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DESTINADOS por Liss83

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Ya habían pasado varios meses desde que George había recibido su marca y aunque todavía Blaise literalmente les gruñía a sus amigos en donde los viera, los chicos iban religiosamente a la mansión cada fin de semana, e incluso entre semana. 
Arthur adoraba esos días, en los que volvía a escuchar la casa llena de risas y bromas. Pronto llegarían los nietos, y con ellos la casa estallaría de alegría. Billy había regresado a trabajar al banco, y Charlie hacia un mes que había conseguido trabajo en una nueva reserva de dragones en Gales. Percy estaba concentrado totalmente en su carrera política, la cual era respaldada por Blaise. Ron iba de maravillas en la academia de aurores. Ginny había sido contratada en Appleby Arrows. En cuanto a los gemelos, llevar legalmente el apellido Zabini había sido un gran espaldarazo para su tienda de bromas, la cual era un éxito total.
 
 
 
Los gemelos en un principio habían optado por vivir en un cuarto arriba de la tienda, pero con la marca de George materializándose en su cuerpo, este había conseguido un departamento cerca del callejón Diagon, quedándose Fred como amo y señor de la vivienda. Si bien entre el día pasaba mucho tiempo con su gemelo durante el día, ni bien llegaban las cinco de la tarde, George prácticamente salía deparado hacia su hogar, dejando a su gemelo con su propia soledad. Sin embargo Fred entendía y se alegraba de la felicidad de su gemelo, al igual que se alegraba por el resto de su familia, pero a veces se sentía tan solo
 
 
 
Esa noche en particular hacia frio, pero no quería ir a la soledad de su departamento, por lo que salió a caminar y al regresar decidió pasar a tomar una cerveza en el Caldero Chorreante en donde se encontró con Harry, quien le invitó una cerveza. Esa cerveza se convirtió en otra y otra y otra, afortunadamente tenía una buena resistencia al alcohol de lo contrario perdido el sentido en la cuarta copa. Cerca de las dos de la mañana entre risas y carcajadas salieron de la pensión
 
 
 
- Mal… mal… dición – dijo Harry mirando a su alrededor – no sé dónde estoy – y ambos rieron a carcajadas
- Con el chico más… guapo de todo… todo… todo el mundo – dijo Fred señalándose él mismo
- Si – dijo Harry – ya sé que estoy conmigo mismo ¬– y ambos volvieron a reír a carcajadas
- Me voy… – dijo Harry poniéndose de  pie – me voy… – pero se tambaleo
- A caer – dijo Fred sujetándolo para que no se estrelle contra el piso y ambos se rieron a carcajadas
- Ese estuvo fuerte – dijo Harry
- Nunca había sentido un temblor como ese – dijo Fred
- ¿Por qué nadie más sintió el temblor? – dijo Harry mientras ambos miraban a su alrededor
- Supongo que porque están borrachos – dijo Fred. Se miraron y volvieron a reír
- Fuera de aquí, borrachos – dijo cantinero
- ¿no sabe quién soy yo? – dijo Harry – ¿acaso no sabe quién soy yo? Vamos – instó al pelirrojo – dile quien soy. Díselo 
- Eres… eres… – dijo Fred – tú eres… Rayos, no recuerdo quien eres
- Ni yo – dijo Harry y volvieron a reír
- Largo – dijo Tom cerrándole la puerta
- ¡De mejores lugares me han echado! – dijo Harry
- Yo no recuerdo haberte echado nunca de mi departamento – dijo Fred pensativo
- Puedes invitarme hoy – dijo Harry con una sonrisa depredadora en los labios que el pelirrojo imitó – y echarme mañana
- Hecho – dijo Fred –, así te habrán echado de un lugar mucho mejor – se volvieron a mirar entre si y a reír a carcajadas
 
 
 
Caminaron los pocos metros que separaban el bar de los Sortilegios Weasley, y más de una vez estuvieron a punto de caer. Sus carcajadas se escuchaban por todo el callejón, y más de un gato salió corriendo con miedo al ruido que la pareja hacia
 
 
 
- Solo necesito unos minutos – dijo Harry cerrando los ojos
- Entra y esperas a que se te pase – dijo el pelirrojo
- ¿y si… no pasa rápido? – preguntó el héroe mirando a su amigo de pies a cabeza
- No tengo prisa en que te vayas – dijo Fred mirándolo fijamente
- Ni yo – dijo Harry acercándose – en irme – y lo besó lentamente mientras le rodeaba la cintura mientras el pelirrojo le rodeaba el cuello – ¿sabes que soy el mejor amigo de tu hermano menor, no?
- ¿Sabes que somos mayores de edad, no? – respondió Fred besándolo apasionadamente
 
