Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

DESTINADOS por Liss83

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Arthur leía en la sala un libro sobre embarazos masculinos, si bien aún no estaba esperaba ningún bebé, Blaise y él no habían cerrado la posibilidad, por lo que quería estar preparado. La chimenea se activó y por ella paso su pareja, que sonrió y prácticamente corrió a sentarse a su lado para abrazarlo

 

 

 

-          ¿Cómo estuvo tu día, cariño?

-          Lleno de reuniones – contestó Blaise mirando el libro  que leía su pareja – ¿y esto?

-          Sé que dijimos que lo íbamos a dejar al tiempo – dijo Arthur sonrojado – pero la posibilidad está abierta y quiero estar preparado. Además… los chicos ya… tú sabes

-          Ni me lo recuerdes – dijo Blaise – ¿Por qué pasó tan rápido el año? O peor aún ¿Por qué hicieron ese estúpido ritual? – y Arthur sonrió – mis niños aun estarían aquí ahora y no sabe Merlín donde

-          Los niños – dijo Arthur besándole el cuello – no están aquí, pero yo si

-          ¿si? – susurró Blaise cerrando los ojos

-          Y te amo – dijo  Arthur

-          ¡Ay por Merlín! – dijo una voz detrás de ellos – ¿siguen haciendo eso?

-          ¿Y tú sigues llegando en los momentos menos oportunos? – dijo Blaise  y Arthur lo empujo mientras le llamaba la atención – mejor ven y dame un abrazo – dijo poniéndose de pie y abriendo los brazos

-          ¿y si mejor se lavan las manos? – dijo Charlie con recelo

-          ¿Le estas negando un abrazo a tu padre? – dijo Blaise con falsa indignación

-          Aunque conociéndolos creo que un baño sería mucho mejor – dijo el chico dando un paso hacia atrás

-          ¿A que debemos el milagro de que estés lejos de tus dragones? – dijo Arthur

-          Ni tanto. El dragón de Gringotts  está delicado y viene a ver en qué puedo ayudar – dijo Charlie

-          Entonces has hablado con Billy – dijo Blaise

-          Aun no – dijo el chico –. Los duendes le hablaron directamente a los de la reserva, y ellos me enviaron

-          Y yo ingenuamente creyendo que me extrañabas – dijo Arthur haciendo un puchero

-          ¿Qué tiempo te quedaras? – pregunto Blaise

-          Tal vez quince días – dijo Charlie – quizás veinte

-          ¿Tan poco? – pregunto Arthur y Charlie sonrió

-          Amor – dijo Blaise – nuestro hijo no está de vacaciones

-          Eso no es excusa para llegar y decir que solo viene por trabajo – dijo Arthur haciendo un puchero mientras sus lágrimas caían

-          ¿no vas a llorar, cierto? – dijo Charlie

-          No sé qué me pasa – dijo Arthur empezando a llorar sin razón

-          Arthur – dijo Blaise – cariño…

 

 

 

El callejón Diagon estaba tal y como lo recordaba, sus calles coloridas y llenas de magos y brujas que iban en todas direcciones buscando todo lo necesario para el nuevo año escolar de sus hijos. El día anterior había ido a ver al dragón y se había hecho una idea muy clara de lo el animal padecía. Afortunadamente no era nada complicado, pero aun así debería  tenerlo en observación. Sin embargo necesitaba unas hierbas para un ungüento. Entro en la tienda y toco la campanilla para llamar al dependiente

 

 

 

-          ¿Si? – dijo este saliendo de la trastienda pero enseguida se puso nervioso – ¿en que lo puedo ayudar? –

-          Busco la hierba para fiebre draconiana albanesa – dijo Charlie

-          Draconiana albanesa – susurraba el chico mientras revisaba con la vista sus estantes mientras se alejaba del mostrador – Draconiana albanesa. Aquí está – dijo tomando un recipiente y regresando al frente de la tienda. Tiene que prepararla como té y…

-          Dárselas en el agua – interrumpió Charlie sonriendo – no tiene sabor así que no habrá problemas – y ambos sonrieron

-          Sabe de dragones – dijo el joven sorprendido

-          Trabajo en la reserva de dragones de Rumania – dijo el Charlie dándole el frasco

-          El hermano de unos amigos trabaja ahí también – dijo el ventero –, Charlie Zabini ¿lo conoce?

