Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El corazón en la caja por Sunnydays

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hello everybody! espero esten bien. Aquì les traigo la actualizaciòn espero que la disfruten

-No me agrada tener que lidiar contigo desde tan temprano, pero lamentablemente es necesario- dijo Korame mientras miraba a aquella divinidad que había traído las cartas de confirmación de asistencia de los demás sacerdotes.

-Sabes que en el fondo me adoras- señalo lleno de confianza el mensajero o tal vez solo pasaba por alto las frías palabras de su sacerdote favorito.

-No quiero hablar contigo mas de lo necesario así que ¿puedes darme las cartas?- mientras extendía su mano derecha esperando recibirlas a la brevedad.

-Pero primero ¿Puedes confirmarme algo?- dijo adoptando una seriedad impropia de él.

-¿Así te iras pronto?- mientras observaba sus perfectas y cuidadas uñas con total desinterés en la pregunta que le había hecho el mensajero.

-¿Tú… tienes algo con tu ayudante? No es que quiera entrometerme pero Amor dijo que ustedes son su pareja favorita- pregunto vacilante y sin poder disimular que realmente quería saber todos los detalles.

-Si fuera así no es algo que quisiera compartir contigo, ¿ella te dijo algo más?- dijo aquello como si realmente no le interesara lo que ella le pudiera decir a mensajero.

-Por eso te estoy preguntando, la muy tacaña no me quiso contar mas acerca de aquello- dijo sin poder contener la curiosidad.

-Todo el mundo sabe que mi fidelidad es del dios de la curación. Así que para que quede claro, no hay o habrá relación alguna entre mi ayudante y yo.

-Es un alivio, se que no soy competencia para Artem pero sería un golpe para mi orgullo que terminarás siendo la pareja de un simple humano.- dijo con verdadera despreocupación como era habitual en él.

-Lo que yo haga o no, no debería importarte en lo mínimo, así que ahora que respondí tu pregunta, ¿podrías entregarme las cartas?- su tono de voz mordaz tan solo hizo que el dios sintiera escalofríos agradables que recorrieron todo su ser.

-Eres tan frío, aunque debo decir que aquello me encanta, aquí tienes fui bastante minucioso al recogerlas todas ,no falto ninguna, ¿ cuál es mi premio?- mientras se las entregaba

-Tu premio es haber tenido la dicha de que no te echara a patadas de aquí después de que me hicieras esa pregunta, ¿Estas bien con eso?- las recibió sin embargo en sus ojos se mezclaba la peligrosidad con una pequeña dosis de diversión.

-Tus filosas palabras solo logran encenderme- mientras se abrazaba así mismo.

-El dios de la curación no aceptaría palabras como aquellas y menos si son dirigidas hacía a mí su sacerdote- mientras lo miraba con frialdad aunque debía admitir que la divinidad era un poco divertido, pero nunca se lo diría ya que a este se le subirían los humos a la cabeza.

-Sabes que salen de mi corazón, lamento decir esto pero adoraría estar más tiempo contigo pero los demás dioses requieren mis servicios para transmitir mensajes. Nos vemos belleza- mientras le lanzaba un beso y desaparecía dejando pequeñas estelas de luz.

-Ese dios es simplemente odioso- mientras dejaba escapar un suspiro- debo revisar estas cartas, es una mera formalidad pero es algo que hay que hacer así que Antonio debería verlas conmigo.

Entonces fue a buscar a su ayudante al jardín ya que este se estaba asegurando que todo estuviera perfecto para la visita de los demás sacerdotes.

-Realmente trabaja duro- fue el pensamiento de Korame el cual fue disipado con rapidez ya que el sacerdote estaba tratando de no pensar en aquellas cosas.- Antonio ¿puedes venir?

-Voy enseguida, estos hierbajos me han hecho batallar bastante- dijo con seriedad mientras limpiaba el sudor de su frente dando una imagen bastante atractiva que era difícil de ignorar.

