El pelilila, solo frunció su ceño, dándole tanta cólera el simple hecho de que ese sujeto, precisamente ese tipo le esté hablando, cuando no debería ser así.
Nunca debía volver a dirigirse la palabra.
El latino, quien acompaña al de cejas en forma de puntos, se detiene, girándose a ver a quien le hablaba a su “Amigo”.
-Vaya… Oye Mu te habla tu amiguito- Su mueca de burla se ve directamente en sus labios, pero su ceño fruncido delata algo de enfado.
-Yo no tengo ningún amiguito- Responde rápido, sin siquiera voltearse y apenas si disminuyendo su paso.
-Mu, por favor… Quiero hablar contigo…- Rápidamente él vuelve a suplicar, dando algunos pasos hacia delante para aquella persona, al doncel que llama, que por nada del mundo le dirigirá la palabra, ni la cara.
De nuevo la respuesta es nula, solo deseando el que ha sido llamado salir de los terrenos de la escuela, y así ignorar mejor a quien lo sigue.
Para este punto el castaño de cabellos un poco por debajo de los hombros, solo se sigue burlando de cómo es ignorado el payaso de la clase.
-Idiota rubio, creo que Mu no quiere hablar contigo por nada del mundo- Camina para alcanzar al pelilila, y así dejar atrás al otro -¿No le has hecho suficiente daño ya?- Alza sus hombros, como si de verdad preguntara esa interrogante.
La reacción del Doncel sigue siendo la misma, sin revelar que las palabras si le duelen, ignorando cada cosas que ambos dicen, para seguir su camino.
Ya fue suficiente tener que soportar lo que ocurrió con sus padres, como su mundo se devastó por completó cuando ya no existía amor de por medio, y pensar que la persona que le ofendió tanto al confiar…
Simplemente no le dirigía la palabra, ya se lo había prometido a sí mismo y lo ha estado cumpliendo.
¿A qué venia que ahora quisiera hablarle de la nada?
Sin embargo este joven quinceañero que estuvo al pendiente de la salida de aquellas personas, más precisamente del doncel, no se va a dar por vencido, no con el pelilila, que si acepta que le hizo mal… Pero no fue su intención, eran unos niños cuando eso ocurrió…
Apretando su mandíbula, decidido en hacer algo para ser escuchado, pues estos sentimientos que nunca se fueron, solo se quedaron contenidos, se desbordaron por una simple cosa que hizo quien lo ignora.
No soportaría más, así que dando pasos apresurados, alcanzando al pelilila antes de que saliera, pensando que se ganaría algún golpe del imprudente e instintivo Mu, lo sujeta rápidamente de la muñeca, haciendo uso de toda la fuerza posible solo para detenerlo y girarlo como pudiera.
-¡¡¡MU!!! ¡¡¡POR FAVOR, NECESITO HABLAR CONTIGO!!!- Atrevido el rubio que sin importarle invadir el espacio personal del otro, se acerca tanto como puede, tal vez no le sujeta le cintura, ni sus rostros están tan cercas, ignorando el peligro de un beso, pero si… Está en un momento en que con un solo movimiento el pelilila lo golpearía directamente en la cara o estómago, lo que tuviera más cerca.
-¡¡¡¿QUÉ DEMONIOS QUIERES SHAKA?!!!- Responde muy enojado, para rápidamente intentar arrebatar su brazo del agarre de este tipo, sin éxito pues este otro parece decidido a entablar una conversación con el doncel que lo esquiva con justas razones.
-¡¡¡SOLO…!!!- Alza su voz, notándose realmente preocupado, enojado y desesperado, algo bastante fuera de su personalidad actual, pero… La verdad es guiado por el malestar de lo que llego a ver –Quiero decirte algo… En privado…- Desvía la mirada, sin dejar de sujetar el brazo izquierdo del otro.
Este doncel muestra sus dientes, realmente molesto por este atrevimiento de contacto físico, simplemente no lo soportará para nada del mundo, sus esmeraldas, parecen brillar de furia contenida, para mostrar su ceño tan fruncido, que sus cejas se juntan demasiado.