-          Mucho gusto – dijo este extendiéndole la mano – Charlie Zabini

-          Neville L… – dijo este

-          Longbottom – dijo Charlie – Ron habla mucho de ti. De ti y de Harry – y los dos sonrieron

-          ¿Pensé que vivías en Rumania? – dijo Neville

-          Y lo hago – dijo Charlie – como dije antes, trabajo en la reserva. Solo viene por el dragón de Gringotts. Y… por ti – dijo mirando fijamente al pelinegro que se ruborizo – ¿Cómo has estado?

-          Creí que bromeabas cuando dijiste que vendrías a conocerme – dijo Neville

-          Como no iba a querer conocer al chico ideal para mí – dijo Charlie

-          Como te dije en mis cartas – continuo Neville evitando mirar al pelirrojo – salgo con alguien más – y planeamos formalizar

-          ¿Sabes lo que nos pasará si no te reclamo? – dijo Charlie

-          Estoy enamorado – dijo Neville alzando la voz –, sin contar que no soy gay

-          No se trata de… – dijo Charlie

-          No me interesa de que trata – dijo Neville justo cuando  alguien entraba en el lugar – Hannah, mi amor – dijo abrazándola

-          Vendré luego por lo demás – dijo Charlie – buenos días – y salió

-          ¿estás bien? – dijo Hannah

-          Si – dijo Neville rascándose el pecho

-          Hoy tiene que llegar… – dijo Hannah caminando hacia atrás de la tienda

 

 

 

A Neville le fue inevitable no quedarse viendo como el hombre se alejaba en dirección del banco, mientras se acariciaba el pecho. Él amaba realmente a Hannah, no quería ni se sentía capaz de alejarse de la chica con la que venía viviendo desde hace unos meses. Metió la mano en su bolsillo y encontró el papel. Lo saco y leyó rápidamente

 

 

 

“Te espero esta noche en la dirección de abajo. Y desde ya siéntete reclamado. C.Z.”

 

 

 

Esto no le podía estar pasando a él. Él no… miró al techo y se limpió una lágrima. ¿Cómo podría convencer a ese hombre para que lo deje en paz? ¡Merlín bendito!

 

 

 

_____________________________________________

 

 

 

Charlie miraba en silencio a través de la ventana. Todos los recuerdos sobre una familia tenían un común denominador, a su padre siendo cariñoso con su papi y diciéndole a él y a sus hermanos que  cuando encontraran a sus destinados, si sus marcas eran en la cadera, los trataran como al ser más maravilloso que existiera, ya que de cierta para ellos serían su mundo entero.

Sin embargo, una vez siendo aún pequeño, y no sabía de donde había sacado la idea, le había preguntado a su papi que pasaría si él nunca encontraba  a su destinado, a pesar de los años que habían pasado de esa vez, Charlie tenía vivo en su recuerdo la respuesta que había recibido

 

 

 

***FLASHBACK***

 

 

 

Su papi lo había alzado y sentado en la alacena para sonreírle de la manera tan dulce, que solo él podía sonreír

 

 

 

-          Merlín siempre nos coloca a la persona correcta en nuestro camino, en el momento correcto – había dicho haciéndole cosquilla – y cuando por fin la ecuestres escucha a tú corazón, él siempre te mostrará el camino ideal

-          Y yo doy gracias a Merlín – dijo su padre abrazando a su papi –, porque tú eres mi camino

 

 

 

***FIN DEL FLASHBACK***

 

 

 

Sentado tras el ventanal de una cafetería muggles en el corazón mismo de Londres, Charles esperaba pacientemente porque el chico llegará. Tenía tantas ilusiones de formar un hogar como en el que había crecido que estaba dispuesto a esperar por el castaño el tiempo que fue necesario.