-Tengo algo que enseñarte, es parte de tus labores de ayudante- intentando quitar aquella molestia que había sentido al observar a Antonio.

-Entendido, continuare con esto después- dijo con aquel tono que denotaba felicidad ya que siempre era agradable para él serle de ayuda a su sacerdote, aunque no muchos considerarían aquello como alegría pues había que convivir con el ayudante durante algún tiempo para saber distinguir sus estados de ánimo.

-Ven, sígueme al estudio.

Ambos se dirigieron hacia allá, y se colocaron en la mesa donde antes Lena junto al ayudante habían estado diseñando los afiches hace algunos día atrás. La chica había continuado yendo a la casa de sanación durante las tardes después de la escuela y el señor Korame había estado bastante satisfecho con aquello aunque no lo demostrara demasiado, pero realmente agradecía la ayuda ya que las tareas para el festival eran bastantes pues esta vez estaban apuntando a que el evento fuera completamente inolvidable. Lena había cumplido su promesa y en la ciudad se encontraban colocados carteles por todas partes. Además que la cantidad de visitantes se había multiplicado ya sea para buscar sanación o preguntar acerca del evento. Los creyentes en el dios de la curación incrementaron y eso ponía de buen humor a Korame aunque últimamente se sentía un poco agotado entre los preparativos y sus labores como sacerdote. Sin mas demora le comenzó a señalar a su ayudante aquellas cartas que venían de los otros sacerdotes del dios de la curación, entonces tomo una con cierto gesto agradable ya que se trataba de una sacerdotisa con la que se llevaba bastante bien además de que ella cada vez que venía le traía velas aromáticas ya que antes de cumplir aquel rol que le dio el dios de la curación se dedicaba a vender aquellos productos.

-Ella es Clarissa , como veras, es bastante educada y cordial e incluso podríamos decir que es una persona agradable.- Abrió la carta y leyó su contenido- Ella dice que estará encantada y traerá sus velas medicinales como obsequio.

-Eso suena bastante considerado de su parte- dijo Antonio.

- Su presencia siempre es grata por otro lado tenemos a Mr. Smith. Él es alguien bastante inteligente el tipo de hombre que parece una enciclopedia, su lectura es curativa ya que a través de ella puede sanar a las personas. Por otro lado dice que le tengamos preparada la nueva novela de un autor que vive en esta ciudad, comprenderás que tú debes ir por ella a la librería ¿verdad?

-Completamente, él parece alguien bastante interesante.

-A continuación esta Sasha ella cura con el arte, pinta sobre el cuerpo de la persona y así cura sus males, es alguien bastante dispersa y muchas veces hay que repetirle las cosas, pero es una molestia no tan desagradable al menos no tanto como Frederic.

-Ya he escuchado lo mucho que lo detestas.

Korame quedo perplejo ya que a pesar de que se solía quejar con frecuencia de aquel sujeto no pensaba que se había notado demasiado que este realmente no le caía en gracia.

-ejem, bueno él es quien cura con la música, en especial con su piano, ya que se le considera un virtuoso de este. Y veamos…- mientras leía rápidamente la carta- Sí, tan hábil con las palabras como siempre.

-¿Puedo leerlo?

-Claro, aunque usa un lenguaje muy florido- Así fue como le extendió la misiva.

-Con su permiso.

Entonces a pesar de que le costó entender un poco aquellas palabras, pero básicamente lo llamaba inmerecedor de su estatus sacerdote e incompetente. Aquellas palabras causaron cierta molestia en el ayudante ya que no podía soportar que llamaran de aquella manera al señor Korame. Así que dejo escapar unas palabras que hicieron que el sacerdote se sorprendiera.

-Creo que debería intercambiar un par de palabras con él, ya que para mi usted es el mejor sacerdote que pudiera haber conocido- dijo Antonio con seriedad.

-Agradezco el gesto, pero yo se defenderme bastante bien solo- aquel tono cortante ocultaba aquella molestia agradable que el sacerdote había sentido con lo dicho por su ayudante.

