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The Reason (LeeGaa) por galaxysurvivor

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Notas del capitulo:

Sin nada que decir les dejo con el capítulo.

— ¿Qué es lo que tiene?—; intentó ahondar en el tema, no era tonto y la tensión de Lee fue bastante evidente desde que entraron al edificio, o más bien desde que él le metió a fuerzas al edificio. Sakura no sabía mentir muy bien, había desde luego momento para hacerlo y momentos para no hacerlo. Pero por supuesto jamás traicionaría la confianza de un amigo revelando algo de tamaña magnitud. Así que dijo la verdad, a medias.


— Ha estado muy cansado últimamente, Lady Tsunade y yo creemos que los entrenamientos y su nuevo cargo como profesor le están pasando factura. No debe ser sencillo ser profesor de un montón de niños pequeños, rebosantes de abundante y casi interminable energía.— Rió con simpatía. Pero Gaara ya había notado algo extraño en ese ambiente. Lee salió de detrás del biombo, la Hokage le indicó una balanza de peso en la cual se subió. Sakura anotó en su libreta todo lo que la mujer de curvas exuberantes le dictaba.


— ¿Has estados tomando tus vitaminas?—, Lee se sorprendió un poco por lo rápido del procedimiento, desde luego las mujeres que estaban ahí eran de su total confianza. En cualquier otro momento la Hokage le hubiera pedido acostarse en la camilla y hubiera usado la máquina de ultrasonido para cerciorarse de que todo iba bien. Suspiró con disimulo el enorme alivio que le causó darse cuenta que ella se saltaría ese paso para no exponerle delante del Kasekage. Sonrió asistiendo con entusiasmo absoluto.


— Todos los días, señora. Gai sensei siempre se asegura de ello, pero tampoco yo lo olvido.— Sonrió cuando habló de su sensei favorito en el mundo.


— Qué bien, Lee. Siempre ten en cuenta que no debes sobre exponerte demasiado, teniendo en cuenta que has estado sufriendo de un ligero agotamiento. ¿Queda claro?— la mujer rubia le miró con severidad.


— Por supuesto, Lady Hokage. No lo olvido nunca—, Asintió de nueva cuenta. Gaara no dijo ni una sola palabra durante el resto del procedimiento, ni cuando Lee parecía bromear y ser algo coqueto con Sakura, ni cuando el moreno se volvió al biombo a ponerse su ropa.


— Lord Kasekage, ¿vendrá a la fiesta de compromiso de Naruto, cierto?— preguntó la pelirosa.


— Así es.— Dijo en su tono eternamente suave. Sakura asintió pero cambió su expresión a una ligeramente confundida.


— Pero no trajo una acompañante, eso me parece algo extraño.— Dijo ella sin pensarlo demasiado, Gaara se tensó de manera imperceptible para los otros presentes, Lee miró con curiosidad la escena mientras arreglaba su cabello luego de vestirse por completo. Es cierto, a mi también se me hace algo extraño. Y sin razón aparente Lee sintió un deje de celos y un rictus de disgusto se formó en sus labios al imaginarse a una chica bonita colgada del brazo del chico pálido.


— No creo que haya necesidad de eso, es mero formalismo. Creo estar lo suficientemente grande como para necesitar acompañante.— Sakura rió por esa ocurrencia.


— Lo entiendo, mi Sasuke vendrá para la boda. Creo que le dará gusto verlo, Lord Kasekage, Sasuke lo respeta muchísimo.


— Entonces estaré esperando verlo de nueva cuenta.— Pronunció afable. Unos golpes ligeros en la puerta se hicieron oír.


— Lady Tsunade, con permiso.


— Entra, Shizune.— Una bonita mujer pasó por la puerta y haciendo una reverencia a ambos personajes de altos cargos se llevó a la Hokage diciendo que eran asuntos referentes a la futura boda.— Con su permiso, debo hacer los últimos preparativos para la boda.


Se despidió de ellos y quedaron solo los tres jóvenes dentro de la habitación.


— Bueno, Lee. Ahora puedes irte, no olvides volver si se presenta algo—, Le advirtió la linda chica de cabellos rosados. Lee la miró sonrojado y apenado a la vez, Gaara se cruzó de brazos sin gustarle para nada la situación entre esos dos, en cambio el moreno parecía encantado. Rock Lee era muy consciente de que Sakura jamás le vería de forma diferente, pero le seguía pareciendo alguien simpática, hermosa y muy pero muy valiente.


— Te lo agradezco, por supuesto que volveré si algo pasa.— Le sonrió, ella asintió y se dispuso a arreglar algunos papeles, el moreno se giró hacia el Kasekage de la Arena y sin borrar su sonrisa se acercó hasta quedar frente a él.— No había por qué preocuparse ¿lo ves?— rió con gusto y por supuesto mucho alivio. Gaara asintió sintiéndose un poco mejor por ese hecho, pero de todas formas había algo que no podía dilucidar de qué se trataba. Aunque no se rendiría hasta saber qué era.


— Entonces creo que me preocupé por nada—. Dijo en su siempre suave tono de voz, Lee estiró los brazos y asintió de nuevo.


