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Doce Perdidos (MiloXCamus Yaoi Lemon) CaMilo por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Buenos mis terrones de azúcar, aquí esta la siguiente parte de los regalo para los que hacían falta y empezando con los fic's que ustedes votar el mes pasado, jajaja ya se, esta vez me tarde, peor tenia algunas cosas que hacer, sin mas...

Espero que disfruten mucho y... Este capitulo se dedica a cureange_villalobos, espero que disfrutes tu pequeño detalle, si que este capitulo esta lleno de muchas revelaciones.

Sin mas pasen a leer.

Sorprendido por esa hermosa joya, sus ojos de la misma tonalidad, brillan por tan solo presenciarla, su corazón late acelerado, algo le produce esa hermosura en color verde.

Un sentimiento que lo envuelve, una inmensa tristeza, una soledad que de repente se vuelve mayor con cada segundo… Deseando alcanzar esa piedra preciosa, como si lo hiciera, pudiera calmar esos pensamientos… Ese dolor que no sabe de dónde viene.

O mejor dicho… Intensifica lo que siente ahora… Pero… No logra descifrar del todo… Algo nuevo, con lo que conoce… O

¿Acaso el peli cerúleo, si tiene razón?

¿Él también está involucrado en este lio?

Los caballeros dorados existen, la Diosa Atena a la que deben proteger…

Las cosas que le conto… Sobre que en aquel mundo… Pelearon y murieron por esa mujer… Que a su hermano lo tacharon de traidor.

Se negaba pensar que el Saga que conoce… De verdad hubiera hecho eso, cuando en su vida… Nunca fue así, al contrario… Era el único que de verdad se preocupó en el momento en que Aioros se fue…

Su mirada pareciendo hipnotizada por alcanzar esa gema, su mano estirándose… Sin embargo… No puede alcanzar, tiene aquellos divisores para que los turistas y curiosos no atraviesen su perímetro, además que está dentro de esa caja de cristal…

Sería imposible tomarla…

No con la seguridad que ahí a su alrededor.

Más parecía no importarle… Está decidido a tomarla, aunque en su interior sepa que es incorrecto.

-Aioria… Creo que ya hice enojar a la guía…- Los pasos del escorpión, algo decaídos, pero con una sonrisa, informa lo sucedido –Me dio esta calcomanía, y me dijo que soy muy inteligente, que sería un gran guía de turista, que la espere afuera para un formulario, pero… Ya le estaba dando un tic nervioso, como el que lográbamos hacerle al patriarca y…- Su risa se calma, al ver la desesperación en su amigo.

Obviamente que actué así tan repentino es extraño, pero sería para el Aioria de este mundo, no para el de su mundo.

Se acerca curioso, su sonrisa se planta de nuevo, para mirar atento a donde los ojos verde se fijan, aunque la mano de este ya no intente alcanzarla, pero si sujetando con fuerza la línea divisora de tela perimetral, para evitar el paso más cercano.

-¿Qué tiene de buena esa vasija?- Esperando saber lo que ve el castaño claro, algo que no puede observar él.

-Una piedra… Es... Verde...- Contesta en automático, cerrando sus ojos, como si la voz de quien llama, lo saca de un trance o de un pensamiento en aquello –Es como si me llamara… Pero no puedo alcanzarla…- Rápidamente se gira al otro -¿La puedes ver?-

Niega con la cabeza rápidamente –No, me temo que solo la pueden ver los caballeros que sean sus dueños-

-¿Dueños?- Confundido, pero es cierto… Siente que esa piedrecita es de su propiedad, o que pertenece a su lado, tenerla en su poder, como si fuera parte de algo mucho más grande.

-Descubrí que mi piedra preciosa de color rojo, es parte de mi armadura dorada, te lo había dicho antes- Sonríe de lado, pues es una información ya antes mencionada, pero tal vez no se lo creyó del todo.

