Él está acostumbrado a ser el centro de atención, a que su nombre esté de boca en boca y a todo tipo de miradas indiscretas, podría decirse que ya es inmune a eso, sin embargo aunque no le guste admitirlo, esas miradas le molestan a sobremanera cuando viene de parte de su equipo, le molestan las miradas rencorosas y los comentarios mordaces de Natasha, porque por primera vez en su maldita vida, él no es culpable de nada…
-¿Sabes dónde está Steve?- cuestiona la pelirroja con una sonrisa maliciosa, de nuevo quiere provocarle
-¿En las ruinas de S.H.I.E.L.D.? No lo sé Romanoff, no estoy al pendiente de él…- contestó el moreno sin apartar la vista de la pantalla
-A estas alturas creí que ya te habrías enterado- susurró la espía
-dilo de una maldita vez- gruñó Tony mirándola de frente
-Hay un rumor, sobre el Capitán pidiéndole una cita a una agente…
-¿Y?- cuestionó con una ceja arqueada
-¿Es todo lo que dirás? ¿No quieres saber quién es?
-Él puede hacer lo que le pegue la gana. Ya no somos nada- murmuró retomando sus actividades
-Estas dejándoselo en bandeja de plata…- musito indignada
-Ya lo has dejado claro antes. Nat, fue él quien terminó esto y lo respeto- djo con desgano
-No te entiendo Stark, primero lo presionas en esta relación, hacían todo juntos 24/7 y ahora simplemente ignoras su existencia. Eres un idiota…
-Sí lo soy
-No te lo mereces- dijo la mujer antes de salir del taller molesta
-Presionarlo… si claro- Tony suspiró con hastío, ya no soportaba esta maldita situación.
Cuando el rubio decidió terminar su relación lo hizo de la forma menos sutil posible, lo había hecho frente a todo el equipo a mitad de una comida, “Me asusta la seriedad que estamos tomando., necesito tiempo para aclarar mi mente…” Esas habían sido sus exactas palabras, por ende de inmediato todos asumieron que fue su culpa, le acusaron de presionar al rubio. Si tan solo fueran conscientes de como sucedió todo en realidad, si supieran que fue el rubio quien comenzó a buscarlo, fue él quien decidió hacerle compañía en el taller y cuidar su alimentación, fue Rogers el que comenzó a matar su tiempo dibujando el rostro del millonario, fue el ojiazul quien le robo el primer beso después de una estúpida escena de celos por verle con Rhodey, fue Steve quien entre tartamudeos y sonrojos le invitó a aquella cena que fue su primera cita, fue el capitán quien se coló por primera vez entre sus sabanas, el que dijo el primer te amo y sobre todo quien insistió en hacer pública su relación…
-Yo no busqué nada de esto Rogers- susurró a la nada- “Tiempo…” si claro, tu maldito tiempo es rubia oxigenada, de ojos azules y se apellida Carter…
Con otro suspiro intentó tragar el nudo que se formaba en su garganta, le dolía más de lo que admitía pero era más importante su orgullo Stark. Él no era el malo de esta maldita historia pero lo sería sin tanto lo deseaban.
Yo no quería quererte
Y no lo pude evitar
Creí poder defenderme
Pero a mi corazón no lo puedes atar, uoh-oh-oh-oh
Y yo no sé mi amor que hago buscándote, uh
Si te gano pierdo libertad, yeh
Y yo no sé mi amor que hago besándote
Si yo no me quiero enamorar
Steve Rogers estaba más que frustrado y era evidente para cualquiera, desde que se había enterado de la existencia de aquel clon suyo no tenía otro objetivo que no fuera atraparlo pero ese maldito era listo y siempre estaba un paso delante de ellos…
-¿Cómo lo logra?- cuestionó Clint cruzando los brazos sobre el pecho
-Debe haber algo que podamos hacer Tony- murmuró Bruce Banner analizando que salió mal en sus últimos cálculos
-Sabíamos que no sería fácil Bruce, estamos haciendo todo lo posible…
-¡No es suficiente!- gritó el Capitán estrellando los puños contra la mesa- Tal vez si no perdieras el maldito tiempo con tus estúpidos amantes…
El silencio no se hizo esperar, todos miraban a sus líderes sin saber cómo reaccionar y mucho menos cuando el castaño se rio quedamente
-Amante, en singular y no es asunto tuyo Rogers- dijo Tony con pose altiva, internamente disfrutando de aquellos celos mal disimulados- No intentes culparme a mí por esto, tu querido hijo es el puto líder de HYDRA, no es un maleante cualquiera…
-No es mi hijo- siseó con las mandíbulas apretadas
-Técnicamente si lo es, pero no estamos discutiendo eso- dijo con voz calma
-Me parece que no te estas tomando esto con la seriedad debida- intervino el recién integrado Sam Wilson
-Claro que lo hago, pero tengo que recordarles que el vástago de Rogers no es el único villano del jodido mundo. Me dedico a buscarlo mientras les doy sus preciadas actualizaciones a la par que salimos a patear unos cuantos traseros…
-Escucha Stark- murmuró Steve
-No, escúchame tú- le interrumpió el magnate- estas frustrado, lo sé, todos aquí lo estamos…
-No tienes ni idea de cómo me siento- siseó el ojiazul
