Parece que le atraes a mi mami – repuso Daniel, que se enfurruño, con un puchero de enojo.

No te preocupes, ella no es rival en mi corazón para ti, minino – agrego Daniel, abrazando al chico gato, que se sonrojo aun mas.

Después de que siguieron a Daniel, a la siguiente habitación que estaba provista de un televisor bastante grande, con un sistema de audio de cine, y en una mesa cercana, varios dulces y cosas para picar. Además una alfombra espesa cubría el suelo y seis enormes cojines, para que cada uno de ellos se recostara.

Al cerrar la cortina, el cuarto se oscureció un poco, mientras comenzaban a ver la película, el grupo se dividió en parejas, Ari con Verity, y Daniel con su príncipe, por su parte Melissa y Vanity, se sentaron algo cerca, pero no tanto como los otros.

Unos minutos mas tarde, Verity, estaba apoyada del hombro de Ari dándole frecuentes besos. Mientras que el chico gato, se había quedado apoyado del pecho de su príncipe, aferrado a su pecho, mientras este le acariciaba las orejas, haciéndole un ligero cosquilleo, y dándole largos y apasionados besos, cada vez que su minino se lo pedía.

Después de terminar la película, el minino, les dijo a todos para que salieran al patio nuevamente, para pasar el resto de la velada, hablando, en el jardín.

Cuando salieron una brisa un poco fría, estaba presente en el ambiente, pero el cielo, estaba totalmente despejado y mostrando una luna llena, bastante hermosa, y cientos de estrellas a su alrededor, Daniel Frost, por su parte centro sus grises orbes en la luna, mientras que su minino, estaba aferrado a su pecho. Verity, se había acercado un poco a caminar a la orilla de la piscina, mientras estaba tomada de la mano de Ari.

Es algo molesto, quedar sobrando en esta clase de situaciones – dijo Vanity, pasando una mano por sus cabellos, mientras agitaba su cola.

Lo mismo digo – repuso Melissa, que al ver nuevamente el perfil de Vanity, sintió un extraña sensación en su estomago. Así que decidió de una vez por todas tomar cartas en el asunto, ya que si seguía así no podría controlarse mucho más sin decirlo.

¿Me acompañas? – le pregunto Melissa a Vanity.

Claro – respondió la otra.

Cuando llegaron a la parte de los rosales del jardín, Melissa se detuvo nuevamente a contemplar esta hermosa rosa, cuya belleza sobresalía de las demás.

Que hermosa – dijo Vanity, que intento acercase a olerla, pero se rasguño la mano ligeramente con una espina.

Estas bien – dijo Melissa, un poco desesperada, al ver que la otra se había herido.

Si – respondió Vanity, apretándose donde se había herido.

Déjame ver – dijo Melissa, quedando muy cerca de Vanity, y mirando la mano.

Después de que Melissa pasó su mano suavemente sobre la herida, de Vanity, subió su mirada lentamente, para encontrarse con las orbes de la otra, que le miraban con un brillo bastante cariñoso.

Perdóname, por esto – susurro lentamente antes de robarle un beso a la chica.

Para ambas, fue como si en ese momento el tiempo se hubiera detenido, y una brisa fría, les hizo abrazarse instintivamente ante la baja de temperatura, sintiendo cada centímetro de sus cuerpos de una manera sublime y delicada, además de sus aromas dulces, mientras se cedían esa caricia intima. Cuando terminaron el beso, se separaron, pero Vanity, rápidamente hundió su rostro en el cuello de Melissa sin mirarla a los ojos.

¿Qué estamos haciendo? – repuso Vanity.

Nada malo – respondió Melissa, mientras estrechaba en sus brazos a la otra, recorriendo su espalda que se estremeció ligeramente.

¿Pero que somos? – pregunto Vanity algo desesperada.

No se, eso es algo que ni yo misma se, de lo único que estoy segura, es que desde que te conocí supe que eras, alguien especial – repuso Melissa – y de no se por que, me estoy dando cuenta de que todo eso se resume, a que te quiero – completo, acariciando las orejas de zorro de la chica que se sonrojo.

Me quitaste las palabras de los labios – respondió Vanity.

En eso Melissa, se separo de la chica, volviendo su mirada a esa rosa, que le había llamado la atención, cualquiera diría que esa era una flor como cualquiera. Pero para Melissa Antares, esa rosa significaba el comienzo de una nueva etapa de su vida, y después de arrancarla con un poco de dificultad, tomo las manos de Vanity, mientras que las dos sostenían esa rosa.

Por esta muestra de afecto, prometo llegar a amarte muy pronto – repuso Melissa, nerviosamente.

De ti recibo, esta muestra de amor, preciosa princesa, que me has robado el corazón – completo Vanity.

Al fin se dignaron a decírselo – dijo Daniel Sunshine que estaba espiando.

Solo necesitaban un pequeño empujón – repuso Ari, viendo a las dos chicas.

Ya déjenlas en paz – regañaron Verity y Daniel Frost, a sus parejas.

Ahora, si nuestra amiga, ha encontrado el amor – comento el superior Frost, antes de marcharse detrás de su minino, mientras que las otras chicas, permanecían abrazadas, ante su nueva relación.

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