Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

DESTINADOS por Liss83

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 
 
 
Cuando Blaise llegó a la sala vio a su pareja sentado junto a Billy quien se veía bastante nervioso. Frente a ellos estaba un hombre alto, de pelo castaño y ojos color miel que tenía la mirada fija en su hijo
 
- Buenas tardes – dijo Blaise entrando a la sala 
 
- Buenas tardes – respondió el hombre mientras todos se ponían de pie – mi nombre es Remus Lupin y soy el destinado de Billy
 
- ¿su destinado? – dijo Blaise dándole la mano
 
- Disculpe el atrevimiento – dijo el castaño –. Me pareció extraño que no me buscara, por lo que decidí venir. Espero no dar una mala impresión
 
- Hasta donde sé, el nombre de Billy aún no había salido del todo – dijo Blaise mirando a su hijo 
 
- La verdad es que si salió – dijo el chico –, pero con todo lo que ha pasado con papá y contigo...
 
- Ya veo – dijo Blaise – tome asiento señor Lupin
 
- Supongo que ya converso con mi esposo – pregunto Blaise y Arthur se removió nervioso en su lugar al escuchar como lo llamo el chico –. Él también acaba de recibir su marca, por lo que recién he reconocido a Billy y a sus hermanos
 
- Estoy al tanto del caso – dijo Remus – y también del hecho que debe vivir dos años bajo su cuidado. Yo... la verdad es que creí... que habían investigado sobre mí, y por eso le habían prohibido reclamarme
 
- ¿su condición? – pregunto Blaise sorprendido
 
- Yo... no cuento..., bueno..., yo... – dijo Remus
 
- El dinero no es problema – dijo Billy 
 
- Billy – dijo Arthur
 
- Conseguiré la forma de tener un trabajo – dijo Billy – yo... si esperas los dos años que seré considerado menor de edad antes de formalizar...
 
- Claro que espero – dijo Remus 
 
- ¡Billy! – volvió a llamar Arthur 
 
- Lo siento. Soné insolente – dijo el castaño sonrojado 
 
- Les propongo algo – dijo Blaise y todos lo miraron – durante esos dos años, se conocerán, se enamoraran, y se respetaran como cualquier pareja, – y recalco – menor de edad. Cuando llegue el momento, Billy contara con un buen respaldo para que empiecen su vida
 
- Señor Zabini – dijo Remus –, bajo ningún motivo quiero que piense que lo que me interesa es su dinero
 
- Bueno – dijo este tomando la mano de Arthur que no pudo evitar sonreír –, tienen dos años para demostrárnoslo
 
________________________________________
 
Sentada detrás de la ventana de su habitación, Ginny veía caer la lluvia. Desde aquel viaje al callejón Diagon, su perspectiva de todo lo que su familia estaba pasando había cambiado. ¿Extrañaba a su madre? Si. Pero ¿su madre los extrañaba a ellos? Antes, le gustaba imaginar que pasaba el día encargándose de la casa, con la ilusión de que ellos volverían en cualquier momento, y todo volvería a ser exactamente que antes. Que todo solo sería un mal sueño del cual despertaría en cualquier momento. Ahora solo se preguntaba si su..., si Molly los quiso realmente, pero mientras más lo meditaba, menos creía en ese amor con cual la mujer se había llenado la boca durante tantos años. Molly nunca los había amado. Ni a su padre, ni a ellos
 
- Según escuche a tu papi, deberías estar durmiendo – dijo una voz detrás de ella
 
- ¿Me vas a acusar? – dijo girando para encararlo
 
- Hace días quería hablar contigo – dijo el muchacho sentándose a su lado – sobre... lo que te preocupa
 
- ¿ya sabes algo? – pregunto nerviosa
 
- Prometí que te iba a ayudar – dijo Blaise – y lo voy a hacer, pero estas lista para lo que vas a encontrar
 
- ¿Por qué lo haces? – pregunto Ginny – ¿Por qué nos cuidas con tanto celo?
 
- Cuando recibas tu marca lo entenderás – dijo Blaise
 
- Fue muy lindo como manejaste las cosas con Billy y el señor Lupin – dijo Ginny –. Lo hiciste como un auténtico padre
 
- Ese es mi más grande sueño – dijo Blaise –, ser un buen padre para ustedes y un buen compañero para tu papi
 
- ¿Por qué reclamar siete chicos, que en su mayoría son mayores que tú? – dijo la pelirrojo
 
- Porque era la única manera de hacer feliz a tu papi – dijo Blaise 
 
- Pudiste pedir que se olvidara de nosotros – dijo Ginny –, empezar de cero
 
- ¿Dónde estaría lo divertido ahí? – dijo el chico y ambos sonrieron
 
- Ron nunca te va aceptar como padre – dijo la pelirroja
 
- Este es un trabajo para una serpiente rastrera – dijo Blaise y ambos sonríen nuevamente
 
