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REENCUENTROS por Agatha_Shadiness

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Notas del fanfic:

No sé que pasó con mis otras cuentas, la página no me deja trabajar en ellas y no parece tener solución... así que decidí abrir una nueva, espero sea la última. Lamento si a alguien le molesta. 

:(

 

 

Notas del capitulo:

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, esto es sin ánimos de lucro, sólo busco entretenerme, no gano ni espero ganar nada con esta pequeña historia.

 

Parring: Thorki

Tiempo: Post-endgame

Advertencias: OOC. SEXO EXPLÍCITO. VIOLENCIA. LENGUAJE VULGAR. ABUSO SEXUAL. MPREG.

 

Parte 1. Partículas Pym

La inmensidad del espacio se le antojaba nostálgica, pesé a que ya antes la había visto. Recostado en uno de los camastros que sus nuevos amigos le habían otorgado, Thor, hijo de Odín; en otrora, poderoso dios de trueno, el rayo y cuanta cosa eléctrica se les ocurriera, pensaba en la eternidad del cangrejo cuando escuchó el radio de la nave sonar con fuerza. Flotaban en la nada del espacio porque no tenían mucho que hacer, las misiones que les habían sido asignadas les dejaron dinero suficiente para sobrevivir unos cuantos meses.

“Atención, guardianes de la galaxia, aquí Centurión Nova Prime”

Dijo una voz por el alto parlante, Rocket volvió los ojos llenos de desprecio hacia el aparato.

—Hola, princesita, ¿demasiado ocupado para salvar al universo otra vez?

“Racoon, requiero hablar con su líder”

—Al habla Star-Lord —Interrumpió Quill.

“Hay un grupo de ladrones en un sector cercano a ustedes, requerimos que los detengan, han estado comerciando con un material peligroso que proviene del planeta Tierra.” Dijo la voz monótona, una serie de papeles de escritorio sonaron como fondo.

— ¿Qué clase de materiales?

—Un compuesto químico, más bien, atómico.

Thor no había prestado mucha atención hasta que el sujeto llamado Prime había mencionado a la Tierra. Entonces se enderezó en su lugar, mientras veía a su amigo árbol sentarse a un costado suyo y hacerle una seña para que no fuera a interrumpir.

—No voy a decir nada. — Dijo el antiguo dios en voz baja, Groot se llevó un largo dedo de madera a los labios.

—Yo soy Groot. —Le dijo despacio.

—No es cierto, siempre dejo que Quill se encargue.

—Yo soy Groot. —Contestó con tono de reproche, Thor iba a reclamar pero la voz de Quill los interrumpió.

—Denos las características del grupo y la ubicación, iremos enseguida.

La información llegó al servidor de Roquet, quien leyó las coordenadas y puso en marcha la nave, pronto, los nuevos guardianes se encontraban en un planeta de aros color terracota con un ambiente más bien cálido.

—Se ve como un lugar insufrible. —Gruñó Nebula mientras se asomaba por una de las ventanillas.

—Pero es trabajo y necesitamos el dinero. —Dijo Roquet, mientras descendía de su lugar con unas hojas de las manos y leía —Ahora, soquetes, esto es lo que vamos a hacer. Hay un grupo de mercenarios, se identifican con un símbolo de ojo en la muñeca izquierda y se hacen llamar los... —Rocket no reprimió una carcajada —esto es peor que el tipo llamado Taserface.

—Puedes, por favor, dejar de tontear. —Infirió la chica de azul, molesta por las burlas del mapache.

—La mercenaria está aprendiendo modales, ¿quién le enseño, fuiste tú, bodoque? —Le dijo a Thor que le sonrió desde su lugar.

—Estoy pasando por un proceso de recuperación, bajaré de peso tarde o temprano. Ya verás.

— ¿Y las barbas de mendigo? —Infirió Drax, que había estado insistiéndole para que se rasurara.

—Me gustan, me hacen ver temible.

—Más bien horrible. Necesitas un baño. —Agregó Mantis. —Y te ves desalineado.

