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Complicados Sentimientos (MiloXCamus Yaoi Lemon) CaMilo por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Bueno mis terrones de azúcar, he aquí la ultima actualización de este especial.

Conmemorando los 400 terrones de azúcar que hemos llegado en Wattpad, en verdad no saben como lo agradezco de todo corazón.

Kiaaaaa, sin mas espero que les guste, y nos vemos abajo.

Son los mejores mis terrones de azúcar. 

Rápidamente mi conciencia, mis acciones son de cerrar mi libreta con rapidez, poniendo mi mano sobre esta, bajando la mirada por la vergüenza que se siente, mis mejillas se ruboriza, pero mi carácter sale a relucir con una expresión de pocos amigos.

-Me disculpo si te incomode- Su voz es tan monótona.

No respondo, solo giro mi cabeza, para no tener que verlo ni siquiera de reojo.

-Es de verdad muy hermoso y me llamo la atención... ¿Es alguien importante?- Porque un extraño me está haciendo una pregunta tan privada…

No es normal en lo más mínimo.

¿Qué no le enseñaron a no hablar con un extraño?

-Gracias, pero no es nadie- Cierro mis ojos, respondiéndole de lado, intentando que el tiempo para mi parada sea pronto.

-Comprendo- Ese tono es bastante tranquilo, pero no me causa gracia que me estuviera observando al dibujar.

Unos minutos pasaron, cuando se detiene el tren, y se anuncia la estación en que debo bajar.

Suspiro con pesadez, ya he guardado mis objetos personales, ni siquiera me giro a voltear a ver a ese que se atrevió a hablarme y espiarme.

Así me sentí, y la molestia de ello sigue.

Pero debo olvidar ese mal trago y seguir mi camino, debo llegar a tiempo a la escuela y desde luego a mi salón.

Tomando mis cosas con cuidado, sujetando mi mochila, y caminar… Es lo que queda.

Este día es demasiado frio, pero no tanto para cancelar las clases.

Aun así, no creo que me afecte tanto después de todo, he vivido bastante en zonas donde el frio es el pan de cada día, con temperaturas muy bajas en ocasiones.

Me acostumbre a los copos de nieve, aunque aún no está el clima para eso…

Un suspiro vuelve a salir de mis labios, la tristeza en mis ojos se refleja, queriendo ignorar la tortura que paso constantemente al poner un pie en ese salón.

Nadie me molesta, fuera de Aioria que me quita los dibujos y los halaba, nadie me presta mayor atención…

Está bien… Me siento mejor así, pero…

Lo peor es que Milo siga a mi lado, lo lastimo con mis actitudes crueles, por no haber sido valiente en aceptar sus sentimientos, cuando yo mismo negué que me enamore, hasta cuando lo supe, ya sabía que era tarde.

El dibujo que hice hace unos momentos regresa a mi mente, lo recuerdo en cada aspecto, lo negare, de hecho quisiera romper el dibujo de una vez, podría ser peligroso que alguien lo vea.

Sin embargo me odio a mí mismo, por… Esconder mis dibujos que he hecho de él, no es solo este, si no muchos más, que trato de destruir pero… No puedo, no logro…

Más al estar en ese instante peligroso de mis pensamientos a nada de haber ingresado en los territorios de la escuela, mi mente me trajo de golpe el recuerdo fugaz de los ojos jades que me contemplaron con cierto misterio.

¿Por qué pienso en alguien así?

Me sorprendo mucho en recordarlo que me siento estremecer…

Algo existe en esa mirada, que me hace creer que somos similares…

¿Sufrirá también por una razón igual a la mía?

Me podría preguntar tantas cosas.

Pero ¿De que servirá?

No lo volveré a ver, y si así fuera el caso, no soy nadie para ayudar…

Y de hecho no lo haría.

-Deja de pensar en eso Camus- Me susurro para mí mismo.

Estando a nada de abrir la puerta de mi salón, para así ingresar, sentarme en mi lugar y tomar las clases con normalidad.

Un día más, un día menos en el que estaré aquí.

Es el pensamiento que siempre recuerdo antes de estar aquí…

Sin más, entro, cerrando la puerta detrás de mí, para con paso tranquilo, porte sereno y frio como el clima en cuestión, camino hasta mi asiento.

Recibiendo algunos saludos de parte de mis compañeros.

Respondo con un.

-Buenos días-

Simple, monótono, sin muchos ánimos, pero…

¿Puedes culparme?

Cuando sientes que no perteneces aquí, o algún lugar es normal, desear irte.

Me gustaba volver a vivir en Siberia… Pero era solo un niño, ni siquiera nací allí, pero fue lo que conocí como hogar por muchos años, antes de ir de aquí allá con mis padres.

