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Toya x Yukito por La kike

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Notas del fanfic:

Aunque puedan haber escenas algo fuertes o totalmente fuertes, bajo ningún argumento se acepta o insentiva ni la pedofilia, ni la violación (son cosas que deberían de dejar de suceder). Sin embargo la ficción y la narrativa nos permite cruzar ciertos lineamientos que en nuestra realidad cotidiana no (para cuestionar o evidenciar algo). Mi libertad termina donde la del otro comienza.

  • Procuraré publicar todos los miércoles.

Ahí estaban, Yukito y Toya, en la misma habitación, en la casa de los abuelos de Yuki. Yukito estaba como perdido, viendo al vacío en dirección a su jardín de césped bien tratado, flores de especies diferentes, unas de colores blancas, otras amarillas y otras rosadas. Su mirada estaba remembrando aquella posibilidad de que todo eso desapareciese, y vuelva a convertirse en un terreno vacío y descuidado. Yuki quiere y cuida mucho a su jardín, el cual cuando se acerca la luna llena se pone más hermoso.

En días anteriores Sakura estaba siendo acechada por un nuevo mal, pero de este nadie tiene explicación; se supone, según predicciones de Eriol y acorde a las consignas que el mago Clow había dejado, no podía suceder, los poderes de Sakura en un momento repentino empezaron de decrecer, con ello, no solo la casa ilusoria de Yuki estaba en peligro, sino la vida y existencia del mismo Yukito y eso es algo que Toya no quiere que pase y Yukito tampoco, puesto ya habían aceptado los sentimientos que ambos tenían el uno por el otro.

—¿Sabes? Sakura no es la única que está siendo afectada, dijo Yukito.

—¿a qué te refieres?

—Recuerdas que, cuando Sakura recién estaba incrementando sus poderes y yo igualmente estaba en peligro de desaparecer, tú y yo hicimos un pacto también, el cuál sellamos con un beso…ese sello no debió haberse roto, incluso aunque tú te hayas quedado sin reservas mágicas.

—Es cierto, es más, ciertos de mis poderes estaban regresando y repentinamente volvieron a desaparecer.

—Así es, el mal que estamos enfrentando quizá no sea solo problemas de Sakura.

Mientras ambos se miraban preocupados por lo dicho, Toya no pudo evitar notar cómo la piel pálida de Yukito se veía radiante aquella tarde, llegándolo a sonrojar un poco. Toya decide acercarse a Yuki, lo toma del rostro para besarlo…

—¡¿Qué están haciendo?! —entro gritando Kero— este no es momento de andarse acariciando ni nada, lo que le está pasando a Sakura es muy serio y tenemos que encontrar la manera de solucionarlo.

—¿Qué haces aquí Kero? ¿No deberías estar con Sakura en el picnic con el mocoso ese? —respondió Toya molesto—

—Sakura me pidió que viniera a decirles que alguien extraño acaba de comunicarse con ella por celular, y quiere que todos nosotros estemos presentes hoy a las 6 de la tarde, en la torre de Tokio, así que necesitamos tomar el tren ¡ya! Si queremos llegar a tiempo.

Los tres se pusieron en marcha tomando lo necesario, no sin antes Toya robarle un beso a Yuki, propinándole una nalgada luego.

—No creas que te me ibas a escapar tan fácilmente.

Yuki sorprendido y sonrojado, solo sonrió contento y tímidamente.

—¡¿Otra vez?! Apúrense —gritó Kero—.

Ya reunidos en la estación de tren con Sakura, Shaoran y obviamente no podía faltar…

—¡Sakura te ves preciosa con ese vestido que te traje, te queda perfecto para un encuentro misterioso como este!

—Gracias Tomoyo, no creo que fuera necesario, pero…

—También traje para Toya y Yukito, ya que son pareja, aunque no sé si al convertirse en Yue, Yukito pierda el traje que le di ya que su transformación es distinta a la de Kero…

—Perdón por interrumpir, pero Kero no nos dio mayor explicación sobre esta persona que se contactó contigo pequeño monstruo, así que podrías por favor explicarnos.

