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El corazón en la caja por Sunnydays

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Notas del capitulo:

Hola a todos, me gusto mucho escribir este capítulo ya que adoro a estos personajes XD espero que les guste 

Fue entonces que en cierta luz divina apareció mensajero quien se encontraba sonriendo de una manera bastante molesta para el sacerdote ya que esta reflejaba la completa satisfacción de parte del dios y Korame solo pudo observarlo con fastidio pensando en las cosas que hacía por su ayudante pero había algo que inconscientemente le impulsaba a hacerlo.

-Oh nunca espere que este día llegase, espera debo sacar una fotografía- mientras hacía aparecer una cámara- así es esa mirada me encanta, sigue sosteniendo la campana de esa manera, ¡te ves completamente encantador con esa expresión!

Korame estuvo soportando las palabras sin sentido (para él) del dios por algunos minutos e incluso permitió que este se sacara una selfie de ambos juntos. Todos esto mientras le tiritaba una de sus cejas debido al disgusto pero se decía así mismo que era por un bien mayor. Mientras miraba de reojo a Antonio que se veía bastante desconcertado ya que él no podía ver al dios que se encargaba de llevar los mensajes así que se le ocurrió que ya era tiempo de que tuviera esa facultad, después de todo debía conocer a aquel que cumpliría uno de sus más grandes deseos.

-Ejem, tu presencia no me es grata pero necesito pedirte un favor, no es para mí, sino que es para mí ayudante. ¿verdad Antonio?

-Así es, señor mensajero- mientras no sabía a donde mirar ya que realmente no tenía idea en qué lugar se encontraba la divinidad, aun así su tono de voz era completamente respetuoso.

Entonces el dios le susurro a Korame que estaba de acuerdo en que sería apropiado mostrarse ante su rival, así que de manera arrogante e infantil con la punta de su dedo golpeo la frente de Antonio, dando como resultado que este pudiera verlo y oírlo.

-Hola, señor ayudante. Es la primera vez que tienes el honor de estar frente a mí en persona. Mi nombre es Rangel el poderosísimo dios encargado de mantener en contacto a dioses, pseudodioses y demás entidades.

-Es el recadero- le susurró Korame a Antonio con malicia y con toda la intención de molestar a mensajero.

-Te escuche, cariño. Siempre intentas hacerme quedar mal pero eso es parte de tu encanto así que te perdono.

-Mucho gusto, es un honor estar ante usted, mi nombre es Antonio y soy el ayudante del señor Korame- mientras realizaba una pequeña reverencia.

-¿Así?- dijo el fingiendo que no sabía sobre aquello aunque claramente que sabía varias cosas acerca de él, debido a que lo tenía bastante investigado ya que de la noche a la mañana había comenzado a compartir el mismo espacio que el sacerdote que no había necesitado un ayudante durante todos estos años. Se podía decir que estaba bastante celoso de él aunque intentaba que no se notase (sin éxito) ya que tenía cierto orgullo que mantener a pesar de que ya había sido rechazado por Korame.

-No te hagas el interesante mensajero, ambos sabemos que has estado cotilleando con la diosa del amor acerca de él.- dijo Korame con malicia y un poco de seriedad

-¡Eso no es verdad! Ejem. Soy una entidad bastante ocupada así que debemos ir al asunto ¿ Para qué me habéis llamado?

-Que sorpresa el dios que adora irse por las ramas ahora dice que esta apurado., bueno no me quejo es un buen cambio- mientras fingía su mejor expresión de sorpresa.

-Tus palabras siempre son tan mordaces, pero también me gustan. Pero debo decir que esta vez solo vine porque me llamaste ya que tengo que atender ciertos asuntos urgentes que me encomendó mi padre, el dios de la fortuna. Últimamente ha cambiado el destino de varios gobernantes así que los mensajes que debo entregar solo han ido en aumento.

-¿Estaba aburrido, verdad?- dijo con ironía Korame.

-Él tiene un plan para todos

Korame lo siguió observando fijamente lo cual puso nervioso al dios quien finalmente carraspeo.

