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Mi Pequeña Lucifer por KaoruBBQ

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Notas del fanfic:

Hola soy KaoruBBQ, estoy retomando la escritura de fanfics, espero les guste mi nueva propuesta, recuerden dejar sus reviews para saber si les gusta o lo odian :) muchas gracias por su click en mi historia y los invito a seguir leyendo, actualizaré seguido. Besitos ahumados.

Notas del capitulo:

¡Disfrútenlo!

 
Es jueves, y definitivamente no pienso quedarme en esta posilga, se que había dicho que esperaría hasta el fin de semana, pero, la verdad es insoportable estar aquí, cada minuto me pesa tanto, me consumo, la urgencia que tengo de salir este lugar es tan insoportable.
 
Son las 7 p.m y es mejor que entre a ducharme para huir lo más temprano posible, así deba esperar a los demás -Kaoru, ¿A qué hora piensas hacer la cena?- ahí está otra vez este vejete amargado dándome lata, que se joda, yo le he dicho muchas veces que no soy su ama de llaves -¡Kaoru! ¿Por qué no haz limpiado el cuarto de tu hermano? Te dije ayer que limpiarlas antes que llegue de viaje- y sigue gritando, cuándo me dejara tranquila, él sabe que ya no voy a ser más la sirvienta, si cada quien debe buscar su sustento, pues, que cada quien limpie, lave y se cocine su comida.
 
Me voy a vestir rápido, llevaré el maquillaje en la cartera y me arreglaré de camino a casa de Khaled, no me quiero arriesgar a otra batalla. 
 
Llamé a mi mejor amigo por teléfono y le pregunté sí estaba libre, yo sabía que estaba libre, contaba con ello.
Salí silenciosamente de la casa y corriendo calle abajo  con la cartera en el hombro desaparecí,   no quería que mi padre me viera huyendo de nuevo. Sólo fue media hora de camino, al llegar a la estación donde debía salir, me preparé sujete la cartera y corrí fuera del subterráneo a toda prisa hasta llegar a la puerta del edificio de mi amigo, toqué el timbre del apartamento 1140 -hola, ¿Quién es?- está tan oscuro aquí y él haciéndome chistes -Khaled, No te hagas el gracioso y ábreme la puerta por favor- en tan sólo un minuto abrió la reja de la entrada, ese edificio era de 24 pisos, ese que tantas veces había visitado, soñando con vivir en un sitio similar. -Tienes suerte papá cocinó carne salteada con vegetales, me alegra que hayas llegado a tiempo para cenar-.
 
Él siempre se preocupa por mí, a veces es un poco distraído, un tonto, hace chistes de mal gusto, pero, sé que se preocupa por mí, es lindo saber  que hay alguien con el que puedes contar y te quiero.
 
Sin detenernos en los detalles pequeños, nos arreglamos y salimos, de camino al local que habíamos elegido, llamamos a dos amigos para celebrar otra semana más de vida, así era como le llamabamos -Kaoru, vamos a esperar a Tony y Ciro en la salida sur, como siempre, y tomamos un taxi-  definitivamente mi vida estaba llena de calamidades, pero en cuanto a mis amigos, debo decir que tenía mucha suerte. Sin perder tiempo, en el momento en que llegaron mis dos amigos, detuvimos un taxi, y le dimos la dirección de ese local que habíamos visto por una red social, que tenía promoción de Ladies night y descuentos para grupos de cuatro, como anillo al dedo nos venia, también estaba en un lugar agradable.
 
Ser la única mujer de un grupo a veces te trae muchos beneficios protección, patrocinio, atención, y cosas por el estilo, realmente no me interesaba el dinero de mis amigos, aunque debo decir que para el estilo de vida que llevaba me resultaba bastante conveniente.  No me vestí particularmente hermosa esa noche,  aceptable para que me dejaran entrar al local, sólo quería salir, realmente no quería conquistar a nadie, no quería llamar la atención. Entramos al local, pedí una mesa ubicada estratégicamente en una esquina, donde me permitía ver todo el salón y la puerta principal. Comenzaron a llegar los tragos sonaba la música fuerte, reíamos, contamos chistes, hablamos de las personas que llegaban, y bailamos desenfrenadamente, sin importar si nos veían o no, amaba eso de mis amigos, sin siquiera pensar en lo que íbamos a hacer al otro día, unicamente importaba esa noche como todos los fines de semana, sólo importado esa noche. 
 
Todos tenían su infierno interno, algunos más profundos y oscuros que otros, pero algo era seguro, nuestra amistad nació de la necesidad de ser apoyados y comprendidos por un igual.
 
