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The Reason (LeeGaa) por galaxysurvivor

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Notas del capitulo:

Espero les guste, actualizaré tan pronto como pueda.

Un día de locos, al menos eso era para él ¿Cómo es que cayó en esa tonta trampa impuesta por niños de seis años? Vaya que fue estúpido, aún recordaba a esos pequeños revoltosos llamarle desde entre los árboles y fingiendo haber caído a un pozo, el fue como idiota a ver lo que pasaba y una red por debajo de sus pies le envolvió mientras ellos se burlaban con mofa a la par que los demás niños iban a burlarse de igual manera, esa noche durmió con un bebé pues realmente estaba cansado hasta la extenuación total. Por la mañana hizo su rutina bien sabida, con la excepción de que era sábado y no tendría que impartir clases a esos pequeños diablillos andantes. Suspiró poniéndose al pie de la ventana justo al lado de su cama y aspiró el aire matutino, extendió los brazos hacia arriba e hizo sus estiramientos, Gai tuvo que hacer otras cosas, también tenía una vida después de todo.
 
Se asomó a su armario sacando su ropa, consistente en pantalones negros y una camiseta verde menta sin detalles, se vistió luego de una relajante ducha y preparó su desayuno, afortunadamente sabía hacer lo suficiente para sobrevivir y con eso le bastaba.
 
Salió a la calle y corrió hasta llegar a su lugar de siempre, hizo sus trotes matutinos, sus sentadillas y demás, luego de una hora estaba sin camisa, con el sudor esparciéndose por su cuerpo y la cara roja, sus cabellos húmedos y recogidos dándole un aire sensual y travieso a la vez.
 
Llegó hasta un estanque y agradeció que el agua estuviera fría, se acercó y metió las manos para luego echar un montón de agua sobre su rostro, el líquido bajaba por su barbilla llegando por su plano pecho y su vientre perdiéndose entre sus pantalones. Miró el cielo tocando su bajo vientre como lo hacía desde que descubrió de su estado de Virmu, sin saberlo siquiera rezaba para hallar felicidad y al darse cuenta se sentía tonto y sólo en esa situación. 
 
Unos pasos atrás suyo le hicieron girar la cabeza y su cuerpo mientras seguía sentado al borde del estanque, miró alrededor pero no divisó a nadie ni nada que pudiera hacer algún tipo de sonido similar a pasos. Su mirada no divisó absolutamente nada, silencio total y calma aparente.
 
-¿Hay alguien ahí?-, nada. Suspiró cuando a su mente vino una hipótesis se quién o quienes pudieran ser los de la bromita -¡Niños, si son ustedes deberían estar en durmiendo hasta tarde!-. Frunció el ceño mientras se levantaba y sacudiendo el agua de su cuerpo y el polvo caminó hasta donde provino aquel ruido segundos atrás, miró y miró varias veces y entonces su vista recayó en un hombre de cabellos rojos y piel pálida. Se sorprendió y retrocedió por la sorpresa mientras se daba cuenta de que no había cambiado en lo más mínimo, su mirada seguía siendo fría.
 
-Hola, Rock Lee-, su voz era tan calmada como siempre.
 
******
 
Esa mañana despertó con buenos ánimos, claramente no lo exteriorizó pero ahí estaba. Sonrió sin darse cuenta siquiera, se bañó pensando en Lee, la noche anterior soñó con el moreno despertando en el proceso para luego volver a soñar con él. Luego de la ducha se encontró con Baki y sus escoltas, desayunó con Naruto y una amena conversación salió a flote, Lady Tsunade parecía estar distraída y eso llamó la atención de Baki.
 
-Mi señora, parece usted algo distraída esta mañana-, ella sonrió de manera pícara ganando su atención también.
 
-Es que hace unos meses hice un descubrimiento sorprendente y desde entonces mi mente anda en ello-, dejó a los invitados con la intriga, sonrió aún más y uno de sus escoltas se atrevió a preguntar sobre la situación.
 