-Lo que dices… Si es cierto… Entonces… Yo… Pero…- Vuelve a balbucear palabras que apenas se conectan, aunque ya vivió un momento así, cuando el peli cerúleo le conto sobre su propio mundo y la verdad de este, solo le pareció fantástico, sin embargo que era la verdad que este Milo comparte.

Mas ahora… Nunca creyó que esto lo envolvería de verdad…

Imaginó que era como en esas películas, donde el protagonista viene de otro mundo y cae en un lugar tan diferente, con versiones de este mundo de sus amigos y conocidos, pero… Que estos son de este mundo, no los del protagonista.

Y este tiene un amigo que le ayuda en todo momento, aunque al principio no le cree…

Creía que su papel aquí era solo ser ese amigo, no verse involucrado como otro protagonista, que todo lo que conoce es ajeno, que no pertenece aquí.

Que su vida, sus metas, todo lo que conoce y quiso… Es solo una mentira, una ilusión… Que nunca estuvo destinado a cumplir… Si no tener que volver a un mundo en donde las guerras son de por vida, que jamás se acaba el peligro.

Abandonar su familia, lo que quiere…

-Esto no… No… ¡¡¡NO!!! ¡¡¡NO PUEDE SER CIERTO!!! ¡¡¡YO SOY DE ESTE MUNDO!!! ¡¡¡YO NACÍ AQUÍ!!!- El ceño fruncido, la molestia que siente, con el miedo de que esa verdad también sea la de él.

-Aioria… Cálmate por favor- Alza sus manos delante, al nivel de la cara, pero su preocupación aumenta por el hecho de que el castaño claro este tan alterado –No es tan malo…- Es lo único que atina a decir, con una débil sonrisa.

-¡¡¡ESO LO DICES PORQUE ASÍ LO CREES!!! ¡¡¡YO TENGO OPCIONES!!! ¡¡¡NO TENGO DE POR QUÉ TOMAR ESA COSA Y PERDER MIS RECUERDOS!!!- Responde con su frustración y preocupación, claro que esta aterrado, de buenas a primeras perderá todas sus valiosas memorias, lo que sabe de este mundo se ira, y nunca jamás volverá.

Así como le ha ocurrido al peli cerúleo, sin embargo eso no parece molestarle.

Pero Aioria… Es diferente…

-¡¡¡SI NO LO HACEMOS, NUNCA SABREMOS QUE LE PASO A NUESTRA DIOSA!!!- Lo reprende, sujetándolo de los brazos encarándolo -¡¡¡ES NUESTRO DEBER!!!-

-¡¡¡ESE ES TU DEBER!!! ¡¡¡NO EL MÍO!!! ¡¡¡ASÍ QUE…!!!-

No termino, pues de tantos gritos, llaman la atención de todos los allí presentes y desde luego los encargados de seguridad del recinto.

Acto seguido, los dos jóvenes son sacados del museo, por alterar el orden y estar gritando como locos.

Milo quería replicar, su actitud más atrabancada y decidida lo hace también discutir con los guardias, alegando que no era algo malo, solo conservan, pero… Obviamente los gritos fueron demasiado.

Obviamente esto es un contratiempo de sus planes, debía pensar como volver a dentro, sin prestar atención al joven castaño que se aleja con la cabeza baja, desesperado, enojado, triste, preocupado.

Es como si internamente existiera una lucha, en donde… Su corazón y mente están sumamente confundidos.

Quiere seguir viviendo aquí, con sus preciados recuerdos, no desea abandonar a nadie de los que ama, aquí tiene una familia, personas que lo aman… Vida normal, decisiones que tomar, y no solo seguir lo que se les impone.