-Bueno él es algo… fluctuante pero les aseguro que cada movimiento lo tiene fríamente calculado. Ahora debemos ir a lo que nos atañe, ¿en qué necesita mi ayuda señor ayudante?

-Bueno, si no es mucha molestia me gustaría preguntarle acerca del paradero de mi madre, ya que según he sabido usted es una divinidad que viaja alrededor de todo el mundo llevando los mensajes con gran maestría- inconscientemente Antonio adulo a mensajero.

-Sí, sí, así es. Yo con todo mi poder comunico a toda la red divina y a sus protegidos.- mientras su pecho se inflaba de orgullo y vanidad.

Entonces el dios noto como lo observaba Korame quien tenía una mirada de diversión que claramente decía las siguientes palabras:

-Adoras que te elogien ¿ verdad? Patético

Eso fue un golpe al orgullo del dios, sin embargo le guiño un ojo al sacerdote como una especie de revancha.

-Bueno eso no es algo demasiado difícil para mí. ¿ cómo se llama su madre, señor ayudante?

-Su nombre es Olivia Sánchez- dijo casi con un hilo de voz ya que no había pronunciado su nombre en al menos una década aunque debe decir que lo había pensado en varias ocasiones sin poder evitarlo.

-¿Desde hace cuando que no la ves?- aquello era innecesario pera la naturaleza cotilla del mensajero era más poderosa, a pesar de que sabía aquel dato quería saber que decía el ayudante al respecto.

-Desde que era un niño- aquello le afectaba tanto que hasta se notó en su expresión.

Korame vio al dios desaprobatoriamente pero Antonio le señalo con un gesto de cabeza que no se preocupara.

-Ya veo, ya veo. Pero ¿Por qué quieres verla ahora? ¿no te estarás aprovechando de la amabilidad de tu sacerdote?

-Si, sé que estoy tomando ventaja de lo amable que es el señor Korame pero… es algo que necesito hacer, además a él no le molesta y yo confió en eso- mientras miraba significativamente a Korame quien no pudo apartar la mirada debido a la molestia que sintió en su pecho al saber que su ayudante realmente confiaba en él y agradecía enormemente su ayuda.

-Hey todavía estoy aquí, y soy una parte crucial- dijo con frustración Rangel poniéndose en medio de ambos.

-¿en serio?- dijo Korame mientras miraba sus perfectas y cuidadas uñas.

-Cariño sabes que es verdad, sin mí no hay información- dijo el dios mientras creía haber dicho la frase ganadora.

-Entonces si es así ¿ no crees que deberías decirnos aquella información? Después de todo solo por eso te llamamos– señalo Korame rodando los ojos

-Tus palabras son frías pero tú eres completamente ardiente- fueron las palabras de coqueteo barato de Rangel.

Antonio solo oía el intercambio de palabras entre esos dos, pensando seriamente en que él nunca se atrevería a hablarle de aquella forma a su sacerdote, sin embargo era un poco divertido y gratificante escuchar al señor Korame decirle aquellas filosas palabras al dios, era como si ambos estuvieran al mismo nivel, como si ellos no fueran un dios y un simple humano.

-Ya que te tuve que recordar a que viniste ¿no te parece que lo digas?

-Así, ejem, les diré el paradero de Olivia, tengo buena memoria, uno de mis puntos fuertes y atractivos ¿ verdad Korame? Me ha conseguido el aprecio y amor de muchas chicas y chicos. Les cuento que una vez …

-No queremos escucharlo, ve al punto.- dijo Korame casi llegando al límite de su paciencia, reconsiderando seriamente las cosas que hacía por su ayudante.

-Pero es una buena historia- dijo el dios con un puchero.

-Seguro que sí- dijo con sarcasmo Korame.

-Está bien, ella está en el país vecino, para que vean que soy un dios benévolo les daré la dirección exacta- después de decir aquello hizo aparecer una libreta y un lápiz con los cuales escribió una dirección y se las entrego- esto amerita un gran favor mi querido sacerdote.

