La grava en el piso provocaba un ruido satisfactorio con las pisadas de los soldados, en la base del ejercito de Kirigakure, los uniformados iban y venían de un lado otra, al ser la instalación más cercana a la nación de de Amegakure, era el campo con más movimiento en cuanto operaciones, recibiendo soldados recién entrenados, enviando escuadrones de operaciones al campo de guerra y abriendo sus puertas para los que regresaban heridos.
Naruto era uno de los que regresaban del campo de batalla, brincando del camión en cuánto este disminuyo su velocidad, moviéndose con tanta facilidad aun con el equipo puesto. Por la prisa, no se detuvo a regresar el saludo a los soldados de menor rango al suyo, se encamino directamente al edificio central, estaba sumamente preocupado.
Hace un par de semanas lo enviaron al campo para la supervisión directa de una escuadra, tenían la misión de tomar uno de los cuarteles enemigos y capturar al capitán que se encontraba recuperándose en el área medica del lugar. La misión se llevo a cabo con éxito, las bajas no fueron altas y Naruto se encargo de enviar al rehén con un equipo de escolta calificado, mientras el se quedaba a completar la recopilación de datos de la base enemiga, tenían que sacar todo rápido, antes de que los hombres de la lluvia quisieran recuperar su territorio. Todo estuvo casi listo cuando el capo Chouji le hizo llegar un mensaje, su esposo había sido arrestado.
Dentro del área central, Naruto recuperó un poco de la compostura y acató los procedimientos normales en el negocio militar, llegando frente al coronel Ibiki Morino, el doncel se detuvo dando un golpe con su pie y saludando con su mano en la frente. -Descanse, subteniente Uzumaki.
El rubio tomo una posición con brazos sujetados tras su espalda, manteniendo las piernas juntas-Señor, supe que el sargento Nara fue puesto bajo arresto.
-Subteniente, ¿no esperábamos su regreso hasta dentro de dos días? Me va a decir que abandono su puesto por motivos personales-El labio le tembló al moreno, sabía que estaba cometiendo una falta, pero necesitaba saber que sucedía con Shikamaru.
-Señor, la misión fue completada y mi paquete fue enviado con una cinta en el cuello a su puerta. Me encargue de que los últimos detalles se realizaran apropiadamente antes de mi partida, sin embargo algunos de mis hombres aun necesitan recuperarse antes de emprender un viaje tan largo. Y aunque mis planes eran regresar junto a mi escuadra, no quedaba nada más que exigiera mi presencia.
-Por esta vez dejare pasar su falta subteniente, ahora retírese.
Naruto realizó el saludo de despedida mientras el coronel Morino dirigía sus pasos fuera de la sala, dejando al doncel sin la explicación que necesitaba. Aun cuando todo el mundo sabía que él y Nara llevaban años casados, cuando llevaban el uniforme debían actuar conforme a sus rangos, y si al subteniente Uzumaki no le concernía la información sobre el arresto del sargento, entonces no le dirían nada.
No se quedo conforme, sabía quien podía explicarle lo que sucedía y que lo encontraría en el área médica. En la enfermería, Sakura Haruno atendía a los heridos junto a un asistente, revisaba a cada paciente para determinar los posibles cambios en sus dosis de medicamentos, las altas o los traslados a zonas mejor preparadas.
-Doctora-La llamó el doncel desde la entrada, logrando que la mujer apartara la vista de sus expedientes-¿Podría permitirme un minuto?
-Por supuesto, subteniente.
La mujer lo invitó a pasar a la pequeña oficina que poseía, el lugar estaba ocupado por cajas llenas de registros y papeles sobre cada soldado que había pisado la base. La pelirrosa bajo las persianas para tener un poco de privacidad.
-¿Puedes decirme que paso con Shikamaru?
El doncel se sostenía del escritorio, bajando la cabeza mientras intentaba mantener la calma. La mujer dejo salir un suspiro, ella estaba al tanto de lo que había sucedido y lo lamentaba por la pareja, sobre todo, cuando la convivencia en esos años había logrado convertirlos en amigos.
-La misión de rescate falló, el sargento fue enviado para sacar al pelotón que fue capturado en las minas del este, hasta donde sé mantuvo un breve asedió, pero luego se retiró, para apoyar al escuadrón del capitán Sarutobi que fue atacado en su camino a la presa 700 km más al norte de las minas.
-Eso no es motivo suficiente para que lo arresten.
-El problema es que nadie dio una orden para que él se moviera y perdimos al pelotón.
-Mierda-El rubio paso las manos por su cara, la situación sin duda era tensa, <<¿En qué demonios pensabas Shikamaru?>>. -¿Y Asuma? ¿Por qué no ha hablado en su defensa?
-Asuma murió.
-¿Qué?
-Y por lo que sé, no hay ningún registro o alguien que testifique que el capitán solicito refuerzos al sargento.