- Somos muchos – dijo abrazándose a él –, puede ser agotador
 
- Uno a la vez, princesa – dijo besándole el cabello –, uno a la vez
 
Arthur se despertó cerca de las tres de la mañana, y no podía dormir. Respiro hondo y se levantó a ver a ver atreves de la ventana. La lluvia ya había calmado. Desde que se habían mudado a la mansión ya no trabajaba en el ministerio. Había pedido un permiso especial, ya que los chicos tenían problemas con sus magias, sin contar los problemas en los que se metían solo para molestar a su padre. Su padre pensó. Qué raro era referirse de esa manera hacia otro hombre en relación con sus propios hijos
 
Desde su ventana vio luz a través de la ventana de Ginny. Se puso algo encima y fue a ver que todo estuviera bien. Salió de la habitación, cruzo todo el pasillo y empujo suavemente la puerta. Se detuvo en el dintel de la puerta y respiro hondo. Ver a su pareja y a su hija dormidos abrazados frente a la ventana, le provocó una gran ternura. Ginny tenía la cabeza apoyada en el pecho de Blaise y este le rodeaba la cintura, pero no había ninguna doble intensión en la acción. 
 
No era tonto. Sabía perfectamente que algo le ocurría a su hija. Y era algo serio. Pero por alguna razón Ginny había preferido confiar en Blaise que en él, y debía respetar esa decisión. Debía reconocer que sentía algo de celos, pero en lo profundo le hacía ilusión que se llevaran bien. 
 
Sin embargo, quienes no veían ese acercamiento con buenos ojos eran sus otros hijos, en especial Ron. Esto quedo en evidencia cierto día en que estaban desayunando todos juntos por exigencia del Slytherine. Ginny y Blaise conversaban animadamente entre risas cuando sucedió lo impensable.
 
- Pero eres muy buena – dijo Blaise – deberías seguir practicando, quizás y llegas a ser profesional
 
- ¿Lo dices en serio? – pregunto la chica sorprendida
 
- Claro que si – dijo Blaise echándole mantequilla al pan – apuesto que serias una de las mejores. Las jugadoras de quiddich ganan muy bien. La cosa seria encontrar un buen equipo – dijo Blaise –. Debe ser seguro y sentirte cómoda
 
- Gracias papá – dijo la chica emocionada y un silencio mortal cayó sobre el comedor
 
- ¿Qué... dijiste... Ginny? – siseo Charlie
 
- Yo... – y miro nerviosa a su otro padre
 
- Ginny – dijo Blaise – no estas obligada a llamarme así
 
- Por supuesto que no debes llamarlo así – gritó Percy poniéndose de pie 
 
- Él no es nada nuestro – también gritó Ron
 
- Ustedes no entienden – dijo la chica mientras sus lágrimas caían
 
- Ginny, tranquilízate. Cariño mírame – dijo Blaise
 
- ¿Acaso ya no quieres a mamá? – dijo George – ¿ya no te importa? ¿No te importa lo que ella está sufriendo sin nosotros?
 
- ¿sufriendo? – dijo Ginny alterada
 
- Ginny, ven aquí – he intento abrazarla – tranquila pequeña
 
- No – gritó llorando – ya no aguanto más lo que está pasando
 
- ¿De qué estás hablando hija? – dijo Arthur nervioso
 
- Cariño tranquilízate – dijo Blaise
 
- Es obvio lo que pasa – dijo Fred
 
- ¿Y según ustedes qué pasa? – dijo ella desafiante
 
- Abusaste de nuestra hermanita, maldito degenerado – gritó Charlie
 
- ¿Qué cosa? – dijo Blaise sorprendido
 
- Chicos, cálmense – suplicaba Arthur intentando detenerlo
 
- ¿Acaso no ves lo obvio? – gritó Billy
 
- ¡Te vamos a matar! – dijo Ron
 
- ¡No es lo que parece! – dijo Blaise
 
- ¡Yo te vi anoche salir de su recamara en la madrugada! – dijo Billy – ¡yo te vi!
 
- Va a mi cuarto porque yo lo invito – gritó Ginny –, va porque no puedo dormir después de descubrir que Molly es prostituta en el callejón Knockturn. Que lo ha sido durante años. La prostituta más cara del callejón Knockturn
 
- ¿Qué... cosa? – susurro Percy
 
- Ginny – exhalo Arthur cerrando los ojos
 
- Nadie me lo conto – dijo Ginny llorando desconsoladamente – yo la vi
 
- ¡Es mentira! – dijo George
 
- Niña mala – dijo Fred
 
- ¡Intentas...! – dijo George
 
- ¡...engañarnos! – dijo Fred
 
- ¡y no...! – dijo George
 
- ¡... te lo...! – dijo Fred
 
- ¡...permitiremos! – dijeron Fred y George al mismo tiempo
 
- ¡Merlín! – susurro Arthur cerrando los ojos 
 
- Basta, basta – dijo Blaise abrazándola – détente
 
- Cada vez que cierro los ojos – dijo llorando – escucho a esa mujer...
 