-Soportarte ya debe contar como ese favor.

-No seas malo, Korame

El sacerdote dejo escapar un suspiro de resignación y le dijo al dios que le concedería ese favor pero que no realizaría ningún acto indecoroso.

-Comprendo, solo te iba a pedir que viajaras conmigo mientras yo desempeñaba el papel de guía turístico.

Aquello casi hizo pensar a Korame que el dios no era un mal tipo realmente hasta que siguió hablando acerca de cómo aquello contaría como su luna de miel.

-Acepto, pero al más mínimo acercamiento indebido se termina el viaje, entendido- dijo el sacerdote con tono amenazante y con una postura que hizo que el mensajero tragara saliva sin embargo sintiéndose completamente feliz de que Korame haya aceptado.

-¡Bien!- mientras empuñaba su mano en señal de victoria- te juró que no te arrepentirás cariño, te llevaré a los mejores lugares, estarás tan maravillado que querrás repetirlo además conozco los mejores restaurantes e incluso….

El dios siguió hablando sin parar acerca de sus viajes, comida, atracciones y otras cosas que había visto a lo largo de su existencia, mientras era escuchado con fastidio por Korame. Sin embargo Antonio lo oía atentamente imaginándose como sería ir a esos lugares con el sacerdote.

-Entonces….

-¿Terminaste?- dijo Korame quien ya estaba al límite de su paciencia pero había sido generoso al escucharlo por casi diez minutos mientras el dios no paraba de parlotear.

-Pero Korame,  justo estaba llegando a la mejor parte.-  se quejó el dios

-Agradece que no te detuve cuando empezaste- dijo el sacerdote

-Eres tan cortante, pero eso me estremece- mientras se abrazaba a sí mismo.

Antonio se sentía un poco relegado de la conversación ya que aquellos dos parecían tener una relación bastante curiosa y que no dejaba mucho espacio para que otro fuera parte de esta. Sin embargo la situación era demasiado hilarante ver como un dios se comportaba de aquella manera y como el señor Korame actuaba con tal naturalidad frente a este por lo que Antonio no pudo evitar dejar escapar una pequeña risa. Esto provoco que tanto divinidad como sacerdote detuvieran su intercambio de palabras para centrar su atención en el ayudante quien al sentirse observado se disculpó.

-Lo siento, es que es bastante peculiar la forma en que ustedes se tratan.

-Conozco al recadero desde hace bastantes años y siempre me ha acosado- mientras lo miraba con burla

-¡Eso no es verdad! Yo solo expreso mis sentimientos más sinceros.

Aunque mensajero supiera que la relación entre un humano y un dios estuviera prohibida no podía evitar expresarse, además era consciente que Korame nunca correspondería sus sentimientos. Por lo que su único consuelo era dedicarle todas esas palabras y juguetear con el sacerdote.

-Bueno ya que estás aquí, podrías transportarnos a esta dirección- dijo Korame como si aquello fuera obvio.

-¿ahora me usas como tu transporte? Eres cruel, pero eso es uno de tus principales atractivos. ¿ voy a obtener otro favor?

-Ya quisieras

-Está bien, recíbelo como un regalo especial ya que soy una divinidad generosa y la más genial.

-Nuestro dios de la curación es el más genial y lo sabes- Dijo tajantemente Korame.

-concuerdo con eso- apoyo Antonio ya que debido a este había conocido al sacerdote y había tenido la oportunidad de estar con Lucía en su mejor estado de salud.

Rangel puso una expresión ofendida y rápidamente les señalo que era una divinidad importante y ocupada así que era mejor que se apresuraran si querían ir a ver a la madre del ayudante.

-Bien colóquense a mi lado y sujeten mis prendas, respiren hondo y ¡ahora!

Entonces desparecieron en medio de una lluvia de estelas de luz dorada, en ese momento entro Greta y con sus patitas intento atrapar aquellas luces como si intentara retener a sus humanos sin éxito, ella maulló pero después de un rato se aburrió y comenzó a buscar algo de comer.