-¡¡¡TU Y YO NO TENEMOS NADA DE QUÉ HABLAR!!!- Y rápidamente se arrebata ahora si del agarre del otro, para enfrentarse con sus preciosos ojos en furia contra los zafiros que se intentan mantener fuertes, pero es difícil sostener esa cruel mirada que le dedica.
-Claro que sí, tenemos algo de qué hablar- Responde rápido, queriendo apelar aun al lado curioso o amable de Mu, que hoy en día ya no tiene ni una pisca de esa personalidad de cuando era un infante.
-¡¡¡YO NO SE QUE PRETENDES VIRGO, PERO A MÍ NO ME INTERESA EN LO MÁS MÍNIMO, ASÍ QUE DÉJAME EN PAZ!!!- Sus puños se crispan, para en cualquier momento alzar el derecho para darle un golpe que lo haga pagar cada burla que vivió desde los siete años y él rubio provoco.
-Mu, solo esta vez… Solo por hoy… De verdad yo quiero hablar contigo de algo… Que…- Se enoja consigo mismo, su única alternativa que tiene para salir de sus problemas es con bromas o estupideces dichas de la nada, pero con Mu esto no funcionaria, al contrario, haría que la situación fuera terrible.
Ver al payaso de la clases, tan derrotado, sin ese grupo de idiotas que siempre lo seguían en sus estupideces, tonterías para hacer destrozos, es una buena oportunidad que tienen estos dos, pues significa que se le puede humillar hasta el grado de hacerle entender que presenciar sus estupideces es un verdadero fastidio, ya que sería una oportunidad única.
O tal vez… Un poco de la curiosidad que logra apelar ante Mu, el hecho de verlo tan derrotado, suplicando su atención…
Podría tal vez aprovechar para desahogarse un poco…
Aldebarán nota esto, como el pelilila se queda un tanto “Dócil” ante las suplicas ridículas del rubio.
Acercándose aun al otro, para dedicarle algunas palabras.
-¿Quieres que te espere?- Pregunta sin dejar de detenerse en su caminar con paso lento.
-No, está bien… Vete, me ocupare de este imbécil- Sus esmeraldas siguen afilándose, para dar unos pasos hacia atrás y mantener una distancia prudente del otro que tanto desea estar dirigiéndole la palabra, cuando eso era lo que menos quería el Doncel.
-Mmh, como quieras- Sus hombros se alzan, para seguir su camino, sin darle mayor importancia de lo que sucede entre ellos, eso sí manteniéndose levemente alerta.
Aunque no tanto porque estuviera del todo preocupado por el pelilila, después de todo, de todos los donceles que ha conocido, Mu es alguien de armas a tomar, es muy fuerte físicamente, y con su rostro que aparenta dulzura, sin embargo es solo una máscara de todo el odio y dolor que mantiene contenido.
En cuando ambos quedan solos en medio del patio delantero, cerca de la entrada y salida del instituto…
El silencio reina en ambos jóvenes…
Uno muy malhumorado, cruzado de brazos, mirando fijamente al rubio.
Mu no ha dejado su mochila en el suelo como el otro, pues no deseaba quedarse más de cinco minutos, pues no soporta la presencia del que está delante, le enferma tanto…
Como odió cuando ingreso en este instituto, pensando que estaría con nuevas personas, de cuando estaba en la anterior escuela, y resulta que le tenía que tocar con ese imbécil de nuevo, y con algunos estúpidos que le hicieron la vida de cuadritos antes.
Rápidamente el Doncel no está para aguantar idioteces.
-¡¡¡BUENO DITA!!! ¡¡¡¿QUÉ ES LO QUE QUIERES HABLAR CONMIGO?!!!- No desea estar perdiendo el tiempo, si ahora que están solos, y puede decirle lo que quiera para largarse de una buena vez.
Mu no puede soportar estar más del tiempo requerido en este infierno con él.
