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The Reason (LeeGaa) por galaxysurvivor

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Notas del capitulo:

Espero les guste, disculpen la tardanza.

- Gaara del Desierto-; Gaara sintió unas ganas indescriptibles de besarlo en ese preciso instante al oír su nombre dicho en los labios del chico moreno, Lee por su parte pronunció ese nombre sin darse cuenta, los dedos el muchacho mayor se movían por sus mechones y por un supuesto error del propio Kasekage tocó con las yemas de los dedos la suave piel de Lee, una corriente de potente electricidad los atravesó y Lee sintió su corazón latir rápidamente ¿Qué rayos era eso que sentía? Con Sakura jamás le había sucedido algo similar, como él mismo había descrito, por ella sintió atracción o tal vez sólo lo confundió con admiración por lo bonita que la consideraba ¿Podría estar seguro de que no era anormal el sentir aquello con alguien a quien no le llegaba ni a los talones?


Por eso pensaba, en el caso de que fuera... No... Era imposible ¿O no? ¿Eso que sintió pudo haber sido algún efecto secundario de su capacidad? ¿Será que su lado femenino le estuviera jugando una mala pasada con el chico frente a él? Parpadeó sintiendo algo quebrase en su pecho ¿Realmente eso era posible? Definitivamente correría cuando pudiera a ver al quinto Hokage para preguntarle sobre eso, no podría esta seguro de que Gaara era sólo una mera ilusión con respecto a ese sentimiento en su pecho.


-Lee, ¿Cómo es que cambiaste tanto?-; su mirada, aquella mirada le escudriñaba a fondo, ¿Qué quería de él al hablarle de aquella manera tan dulce y tocarlo de ese modo tan gentil? Respondió luego de unos segundos.


-En realidad no he crecido demasiado, como tú. - Rió mostrando una bella sonrisa que Gaara juró guardar por siempre en sus recuerdos-; Con respecto al cabello, bueno eso es porque creí que un cambio me vendría bien. Y las cejas... - recordó aquella vez y rió captando por completo la atención del pelirrojo y no es como si la tuviera toda ya-... Eso fue un accidente, de hecho, fue durante una fiesta donde mis niños pidieron que lanzara algún cohete y lo hice, jamás había manipulado alguno y fue una tontería mía el no querer pasar vergüenza con ellos por ser ignorante en ese rubro y le prendí fuego y la flama me alcanzó en el rostro, quemó mis cejas pero crecieron rápido aunque, no del modo en que yo quisiera -; se sonrojó por su propia torpeza, en definitiva era un desastre. Después se tocó las cejas con expresión sumamente divertida.


-Te ves bien en realidad, los cambios y el accidente te hacen ver... -¿Qué palabra debería usar? Lee creyó que se burlaría y desvió la mirada triste-... Mucho más atractivo - hasta él se sorprendió por ese adjetivo calificativo que no pudo reprimir en realidad. Lee y su expresivo rostro provocó una risa interna en Gaara, deseó abrazarlo y estrujarlo fuerte. Sus ojos volvieron a hacer contacto en ese momento y el moreno sonrió mordiendo su labio y el pelirrojo maldijo por esa provocación atrevida y desmedida.


-Gaara... -; susurró apoyando sin darse cuenta, la mejilla derecha contra la mano del Kasekage, no lo hizo premeditadamente y eso sorprendió al mayor quien no se hizo del rogar y abrió la palma y sentir por completo esa bella piel en todo su esplendor contra la suya, aunque deseaba que fuera más piel la que estuviera tocando por el momento se conformaba con aquel gentil toque. Pasaron varios minutos y ninguno quiso apartar la vista del otro ni deshacer el tacto. Lee sentía su pecho arder y su rostro de igual manera o peor.


-Sigues entrenando igual de duro, por lo que veo-, el primero en romper el silencio fue Gaara, Lee asintió sonriendo apartándose a regañadientes de la mano ajena, la sostuvo con su mano derecha y tembló ligeramente.


-No he perdido el tiempo y la práctica, los niños consumen mi tiempo pero siempre puedo levantarme más temprano para entrenar y hacerlo luego de las clases me ayuda mucho-; Gaara sintió la mano de Lee, realmente la realidad superaba la ficción y en ese momento sus sueños parecían nada frente a aquello.


- Entonces enseñas ¿Cierto?- recibió un sí con la cabeza del menor y procedió a hablar.


-Lo hago desde comienzos de año, quise buscar algo que me hiciera sentirme vivo, y a la vez dar a conocer que mi taijutsu puede servir en peleas, esa es la razón por la que sólo desarrollé este estilo, es básico pero conforme suceden los cambios se vuelve más complicado, tú lo sabes, peleaste conmigo ¿Recuerdas?- sonrió al recordar esa vez peleado con Gaara. El chico pálido tuvo un flashback repentino y veloz.


-¿Cómo olvidarlo? Éramos jóvenes y no me esperaba que fueras tan fuerte, lograste romper mi capa externa, cosa que jamás había logrado nadie -; se sintió mal por haber casi matado al chico de sus suelos ¿Y si lo hubiera asesinado aquella vez? ¿Estaría ahora en la posición que estaba frente a Lee con alguien más? Lo dudaba.