Llegaron a un lugar bastante bonito que estaba al lado del mar así que se podía sentir una agradable brisa que tenía aquel distintivo olor salado que envolvía todo el ambiente.

El dios bastante orgulloso de sí mismo al ver las expresiones de asombro tanto del sacerdote como del ayudante quienes nunca habían estado en un país extranjero. Ver resplandecer los ojos de Korame no tenía precio y lo llenaba de calidez, cuando este era más joven era más fácil sorprenderlo trayéndole objetos de tierras lejanas o contándole todo tipo de historias. Sin embargo este creció y se enfocó aún más en las tareas de la casa de sanación además de que se volvió más distante con él desde el incidente. Pero ver ahora aquel brillo en sus ojos era impagable así que se quedó unos instantes observándolo pero fue captado en el acto por el ayudante que lo miro de manera indescifrable. Entonces desvió la mirada pues sabía que aunque le doliera admitirlo este estaba mucho más cerca de Korame de lo que el mensajero de los dioses estaría nunca.

-Me gustaría guiarlos personalmente pero mis deberes se están acumulando así que me temo que los debo dejar aquí solamente. Pero como soy un dios generosos les concederé un don que les servirá para poder comunicarse con las personas que viven en este lugar. Así que si me permiten.

Entonces se acercó mucho a Korame casi al punto en que sus narices se chocaban, esto incomodo al sacerdote y estuvo a punto de decirle un par de cosas al dios cuando este suavemente toco su garganta, con cuidado como si fuera la cosa más valiosa en el mundo.

-Tranquilo solo debo conferirle a tu garganta el poder de hablar la lengua de este país- después de eso una luz salió de la mano de Rangel y de repente Korame sintió algo nuevo como si tuviera una facultad desconocida para él en ese instante.

Antonio no sabía cómo sentirse al ver al dios acercarse demasiado al sacerdote como si él no estuviera presente. Sin embargo muy dentro de sí sentía una especie de superioridad debido a como el señor Korame actuaba con él ya que hay límites con respecto a cuan amable se puede ser y de alguna forma se sentía especial.

-¿no crees que ya es buen momento para alejarse?- le dijo Korame al ver que mensajero no se apartaba.

-cierto, lo siento, solo que tu aroma es realmente cautivador.

-¿No te avergüenza decir esas frases baratas?

-Me encanta cuando eres así de frío

-Creí que estabas apurado, ¿ no crees que deberías darte prisa y hacer lo mismo con mi ayudante? Aunque claro sin acercarte demasiado eso lo incomodaría.

A regañadientes el dios se acercó a Antonio y estiro su brazo tocando descuidadamente la garganta del ayudante, La luz duro algunos segundos y esto le concedió aquella nueva facultad.

-Listo, ahora que mi parte del trato esta hecho espero que estés listo para nuestro viaje cuando yo pueda tomarme un descanso- mientras miraba al sacerdote- Debo irme, nos vemos pronto, lindura.

Después de eso el dios desapareció en medio de estelas de luz dorada dejando al sacerdote y al ayudante pensando en que harían a continuación.

-Según el papel que nos dio mensajero la dirección corresponde a aquel edificio de allá en el segundo piso específicamente- dijo Korame mientras leía lo que había escrito el dios.

-Así es- mientras se encontraba bastante nervioso ya que la posibilidad de ver a su madre nuevamente estaba justo enfrente

-Deberíamos preguntar al conserje si ella está en casa- propuso razonablemente el sacerdote.

-Tienes razón.

Entonces hicieron aquello y el hombre les respondió que ella había salido y que regresaría en un rato más por lo que les propuso que la esperaran en la entrada que estaba al frente de los estacionamientos.

Paso un rato y entonces llego un automóvil de color gris y quien bajo de aquel era una mujer que tenía cierto parecido al ayudante.

 

Notas finales:

Eso ha sido todo por el momento, espero les haya gustado :D


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