Era sin duda trágica la situación, al fin tenía un poco de tiempo a solas con el pelilila, con esta persona que le hizo daño de una manera que al principio fue sin querer, pero después decidió seguir activamente en cierto modo.
Pero comprende que si no es rápido en sus palabras, lograra desesperar a quien le ha costado conseguir un momento a solas…
Armarse de valor para esto, ya que... Por miedo a ser rechazado, por ¿El qué dirán sus supuestos “Amigos”?
Decidió que era mejor mantenerse lejos del pelilila, sin embargo con lo ocurrido hoy, ha notado un deseo incontrolable de hablarle e intentar arreglar en algo las cosas, aunque sabe que es muy complicado en si, por no decir imposible.
Alza sus zafiros, para ver las esmeraldas, sus brazos por instinto querían sujetarlo, pero se detienen apenas si dando una pequeña reacción…
-¿Por qué hablaste con Aioria?- Rápidamente su pregunta se deja escuchar, denotando algo que desde luego no tendría un buen resultado.
-¡¡¡¿QUÉ?!!!- La mueca de Mu se descompone por completó, sus esmeraldas abriéndose de golpe, y su cuerpo denotando un fastidio enorme.
-Los vi hablando… ¿Desde cuándo se están llevando bien?- Si, cada palabra que está saliendo de sus labios, son cosas que en si no tienen ningún sentido de decir o preguntar.
Pues ¿Qué le da derecho estar haciendo esta clases de interrogativos de la nada?
-¿Y eso a ti que te importa?- Sus brazos cruzados, la sangre hirviéndole de cólera por algo tan estúpido como esta pegunta -¡¡¡¿POR UNA IDIOTEZ ASÍ ME HAS DETENIDO AQUÍ?!!!-
-Mu, solo quiero saber, ¿Qué case de relación tienes con Aioria?- Da algunos pasos hacia delante por mero instinto, su tono de voz se volvió un poco más serio a comparación con la calma de quien intentaba mantener, por ser irritado por este comportamiento del otro al enojarse –Tú no hablas con nadie más que con Aldebarán, y hoy lo has hecho con Aioria… ¿Acaso ustedes…?- Se siente molesto, al estar imaginándose cosas que no son.
Montándose estúpidas películas que claramente son incoherentes, por el simple hecho de estar preguntando esto sin que tengan algún tipo de relación entre ambos.
-¡¡¡SI QUIERO HABLAR CON AIORIA O CON CUALQUIERA, ESO A TI NO TE INCUMBE!!!- Rápidamente se pone más a la defensiva, sintiendo sus puños crispándose con un fuerte deseo de darle un puñetazo al idiota rubio -¡¡¡Y SI TUVIERA ALGO QUE VER CON ÉL!!! ¡¡¡¿ESO A TI QUE TE IMPORTA?!!!- Sin más, ni dar espacio de responder al otro, se da media vuelta, para volver a reanudar sus pasos, pues ya se está cansando tanto de que le cuestionen tonterías de la nada.
Pero al parecer el otro no quiere detenerse en lo más mínimo, al contrario las respuestas que Mu le ha dedicado, solo han logrado hacerlo sentir mucho peor.
De nuevo atreviéndose a invadir el espacio personal del otro, para ahora sujetarlo con ambas manos de los brazos, haciéndolo detenerse de golpe, para enfrentarse los dos rostros.
-¡¡¡Me importa mucho!!! ¡¡¡Me importa saber si tienes algo que ver con alguien más!!!- Sin pensarlo con detenimiento, como si fuera un terrible impulso de estar revelando cosas que no tienen ahora mucho sentido, y más por sus comportamiento.
Esta vez no pudo resistir más su enfado contra este sujeto, que haciendo uso de su fuerza, con la cual se ha valido mucho para protegerse y cuidarse de cualquier idiota que lo subestime, empuja al otro, zafándose del agarre, para darle un puñetazo muy bien merecido en la mejilla.
Provocando que de unos pasos hacia atrás al rubio, cerrando sus ojos, sintiendo el dolor en su mejilla que se vuelve roja rápidamente.
