Capítulo 2.- Con la ciudad a mis pies
Shura llegó a la dirección que Kanon le había dado y miró al imponente edificio al que iba a entrar, la firma legal a la que se dirigía ahora ocupaba cuatro pisos de ese edificio, era una de las más grandes de New York, tenía fama tanto en casos criminales como en casos corporativos, por ello contaba con recursos más que suficientes para enfrentar cualquier caso, además contaba con real talento entre sus abogados asociados y socios propiamente dicho, bueno… al toro por los cuernos, él ya había ido a varias entrevistas de trabajo en su vida, esta era solo una mas
El pelinegro subió al elevador y aplastó el botón, al llegar a la recepción se acercó al counter en donde una hermosa muchacha lo miró y con una sonrisa le preguntó:
- Buenos días, ¿en qué podemos servirle?
- Tengo una entrevista de trabajo, mi nombre es Shura Taylor
- Claro que si Sr. Taylor, su entrevista es en la sala de conferencias 2, venga conmigo por favor – la muchacha se levantó y llevó al abogado por el amplio pasillo hasta una sala rectangular que tenía una mesa y al menos 30 sillas, le señaló una de las sillas y le dijo: - Espere un momento por favor, enseguida lo atienden, ¿le puedo ofrecer algo de tomar?
- Un café por favor
- Será un placer
La muchacha salió y varios minutos pasaron hasta que el imponente Hypnos Martell entró a la oficina con un folder en una mano y un jarro humeante en la otra, Shura se puso de pie y se abotonó el saco, el rubio le sonrió todo cálido al decir:
- Me alegra ver que por primera vez en nuestras vidas estamos del mismo lado, café negro con dos cucharadas de azúcar, ¿verdad? – Hypnos dejó el folder en la mesa y estrechó la mano de Shura al entregarle el jarro, eso Shura no se lo vio venir
- Si… ¿cómo lo supiste?
- Te he visto tomar café por años, soy bastante observador y eso es clave para mis casos, toma asiento por favor – Hypnos señaló la silla en la que Shura había estado sentado antes y el invitado se sentó saboreando el café, estaba fuerte y muy caliente
- Nunca me había fijado en ello la verdad – Shura meneó la cabeza y sonrió de lado
- Hay muchas cosas que no sabes de mí y eso es lógico, pero lo que yo sé de ti hace que estemos contentos en ofrecerte esto – Hypnos le alcanzó el folder a Shura que lo abrió y arqueó una ceja
- Diablos, debí haber ganado el último caso, me hubieran ofrecido el doble al menos – el pelinegro sonrió al decir esto, la oferta era bastante generosa, estándar para un socio nuevo pero las condiciones eran un poco diferentes, el bono de firma de contrato era más alto de lo que hubiera esperado
- No, la oferta hubiera sido la misma, mira… sé perfectamente con quien estoy hablando, así que no me voy a ir por las ramas en negociaciones que lo único que van a hacer es perder nuestro tiempo, tu reputación es intachable y eso es sumamente valorado en esta firma, yo he sido tu oponente en varios casos entonces sé lo hábil que eres litigando, tienes experiencia adquirida en la fiscalía y eso mi jefe lo aprecia porque él también llegó desde la fiscalía, así que… serás una buena adición para el equipo, la pregunta es… ¿estás listo para defender el otro lado de la moneda?
- ¿Hades Heissen trabajó en la fiscalía? – Shura esto no lo sabía
- Si, hace algunos años, antes de tu tiempo
- No lo sabía
- No me extraña, pero dime… ¿has considerado las opciones?
- Si, lo he considerado pero dime una cosa, yo trabajaría contigo en los casos criminales, ¿verdad?
- Conmigo principalmente, en mi equipo está mi hermano Thanatos, Shaina y Saga, el gemelo de tu amigo Kanon, nosotros somos los principales litigantes, claro… además de Hades
- Está bien… si lo he considerado pero por favor, considera doblar esto y estoy dentro – Shura señaló el cheque que tenía su bono de entrada, Hypnos sonrió, sacó del bolsillo de su chaqueta un nuevo cheque y dijo:
- Hades dijo que eso dirías – al entregarle el cheque Shura bufó, Hypnos ya tenía listo el nuevo cheque antes de entrar a la reunión, vaya
- ¿Es adivino o algo?