-¿Qué descubrimiento, señora? -; ella rió suavemente para luego volver su risa más malévola como si estuviera planeando algo impensado.
 
-Bueno,- cerró los ojos sonriendo con suficiencia para luego tomar aire y hablar.- Por supuesto sé que ustedes desconocen el tema, esto sucedió en esa aldea hace más de ochenta años, - los volvió a dejar con la intriga, Naruto protestó.
 
-¡Anciana, deja de decir las cosas a medias!- ella le miró con ojos llameantes y le arrojó un cuchillo que pasó a centímetros de su cabeza, Hinata rió y el rubio quedó helado justo donde estaba.
 
-Cuidado con lo que dices, enano inservible-, ella sonrió componiéndose de inmediato -. Lo que quiero decir es que hace ochenta años un jovencito llamado Hiroki, a los dieciocho años comenzó a tener desmayos inexplicables, días después presentó un sangrado a nivel rectal y tras largos estudios se llegó a la conclusión de que era una especie de hermafrodita -. Baki abrió los ojos grandemente al igual que los escoltas, Gaara estaba tan sorprendido como los demás y sin duda esa conversación levantaba algo el morbo, ella siguió hablando - El chico demostró ser fértil en ambos sentidos, lo que quiere decir que puede embarazar a una mujer como puede embarazar a otra persona de su mismo estado así como también hombre normal puede embarazarlo-; acabó diciendo sonriendo con suficiencia mientras los hombres invitados se miraban los unos a los otros.
 
-¿Es eso posible? -, Baki no se aguantó preguntar, con las ideas revueltas totalmente.
 
-Pues así se comprobó, años después dos casos similares salieron a luz pero con síntomas algo diferentes, uno de ellos no lo supo hasta que por un accidente le apuñalaron, durante un entrenamiento, una shuriken hiriéndole gravemente. Entonces lo supimos, pero si aquello no hubiera ocurrido tal vez jamás lo hubiéramos sabido--; se cruzó de brazos cerrando los ojos siguiendo con el relato- El otro fue diferente, las relaciones homosexuales han sido aceptadas desde hace tiempo y en ese entonces descubrimos que el muchacho estaba en estado de gestación, el niño nació sin complicaciones y luego de aquella situación no volvieron a saberse de casos similares -, finalizó mientras el silencio abarcaba por completo.
 
-Eso es impresionante de verdad, jamás he oído algo similar en mi vida- Baki miró su desayuno a casi acabar, tratando de procesar todo, Gaara era quien se mantenía calmado sin mostrar emoción alguna pero eso no quería decir que no estuviera sorprendido.
 
-Así es, Iruka es como esos chicos de hecho pues nos informó que durante su adolescencia presentó exactamente los mismos síntomas pero a diferencia de los otros casos, él no lo reporto por ignorar el tema y simplemente siguió con su vida. Nos enteramos por él mismo presentando un síntoma algo parecido a los que presenta una mujer embarazada y pues tiene aproximadamente tres meses de gestación -, Iruka se sentía morir de la vergüenza y vaya que era vergonzoso en todo sentido pues los invitados voltearon muy sorprendidos ante esa revelación.
 
-Seré padre sin siquiera quererlo, qué locura ¿No?- Kakashi rió sonoramente causando la risa de los demás menos de Gaara y el propio Iruka quien tenía las mejillas rojas mientras se sobaba disimuladamente el vientre de tres meses.
 
-¿Saben de alguien más con esta condición? -, la quinto Hokage se lo pensó y recordó algunos nombres.
 
-Bueno, el chico Neji Hyuga es igual pero está acompañado de Ten Ten, compañera de equipo por lo que no podrá embarazarse pero ella sí en todo caso-, de sobó la barbilla y puso una expresión de Eureka -¡Ah sí! Kiba Inusuka es otro chico en esa condición, tiene una pareja llamada Shino Aburame, en quienes confiamos para darnos un bebé sano al igual que lo esperamos de parte de Iruka y Kakashi-, rió al igual que los otros.
 