-Apuesto a que en combate cuerpo a cuerpo te ganaría, no debe ser difícil -; Gaara se sorprendió, ver ese brillo en los ojos negros de Lee le recordaba aquella pelea, ¿Debería aceptar? De todos modos él había entrenado por su parte, sus músculos no eran por nada.


-Acepto, supongo que mi arena no sera bienvenida ¿Me equivoco? -, Lee asintió jalando la mano del mayor mientras él abría los ojos con sorpresa con el corazón queriéndole salir por la boca, las orejas y hasta por los ojos tal vez, su mano siendo prensa del moreno, era una delicia sentirlo tan cerca, vulnerable y decidido, como un niño pequeño. Corrieron hasta llegar al campo abierto, Lee soltó su mano y la sintió terriblemente sola. El moreno corrió hasta estar a unos seis metros del Kasekage, sonrió parándose totalmente derecho, una mano tras su espalda y el brazo izquierdo extendido a medias y levantado con la palma casoe abierta como invitándolo a comenzar. Ese brillo hermoso cautivaba al pelirrojo, esa determinación ¿Su pecho acaso no podía quedarse en silencio? Temía que Lee oyera sus desesperados latidos, suspiró apretando los puños y quitándose la calabaza dejándola a un lado, había aprendido a controlarla a la perfección que, a diferencia de antes, ésta sólo reaccionaba cuando estaba en verdadero peligro y a su señal más mínima.


-No tendré compasión sólo por el hecho de ser Kasekage-; sonrió con ganas y se preguntó si ese sentimiento en su pecho estaría mal o no, sentir esa atracción era normal ya que él era mitad mujer ¿O no? Vio a Gaara asentir, él fue primero en avanzar, sus cintas alrededor de sus brazos de desataron cayendo al suelo, tomó un kunai entre las manos y corrió hasta el chico pálido, él no se movió un centímetro ni parpadeó. Esto sería interesante.


Gaara cerró los ojos cruzando los brazos, eso hizo que Lee frunciera el ceño apretando la mandíbula ¿Acaso se burlaba de él? Pues si era así le daría una lección y como había dicho, no le tendría ninguna compasión aunque eso significara que Lady Tsunade o hasta Ten Ten y Gai sensei le pusiera tres metros bajo tierra por hacerle aquello a un alto mando como era el Kasekage.


Entonces Gaara alzó la vista y todo comenzó en realidad.


Gaara levantó la vista, Lee sonrió con algo de prepotencia mientras el mayor esquivaba el primer golpe, la mano del chico golpeó el aire al costado derecho de Gaara.


El mismo a velocidad luz se colocó detrás suyo, Lee trastabilló sin caer y buscó al Kasekage con la mirada pero al no hallarlo dio la vuelta en seguida para evitar cualquier ataque sorpresa que planeara el pelirrojo, de inmediato el moreno rió algo nervioso pues no recordaba al chico pálido tan veloz y hasta creyó que él eran quien había perdido la suya.


-Te recordaba más veloz-; eso fue todo, Lee algo enojado se abalanzó sobre él consiguiendo exactamente el mismo resultado que antes, Gaara no supo que sentir ¿Realmente se había burlado del moreno? Tal vez eran emociones de fantasmas pasados pero simplemente no pudo evitar hacerlo, luego lo sintió todo muy cómico al darse cuenta de la sonrisa del chico de cabellos largos ¿Qué estaría tramando?


-Bueno, por lo que se ve... - le miró de pies a cabeza buscando qué decirle, en realidad sabía perfectamente lo que diría pero quería alargar el momento, y así lo hizo generando la duda en el pelirrojo - ... Has ganado fuerza pues ya no eres el debilucho que conocí y se escondía detrás de un escudo de arena. La vida nos ha puesto barreras y hemos cambiado, tú tomaste responsabilidades y en cuanto a mí, me falta hallar razones para mi existencia, tal vez yo haya perdido velocidad y tú la hayas ganado a la vez- suspiró molesto ya que sus propias palabras salieron con rabia, sabía de sobra que no debió ser tan brusco pero lo tomó muy personal, casi como todo lo que le decían y ¿todo por qué?. ¡Por su maldito estado!; guardó silencio unos segundos para luego fruncir el ceño - ¿Sabes? Ahora siento tonto este enfrentamiento -; bajó la mirada molesto pero sobre todo, triste ¿Qué rayos le sucedía?


-No fue mi intención decirlo de esa manera, Lee-; tal vez metió la pata pues no fue necesario agregar aquellas palabras y tan solo debió seguir peleando. Lee tampoco tenía una razón para vivir y lo había dicho abiertamente. El moreno le miró sonriendo por su torpeza, haberle confesado a un extraño sus sentimientos era realmente tonto, sonrió lanzando una risa nerviosa negando a la vez con la cabeza.