-Lo sé, usted es alguien realmente fuerte por eso yo…-no pudo completar aquella frase ya que el señor Korame le dijo que tenían que seguir revisando las cartas ya que había muchos sacerdotes y sacerdotisas que confirmaron su venida al festival.

Después de algunos minutos terminaron de leer la correspondencia y después de que la última sacerdotisa fue presentada pudieron descansar un poco ya que el señor Korame pronto tenía que atender a los visitantes que venían continuamente a la casa de sanación.

-Realmente ansió poder conocerlos ¿ellos también tienen ayudantes?

-Así es, pero dudo que los traigan a todos, en todo caso ellos suelen tener dos o mas que yo, ya que como bien ya sabes tú eres mi primer ayudante.

Aquello hizo que el corazón de Antonio se sintiera bien ya que significaba de que de alguna era especial. A continuación el sacerdote le comenzó a contar mas acerca de las funciones que los ayudantes desempeñaban en el evento, básicamente tenían que asegurarse de que cada cosa estuviera completamente en orden no dejando lugar a errores, ya que eso pondría en peligro la reputación de los sacerdotes.

-Debes tener en claro que Greta no debe juguetear alrededor durante el festival ya que eso haría que el odioso… ejem, el sacerdote Frederic tenga motivos para criticar todo el evento.

-Ya la llama por su nombre- pensó emocionado Antonio aunque esto no se noto demasiado en su rostro mientras asentía a lo que su sacerdote había dicho- Ella se comportara después de todo es una dama.

-Eso espero, por cierto ¿Dónde está?- mientras fingía desinterés pero aunque este tratara de ocultarlo la minina le preocupaba aunque fuera un poco.

-Seguramente se encuentra durmiendo por allí, vendrá cuando quiera comer.- dijo Antonio ya que conocía a Greta como a él mismo, según lo que había dicho Bal a ambos los unía algo más que el vinculo entre amo y mascota.

-Desde ahora a Greta y tú serán inseparables ya que ella te ha elegido como quien le dará protección y ella te brindará compañía llena de cariño.- era lo que el violinista había dicho.

-Viendo que ya mañana es el festival creo que es momento de enseñarte cual será la vestimenta que deberás utilizar durante el evento, sígueme- mientras empezaba a caminar y al ver que el ayudante no lo seguía lo miro de reojo por encima del hombro- ¿Qué esperas?

-Lo siento- mientras inclinaba la cabeza, no podía decirle que se había distraído admirando su silueta pues seguramente haría que el sacerdote lo mirara de aquella manera fría que solo era posible para él sin embargo aquello era parte de su encanto.

Ambos llegaron a la habitación de suministros y el sacerdote intento alcanzar una bolsa que estaba en el estante mas alto, parecía batallar para alcanzarlo así que Antonio en el afán de ayudarlo se colocó atrás de él y gracias a que era más alto, aunque tan solo por unos pocos centímetros, pudo lograr sacar aquello que estaban buscando, habían quedado tan cerca que una molestia que el sacerdote ya se estaba acostumbrando a sentir se hizo presente por lo que con toda la gracia de la que era capaz se alejo de su ayudante para que este no notara lo que había ocasionado en aquel que tenía una mirada fría como el hielo.

-Gracias, pero yo lo hubiera alcanzado fácilmente- aquello era mentira ya que lo había colocado allí con la ayuda de un banquillo, tan solo no quería ser mirado como alguien que necesitara usar uno de aquellos, su orgullo como sacerdote le impedía admitir que no era capaz de hacer todo por si mismo, que ahora tuviera un ayudante no cambiaba aquello.

-Lo sé, usted es capaz de aquello- dijo condescendiente el ayudante ya que realmente admiraba al sacerdote ya que este se hizo cargo de todo en la casa de sanación durante todo este tiempo.

-Ahora puedes alejarte debo mostrarte tu traje- dijo mientras lo miraba fríamente.