—¡Hermano! ¡Ya te he dicho que no me digas así! Pues…tampoco sabemos mucho nosotros, me llamó al celular, parecía ser un hombre con voz de travesti, entre los 20 o 30 años, no mayor que eso y me dijo que tenía información de lo que me estaba pasando, y que si quería saberla teníamos que ir todos nosotros a verlo donde mi reto para convertirme en dueña de las cartas se llevó a cabo.

—Pero ¿cómo supo todo eso aquella persona?

—No lo sé Yukito…lo mismo quisiéramos saber —respondió muy preocupada Sakura—.

En el transito de la ciudad Tomoeda a Tokio, todos estaban muy preocupados, el ambiente estaba tenso, nadie habló durante el trayecto. De repente Yuki se desmaya en los brazos de Toya y a lo lejos solo se escucharon los gritos de dos fuyoshis: ¡Kyaaaaaa!, pero para Toya, en esta situación, las cosas no eran tan emocionantes.

Al momento Yuki recobró la conciencia, decidieron sentarse, pues tanto Yuki como Toya estaban viendo por el cristal de la puerta del tren.

—¿Estás bien?

—Sí, no es de preocuparse, solo fue un mareo.

—Yuki no me mientas por favor, ya no hay secretos entre noso…

Para este momento, Tomoyo ya había captado los mejores planos de la situación, mientras Sakura y Syaoran miraban todos sonrojados aquella escena, puesto que Toya, sin darse cuenta, tenía sostenidas las manos de Yuki. Ambos se sonrojaron y se separaron, además de que ya habían llegado. Tenían que correr, ya faltaba muy poco para las 6 de la tarde.

—¡Kero despierta! Ya casi llegamos.

—¿Qué pasa Sakura? ¿Ya está aquí aquella persona?

—No, pero no puedo subir a todos a la torre yo sola, nos haré invisibles, pero tenemos que volar todos juntos.

Tanto Yuki, como Kero se transformaron en sus formas reales.

—Prestanos tu poder para evitar que quien no deba no nos vea, ¡ilusión!, bien y ahora, ¡vuelo!

—No puedo creer que aún el mocoso este no pueda volar por sí solo.

—¡Kero, no seas grosero! Si estuviera en toda mi capacidad hubiera usado la carta espejo con todos y cada uno podría volar solo, pero no puedo utilizar tantas cartas, tengo que guardar fuerzas.

—Tranquila Sakura, estás haciendo tu mejor esfuerzo y aquí estamos para apoyarte.

—Gracias Syaoran —respondió Sakura sonrojada—

Llegados al lugar del encuentro, estaba yo, en diva, esperándoles.

—¿Quién es ese hombre?

—Kero! Cállate, que no es educado asumir su género, además está usando vestido, quizá sea una chica…

—Ni siquiera tuvo la decencia de depilarse…

—A mí me parece que es fantástica cómo se muestra, tiene una gran presencia que no se compara con la de Sakura, pero igual es atractiva.

—¿Pueden dejar de hablar de mí como si yo no estuviera frente a ustedes? Y no me depilo porque no me da la gana ¿oki?

—¿Quién eres y por qué nos citaste aquí?

—Tranquilo joven Syaoran, yo no soy su enemigo…yo soy su aliade, de hecho.

Tanto Kero como Yue, se pusieron a la defensiva.

—No te creemos nada.

—A ver… se me calman y no me hablen en ese tonito, que yo sé que soy occidental, por ende, extranjero, y latino, pero eso no les da derecho a tratarme así y menos si estamos en la misma situación.

—¿Qué quieres decir? Respondió Syaoran nuevamente.

—Mira, sé que no te agrado porque a diferencia de Yue, mi energía es más solar que lunar, pero también siento tu confusión al hablarme porque la luna también reside en mí —Syaoran se sonroja— ¿te has dado cuenta que no solo los poderes de Sakura se han debilitado?

En ese momento Syaoran recordó que sus entrenamientos habituales lo dejaban más exhaustos que de costumbre y la cara de Toya también cambió, por la sorpresa de tal pregunta.