-¡¡¡¿DESDE CUÁNDO TE ATREVES A TOCARME?!!! ¡¡¡¿DESDE CUANDO TIENES ALGÚN DERECHO SOBRE MÍ EN RECLAMARME CUALQUIER COSA?!!!- El rostro descompuesto de furiosa, dando pasos hacia delante para ir intimidando al rubio que puede verlo abrir sus ojos, como Mu se nota como una hermosa amenaza, de aquella que subestimas y te pueden derribar tan fácilmente con un simple toque -¡¡¡EN LO QUE A MI RESPECTA!!!- Señala con el dedo índice al rubio, que se toca la mejilla lastimada, sin poder conectar a nada ya que todo es sumamente rápido -¡¡¡TÚ SHAKA VIRGO, NO SOMOS NADA, NI SIQUIERA CONOCIDOS, COMO PARA QUE ME TRATES CON FAMILIARIDAD!!! ¡¡¡ERES MENOS QUE UNA ESTÚPIDA ESCORIA QUE DESEARÍA TANTO QUE DESPARECIERAS DE MI VIDA!!! ¡¡¡TE DESPRECIO Y ODIO TANTO QUE OJALA NUNCA NOS HUBIÉRAMOS CONOCIDO!!!- Habla desde el fondo de todo su dolor, del que fue provocado tanto por este rubio, que parece una maldita broma que esto ocurra.
Ante aquellas palabras no quería que le afectaran, recuerda bien la vez que los dos tuvieron su primera discusión fuerte que ambos, que trascendió a golpes…
Mu fue el primero en atacar esa vez, con sus ojos llorosos, preguntándole ¿El por qué le hizo tanto daño? ¿Por qué lo tuvo que humillar de esa forma?
Shaka por no versé mal delante de quienes prefería como amigos ahora, le hablo de formas tan crueles, sus palabras demasiado acidas como para perdonar en esta vida.
Siempre mantuvo el arrepentimiento de haber hecho llorar a ese Doncel que en la infancia fueron mejores amigos y ahora solo son dos extraños, uno que desprecia al otro con todo su corazón y otro que finge esa misma burla, guardando algo en su corazón, que no puede revelar, hasta el día de hoy que las punzadas en su pecho se comienzan a sentir, al escuchar duras palabras por parte le pelilila pero muy bien dichas.
-¡¡¡MU!!! ¡¡¡SE QUE ME ODIAS, PERO… HAGO ESTAS PREGUNTAS, PORQUE TÚ ME GUSTAS!!! ¡¡¡Y ESTOY CELOSOS DE QUE HABLES CON ALGUIEN MÁS!!! ¡¡¡INCLUSO SI HABLAS CON ALDEBARÁN ME HACE SENTIR ENOJADO, PERO SÉ QUE ME MEREZCO ESTE DESPRECIOS!!!- Los zafiros se mantienen en alto, aunque este sintiendo un malestar enorme por esta “Declaración” que no es exactamente como esperaba, pero… Se está dando sin que él pueda detenerse el todo.
Los ojos del doncel demuestran cero entendimiento ante esto, su boca abierta ligeramente, admirando detenidamente al rubio que parecía estar diciéndole esto como una verdad absoluta.
Pero que aunque fuera así, aunque de verdad sintiera algo por Mu, esté jamás le podría creer por nada del mundo.
Rápidamente el pelilila comienza a negar con la cabeza, demostrando una mueca de burla total, igualita a las que Shaka muestra al decir una estupidez sin sentido como su título lo condena de “Payaso de la clase”
-Ja, ja, ja, ¡¡¡¿QUÉ ESTUPIDEZ ESTAS DICIENDO VIRGO?!!! ¡¡¡¿QUÉ YO TE GUSTE?!!! ¡¡¡JA, JA, JA!!! ¡¡¡NO ME HAGAS REÍR CON TUS IDIOTECES!!!- Sus dientes mostrándose, para ser una amenaza latente, enfurecido, pues no cree nada de lo que el rubio le dedica.