Naruto había regresado a su habitación, al ser subteniente debía compartir cuarto con otro miembro de su mismo rango, pero, por fortuna, la subteniente Samui estaba en misión de campo. Tenía que comenzar a movilizarse, ya sabía que había sucedido ahora necesitaba saber donde tenían a Shikamaru, además, ¿Cuándo y donde serían los juicios? Necesitaba solicitar su baja temporal para ir ahí, además, debía pensar en Issey ahora estaba con Tsunade en Nami no Kuni, pero, ¿debería traerlo con ellos en esos momentos? ¿Cómo le explicaría al niño que su padre había sido arrestado? Supuso que tendría que hablar primero con Tsunade antes de decidir que hacer con el niño.
Los siguientes días, el doncel se la paso arreglando todo para su baja temporal del ejercito, afortunadamente, Morino no había puesto objeción a que él se retirara para seguir a su esposo. Habían llevado a Shikamaru a la prisión de Kirigakure y de ahí sería trasladado a Konoha, la capital del país, lugar de los principales cuarteles y oficinas, y donde su esposo sería juzgado.
Naruto había llamado a sus abuelos para explicarles lo que sucedía, por supuesto, ambos habían quedado sorprendidos al saber del arresto de Shikamaru. -Naruto, es mejor si dejas que yo se explique, para cuando nos reunamos en Konoha él ya habrá asimilado todo.
El rubio finalmente accedió a que la mujer le explicara todo al pequeño doncel, tenía razón, después de todo, ella era la que pasaba más tiempo con el niño, podría encontrar la mejor manera de contarle todo. Después de la boda, Tsunade había accedido a hacerse cargo del pequeño mientras ambos regresaban a la línea de fuego, la separación fue dolorosa, pero al fin y al cabo necesaria. Además, la mujer se había encargado de que el pequeño doncel creciera bien, no solo en el aspecto físico y educativo, también en lo emocional, había que reconocer que Tsunade supo como lograr que Issey no les guardara rencor por marcharse a la guerra, ni que viviera todos sus días con la pesadez de no volver a ver a sus padres. Por motivos de seguridad, Jiraiya y Tsunade prefirieron mudarse a la isla de las Olas, la cuál se encontraba alejada de la frontera con Amegakure, por lo que estaban más seguros.
Ahora, después de 12 años, Naruto por fin regresaría a Konoha. La verdad era que una vez dentro del ejercito, nunca pensó que volvería a la ciudad donde creció, si tenía suerte tal vez se encontraría con viejos amigos, pero, ¿tendría tiempo para sus amigos, cuando Shikamaru estaba encerrado? Tenía muchas cosas que hacer, inscribir a Issey en una nueva escuela, encontrar un lugar para quedarse, contactar con el que representaría a Shikamaru en el juicio.
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Que curioso que el inició de una guerra bélica haya conseguido traer prosperidad a la familia Uchiha, cuando para el resto de las personas el suceso era deprimente al tener familiares y amigos arriesgando su vida por el país, cargando las armas que los Uchiha fabricaban. En una cena con cientos de empresarios y funcionarios de gobierno reunidos, Fugaku Uchiha había conseguido cerrar un trato con el ministro de defensa para que la empresa Sharingan se dedicara a construir armamento a cambio del dinero que recaudaban de los impuestos, de esa forma, su empresa renacía abriendo sus puertas para nuevos empleados que, tras recibir sus salarios, pagaban sus impuestos.
El señor Uchiha estaba satisfecho con lo que consiguió, estaba feliz de ver a sus hijos en casa trabajando en la empresa y con su esposa tranquila al saber que su familia estaba a salvo. Pero la felicidad que los señores Uchiha sentían no era similar a la de su hijo menor, Sasuke Uchiha llevaba años insatisfecho con la vida y consigo mismo. Hace un tiempo que dejó de sentir que su vida tenía sentido, después de que Naruto Uzumaki se fuera de su vida.
Había estado dispuesto a realizar un sacrificio que al final no sirvió de nada, perdiendo al doncel que amo y al hijo que esperaba. Fue un golpe sumamente doloroso para él cuando Ino le contó la verdad. -Hace unos días, mi mamá escucho a la señora Tsunade decir que su nieto estaba embarazado... Sasuke, ¿dejaste a Naruto aun cuando esperaba un bebe?
-¡No!-La había gritado el varón en ese momento, y aunque técnicamente así había sido, él no lo sabía, si lo hubiera sabido eso habría cambiado todo. -¿Por qué no me lo dijo?-Era una pregunta constante que se hacía, ¿acaso Naruto buscaba castigarlo ocultando la existencia de su hijo?
Quiso averiguar su paradero, pero cuando busco a Tsunade para preguntarle descubrió que esta se había marchado de la ciudad. Finalmente, pasaron casi 6 años para que Sasuke supiera lo que paso con Naruto, había sido Neji, el primo de Hinata, quien le contó que el rubio se había enlistado en el ejercito. Al menos ya sabía donde estaba Naruto, muy lejos de su alcance, pero ¿Dónde estaba el niño?