—Prosigo. Así es, el mal no solo aqueja a Sakura, sino a todos aquellos que realizamos magia, alguien quiere cortar el flujo de magia en este mundo, tal cual ocurrió en el mío con la crucifixión de Cristo, aquí algo evitó que el flujo se cerrara totalmente y pronto su flujo se restauró, permitiendo existir a magos como Clow. Al parecer alguien está haciendo un ritual progresivo y lo suficientemente fuerte como para empezar a cerrar ese acceso y/o robarnos nuestros poderes también.

—A ver chico listo ¿cómo que este no es tu mundo? ¿A qué te refieres?

—Pues no soy Clow que es casi un Dios, Kero, pero sí puedo atravesar los mundos, más o menos como lo hace Yuko. En mi mundo, como dije, la magia no existe y gracias a un ritual más un golpe de suerte o, mejor dicho, de un flujo inesperado de magia a determinada hora, llegué aquí, donde mis poderes son normales.

—¿Yuko? ¿Por qué me suena ese nombre?

—¿Acaso la conoces Sakura?

—No lo sé Syaoran…

—Ahora que lo dices, ese nombre también me suena familiar.

—No me extraña, pero esa ya es información que no me compete dar a mí…ahora, podemos ir por algo caliente, fue mala decisión venir hasta aquí con tanto viento y yo siendo tan friolento…

—¡Pero si tú nos citaste aquí!

—Es que no había visitado la torre de Tokio y quería que fuera todo más dramático. ¡Ay no te enojes Toya! Te ves más gua…—en ese instante, por una milésima de centímetros casi me atraviesa una flecha de Yue—.

—Al parecer no sabes todo de nosotros —dijo Yue en un tomo muy serio y mirada fría—

—Oh sí lo sé querido, pero yo de ti, ahorro energías y no las gasto a lo tonto, que yo coqueta soy, pero roba maridos ya no, ya quedé sana de ese mal. Además, Toya te-a-ma-mu-cho- —guiño—.

Una vez calmados los humos de Yue, bajamos de la torre y fuimos a un lugar donde pudiéramos tomar algo caliente, era primavera, pero para mí, el clima estaba un poco frío aún. Las calles de Tokio no se veían tal cual cuando vi el anime de Sakura, pero debo admitir que son bastante parecidos, la gente es amable, los colores también tienen un efecto acogedor y los chicos japoneses sí son tan guapos como me los imaginé. En la cafetería todos pedimos pastel de fresa y yo particularmente un capuchino caliente con leche de soja, todo estaba muy rico, el pastel estaba esponjocito, suave, bañado con la leche condensada de coco, y la crema con las fresas, tiene un dulzor justo. No me sorprende de los japones hacer cosas tan ricas, aunque sean veganas (porque para mí la pastelería vegana es muy difícil, en general, toda la pastelería).

Una vez terminamos de comer, ya dirigiéndonos hacia la estación de tren, me ofrecí a llevarlos a cada uno a sus casas con mi magia, y antes de acceder Toya, con su peculiar forma de dirigirse a quienes desconfía, me preguntó mi nombre al que respondí, me puedes llamar La Kike. Les expliqué que mi magia era un poco parecida a la de Sakura porque había aprendido mucho de ella y Clow. Entonces, invoqué mediante una carta hecha por mí, a la cual denominé portal, y a cada uno fui enviándolos a casa, a través de una especie de agujero que rasga el espacio, con un rostro encapuchado en el centro superior. Un poco tétrica mi carta, quizá.

—Sakura, te encargo esto porque sé que ustedes pueden con esto, yo les enviaré mensajes de texto si tengo alguna información, pero mis cartas del tarot me aconsejaron encomendarte esta misión a ti y a tu sexy hermano —Yukito solo sonrió—. Sabía que Yukito era más amable que Yue, gracias por venir a este encuentro, espero y nos volvamos a ver.

Luego de que todos se despidieron y travesaron el portal, pude deshacer el hechizo para poder entender y hablar su lengua, la verdad pensé que no lo iba a lograr.

—Te dije que te ibas a cansar.

—Puedes respetar mi cansancio, que, si estuviera a toda mi capacidad, ya supiera hablar este idioma, se supone para eso te cree espíritu del viento.

—Sí, pero recuerda que igual es un intercambio energético y a penas y me puedes mantener con vida en este plano.

—Sólo cállate.


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