-¡¡¡NO SON ESTUPIDECES!!!- Le da igual ahora el dolor en su mejilla, para dar algunos pasos hacia el frente, quedando a una distancia considerablemente corta del pelilila, que solo le dedica furia y burla ahora -¡¡¡DE VERDAD ME GUSTAS MU!!! ¡¡¡HA SIDO ASÍ DESDE QUE AMBOS ÉRAMOS UNOS NIÑOS!!! Pero…- Se detiene en seco, pues ahora si está tocando unas fibras sensibles, pues el reflejo consternado se le deja ver en su rostro de una tonalidad clara, y su sonrojo no solo del golpe se ve por ello, sino por la confesión, dándose cuenta al fin de que lo hizo y a la vez recuera algo que no debería haber ocurrido.
-¿Pero? ¿Pero?- Pregunta fastidiado, pues sin duda no va a dejar esto pasar como si nada, aprovechará ahora ser él quien se burle de unos absurdos sentimientos a su parecer -¡¡¡BUENA BROMA SHAKA!!!- Aplaude con ironía, sin dejar de borrar su ceño fruncido –Felicidades, ¿Crees que el idiota, cuyos padres están divorciados por la infidelidad de su padre te creería?- Haciendo referencia a los incontable insultos por este hecho –Debiste tener un mejor plan, que usar algo en lo que yo no creo- Sus ojos fulminan al otro, sus labios hacen demasiado énfasis en cada palabra pronunciada.
-¡¡¡NO ES NINGUNA BROMA!!! ¡¡¡¡DE VERDAD TE QUIERO MUCHO MU!!!- Se confiesa con desesperación, ya que no importa como lo diga, esté no le creerá, incluso humillando se y revelando su verdad.
-¡¡¡BASTA DE UNA MALDITA VEZ DE DECIR ALGO COMO ESO!!!- Su enojo es evidente como la cólera, porque el rubio este siguiendo con algo tan falso como el amor en esta tierra -¡¡¡COMO SI TE FUERA A CREER ESO, CUANDO TÚ TRAICIONASTE MI ABSURDA CONFIANZA EN TI!!!-
El rubio lanza un suspiro bajando la cabeza de vergüenza, recordando muy bien lo que hizo.
-Perdóname… Der verdad perdóname por eso…- Aprieta su mandíbula, resistiendo y conteniendo los deseos de derramar alguna lagrima, pues no le queda para nada hacerlo ahora, y ms teniendo el terrible peso de la culpa y bien merecida.
-Ja, ¡¡¡TAN FÁCIL ES PARA TI!!! ¡¡¡¿CREES QUE CON UNA ESTÚPIDA DISCULPA DE TU PARTE, TODO SE VA A ARREGLAR?!!!-
-¡¡¡¿QUÉ PUEDO HACER PARA QUE VUELVAS A CONFIAR EN MI?!!!- Súplica, intentando volver a tomar esas manos que desea tocar, pero con calma, devoción y amor.
Dándose cuenta de esto, alza rápidamente sus manos hacia arriba, al nivel de su rostro, flexionándolas de los codos, para ver fríamente a este chico...
-Nada Shaka, nada puedes hacer para que te perdone- Las esmeraldas fulminan cruelmente a los zafiros, demostrando que la rabia es tan grande que será difícil, por no decir imposible de olvidar.
-¡¡¡MU, YO NO QUISE QUE ESTO TERMINARÁ ASÍ!!!- Solo se intenta justificar palabra tras palabra, para que el pelilila lo entienda y lo escuche.
Y tal vez así, ganarse un perdón que desea tanto.
Pero es demasiado tarde, para estos dos jóvenes.
-¿No quisiste hacerlo?- El tono de molestia, como de indignación se refleja en la voz del Doncel, para apretar sus puños, que ahora bajan al nivel de su pecho y niega con la cabeza.