- Ginny, mírame – dijo Blaise suavemente –, ya lo hablamos, ella pudo mentir
 
- Pero no lo hizo – dijo Arthur 
 
- ¡Papá! ¡Arthur! – dijeron Ron y Blaise al mismo tiempo
 
- Yo... – dijo Arthur bajando el rostro – Molly y yo nos casamos muy jóvenes... la quería, Merlín, como la quería. Todos me dijeron que casarse con alguien que no es tu destinado solo es condenarse al dolor..., pero yo... le prometí tantas cosas, nada salió como lo planee – y sonrió triste –. Hay veces que la vida te impone pruebas, que aun cuando haya amor...
 
- Siempre supiste sobre lo que hacía – dijo Blaise sorprendido
 
- Mi mamá no es eso – dijo Ron –, estas mintiendo
 
- Lo que no entiendo – dijo Ginny – ¿Por qué soportar todo? Ella nunca te mereció
 
- La amo – dijo Arthur y miro a Blaise – perdóname
 
- Deberías darle una oportunidad – dijo Ginny
 
- Por supuesto que debería darle una oportunidad – dijo Charlie
 
- Preguntarle porque hizo todo eso – dijo Ron
 
- Debe haber una respuesta lógica para todo esto – dijo Billy
 
- Yo hablaba de papá Blaise – dijo Ginny –, deberían darse una oportunidad de ser feliz
 
- Ginny – dijo Fred molesto
 
- ¡Él no es nada nuestro! – dijo Percy
 
- Olvídala papi – suplico la chica –, olvídala. No te merece
 
- Ven aquí, mi amor – dijo Arthur estirando los brazos hacia Ginny pero esta no se separó de Blaise por lo que él se acercó a acariciarle el cabello – ¡ya mi niña! ¡Tranquila!
 
- ¿Tú lo sabias, no? – pregunto la chica – ¿lo sabias, no?
 
- Esa fue una de las razones por las que los reclame – dijo Blaise –, no podía permitir que siguieran así. No cuando podía darles algo mejor. Quiero una oportunidad – dijo mirando a Arthur –. Es todo lo que les pido
 
- Yo te la daré, papá – dijo Ginny
 
- Gracias pequeña – dijo Blaise besándole la frente
 
- Y yo – dijo Arthur y todos lo miraron sorprendido –. La amo. No te he mentido nunca, ni lo hare, pero creo que merezco ser feliz. Tal vez si me tienes paciencia...
 
- ¡Papá! - protestaron sus hijos
 
- ¿Eso fue un desafío? – dijo Blaise y Arthur sonrió. Se daría esa oportunidad. Por sus hijos. Por Blaise. Por él. Porque merecía ser feliz
 
El día fue bastante difícil, solamente Ginny, y medianamente Arthur, se la pusieron fácil, pero no importaba para el chico. Uno a la vez era la consigna.
 
A su pareja le encantaban las cosas muggles, por lo que se estaban volviendo comunes sus escapadas a ese mundo. A veces iban todos juntos ya que los chicos también habían adquirido gusto por ese lugar, aunque a veces solo ellos dos. Fue en una de esa salida donde descubriría lo que significaba a cabalidad ser padre
 
Ese día sin lugar a duda era especial. Lo supo en cuanto se dio cuenta que caminaba con Arthur de la mano por la calles de Londres y este no lo había rechazado. Había mirado de reojo hacia un vidrio y hubiese jurado ver un ligero sonrojo en el mayor. Estaba a punto de invitarlo a tomar una cerveza de mantequilla cuando sintieron una alteración en la conexión con sus hijos, por lo que los buscaron con la mirada
 
- ¡Papá! ¡Papi! – Ginny se habría paso entre la multitud
 
- ¡Ginny! – dijo Arthur abrazándola – ¡tranquila cariño! ¡Tranquila!
 
- ¿Estás bien? – pregunto Blaise
 
- No – dijo la chica –, ellos...
 
- ¿Y tus hermanos? – dijo Blaise – Ginny ¿Dónde están tus hermanos?
 
- Ellos... – dijo la chica – fueron a buscarla. Fueron a buscarla a ella
 
­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­____________________________________
 
La madriguera estaba exactamente como la última vez que habían estado allí. Caminaron en silencio. Entrarían a la casa y sorprendería a su madre. Billy tomo el pomo de la puerta y...
 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).