Con todo lo contado por Milo de ese otro mundo, dimensión o lo que sea… Simplemente le aterra, le molesta tener que sacrificarse por una Diosa, que obviamente aquí en este lugar, es solo una leyenda, la mitología de su país eso es todo…

Su hermano murió en ese otro mundo, fue tachado por un traidor de manera injusta… Lo dejo solo… Lo hacían menos por ser su hermano menor…

Puede que no sea muy diferente ese hecho, pero al menos no estaba solo… Teniendo a sus padres y a su único amigo, las cosas son distintas, pero buenas… Aquí se vive bien, en calma, no existe preocupación alguna.

Más… Siente una opresión muy grande en su pecho, que lo hace desesperar.

Como si… Supiera que está haciendo mal en dar la espalda a lo que esa piedra verde representa, lo que es… Ese deseo de tomarla y saber que ocurrirá.

Sus pensamientos son un desborde de tantas emociones también… Atrapado entre que debe hacer y lo que quiere…

La cuestión es que… Ambas posibilidades están mezcladas.

Quiere siempre quedarse en este mudo, pero también quiere poseer esa joya verde entre sus manos… Pero le aterra olvidarlos a todos… Que ya no esté conectado con sus padres, su hermano…

No… No quiere ni siquiera pensarlo, pero existe esa tremenda posibilidad…

Sus pasos lo dirigen a un ritmo lento, hacia un parque… Justamente a donde han patinado antes, pero en la sección de infantes…

Milo desde luego lo siguió, intentando convencerlo de que debía hacerlo, tomarla… Aunque aún no se le ocurriera un plan para ello, pero era lo que debía hacer.

Más las respuestas no salen de la boca de su amigo, solo camina, intentando ignorarlo, pensar en otra cosa y aclarar sus miedos.

Cosa que el pensara en hacerlo.

Los columpios están desocupados, Aioria pareciera estar en automático, caminando hasta llegar a ellos y sentarse, sin pensar mucho en su alrededor o que el sol este en su máximo nivel, solo quería estar tranquilo un instante.

El peli cerúleo, lo mira bastante atento, esperando que de nuevo explote o se enoje, a como es el verdadero Aioria o el que conoce, pero solo está sentado en ese juego, cabizbajo, con las manos en su regazo, sin decir nada.

Creyendo que era mejor acompañarlo, y seguir hablando sin censar hasta convencerlo.

No lo hace con malas intenciones, si no que… Es su manera de animar a los otros, además de hacerle ver que volver a recuperar sus memorias es importante.

Por algo está viendo esa piedra verde, por algo solo se presenta ante su mirada.

-Aioria… Por esa razón, creo que… Deberías tomarla… Es tu… Deber y creo derecho…- Ya ha agotado sus argumentos válidos, pero no se va a rendir.

Toma un ligero respiro, para seguir hablando, mostrando una enorme sonrisa, para animar al pelicastaño claro.

-Además… Nos debe necesitar, todos deberían de…-

-¿Sabes al menos por que somos amigos?- La voz de Aioria suena muy triste, casi como perdida.

Esto provocando que el peliculero, callara, fiando la vista en el que está hablando.

-No…-

Un suspiro sale de los labios de quien tiene una mirada de pena, pues está a punto de revelar algo, que no pensaba recordar de nuevo…

-Todos éramos amigos… Unos niños que disfrutaban jugar aquí… Éramos alegres, la mayoría de nuestras familias se conocían… Eran buenos tiempos… Ninguno de nosotros podríamos creer que todo eso cambio tan bruscamente…- El tono de voz suena triste, casi como si estuviera reteniendo las lágrimas, pero no se ve, ya que este no lo ha dejado apreciarlo.

-¿Qué paso?- Entrecierra sus ojos, prestando toda la atención posible.