-¡¡¡CONFÍE EN TI, SHAKA!!! ¡¡¡TE CONTÉ LO QUE PASABA EN MI FAMILIA!!! ¡¡¡FUISTE AL ÚNICO QUE LE DIJE, SOLO QUERÍA SER ESCUCHADO POR ALGUIEN!!! ¡¡¡Y TÚ, TRAICIONASTE MI CONFIANZA!!!- Da pasos decididos hacia el frente, solo para intimidar y hacer retroceder al otro.
-¡¡¡NO QUISE HACERLO, TE LO JURO!!!- Extiende sus brazos hacia al frente de forma lateral, para que le comprenda de alguna manera, y note su mueca de arrepentimiento.
-¡¡¡¿NO QUISISTE HACERLO?!!! ¡¡¡NO ME VENGAS CON ESO AHORA SHAKA!!!- Frunce el ceño, cierra sus ojos, respira hondo, pues el solo recordar ese instante, esa terrible época en su vida, en donde todo se fue a la basura y entendió que el amor, la amistad, son sólo palabras ficticias, que no tienen un verdadero significado, al menos no para él.
El rubio no responde, ya no tiene formas de defenderse, pues el Doncel tiene toda la boca llena de razón.
-¡¡¡TE CONTÉ, QUE MI PADRE ENGAÑO A MI PAPÁ…!!!- Al decirlo en voz alta, la punzada en su corazón se siente, pero resiste ante el otro -¡¡¡FUISTE EL ÚNICO QUE LO SABÍA!!! ¡¡¡¿Y QUE PASÓ EL DÍA QUE VOLVIMOS A LA ESCUELA?!!!- Detiene su habla para ver fríamente al de ojos azules, esperando que diga algo, cosa que no sucederá ahora por la vergüenza.
-Cierto…- Asiente, frunce no el ceño y deja ver una sonrisa -Todos se burlaban de mí, por ser el niño, cuyos padres se divorciaron… Las burlas fueron peores, porque siempre me sentí orgulloso del amor que mis padres se tenían… creyendo que algún día tendría eso con alguien…-
Shaka baja su mirada, sintiéndose debatido, y arrepentido por haber causado tanto dolor a alguien que decía amar.
-Pero, no sólo el hecho de que esparcieras el rumor, que lo dijeras sin importarte que te pedí que lo guardaras en secreto - La mirada de desilusión y decepción se combina con el odio extremo -Participaste en esas burlas, te dio igual cada lagrima que derrame, el hecho que cuando niños confiara en ti y fuéramos amigos- La respiración agitada, el dolor en sus palabras…
Al aparecer Mu, alguna vez llegó a sentir también algo por este rubio, pues la decepción aún se refleja, pero al parecer eso ha quedado en el pasado.
-Te dio igual, y te lo agradezco así conocí que amigos como tú, no valen siquiera la pena de hablarles o escucharlos- Sisea en estas últimas palabras, para darse media vuelta e irse… ya no soportaba tener que seguir “Dialogando” con alguien que ya no tiene importancia alguna nada para él.
-Perdóname… De verdad te pido mil disculpas… Sé que te hice daño, que no debí…- No soporta más, su rostro deja que las lágrimas caigan de esos zafiros que no importan el arrepentimiento que ahora experimentan por lo que hizo en el pasado, no encontrara perdón en el Doncel de enfrente.
-Guárdate tus estúpidas escusas, y disculpas para alguien que si te las crea, que para mí valen menos que nada- Dándole la espalda, su tono de voz se mantiene amarga y fría, aunque en su rostro deja ver la rabia en esos ojos verdes, y tal vez un poco de brillo cristalino en ellos pero no dejara que caigan.
-¿Mu…?- Se queda pasmado, no importa las palabras que dedico, no le interesa el hecho de haber revelado todo lo que en su corazón se guardó desde hace tiempo, que dejara ver sus celos, su disque amor que tiene por el pelilila no vale nada… Para el Doncel.
-Sabes… Aldebarán y Aioria, aun con sus problemas, fueron los únicos que no se burlaron de mí, que mínimo me preguntaron ¿Si estaba bien…? Que intentaron darme a entender que lo sucedido con mis padres no importaba ante ellos para hacerme daño…-
Claro que en ese momento, y por todo lo que se sabe, los niños son extremadamente crueles, ven alguna debilidad de alguien y de allí se aprovechan para hacerte daño y provocar que llorares aunque ellos estén peor.