—Las barbas se quedan ¿ok?, ahora son parte de mí. Significan que me he vuelto sabio.

—O un completo holgazán. —Agregó Quill recibiendo de nuevo una sonrisa condescendiente de Thor.

—Pues no soy yo quien no pudo atrapar a ese monstruo de la última misión y casi hace que lo maten, recuerdo bien haber intervenido antes de que te comiera un bilgesnipe.

—Me torcí un tobillo, ¡ya se los había explicado!

—Yo soy Groot. —A estas alturas Nebula comenzó a desesperarse.

— ¡No soy ningún debilucho, y Thor no me rescató!

—Si lo hizo. —Dijo Roquet para hacer enojar más a Quill.

—Yo soy Groot.

—Detecto una fuerte tensión. Creo que sientes que tu virilidad está comprometida.

— ¡Eso no es cierto, Mantis! Drax, diles que no es cierto.

—Tal vez también te gusta. Como con Gamora, cuando recién la conocimos no te llevabas bien con ella.

—Yo soy Groot. —Dijo con asco.

— ¡Eso es horrible!

— ¿El hombre de las estrellas tenía novia?

— Sí, la conociste cuando te rescatamos hace seis años, pero Thanos la mató.

—Ella está viva ahora. —Le recordó Mantis.

—Pero no me recuerda.

—Era demasiado bonita para ti.

—Tu, dios hijo de…

— ¡Quieren callarse, estamos perdiendo el tiempo!, ¡sigue con el maldito informe, Roquet!

—Hey nena, no te pongas azul del coraje. —Dijo a modo de burla mientras seguía leyendo. —Bien, se llaman, jeje, oigan esto: ¡los súper-enemigos atómicos! —De nuevo la risa ahogó a Roquet. Nébula se llevó una mano a la cara y se la pasó, exasperada, por el largo del rostro; el resto de los guardianes también se reía. Con rapidez tomó el informe de las manos de Roquet.

—Lo haré yo… Bien, dice que están instalados en el área desértica del planeta, el clima es árido y no habitado, la única civilización que hubo se extinguió hace mucho tiempo. Han ubicado al grupo en una de ellas, descenderemos a quinientos metros de la ciudadela principal y nos acercaremos en grupos, los tipos en cuestión son ladrones profesionales, pero no son buenos peleando, no tienen entrenamiento, por lo que no serán un problema. El material que robaron aún es por completo desconocido, pero se pide que procedamos con cautela. Quill, organiza los equipos.

—Si. —Dijo, haciendo la voz gruesa para sonar con seriedad, ante la sorpresa de escuchar la voz de mando a la anterior mercenaria, que no solía hablar demasiado. —Parece una misión sencilla, Roquet, Groot y Nebula irán por el este. Mantis y Thor por el norte, Drax y yo iremos directamente a ellos y los distraeremos.

—No tienes que compensar nada, Quill.

—Cállate barbas-locas, no estoy compensando.

—La sobrecompensación puede ser una debilidad en el carácter del macho alfa. —Dijo Mantis provocando que Thor soltara una carcajada, el resto del grupo siguió el juego de molestar a Quill.

Descendieron de Milano cuando una tormenta de arena cruzaba el lugar. La ciudad era una serie de casuchas de un extraño material parecido al bambú y caminos de piedras. El grupo al que buscaban estaba internado en esa jungla de casas y paredes derrumbadas. No tardaron mucho en encontrar la guarida, una serie de grutas debajo de unas montañas de rocas y tierra, se internaban en grandes estalactitas de arena. Había huecos por donde se colaba la luz, pero seguía siendo algo oscuro. Quill y Drax atacaron súbitamente, provocando que el resto de los guardianes tuvieran que apoyarlos cuando, los mercenarios que se suponían no eran peligrosos, ostentaron armas de largo alcance frente a ellos y casi los matan. Fue el Strombreaker el que tuvo que poner orden, pronto, el grupo de ladrones fue vencido y quienes tuvieron la suerte de no ser alcanzado por los ataques del grupo de héroes se dieron a la fuga. Atraparon a todos los que pudieron y llamaron a los Nova-Corp, quienes prometieron llegar lo más pronto posible. Cuando llegaron a la bodega donde el grupo de ladrones mantenían oculto su botín Rocket entró en ella y extrajo en su mano una pequeña caja de cristal que contenía dos pequeñas capsulas rojas que el dios del trueno reconoció de imediato.