- No, dijo que merecías un bono por haber tenido que trabajar con Aioros – el tono de Hypnos era sumamente fresco, pero con esta frase todas las alarmas mentales de Shura se dispararon y la confianza que tenía se fue a los suelos, así que respiró profundamente al decir:
- Ohhh… en ese caso hay algo que tengo que decirte, espero que eso no sea un problema pero me niego a pasar por lo mismo que pasé en la fiscalía
- ¿Qué pasó? – Hypnos frunció el ceño al preguntar esto, él no sabía las razones de la renuncia de Shura, y en sus averiguaciones no le habían podido confirmar nada aún
- No sé si sea un problema o no pero, yo soy gay, realmente no veo como eso puede afectar mi trabajo pero…
- Aioros se enteró y te despidió por ello, ¿verdad?
- No, trató de presionarme para que pidiera el cambio pero, yo renuncié
- Ok., no te preocupes que eso no es un problema aquí, tenemos la política de no discriminación por ninguna causa, lo que no es tolerado es la deshonestidad, tú eres un abogado correcto así que por ese lado no va a haber problemas, solo no te metas con el niño y todo estará bien
- ¿Qué no me meta con el niño?, ¿Qué niño?
- Ya lo conocerás, bueno… firmemos los papeles para hacerlo oficial y… ¿quieres un tour por la oficina?
- Claro que si – Shura tomó la pluma que Hypnos le facilitó y firmó su nuevo contrato luego de leerlo, todo estaba bastante estándar, lo que le llamó la atención era una cláusula que establecía que no podía llevarse ningún cliente que consiga para la firma, los clientes son de la firma, no suyos, vaya…
- Genial, de paso te presento a las personas con las que vas a trabajar, vas a encajar bien aquí Shura, tengo confianza en ello – Hypnos se levantó y señaló la puerta al pelinegro que una vez firmados los papeles salió junto a Hypnos que dejó la carpeta en uno de los escritorios de uno de los secretarios y simplemente dijo: - Lleva eso a talento humano por favor
- Enseguida señor – contestó la muchacha mirando curiosa al nuevo abogado que ingresaba, Hypnos le sonrió pero tomó del brazo a Shura y le dijo:
- Este lugar es grande y todas las paredes son de vidrio, eso le da un aspecto más amplio, es un buen lugar para trabajar ya lo veras
- Muy diferente a la fiscalía – dijo Shura mirando el lujo de las oficinas y ambientes
- Debemos empezar con el pie derecho, nosotros ocupamos cuatro pisos, del 47 al 50, en el piso 47 están los archivos, la biblioteca y las oficinas contables, en el piso 48 están las oficinas de los abogados asociados, aunque oficinas no es la palabra correcta, son estaciones de trabajo en un solo ambiente, también está la cafetería de los empleados, y tenemos una sala adecuada como un juzgado, eso es sumamente útil para repasos en caso de necesitarlos para preparar a nuestros testigos antes del juicio, en el piso 49 están las oficinas de los socios menores, ahí vas a vivir por ahora, y en este piso están las oficinas de los socios mayoritarios y de los jefes, el ala derecha es la de Julián Solo que maneja el área corporativa y el ala izquierda es la nuestra que manejamos los casos criminales, la bella Pandora comparte espacio con Julián porque sus casos van más al lado civil que al criminal, aunque el año anterior ese caso de la farmacéutica, uffffff… Hades fue el que ayudó porque hubieron a la final cargos criminales
- Ese caso fue sonadísimo – dijo Shura recordando lo que había leído en los periódicos
- Si, con ese caso Pandora se ganó mi respeto, ella peleó por las familias afectadas, el dinero que recibieron no devolvió la vida a los seres queridos que perdieron, pero sí hizo mella en la manera en que las farmacéuticas hacen sus estudios de campo con fármacos nuevos
- ¿Podría trabajar con ella eventualmente? – preguntó Shura interesado, una de las razones por las que se convirtió en abogado era precisamente su deseo de ayudar a las personas, y lo que hacía Pandora le pareció loable
- Claro que sí, ella sabe de tu reputación así que… no dudo que de presentarse la oportunidad harán buen equipo, ella es una mujer muy inteligente y sensata
- ¿Entonces por qué se divorció de Hades?
- Bueno… ella es inteligente y sensata – dijo Hypnos crípticamente lo que hizo reír a Shura, esa fue una muy buena respuesta para un tema sensible
- Lo siento, no quise traspasar mis límites con la pregunta
- No te preocupes, cuando trates a Hades un poco más, comprenderás muchas cosas
- Ok., ¿cuándo empiezo?
- Mañana mismo si es posible pero sabemos que debes dejar todos tus pendientes resueltos en la fiscalía, así que, ¿suena razonable el próximo lunes?