-No, yo lamento lo. Ando algo sensible desde hace unos meses- y era verdad, se tocó el vientre con disimulo mientras que recordaba las veces que lloraba por casi nada, cuando el cumpleaños de Ten Ten fue celebrado y él la abrazó llorando por horas al desearle vida eterna y feliz al lado de Neji. Bastante tonto ¿No es así? Su estado, según Lady Tsunade, empeoraría por si llegaba a embarazarse, así como los cambios hormonales por la manifestación del ciclo menstrual - que por cierto no se repetiría -; se estaban ajustando a su organismo nada más, era cuestión de tiempo.


-¿Sensible?-, Gaara no comprendió exactamente a que se refería, Lee negó proponiéndose no contarle demasiado.


-Es solo que los niños me vuelven loco, sus bromas han estado volviéndose repetitivas de nuevo, cuando comencé a enseñar fue peor en realidad ya que no me soportaban y creían que suplantaría a Shizune. -; sonrió recordando todas esas bromas y cantaletas por parte de los niños.


- Puedo entenderlo, aunque los niños no sean lo mío, en mi aldea cuando paseo por las calles los veo correr y hacerse bromas-, no era mentira y de verdad le resultaban una clase en desarrollo de ser humano que le parecía sinceramente desconocida, su mente había bloqueado tantos recuerdo de su niñez que había olvidado casi todo.


- Supongo que sí, siento tanto todo esto... Mis tonterías no han hecho más que molestar-, suspiró desganado con la mano izquierda aún sobre el vientre y lo hacía casi sin darse cuenta pero había desarrollado una manía que los demás no notaban si no sabían de su estado.


- Aunque digas que es por los niños tu estado de ánimo, a lo que llamas tonterías hasta podría ser identificado como estrés o hasta síntomas de alguna enfermedad que te haga actuar de esa manera-; Lee no dijo nada, pues era verdad, por más de que él no lo supiera ahora se acabaría enterando por A o B motivos. Aunque lo más probable era que Lady Tsunade ya le hubiera informado a cerca de su estado pero... Lo dudaba ya que dio un argumento errado de su estado de ánimo por lo que, lo más probable, era que la quinto Hokage le hubiera dicho se conocía personas con esas anomalías y como él mismo le había pedido, no fuera a contarle a nadie que ya no lo supiera, aunque existía la probabilidad de que no lo supiera y en todo caso la opción de que la rubia ex Hokage le haya dicho sobre chicos en ese estado pero haya omitido que él era igual a ellos y la opción de que en realidad no lo supiera eran las más viables, pero dudaba que ya no lo supiera pues aquella mujer con esa horrorosa manía por apostar era de lengua floja en ocasiones y con descubrimientos así uno deseaba revelar lo descubierto a medio mundo.


Lee rió por lo alto creyendo que sería mucho mejor guardarse sus ideas y problemas para sí mismo y le era innecesario a decir verdad decir algo sobre su estado.


-Es el estrés, llevo unos meses con los niños y me vuelven loco, demasiado diría yo- de encogió de hombros, miró su kunai cogiéndolo - Pero un poco de entrenamiento jamás viene mal ¿eh?- sonrió de lado infantilmente mostrando el arma al Kasekage. El mismo se sintió aliviado de que solo fuera estrés lo que agobiaba al muchacho moreno pues no había venido desde tan lejos para enterarse solamente de que Lee padecía de alguna enfermedad. Suspiró calmado asintiendo a la propuesta del chico moreno.


-Me parece que no esta mal entrenar otro poco - llevó su mano derecha a su porta shuriken en la cintura sacando un kunai del mismo porte que Lee, se puso en condición y posición de combate esperando algún movimiento por parte del chico de ojos negros.


-Como dije antes, no pienso tener compasión de ti ¿Entendido?- elevó las cejas antes pobladas. Gaara asintió complacido por el reto.


-Aquí te espero, Rock Lee- respondió con la típica calma sombría que lo caracterizaba, esta vez fue él quien sonrió apenas sonrojando a Lee, éste cerró los ojos unos segundos para luego abrirlos viendo las opciones a considerar para iniciar la batalla. Abrió un poco más los ojos cuando el viento comenzó a soplar de manera cálida y constante.


Y corrió.


Corrió hacia un lado y Gaara le miró sin perturbar su expresión, recordaba ese movimiento pues era exactamente el mismo que había utilizado en los exámenes chunin hace años, rodearle levantando humo para enceguecerlo y atontarlo unos segundos para luego atacar por sorpresa y era precisamente lo que pretendía pues los círculos levantaban polvo a su alrededor nublando un poco la visibilidad. La mirada de Lee jamás dejo al Kasekage mientras que el mismo permanecía en su sitio imperturbablemente esperando el primer indicio de ataque hacia su persona. Lee se acercó de manera rápida deshaciendo completamente su plan, Gaara no supo de donde vino en primer golpe, que fue sólo un empujón al hombro izquierdo. El segundo golpe fue directo a su hombro derecho, otro golpe fue hasta su nuca la que lo hizo trastabillar dos pasos a la vez que otro golpe en la frente lo hizo hacer esos mismos dos pasos hacia atrás de manera sumamente rápida. Miró a todos lados tratando de averiguar de dónde podría venir el próximo golpe pero éste no llegó jamás.

Notas finales:

Gracias por leer. Nos leemos en el próximo capítulo.


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