-Probablemente no, pero ese ya no es mi trabajo sino de tu novia. Arregla tu mierda y dejar de intentar desquitarte conmigo- murmuró con una sonrisita ladeada
-¿Sabes? Creo que s justo por esto que terminó contigo- intervino Natasha. No importa la situación, no puedes dejar de ser un imbécil…
-No querida- contestó ya harto de que victimizaran al rubio- terminó conmigo porque no podía verme a los ojos después de coger, porque nunca tuvo los pantalones para decirme que James Barnes es el asesino de mis padres…
El silencio fue pesado, pareciera que todos habían dejado de respirar en ese momento y el equipo entero miró al Capitán América buscando una réplica de su parte, pero el rubio solo miraba a su expareja con el rostro pálido y desencajado
-… ¿Lo sabías?- cuestionó asustado
-Soy un puto genio y dueño del edificio donde vives, era obvio que me enteraría- susurró molesto
-Tony yo…
-No quiero escucharlo
-Pero…
-No, somos adultos y puedo vivir con eso- declaró con calma antes de darse la vuelta y salir de la sala de juntas
Mientras caminaba en dirección a su taller el moreno no pudo reprimir la sonrisa satisfecha que adornó su rostro, mucho menos la risita cínica que se le escapó al estar completamente solo. Su plan para joder al Capitán era un éxito, el rubio ardía en celos cada que le veía entrar por las mañanas con la ropa del día anterior y oliendo a loción ajena, se podía regodear al verlo sufrir en silencio ¿Qué mejor venganza que follarse al hijo que el Capitán Rogers tanto buscaba atrapar mientras le ayudaba a escapar siempre?
Guardo en silencio mis besos
Despídete sin voltear
Porque al besarte me pierdo
Pero a mi corazón, quién le puede explicar, yeh, yeah
Y yo no sé mi amor que hago buscándote, oh-yeah
Si te gano pierdo libertad, yeah
Y yo no sé mi amor que hago besándote, oh
Si yo no me quiero enamorar, oh
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, el moreno cada vez pasaba más tiempo con su amante en aquella base secreta, las tardes de alcohol se convertían en comidas intimas y los acostones fugaces ahora eran noches enteras que no terminaban hasta que el amanecer les sorprendía, aunque nunca dormían juntos, pues el castaño siempre se iba apenas recuperaba el aliento.
-Eres precioso- murmuró el menor mientras sus manos se colaban bajo la costosa camisa de algodón y sus labios delineaban la yugular del hombre que se removía a horcajadas sobre él
-Sí, lo soy- dijo el castaño divertido mordiendo los carnosos labios del de ojos escarlata y abriendo su camisa para delinear con sus dedos los gruesos trazos de tinta roja que ya le eran tan familiares
-Anthony…- murmuró el menor aferrándole más contra su pecho, como si buscara fundirse en su piel
-¿Qué pasa, Ab?
-Quédate a dormir- pidió el rubio mientras sus manos subían despacio por la espalda del moreno
-… convénceme- susurró el mayor mirándole a los ojos
-Déjame mimarte, quiero tratarte como el rey que eres, velar tu sueño, que seas lo primero que vea al despertar y traer tu desayuno a la cama por el resto de mis días…
Tony se quedó congelado en su posición, sus ojos brillaron cristalinos y tragó saliva mientras su respiración se agitaba levemente. Él no quería eso, Abbadon era sólo parte de su venganza personal contra el estúpido de Rogers, era sólo el medio par aun fin, pero, no quería admitir que su corazón había comenzado a traicionarle ¿Por qué se emocionaba ante las palabras del avino? ¿Por qué le parecía tan tentador aceptar su propuesta? Él no quería enamorarse, no lo había buscado, no quería ilusionarse, no quería sufrir de nuevo…
-Anthony…- Abbadon tomó su rostro con suavidad para que le mirara- Yo no soy Rogers, jamás te haría daño, primero me arrancaría el corazón
-Abbadon, yo no…
-Escúchame por favor- pidió en un suave susurro mientras acariciaba sus mejillas- Sabes lo que siento por ti, pero no lo diré en voz alta, por lo menos no hasta que estés listo para escucharlo. Sólo dame la oportunidad para ganarme tu confianza
-No quiero enamorarme- declaró el genio
-Lo sé…
-Pero sigo volviendo a ti cada vez, sigo buscando tus labios y tus caricias… No quiero sentir lo que estoy sintiendo- confesó con voz entrecortada
-Min kjaerlighet* estas asustado, eres un ser humano que ha sufrido mucho y es normal que te sientas así
El castaño suspiró en un intento de calmarse, junto su frente con la del menor y sus ojos conectaron mientras aquellos férreos brazos le brindaban calidez y seguridad haciendo que se relajara poco a poco, temiendo que su voz fallara simplemente asintió quedamente. Abbadon le regaló una sonrisa cálida y reconfortante que le derritió el corazón antes de darle un casto beso en los labios. Tony no quería enamorarse pero ya era bastante tarde.
Y yo no sé mi amor que hago besándote, oh
Si yo no me quiero enamorar
Si yo no me quiero enamorar
FIN