Pará este punto el rubio, que actualmente ya no lleva el característico Bindi en su frente, sólo se queda en silencio, escuchando ahora las palabras que debió algún día entender y hacer caso.
-No son mis amigos, pero al menos… son los únicos dos a los que les crearía si me confesaran una estupidez como la tuya, los únicos que mínimo no insultaría, porque a lo que a mí respecta ¡¡¡TÚ Y TODA ESA BOLA DE IDIOTAS DEL SALÓN, SE PUEDEN IR AL MISMO INFIERNO, Y MORIRSE TODOS!!!- Sin más decide irse, caminar apresurado, pues ya no soporta la presencia del rubio junto a la suya.
Golpe tras golpe recibe en su ego, y corazón, esté rubio que grado años, y que en sí… No es algo importante para el pelilila ahora...
Ya que sus sentimientos no fueron antes escuchados, ni respetados, ahora menos va a tomar en cuenta al Hindú y mucho menos quiere aceptar y creer las estupideces que dice.
Jamás las creerá Mu y tampoco le importan.
-¡¡¡¿CÓMO ME GANO TU PERDÓN?!!! ¡¡¡¿QUÉ TENGO QUE HACER MU?!!! ¡¡¡HARÉ LO QUE SEA PARA QUE ME PERDONES!!!- Esta vez no le importa humillarse, ni nada, claro, esta soló, fue guiado por sus celos y cegado por estos, para declarar un sentimiento que nadie le creería.
A casi nada de salir por aquella enorme puerta, el pelilila Doncel sólo se detiene, gira levemente su cabeza, apenas para ver al otro de reojo… Y con una mirada tan afilada como una espada y una voz tan gélida como un témpano…
Le dedica la única forma de disculparse a estas alturas de la vida…
-Perfora tu propio estómago y mueres-
Los zafiros se abren de par en par, quedándose atónito ante lo que ha dicho el pelilila, doliéndole tanto… Pues…
Esto fue ahora un golpe bajo para él…
Ya que… Esa acción, esa situación que la propone el pelilila… Está cargada de emociones negativas y traumas que no le desea recordar.
Sobre todo que esas palabras tienen que ver con su abuelo…
Al parecer Mu está dispuesto a vengarse de alguna u otra forma por todo el daño que le hizo en el pasado.
Olvidando ambos por completo que alguna vez de pequeñitos niños, cuando la cosas eran buenas, calmadas, dulces y serenas, como si fuera un paraíso….
Se prometieron que algún día se causarían al ser grande… Sus padres sabían de esta curiosa situación y les aprecia adorable… Pero ahora… claramente eso jamás sucederá.
---En Alguna Parte---
-Ja, ja, ja, Atena… Por cada paso que tus caballeros den para encontrar la verdad, se dan dos para bloquearlos- La voz de aquel hombre se sigue escuchando, ante la mirada demacrada y cansada de la Diosa que tiene atrapada.
La cuál no responde, solo deja escapar algunas lágrimas, ya no tanto del dolor infringido, sino… Del cruel destino que sus caballeros corren por su causa.
-Mientras esos idiotas de tus dorados, que salvaste de un castigo bien merecido intenten acercarse para encontrar la verdad, otros deciden que jamás serán de nuevo amigos y así alejándose aún más… ¡¡¡¿ACASO NO TE PARECE PERFECTO?!!!- Sonríe y grita burlonamente.
-Ellos no merecían ese castigo, yo debía recibirlo, ellos solo hicieron todo por salvarme a mi…- Enfrenta al sujeto que se deja ver apenas parte de su cuerpo…
Viste una armadura de color morado, cubriendo sus pectorales, dejando la piel desnuda del cuello hasta los extremos de los hombros… Los antebrazos, brazos y manos cubiertas por aquella prenda del mismo materia, al igual que bajando por la cintura, piernas y pies se recubren.