— ¿Qué tal si vamos a pasear? Hay mucho en la aldea que te falta ver, tal vez podríamos ir a comer algo, eso claro, si no tienes otro compromiso—, de repente se sintió como un atrevido por el nivel de confianza que demostró en ese momento para con el chico pálido. Apenado juntó las manos delante suyo y se mordió el labio inferior, Gaara deseó por un segundo ser él quien le estuviera mordiendo ahí. De inmediato se aclaró la garganta dejando de lado ese pensamiento.


— Me parece buena idea, no tengo nada que hacer ahora.— Ambos se despidieron de la ninja médico para salir después por la puerta. La chica con una sonrisa en los labios no pudo desde luego dejar pasar aquel tono confianzudo en el que Lee le habló al Kasekage, ni cuando le pareció ver un sonrojo en sus mejillas y tampoco cuando el Lord Kasekage dejó que el moreno le tuteara con libertad.


— Lee, ¿Será que...?— y se quedó ella sola con sus pensamientos.


******


— Iruka, vamos. Prometo que te compraré lo que quieras.— Kakashi trataba por todos los medios de que el profesor de cabellos negros y su actual pareja dejara de mostrar ese fuerte sonrojo en sus mejillas y desde luego que dejara de estirar sus ropas.


— No debí salir sin algo más encima, rayos Kakashi ¿Por qué me dejaste salir así?— un golpe vino por parte del moreno hacia el ninja peliplata, frustrado por que su vientre sobresalía por debajo de su ropa.


— Que no te de vergüenza mostrar a nuestro bebé—. Kakashi le abrazó por la cintura, el moreno frunció el ceño y asintió aún sintiendo algo de vergüenza. La puerta tras ellos se abrió y un chico pálido y un chico moreno se vieron de frente con ellos.


— Kakashi sensei, Iruka sensei, como están—, Lee hizo una reverencia ante ellos, Gaara sólo asintió como parte de su saludo.


— Oh, Hola Lee, Lord Kasekage.— Iruka fue cordial mientras sobaba su hinchado vientre, Lee se estremeció cuando se dio cuenta de aquella acción y giró la mirada. El Kasekage mostró cierto interés por su reacción a la vez que el moreno preguntó.


— ¿V... Vienen para saber de su bebé?—. Kakashi asintió acariciando también el vientre ajeno, de repente Iruka olvidó por completo su vergüenza anteriormente demostrada y con una sonrisa enorme se apresuró a contestar.


— Sí, sí. En unos momentos Lady Hokage nos recibirá y podremos ver de nuevo al bebé. Estoy algo ansioso— aseguró mirando a su pareja a su lado derecho.


— Sí, a pesar de todo lo que diga Lady Tsunade, jamás hemos visto en persona un embarazo como el de Iruka y queremos estar totalmente seguros de que todo va bien.— Habló con vehemencia el peliplata, Gaara tampoco había oído jamás algo como aquello hasta que la Hokage lo mencionó en el desayuno, estaba seguro de que los casos eran bastante aislados por lo que podía ver y realmente le causaba muchísima curiosidad.


— ¿Cómo se entraron del embarazo?— Lee paró la oreja, Iruka se sonrojó de forma violenta y fue Kakashi quien dio los pormenores.


— Eso de hecho es una historia graciosa. Estábamos en pleno...


— ¡No hace falta que digas esa parte!— le gritó el moreno golpeando su brazo, totalmente abochornado por la situación.


— Está bien, de acuerdo.— Fingió dolor al sobarse el brazo, de inmediato continuó con su relato.— La cosa fue que, bueno, Iruka comenzó a esquivarme de repente cuando intentaba acercarme y casi de inmediato le siguieron todos los síntomas de una infección estomacal. De ahí simplemente tuvimos que venir hasta la Hokage para que después nos dijera que los síntomas no se debían precisamente a una infección.


— Ahí fue cuando después de un seguimiento exhaustivo, de regresar en el tiempo rememorando ciertos síntomas y buscar información, fue que mi condición tuvo por fin un nombre. Ninguno de los dos realmente lo creyó.— Ambos jóvenes estaba sumamente sorprendidos por todo lo que estaban oyendo, Lee seguía sorprendiéndose por aquello. No lo había oído a detalle pero Sakura en algún momento le había mencionado la situación que ella misma presenció aquél día. Iruka hablaba con mucha felicidad, realmente no cabía en su emoción después de enterarse de que compartiría mucho más que una relación en la que creyó que jamás tendría hijos con el hombre que amaba.


— Debió ser una verdadera sorpresa.— Dijo Lee en voz baja, se tocó el vientre sin pensarlo siquiera ganándose una mirada por parte de Iruka, éste sabía de su condición y sonrió estremecido. Había también sentido tantas inseguridades al principio, le dio una especie de ataque de pánico cuando se enteró y dejó de hablarle a Kakashi por un día entero hasta asimilarlo todo.