-Lo siento- ya que no había sido consciente de que había invadido, demasiado, el espacio personal del sacerdote debido a que solo quería ayudar ya que le recordaba cuando Lucía no podía alcanzar las conservas que colocaban en los estantes superiores ya que casi nunca las consumían.

-Ya que nunca había tenido un ayudante no tenía un traje para ti así que tuve que encargarlo a una costurera que es una buena devota de nuestro dios de la curación. Está hecho a la medida así que estoy seguro que te quedará bien.

-¿Cómo es que...?

-Soy alguien bastante observador- mientras se encogía de hombros quitándole importancia al asunto, dicho aquello lo saco de aquella bolsa que parecía un estuche, dejando ver el conjunto el que consistía en una especie de camisa blanca de mangas anchas con cierto patrón asociado al dios de la curación y un pantalón verde ancho que llegaba hasta la cintura

-Ahora debes probártelo, esperare afuera.

Antonio sintió que el sacerdote tenía mucha consciencia acerca de él y eso de alguna mantera hizo que calidez se extendiera en su pecho ya que significaba que el señor Korame estaba pendiente de él tanto como lo estaba el ayudante hacia este. A su mente llego el primer día sirviendo en la casa de sanación cuando el sacerdote le pidió sin pena alguna que se desnudara por lo que le resulto extraño que ahora prefiriera esperar afuera, tal vez solo estaba siendo cauteloso pero era un detalle que era digno de analizar.

-Es de cierta manera… lindo- mientras sentía cierta vergüenza, la cual apenas se notó en su rostro, al estar considerando de aquella manera a un hombre que no dudaría en cortarte con sus filosas palabras si hacías algo que lo molestara de verdad. Se desvistió y se pudo ver su bien trabajado abdomen ya que el señor Korame le encargaba tareas que necesitaban de un buen físico así que hacía una rutina de ejercicios cada noche para mantenerse en forma.

-Este material es de buena calidad, es agradable al tacto- mientras se colocaba la parte superior de aquel traje- Ahora faltan los pantalones…

Cuando estuvo completamente vestido se acomodo las ropas ya que no quería aparecer desordenado ante su sacerdote, no había un espejo en el lugar así que no pudo ver como lucía pero estaba seguro de que se vería bien ya que es algo que el señor Korame mando a hacer, además de que este no permitiría que se viera mal ante ese tal Frederic. Sin mas demora se acercó a la puerta y la abrió dejándolo ver a su sacerdote quien se apresuro a mirarlo de pies a cabeza.

-Te demoraste mucho- mientras lo miraba fríamente- Aunque debo decir que no te ves mal.

-¿En serio?- mientras daba una vuelta con aquel rostro serio

-No eres una chica- dijo Korame con algo de diversión que intento ocultar.

Antonio solo sonrió ya que había sido su objetivo que aquello hiciera que el sacerdote se divirtiera aunque sea un poco ya que este había estado un poco estresado con los preparativos del festival ya que a pesar de que el ayudante se encargara de gran parte de ellos el sacerdote se encargaba de supervisar que todo estuviera en orden.

-Disculpe mi indiscreción pero ¿ usted se pondrá también su traje?

-No tiene nada de especial, lo podrás ver mañana- dijo tajante Korame

-Estoy seguro de que se verá muy elegante (y hermoso)- lo último lo guardo para si mismo ya que creía que incomodaría al sacerdote.

-Esa es la idea, debe verme bien así Frederic no podrá decir nada acerca de mi apariencia

-Realmente tiene una rivalidad con ese sacerdote- pensó Antonio.

-Ahora ya es hora de atender a los visitantes, deja todo guardado- aquella fue la orden de Korame mientras se alejaba por el pasillo.

-Está bien- aunque no pudo evitar ir a verse al espejo del baño y realmente quedo sorprendido con lo bien que se veía en aquel traje. Y en su mente solo hubo un pensamiento:

-Si así me veo yo él simplemente será deslumbrante.

Notas finales:

Amo a estos dos <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).