 
 
La mano derecha de Harry se coló bajo la camisa de su amigo y recorrió su espalda de arriba hacia abajo varias veces antes de colarlas bajo el pantalón del pelirrojo para apretar sus glúteos un par de veces antes de introducir un dedo en el ano del chico, arrancándole un gemido que lo obligó a separarse de los labio del héroe mágico para echar la cabeza hacia atrás mientras cerraba los ojos
 
 
 
- ¡Merlín! – grito Fred 
- ¿has estado antes con un hombre? – pregunto Harry besándole el cuello
- N… n… no – gimió el mayor – pero si es contigo… – y agarrando la cabeza  del pelinegro para besarlo apasionadamente
- Entonces que así sea – dijo Harry 
 
 
Sabía que las habitaciones estaban en el segundo piso, por lo que dejó que su instinto lo llevara. Sin embargo se chocó varias veces, tanto en muebles, como con las paredes, por lo cual ambos se reían entre besos y caricias
 
 
 
- No… – gimió Fred cuando Harry intento entrar en una habitación mientras su camisa quedaba en el suelo – vamos…
- Tú, guíame – dijo Harry girándolo pero sin dejar de rodearle la cintura con sus brazos para besarle el cuello
- Ehhh… ehhh… es… ah… al fon… ah… do… ah… – dijo Fred avanzando a tropezones
 
 
 
Entraron  a la habitación  y Harry cerró la puerta con el pie mientras le quitaba la polera al mayor, que en cuanto vio sus brazos libres lanzó sus manos hacia la pretina del moreno
 
 
 
- ¡Merlín! – susurró al liberar el miembro del héroe – eso es…
- ¿Asustado? – pregunto Harry con una sonrisa traviesa en los labios
- Soy un orgulloso Gryffindor – contesto Fred con fuego en la mirada –, nada me asusta
 
 
 
Harry se lanzó a su boca nuevamente mientras lo acostaba en la cama y recorría sus muslos acomodándose entre sus piernas acostándose sobre él
 
 
 
- Nece… nece… sito – gimió Harry
- Olvídalo – grito el pelirrrojo – ¡hazlo!
- Te… te… va do… do…ler – gimio Harry mientras Fred arqueaba su espalda
- Solo hazlo – ordenó el pelirrojo cegado completamente por el placer
 
 
 
Harry respiró hondo tratando de tranquilizar sus nervios. ¡Estaba en la cama con uno de los hermanos de su mejor amigo! Y no era esa la peor parte, sino que era el chico que le había atraído desde siempre. Era curioso, si se ponía a pensarlo, aunque en ese momento no tuviese precisamente cabeza para ello, pero mientras absolutamente todos confundían a los gemelos, en ocasiones incluso su propia madre, Harry siempre sabía quién era Fred. Siempre le parecía más divertido, más interesante, incluso más apuesto que su hermano, aunque fuese absurdo ya que eran dos gotas de agua 
 
 
 
- ¿Pasa algo? – preguntó Fred acariciándole el rostro a su compañero ante la distracción momentánea del pelinegro
- Es solo que… ¿Qué pasa si te dijera que de alguna manera, siempre soñé con este momento? – dijo Harry
- ¿De qué hablas? – preguntó Fred sorprendido
- Mañana te lo explico – dijo Harry  mirándolo intensamente – ahora…
 
 
Volvió a besarlo a medida que volvía a acariciar sus muslos mientras lentamente iba entrando en su cuerpo. Le fue imposible a Fred no jadear mientras sentía como su cuerpo era partido por la mitad, pero lejos de sentir dolor, solo placer desmedido invadía cada milímetro de su piel.
El movimiento era suave, lento, como si de un vals se tratara que era acompañado por un concierto de gemidos que inundaban la habitación completamente ajenos al mundo exterior
 
 
 
- ¡Me encantas! – le susurró Harry al oído mientras le mordisqueaba el lóbulo – ha… ha… ce mucho… ah…
- ¡Mas! – gemía Fred – ¡ah!
- ¡Fred! ¡Harry! – gritaron al unísono
 
 
 
Y mientras el pelirrojo se vino entre los vientres de ambos, Harry lo hizo en su interior mientras se fundían en un beso profundo, dulce y apasionado a la vez.
 
 
 
- No creas que intento… – dijo Fred
- Yo… no… cre…o… na… da – dijo Harry besándolo – yo quiero vivir esto, y agradecerle a Merlín este momento
- Eres el hombre más increíble… – dijo Fred emocionado y con lágrimas en los ojos, pero fue acallado por unos labios hambrientos 
 
 
 

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