Perdí amigos, sin embargo está bien…

No es como que me quede aquí más tiempo, o bueno… Es lo planeado, pero sin embargo… Ya no quiero…

-¡¡¡CAMUS!!!- El grito de entusiasmo, de alguien que se dirige sus pasos a mí, para detenerse delante de mí, sonriente…

La sonrisa que me encanta, y a la vez… Me destruye por dentro…

¿Por qué debes ser tan bueno conmigo?

Deja de hacerlo… Te lo suplico…

-Hola, Milo- Intento ignorar, pero es difícil con la sonrisa que me dedica, sus ojos tan radiantes, aun con este frio es tan cálido…

Mi corazón se siente feliz, pero mi cabeza dice que acabe esto de una vez por todas.

-Sí que hace frio- Tiembla un poco, parece que está usando todos sus suéteres, y ha dejado una chamarra en su asiento para dirigirse a mí.

-Es normal, es la época invernal- Respondo sin querer mirarlo, cruzado de brazos sobre mi pupitre, bajando la mirada.

-Sí, pero… ¿Por qué debe ser así?- Vuelves a temblar, abrazándose a ti mismo –No soy de un clima frio… Ja, ja, ja, ja- La risa graciosa que antes me hacía sonreír por inercia, ahora… Ya no estoy seguro si pueda seguir escuchándola, sin desear que sea para mí.

-Entonces, nunca visites Siberia-

¿Por qué quiero seguir la conversación?

Sería mejor si me alejo, si ignoro todo esto… Pero no quiero… No puedo hacerlo.

-Es verdad, tu viviste en tu infancia en ese lugar- Posas tus manos sobre mi escritorio, cubiertas por guantes están demasiado cercas de las mías.

Sabes que te rechacé, ¿Por qué lo haces?

¿Acaso no entiendes lo que es un “No” por respuesta?

¿A quién trato de engañar?

-Así es- Es mejor de terminar esta conversación de una vez por todas.

-Oye Camus, ¿Te gustaría acompañarme a…?-

No, por favor… No me invites a ningún lugar… Ya no estoy seguro de poder seguir rechazándote.

Pero para mí sorpresa, y buena fortuna.

El timbre suena y a la vez el maestro llega.

Su semblante luce muy tranquilo, incluso entusiasta.

Creo que nunca había estado tan alegre de verlo llegar, que en este momento.

-Milo, mejor siéntate- Le respondo rápido, para mirar al frente, ignorándolo de una vez por toda.

-¿Eh?- Se sorprende por como todo está en su contra, pero no es mi culpa –Pero, necesito preguntarte…-

-¡¡¡BUENO CHICOS!!! ¡¡¡BUENOS DÍAS, POR FAVOR SIÉNTENSE EN SU LUGAR, QUE NECESITO DAR UN ANUNCIO IMPORTANTE!!!-

Parece demasiado entusiasta, mucho más de lo normal para alzar así la voz.

Milo ya no tuvo más remedio que irse a su asiento, pero dejándome en claro que va a intentar volver a terminar su pregunta lo antes posible.

Espero que el receso no llegue pronto.

Suspiro suavemente, con mi mirada baja, no deseo ver a nadie a la cara, podrían ver que mis mejillas están ruborizadas, y que mis lágrimas desean a veces escaparse por la culpa que cargo.

Pero al escuchar el anuncio entusiasta del maestro levanto mi vista.

No porque sea algo importante, o que me interese, si no…

Que al momento que este, dejo que alguien más tomara la batuta del anuncio, fue allí que lo reconocí.

-Esa voz…- Susurrante para que nadie cercano me note.

Mis ojos violetas se fijan al frente con cierta sorpresa…

¿Esto tenía que ser una broma?

Por qué…

¿Cómo es posible que este el mismo tipo que me encontré en el tren, ahora delante de mí, de mis compañeros… anunciando…?

Ni siquiera de que es el tema.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Kiaaaaaaa... Ya llegamos a la ultima actualizaciones de este especial, espero que les gustara.

Y la verdad... Me siento muy feliz de todo corazón, por que ustedes sigan aquí apoyándome, y les guste las locuras que hago.

Sin mas los dejo para que sigan disfrutando.

Pueden ver que... Que Camus esta sorprendido de encontrarse con alguien del tren, pero... ¿Como reaccionara Milo? Y... Una cosa mas... Alguien conoce a Shura ene se salón y no es Camus...

Muchas gracias mis terrones de azúcar por estar a mi lado, seguir apoyándome y brindarme la oportundiad de sacarles sonrisas y emocionarlos con cada cosa que se me ocurre.

No saben lo agradecida que estoy que deben prepararte pues... No diré mas...

Sin mas, cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 


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