-¡Señora, siento interrumpir pero Konohamaru irrumpió en su despacho y parece estar de mal humor!- Shizune interrumpió en la amena plática y bufó molesta pidiendo disculpas para salir a zanjar ese molesto asunto.
 
-Bien, dinos Gaara ¿Piensas quedarte aún después de la boda?-, Kakashi habló acabando su plato y bebiendo café. Dejando el tema del hermafroditismo de lado por un momento.
 
-Sólo deseaba venir por la boda, pero pensándolo mejor quisiera quedarme un poco más -; asintieron y se excusó poco después para salir a caminar, le dejó dicho a Baki y los otros que no deseaba ser molestado. La gente le saludaba cortésmente y él solo asentía ante ellos, le pareció ver al tal Kiba Inuzuka caminando por ahí y recordó lo que había dicho la quinto Hokage y no supo como reaccionar en ese entonces ni ahora, pero lo tenía lejos y era lo mejor.
 
Sintió ganas de caminar por algún lugar lejos de la gente, era temprano y suponía que Lee estaría por algún lugar solitario como sabía que lo hacía. Buscó largo rato y a lo lejos vio un reflejo de luz raro y al adentrase entre los árboles constató que era un estanque, ahí había alguien al parecer, poseía la piel tostada hermosamente, le daba la espalda por lo que no lo pudo identificar de inmediato. Sus cabellos eran largos pero estaban recogidos en una cola de caballo, de color negro para ser precisos, la espalda ni ancha ni estrecha de hecho era algo difícil saber si era hombre o mujer si tuviera puesta una camiseta. Se escondió cuando notó al chico moverse y girar la cabeza y cuerpo hacia él, trató de esconderse lo mejor que pudo y paró de caminar.
 
Oyó la voz de Lee en seguida, sonrió al oírlo decir algo sobre niños, no sabía que cuidaba niños. Salió de donde estaba oculto y saludó al chico.
 
-Hola, Rock Lee-, estaba de pie y sin la camisa puesta, los ojos del pelirrojo se dilataron al ver al muchacho frente a él, Lee no supo cómo reaccionar y solo atinó a hacer una reverencia torpemente sin saber qué decir por contados segundos ¿Qué estaba haciendo el Kasekage de la Arena ahí? Comenzó a ponerse nervioso por el silencio y contestó avergonzado.
 
-Kasekage de la... Arena-, el ambiente era cálido y algo caluroso también -¿Qué lo... Qué lo trae por aquí? -. Tartamudeó sin saber a dónde mirar.
 
Creyó que se moriría ahí mismo, el chico pelirrojo no respondió en seguida, estaban tan embelesado mirando al moreno dándose cuenta de lo hermoso que se había puesto y ahora estaba más que encantado y contento consigo mismo por haber tomado la decisión de ir a buscar al chico que había estado invadiendo sus pensamientos y sus sueños todo el tiempo.
 
-Nos conocemos, no es necesario ese formalismo-, dijo sin tapujos mientras avanzaba hasta el muchacho quien retrocedió un paso cohibido sin saber donde mirar y tratando de ocultar su nerviosismo.
 
-No... No me parece correcto llamar... Llamarlo por su nombre mientras ocupe el cargo que posee-, la mirada del chico pálido le escudriñaban sin remordimiento alguno, como si estuviese buscando algo en él.
 
-No lo hagas, es molesto viniendo de alguien de confianza -; esta vez la mirada del moreno por fin se posó sobre la suya mientras sin explicación una corriente eléctrica traspasó a ambos a la par que temblaron sin que el otro se diera cuenta.
 
-¿Soy alguien... De confianza para usted?-, se sorprendió visiblemente mientras Gaara asentía sin mostrar emociones. Realmente estaba embelesado por la belleza que expelía el muchacho moreno, sus cabellos largos y mojados en los contornos de su rostro, había cambiado en todos esos años y su pecho sintió a su corazón saltar de un lado a otro muy contento como un niño en una dulcería. Vaya que era inocente ¿Cómo no tenerle confianza después de las veces que demostró que podía ser alguien en quien uno pudiera poner su vida en sus manos sin temer jamás? Estaba seguro que quien tuviera el corazón de Lee- si es que hubiera alguien -; era verdaderamente afortunada por tener semejante belleza para ella sola.
 