- Claro que sí, suena más que razonable, ha sido un gusto Hypnos
- El gusto ha sido mío
Shura salió de las oficinas que ahora serían su nuevo hogar con una canción en el corazón, en el elevador, un piso más abajo se subió un muchacho muy atractivo de cabellos magentas y ojos del mismo color, tenía en sus manos un folder que tenía el nombre de la firma, también era abogado y trabajarían juntos desde el próximo lunes, algo iba a decir pero una hermosa muchacha de cabellos verdes también entró al elevador, ambos se saludaron muy amablemente y empezaron a hablar de un caso en el que estaba trabajando el muchacho, le pidió consejo a la chica y Shura arqueó una ceja porque él hubiera sugerido lo mismo que ella sugirió, vaya… en verdad que habían abogados talentosos en esa firma
Al salir del edificio, Shura caminó al vestíbulo del edificio y algo llamó su atención, él estaba retirando su identificación del puesto de seguridad cuando Julián Solo llegó, eran casi las 10 de la mañana y el peliazul recién llegaba, eso no hubiera sido del todo extraño si no hubiera sido por el hecho de que aquel hermoso muchacho sonrió al verlo llegar y sin importarle mucho caminó a su encuentro, se lanzó a sus brazos y lo besó con pasión en los labios, Julián no necesariamente cortó el beso, habían varias personas en el lobby que miraron la escena, cuando el beso se rompió, Julián le susurró algo en el oído al muchacho y tomó su mano, algo le había dado porque el muchacho asintió y luego de besar nuevamente al peliazul en los labios, se dirigió a la salida del edificio
Shura tomó su identificación, la guardó y también salió del edificio, estaba esperando un taxi cuando miró al muchacho cruzar la calle, era en verdad joven, debía ser un abogado recién graduado, ohhhhh… y ahí lo comprendió, “no te metas con el niño” había dicho Hypnos, si ese muchacho era el novio o el amante de uno de los socios mayoritarios, si era suicidio al más alto nivel meterse con él, bueno… por lo menos ya sabía a quién tenía que poner distancia
En los días que siguieron, Shura trató de dejar todos sus pendientes en orden, ayudado por Mu organizó sus archivos, despachó todo lo que tenía, pasó sus casos abiertos a los otros fiscales, y al final de la semana finalmente estaba con todo listo y empacado para empezar su nueva vida, sus compañeros de oficina lo iban a llevar a cenar a manera de despedida, Aioros por supuesto no iba a ir, lo había evitado todos estos días por lo que Shura no estaba seguro si ir a despedirse o no, al final del día decidió que sí, si Aioros lo tomaba a mal pues muy su problema, así que cuando ya tenía todo listo caminó por el pasillo que tantas veces había caminado y golpeó suavemente la puerta, el mayor lo miró e hizo una mueca de disgusto, Shura lo ignoró y abrió la puerta, dio un paso pero no se acercó, desde allí dijo:
- Bueno Aioros, este es el adiós
- Adiós… - respondió el castaño sin alzar su cabeza
- Es una pena que las cosas terminen así
- No había otra forma
- Eso no es verdad, pero no estoy aquí para discutir contigo, solo quería venir a decirte adiós, y que ha sido un privilegio trabar a tu lado estos años, he aprendido mucho de ti y de los casos que han estado bajo mi cargo, te deseo lo mejor Aioros, así no me creas y así tú no me desees lo mismo a mi
- Por favor déjate de hacer la víctima, que aquí el burlado fui yo – Aioros dejó su pluma en la mesa y se levantó, estaba indignado
- Sabes… he pensado mucho en las razones de tu enojo y no logro entender el problema, ¿en qué rayos te afecta a ti mi orientación sexual?