— Lo fue, sin embargo ahora estamos más que felices, yo... No podría desear que las cosas fueran diferentes—. El moreno vio con amor al ninja de pelo plateado junto a él, Gaara sintió un remolino de emociones de repente y se preguntó cómo sería si tuviera esa oportunidad con la persona que ocupaba la mayor parte de sus pensamientos casi siempre desde hacía más de un mes. Miró a Lee con una mirada que en el fondo guardaba esperanza.


— Bueno, los dejamos ahora. Tenemos una cita para ver a nuestro hijo—. Se despidieron de forma cordial de los jóvenes. Y éstos bajaron las gradas caminando lentamente, cada uno aún pensando en lo que habían oído.


— Todo un tema ¿No?— Lee rió con nerviosismo, Gaara asintió.


— En el desayuno hoy lo mencionó la Hokage. En mi vida había oído de una condición así, creo que al volver a mi aldea lo primero que haré será buscar información sobre si alguna vez alguien ha tenido algo similar.— El moreno se afligió un poco cuando el chico pálido mencionó su vuelta a su aldea. Se vio obligado a relajarse de inmediato y cambiar de tema, quería enfocarse en pasar tiempo con él. De ahí pasaron a varios lugares, hablaron sobre todo un poco, el clima, cómo habían cambiado las cosas desde el término de la guerra y por supuesto del cómo había sido la asunción de Gaara al cargo de Kasekage.


— ¿Entonces, Kankuro resultó fiestero?— Rió en voz alta con la sorpresa grabada en su rostro, simplemente no podía creerlo ¿El hermano de Gaara, fiestero?.


— No fue agradable la primera vez que le presté mi casa, como no lo fue la última vez— A Lee le causaba muchísima gracia el hecho de que Gaara pronunciara todo aquello de la forma más seria que le caracterizaba, nunca las personas dejaban de sorprenderle. Siguieron caminando durante un rato más hasta que acabaron llegando a la casa del moreno, hacía unos días que su sensei había decidido mudarse con Shizune y había algunas cajas que faltaban por recoger, de inmediato Gaara preguntó por ellas.


— Mi sensei y yo vivíamos juntos desde hacía ya tiempo. Pero ahora cómo muchos desea formalizar con la señorita Shizune, a mi me alegra ese hecho y lo apoyo muchísimo.— Explicó con entusiasmo, adoraba y amaba a su sensei con todo su genuino corazón, nunca le desearía mal a nadie y mucho menos la infelicidad de su amadísimo sensei favorito.— Pasa por favor, haré el almuerzo—  pasaron al pequeño departamento, — No es mucho, espero no te sientas asfixiado por el entorno.— Dijo apenado. El Lord simplemente negó con la cabeza restándole total importancia al asunto.


— Toda casa donde yo sea bien recibido es agradable, no tienes por qué avergonzarte algo como eso—. Lee sonrió con el corazón latiendole muy rápido, sus palabras fueron cómo un bálsamo para su alma. Gaara apreció de cerca la bella sonrisa de complacencia que le mostró el moreno y no pudo evitar que su corazón también brincara dentro de su pecho. Prepararon enrollado de arroz, ramen y cerdo, Lee en todo momento le dijo que él podía con todo, pero el Kasekage lejos de quedarse sentado esperando por todo decidió ayudarle, cosa que no había jamás con nadie que no fueran sus hermanos. Lee complacido y ligeramente avergonzado le comenzó a hacer más plática, así pasaron el almuerzo entre anécdotas y más anécdotas. Gai apareció de repente interrumpiendo el momento, saludó con efusividad a su discípulo favorito y con respeto al Lord Kasekage. El chico pálido no pudo evitar ver el enorme parecido tanto físico como espiritual que ambas personas compartían y sintió cierta envidia sana de esa relación.


— ¿Tus vitamina, Lee?— preguntó en tono casual, Gaara se preguntó si realmente aquello de las vitaminas era por eso de los desmayos o se debería a algo más, seguía sin creerse por completo aquella historia. No era que no creyera en la palabra de Rock Lee, simplemente pensaba que había algo más oculto que el mismo moreno no quería que se supiera.


— Sí, Gai sensei. Nunca me salto nada— dijo haciendo una reverencia hacía su sensei, Gai asintió complacido por eso.


— Recuerda que si te tomas tus vitaminas y te comes tus frutas y verduras, algún día serás cómo tu sensei favorito—, a Lee le brillaron los ojos en tono de pura admiración, Gaara sin siquiera pensarlo o si quiera saberlo dejó salir una casi imperceptible sonrisa, una prácticamente invisible curvatura en sus labios que ninguno de los otros presentes alcanzó a notar. Esos dos juntos eran todo un caso, años atrás había tenido la oportunidad de verlos, de conocerlos mejor y sabía que eran tal para cual. De inmediato Gai se unió el almuerzo, Gaara insistió y Lee estuvo tan feliz que cuando menos lo esperó y sin que ninguno de los tres lo viera venir, le dio un fuerte abrazo a Gaara, dejando al Kasekage totalmente pegado a su sitio y con el corazón latiendo a mil por segundo.

Notas finales:

Espero lo hayan disfrutado. Nos leemos en la próxima.


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