Acentuando los toques de esta curiosa armadura de color morado oscuro, con ramas secas, que recorren por todo el cuerpo de este ente…
O mejor dicho Dios… No se deja ver por completo más detalles, pero sus cabellos azulados como la noche sin estrellas, y sus ojos de un color café seco… Como aquellos árboles muertos por dentro.
Su burla aún se deja apreciar… Son un rostro descompuesto, satisfecho por la terrible fatalidad que presencia y provoca…
-Ate… No lograrás detenerlos…- Una mueca de dolor deja ver en su rostro, cuando aquellas cadenas se tensan, sintiendo el castigo que recibe por sus pecados bien intencionados.
-Oh Atena…- Se acerca para sujetar la mandíbula de la mujer, atreviéndose a mirarla con burla -Ya los detuve, y no puedes hacer nada-
El sudor en la piel de la Diosa cae, dejando ver que su desesperación es grande, pero su fe aún más.
-Ellos no podrán salvarse, tú tienes que salvarte a ti misma y los que te quedan intentan llegar hasta aquí… Pero la suerte te aseguro que no estará de su lado-
La peli morada se arrebata de ese agarre, sin éxito alguno siendo aún sujetada con mayor fuerza…
-Ríndete, al fin de cuentas, siguen sufriendo por no haber pensado mejor el mundo a donde los mandaste, estúpida Diosa que no sirve para nada- Aquel agarre, lo suelta con tal brusquedad, provocando que ella sea aventada ligeramente, aun estando atada, su rostro lastimado ahora se ve por los dedos marcados.
Aquellas cadenas que atrapan sus muñecas y tobillos, se tensan más y provocan que derrame lágrimas, pero aunque su respiración este siendo forzada, su mente divaga entre quienes mandó a otro mundo a ser felices y los que aún están en esté para protegerla.
-Claro que si… Ellos… Encontrarán la forma de…-
-¿Te diste cuenta?- La burla del Dios con el trabajo de castigar todos los pecados de esta Diosa, vuelve a hacer uso de la palabra -Por uno que se acerca, dos se alejan, por cada intento tuyo, existirán miles mío para que ellos sufran y jamás se encuentren-
La burla se sigue presentando, jactándose de la humillación hacia Atena.
-Date cuenta, que has perdido esta batalla antes de siquiera comenzar a jugar… Ellos solo serán condenados a sufrir, sin importar lo que hagas- Frunce el ceño, mostrando su burla plenamente -Aunque mandes todo lo que tú quieras, y uno abra los ojos, los demás no lo seguirán-
La peli morada abre sus ojos alterada, entendiendo ahora que este Dios sabe en cierta forma de su plan.
-Fue cuestión de solo echar un vistazo, aunque les des pistas, intentes intervenir por medio de uno, no lo lograrás jamás… Pues tu encierro será peor… Aunque te salves o mejor dicho te salven… A ellos no podrás ayudar nunca más- Y así como apareció en parte delante de ella, se esfuma, dejándola por completo sola, en medio de la oscuridad, donde su mera presencia deslumbra un aro de luz para ver más allá de su ser.
Cierra sus ojos, apretando sus labios, dejando que las lágrimas caigan a mares por sus mejillas…
Solo pensar el hecho de que sus intentos estén siendo destruidos, mucho antes de surtir efecto, es terrible.
-Perdónenme… De verdad, lo siento…- Su dolor se ve en el rostro, aunque este cansada, agitada, y adolorida, no quiere aun darse por vencida, aunque todo esté en su contra.
Confía en los caballeros de bronce para ser salvada, en los de plata también, pero… ¿Puede confiar en ella misma para ser quien salve a los caballeros dorados?
Aquellos que siempre fueron sus guerreros de élite, y que jamás dudaron en protegerla…
Ahora ella debe hacer lo mismo, protegerlos de un infierno que no merecen, pero…
¿Ella será suficiente para lograrlo?
¿Aun teniendo al Dios de la fatalidad como principal verdugo?