- En todo, no eres el hombre íntegro y decente que creí que eras, te ofrecí mi amistad, te abrí las puertas de mi casa y tú, me decepcionaste de la manera más vil, espero no volverte a ver en lo que me resta de vida, y si nuestros caminos se vuelven a cruzar, espero que tengas el buen gusto y la decencia de respetarme lo suficiente para no dirigirme la palabra
- Wow… si eso es lo que sientes, no te preocupes, así lo haré – Shura ya no dijo nada más, no era conveniente discutir con piedras, así que cerró la puerta y caminó a la salida, esta era la última noche que iba a pasar con sus compañeros de oficina y Aioros no se la iba a arruinar, claro que no…
El lunes en la mañana, Shura llegó temprano a su nuevo trabajo, y en la esquina casi lo atropella un ciclista que salió de la nada y pasó a toda velocidad a su lado, algo iba a decir el abogado pero no lo logró, su fantasma se alejó por la acera pero se detuvo en la puerta de su edificio, se bajó de la bicicleta y la encadenó en el parqueadero correspondiente, se sacó el casco y las gafas para guardarlas en la mochila que tenía en la espalda y sin ver a nada ni a nadie corrió al kiosko de café de la esquina, el muchacho era castaño, piel bronceada, no muy alto, no muy delgado pero muy atractivo
- Hola Joe, ayúdame por favor con lo usual – dijo el muchachito saludando al empleado del kiosko que le sonrió y se volteó a preparar la bebida, el joven castaño pasó una mano por su cabello pero no hizo mayor cambio, igual lucía despeinado pero eso no le quitaba su atractivo, a criterio de Shura lo hacía ver como recién levantado de la cama y provocaba darle una mordida
- Deberías comprar dos cafés, considerando que casi me arrollas, lo menos que puedes hacer es invitarme un café, ¿no te parece? – Shura se paró detrás del muchacho que se volteó y sonrió al decir:
- No no no, yo no estaba ni cerca como para arrollarte, fuiste tú el que por leer tus mensajes de texto, sin previo aviso ni nada, cambiaste de rumbo, estabas caminando recto y de pronto te moviste a la izquierda
- No, eso no es verdad
- Aún tienes el teléfono en la mano y lo estabas mirando al caminar, ¿sabías que esa es la causa de al menos el 30 por ciento de accidentes de tránsito? – preguntó el joven castaño cruzándose de brazos
- Eso no prueba nada, el hecho de que tenga el teléfono en la mano no significa que haya estado distraído con él hace 2 minutos – contestó Shura con una sonrisa de suficiencia en el rostro
- Ohhhhh… eres abogado, déjame adivinar, hoy inicias en Heissen Solo, ¿verdad?
- ¿Es esa la única firma legal de ese edificio?
- Claro que si
- ¿Tú trabajas ahí?
- Pueda que sí, pueda que no, me niego a proporcionar mis datos a un extraño, mi mamá siempre me dijo que no confíe en extraños – el muchacho se volteó y tomó 6 sobres de azúcar del contenedor, tomó cuatro servilletas y una galleta de chocolate del platón
- Eso se soluciona fácil, mi nombre es Shura y tienes razón, si soy abogado y si empiezo hoy en Heissen Solo
- Lo sabía, pero no te preocupes, Hypnos es muy buena persona aunque odia la impuntualidad, así que debes correr si no quieres dar malas impresiones en tu primer día, y yo también – el muchacho tomó los dos vasos de café del counter y simplemente dijo: - Gracias Joe, nos vemos mañana
- Adiós hijo – el vendedor del kiosko hizo una seña y miró a Shura esperando su pedido, pero el pelinegro caminó detrás del castaño y le dijo:
- ¿Cómo diablos sabes que trabajaré con Hypnos?, además no puedes irte sin decirme tu nombre, y déjame puntualizarte que te has llevado mi café – Shura abrió la puerta para que el muchacho pueda entrar al edificio, como tenía las manos ocupadas, le pareció que un poco de cortesía no estaría mal
- Bueno, soy adivino y de los buenos por eso sé que trabajarás con Hypnos, y no te estoy mintiendo, Hypnos si es muy buena persona, pero en lo demás, lo siento cariño, este café no es para ti, tienes que hacer méritos se quieres que te lleve un café en las mañanas – el muchacho le sonrió muy divertido y Shura sintió un vacío en su estómago, esa era la sonrisa más bonita que había visto en mucho tiempo
- Eso es justo, me encantaría hacer méritos contigo
- Juega bien tus cartas y pueda que lo hagas, adiós Shura Taylor – el castaño entró al elevador pero no dejó que Shura lo acompañara porque le hizo una seña, el guardia de seguridad se había acercado, él aún no constaba en la base de datos del edificio
- Adiós… espera… yo no te dije mi apellido, ¿cómo lo supiste? – las puertas se cerraban y el castaño solo alcanzó a responder con una sonrisa:
- ¿Magia?
Shura suspiró vencido pero se fijó en el piso al que el elevador iba pero habían varios botones aplastados, ese hermoso castaño podría ir a cualquier piso, diablos… pero no, si era cuestión del destino ellos se volverían a encontrar, claro que si…
Esa mañana Shura fue recibido por Hypnos, él lo llevó a su oficina, le presentó a los demás abogados de su rama, fueron por el piso de abajo y lo presentó a los abogados asociados, y finalmente lo llevó a la oficina que le había dicho era la suya, en la fiscalía no tenía una vista como la que tenía ahora, la ciudad estaba efectivamente a sus pies, y así era como se sentía, nuevo trabajo, nueva vida, nuevo todo, y nuevos casos porque Hypnos le había traído algunos casos que estaban en estudio, uno fue el que llamó su atención porque era una demanda contra una compañía de alimentos, bueno… aquí vamos…