-Hemos pasado muchas cosas tu y yo, has demostrado ser valiente y de confianza, quien tuviera la oportunidad de ser amigo cercano tuyo debería estar más que orgulloso por ese simple hecho- ladeó la cabeza apenas sin que el contacto visual se cortara por nada, el Kasekage de la Arena se acercó hasta Lee acortando los metros y centímetros que los separaban y la diferencia de estaturas era casi nada, mientras el morro se mantenía en su estatura normal el chico pálido había
crecido más, se veía que bajo la ropa había músculos que antes no estaban ahí y su masculinidad se hacía notoria por aquella voz rasposa y sensual que siempre poseyó pues era más grave que antes sin perder lo sombrío de la misma. A los pocos centímetros se constataba que efectivamente Rock Lee le sobrepasaba en estatura por cuanto ¿Dos centímetros? Eso era casi nada en realidad, siendo que antes le ganaba unos seis centímetros o tal vez más.
 
-Bueno... Yo... -¿Por qué el Kasekage estaba tan cerca suyo? ¿Acaso tenía algo en la cara o el cabello que le resultará extraño? Tragó duro cuando Gaara estuvo cerca, demasiado diría él. En cualquier situación anterior hubiera visto aquello más como amenaza que como otra cosa pero el de ojos aguamarina demostró ser valeroso al cambiar su forma de ver la vida misma, compartía cosas como el respeto hacia los ancestros y por la paz misma, no por nada pelearon juntos hasta casi el exterminio ¿Cierto? Si él había cambia cambiado algo, Gaara estaba casi igual en muchos sentidos, si bien los atributos ya mencionados eran notables había cosas que jamás cambiaban y estaba seguro que eso jamás cambiaría, por ejemplo sus ojos, seguían siendo de ese color menta inconfundibles, su cabello de ese color sangre muy intenso y llamativo a la vista de todos, aquel tatuaje en su pálida piel que hasta ahora no sabía si tendría un significado real para el Kasekage o simplemente era eso, un simple tatuaje. 
 
Su piel era tan pálida como siempre, pero se notaba que poseía más color haciéndolo ver más ¿Humano? Tal vez. Su voz seguía siendo gutural pero cambió por ser más grave y atrayente sin duda alguna y la cosa que nunca cambiaba era su típica calabaza en la espalda, aquella que alguna vez le hizo tanto daño al punto de querer rendirse al creer que no podría volver a caminar ni ejercer su destino como ninja, pero también era aquella calabaza que salvó a su aldea en ese ataque por parte de Sasori y Deidara cuando lo secuestraron.
 
-Sólo llámame Gaara, Lee-; las comparaciones con el antes y el después del chico pálido o bueno, ya no tan pálido quedaron en el aire al oír su voz tan cambiada pero a la vez no, se sostuvieron la mirada todo ese tiempo, Gaara estiró un brazo extendiendo la palma de la mano y con los dedos acariciar su sedoso cabello negro sorprendiendo a Lee, ese exótico verde en sus ojos le atrapaba como un ente de la parte más profunda del mar queriéndole engullir por completo y aquellos pozos negros del moreno llevaron a la total oscuridad al Kasekage viendo una bella luz destellando en la pureza de aquella mirada.
 
No era normal, no en él.
 
¿Ver a alguien de forma romántica? No debía estar y no lo estaba, pero una cosa era solamente verlo en sus pensamientos o soñarlo, otra muy distinta era verlo de frente, cara a cara en un lugar donde estaban completamente solos. Sin testigos.
 
Rock Lee sin explicación aparentemente, de súbito sintió ganas de llorar.
 
¿Por qué?
 
No él mismo lo sabía.
 
Notas finales:

Gracias por leer. Nos leemos en la próxima. Besitos.


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