—Esto es lo que robaron los soquetes. Hay una caja llena de capsulas.

—Partículas Pym. Son muy peligrosas, debemos llevarlas a la tierra de inmediato. —Dijo Thor. Mantis las observó con cuidado antes de hablar; los guardianes mantenían cierto contacto con los vengadores y estaban al tanto de lo que eran aquellas capsulas, pero nunca las habían visto.

—Pero, los Nova-Corp dijeron que se encargarían.

—No podemos confiárselas a nadie. —Sugirió Drax.

— ¿Sugieres que nos vayamos sin cobrar la recompensa, pezones ligeros?

—Solo son sensibles.

—Además hay otro inconveniente, los Nova-Corp no verán como algo bueno que nos llevemos estas cosas. —Dijo Quill, antes de ver cómo Thor se acercaba a la caja.

—Son demasiadas. Hay que llevarlas a la tierra de inmediato. Quill, es una emergencia.

—Yo puedo quedarme para explicarle a los Nova-Corp. —Interrumpió Nébula. —En la información no se especificaba que hiciéramos con el cargamento.

—Yo soy Groot. —Dijo mientras asentía.

—Ya sé que no es robar, pero no quiero problemas con esos tipos.

—Quill, tendremos más problemas si las partículas caen en manos equivocadas. —Dijo Mantis. —Yo me quedaré con Nebula y cobraremos el encargo, ustedes vayan a la tierra y vuelvan por nosotros pronto.

—Yo soy Groot.

—Podemos cuidarnos solas, arbolito.

— ¡Bien!; los demás iremos a la tierra y tú, panza con patas, llevarás la caja. Ya que eres el señor musculoso.

—Aún estoy en recuperación. —Dijo sonriendo y se acercó para tomar el paquete.

—Contactaré a Carol y  a los vengadores. —Anunció Roquet mientras encendía un radio.

—También me quedaré. —Habló Drax mientras veía a Roquet, Quill y Thor moverse.

— ¿Qué, me quedaré con el pirata rechoncho y la ardilla parlanchina?

—Mira quién lo dice, amante de los sándwich. —Renegó Thor mientras cargaba la caja hacia el lugar donde tenían la nave.

—Te escuché, idiota.

—Bien, pero que conste que yo mando. Iremos directo a la tierra y no haremos escala en ningún planeta.

—Sí, Quill, tú mandas. —Dijo de manera condescendiente el hijo de Odín.

Les tomó un par de días llegar a la tierra, las partículas parecían inestables y para Roquet y Quill fue un alivio dejarlas en manos de los vengadores, regresaron al espacio recibiendo el agradecimiento de Sam y el doctor Banner, quienes tuvieron que negociar con su gobierno para ser ellos los encargados de vigilar las partículas. Thor aprovechó el tiempo y visitó a Clint y a la hija de Tony, aunque sólo la observó desde lejos. Se paseó por la antigua base de los vengadores y pudo notar a la nueva generación, guiada por Sam, Wanda y Banner. Ellos protegerían a la tierra en su ausencia, además, tenían el apoyo de Danvers, ya no había nada que temer. Cuando guardaron las partículas en una nueva bodega, diseñada por Banner para ser impenetrable, no notaron que faltaban un par de aquellas cajas de cristal. Thor lo había pensado mucho durante el viaje y, aunque al final había decidido que lo mejor era dejar las cosas como estaban, y que no debía alterar más el tiempo-espacio, la idea de poder reencontrarse con su querido hermano le había vencido, pues quería verlo aunque fuera unos instantes y ese no fuera el Loki que había dado la vida por salvarlo. Aunque tal vez nunca usara las partículas, tal vez no se atreviera, tal vez…


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