Sin embargo los minutos se trasformaron en interminables horas de agonía, en las que su destinado nunca apareció. Cerca de la media noche pago lo consumido, se levantó  y lentamente salió del lugar. Miró el cielo estrellado. Nunca imaginó que sería rechazado sin siquiera lo escucharan.

 

 

 

Ya habían pasado una semana desde la cita frustrada. Arthur y Blaise se comenzaban a preocupar al ver a su hijo tan cabizbajo. Más de una vez Blaise se había despertado a altas horas de la noche para encontrarse con la luz de la habitación de Charles prendida. A veces entraba y se sentaba a su lado en silencio y este solo sonreía y apoyaba su cabeza en el hombro de su padre.

Había consultado con varios medimagos sobre qué hacer en caso que su destinado se negara a aceptar su marca, pero los pronósticos no eran muy alentadores. No quería obligar a Neville a nada, y si el chico prefería arriesgar su magia, que así fuera. Sin embargo con la excusa de cuidar aun el dragón de Gringotts no podía evitar pasar todo los días frente a la tienda de hierbas.

Cierto día la puerta se abrió mientras el pasaba frente a la tienda y  vio al castaño hacerle una seña para que entrase. Miró hacia todos lados e ingresó al lugar. Hacia días que no veía a Hannah, por lo que supuso que estaría ocupada con “El Caldero Chorreante”, lugar que según había escuchado, la chica había comprado hacia un tiempo atrás

 

 

 

Neville lo hizo a pasar hasta la trastienda, donde lo invito a sentarse y le sirvió una taza de té. Charlie miró hacia todos lados y solo veía recipiente con hierbas y plantas de diferentes especies

 

 

 

-          ¿Estás bien? – preguntó Charlie

-          Hace unos días sufrí una descompensación de mi magia – dijo Neville

-          ¿Cómo te sientes? – preguntó el mayor preocupado – ¿Fuiste a San Mungo?

-          Si. Allí Hannah descubrió… Se fue – dijo Neville con los ojos lleno de lágrimas – dijo que ahora comprendía porque yo era un perdedor. Un pusilánime

-          ¿Cómo se atrevió a…? – dijo Charlie furioso

-          Ya no importa – dijo Neville

-          A mí me importa – dijo Charlie limpiándole una lagrima que se le escapó al moreno

-          Pero tiene razón. Yo… – dijo Neville

-          No, señor – interrumpió Charlie –. No voy a permitir que tengas tan bajo concepto de ti mismo. Llevar vida en el vientre es un privilegio que la magia solo concede a algunos. No voy a permitir que te menosprecies por ello – Neville bajo el rostro sonrojado –. Si mal no me equivoco tu abuelo fue un gestante ¿cierto? – y el pelinegro asintió – ¿crees que valió menos por llevar a tu madre en su vientre?

-          No – dijo Neville con una sonrisa triste –, fue un hombre valiente y muy inteligente

-          Como tú. Si ella se fue, ella se lo perdió – dijo Charlie y ambos sonrieron –. así. Quédate así. Sonriendo. No tienes idea de lo hermoso que te ves

-          ¿De verdad crees que funcione? – preguntó Neville realmente intrigado

-          Si me das una – dijo Charlie levantando el dedo índice – solo una oportunidad. Así, pequeñita, bien pequeñita – dijo y ambos volvieron a sonreír – te puedo hacer el hombre más feliz del mundo

-          Yo… mi abuela es todo lo que tengo – dijo Neville

-          Ahora también tienes suegros… cuñados…, quizás ¿un novio? Los novios son útiles – y ambos sonrieron de nuevo – sé que tu abuela es sumamente importante en tu vida, y todo lo que sea importante para ti, es importante para mí. Sin contar que escuché que hace unos pie de manzanas inmejorables

 

 

 

Charlie de manera indecisa estiro la mano sobre la mesa así el pelinegro que no lo rechazo, y  por el contrario sonrió dulcemente

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).