Eran cerca de las 2:30 a.m. y lo sabia porque justo estaba subiendo una historia de WhatsApp, cuando se acerca Khaled acompañado de un grupo de chicas, para ser exacta eran cuatro, todas muy bajitas en comparación conmigo, no soy una modelo pero el metro setenta da la cara por mi. Las vi distraidamente una a una, eran como dije bajas de estatura, cabello corto, ropa común nada fuera de lo ordinario, parecían agradables, las salude con una sonrisa rápida y un gesto con la mano y ellas regresaron a su mesa.
 
Khaled se veía emocionado con el asunto de las nuevas amigas, pero realmente no preste demasiada atención, en ese punto de la noche ya estaba algo ebria, veía el techo de la disco, las luces de colores iban y venían, me dejaba atrapar por el sonido estridente de la música, sentía en mi piel la vibración de los bajos de la canción que sonaba, para mí era como llegar al éxtasis, era un orgasmo mental, quizá así se sentían los drogadictos en el clímax de su dosis diaria, se esta manera huía de mis problemas, cada fin de semana tenía una o dos noches de paz, donde me desprendía de mis demonios, mi fatiga emocional y física desaparecía hasta el siguiente día. La personas normalmente van a fiestas para ligar, para coger y cosas por el estilo, y no digo que no lo haya hecho en alguna oportunidad, pero, ese no era mi motor, a mí me movía estar inerte dentro del caos.
 
-Kaoru, escuchame- Khaled me saco de mi ensimismamiento, gritándo al oído por lo alta que estaba la música -esa chica me gusta mucho, es tan linda, parece muy independiente y hasta tiene su propio auto- me sorprendí de que una niña que apenas llegaba a los veinte años, andará con un auto en una cuidad tan peligrosa, debe ser una niña rica pensé -¡Genial! Debes hacerte su amiga, conquistala, jajaja, nos conviene tener alguien así, a demás, si la veo bien, es muy bonita, más que su séquito de mini camioneras, ¿cómo se llama?- Mi mejor amigo la veía entre la gente, con cara de pendejo, él era algo solitario en el ámbito amoroso, a diferencia de los otros dos, y me emocionada que se interesará por una chica, que resultó ser muy bonita y aparentemente independiente. Era ese pequeño diablillo en el hombro de Khaled que lo incitaba a seguir adelante con su idea de invitarla a salir. -se llama Luciana Ferrer y solo tiene 19 años, pero parece bastante madura-  me emocionaba más la idea de la chica y mi amigo saliendo, yo quería que eso pasara, y por su puesto me aseguraría de primera mano que así fuera.
 
Camine entre la multitud y el ruido, los vasos y copas rodando de una mano a otra, las risas, los coqueteos de la gente que llenaba el lugar, y como un espanto, me materialice de la nada al lado de mi objetivo -Hola, Luciana, soy la amiga de Khaled recuerdas, te salude en aquella esquina, soy Ka o ru- le separé en sílabas para que recordara mi nombre más facil,  clave los ojos en los suyos inquisitivamente, buscaba la mínima debilidad para captar su simpatía y engancharla -Si, Kauro, que lindo conocerte, déjame presentarte a mis amigas, ellas son...- bla, bla, bla no me importan tus amigas mi pequeña niña, me importas tu. 
 
Ahora mismo debo ser más agradable de lo normal para poder ganarmela -Me encanta conocerlas, por favor vayan a nuestra mesa, soy la única chica y me siento tan sola y observada por este montón de pirañas- haciendo referencia a los hombre mirones del lugar, todas rieron y asintieron, y en trencito guiandolas, agarrandome de la cintura, atravesamos la multitud y nos dirigimos a la mesa de la esquina, donde estaban mis amigos esperando mi victoria, porque para ser sincera Khaleb había hecho un avance bastante considerable, pero yo terminé de engancharlas para qué pasará la noche con nosotros, ese era mi don a eso me dedicaba, a las relaciones públicas, abría las puertas para que mis amigos pudieran tener un acceso más fácil a las chicas que le gustaban de los locales a los que íbamos a divertirnos. Era una relación de amistad ganar-ganar, nos divertíamos, nos apoyamos, ellos me hacían la vida más fácil y yo le hacía la vida más fácil a ellos, qué más podemos pedir, no era una relación de amistad totalmente desinteresada, pero tampoco era la más interesada del mundo.
 
Esa noche fue lo máximo, como casi todas las noches, nos divertimos en exceso, la pasamos muy bien con nuestras nuevas amigas, bailamos la mayoría del tiempo en grupo, como un gran grupo de amigos que se conocen de toda la vida, yo de vez en cuando tomaba Luciana por la mano y la arrojaba a los brazos de Khaled para poder apoyarlo en su conquista, todo era parte de una dinámica divertida, esas cosas se me daban muy bien. Tony y Ciro no estaban realmente emocionados con las otras chicas, como dije, no eran las más femeninas ni hermosas, pero eran bastante agradables y divertidas, no se puede negar que tenían un gran sentido del humor, realmente nadie la pasó mal esa noche.

Notas finales:

Gracias por leer, actualizaré pronto.


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