-De repente… Todos empezamos a tener problemas…- Suspira intentando encontrar las palabras correctas –Tu madre enfermo…Una enfermedad terminal, tenías siete años… Como todos nosotros, y tuviste que ir seguidamente al hospital para visitarla y estar con ella, pues los doctores no le daban muchas esperanzas de vida…-

Un silencio se comienza a plantar entre ambos…

Es extraño, Milo… Sabe que es un suceso muy doloroso, pero… No siente más que pena porque alguien muriera…

-Aun así, no perdías tu alegría, cada vez en la escuela, intentabas ser feliz por ella, por las mismas más fechas, la mamá de Camus, tuvo un accidente… Falleciendo al instante… Intentamos estar para él también, pero… Al igual que ustedes, todos atravesaban por malos momentos… Los padres de Mu se divorciaron y muchas discusiones por quien se quedaría con su custodia, el abuelo de Aldebarán murió y bueno los padres de este casi nunca le prestan atención… Saga se vio involucrado en una disputa, que lo hirió gravemente, por culpa de mi hermano…- Evitando tocar ese tema lo más posible, pues es lo que le destroza el alma.

No sabía que decir o hacer, si era correcto interrumpirlo o no… Pero todas las noticias se escuchan muy tristes…

-Aunque algunos de quienes jugábamos antes, eran mayores por dos o tres años, Saga, Kanon y mi hermano siendo quienes nos ganan con más… Nos queríamos… Pero… En esa época, cada uno tenía sus problemas, sus miedos, nuestras relaciones se fueron quebrando al no tener con quien hablar… Sé que a Death le ocurrió algo que lo hizo temer mucho a su propia muerte, no estoy seguro… Shaka, sus padres antes budistas… Solo me entere que dejaron de creer o seguir… Y por lo tanto las prohibiciones que antes tenía se quitaron…-

Cada cosa que decía, era más descabellada que la anterior… Death no jugando con la muerte, Shaka olvidando sus creencias inculcadas desde siempre…

Esto cada vez lo hacía creer que existe más en este mundo que oculta.

-Cuando fuimos a acompañar a Camus en la pérdida de su madre, tu padre te acompaño y… Se reencuentro con alguien allí… Fue en ese momento que tú comenzaste a odiarlo… Y no solo a él, sino también a nuestro amigo- Revela la razón que siempre deseo escuchar del otro.

-¿Qué fue… Lo que paso?- Su mirada fija en el castaño, esperando la respuesta, algo angustiado, pero curioso.

-Tarde mucho para que me lo digieras… Por qué después de ese día, tú te volviste demasiado hermético, estabas enojado todo el tiempo y… Tu madre empeoro, cayendo en coma y jamás volvió a despertar… Calvera era su nombre…. ¿Lo recuerdas?-

-Por qué me lo ha dicho él… Pero… ¿Qué paso con Camus y conmigo?- No es que no le importara los otros temas, es solo que saber, por qué en este mundo odia a su amado acuario, no lo comprende, pero… Si se fijara, que de sus ojos brotan lágrimas, que ni las ha sentido.

Suspira, debía ser sincero… Debía decir toda la verdad que conocía, antes de… Bueno… Si toma la decisión, sus memorias serian reseteadas y no las recuerda, al menos… Milo debía saberlas y… Hacer que todos las recuerden después…

-Descubriste que tu padre y el de Camus en la juventud se conocieron y… Fueron pareja por un tiempo, pero… No pudieron estar juntos… Así que cada uno tomo caminos separados… Creíste que solo se casó con tu mamá, porque así lo pensaba que debía ser, como un sustituto del señor Degel, por eso tomaste odio hacia todos ellos…-

La mirada del contrario, se queda fija al suelo, con la boca ligeramente abierta, confundido por todas estas palabras… Incapaz de producir ruido alguno, es mucho que procesar de golpe.

-Lo peor para ti fue… Al poco tiempo de que tu mamá falleciera, tu padre y el de Camus se encontrarán para que le diera ahora el pésame y solo por un abrazo, tu… Dijiste cosas de las cuales jamás te arrepentirías… Y a Camus igual… Le dijiste tanto… No me quisiste decir, pero me imagino que podrías haber dicho…-

-Sueno como un verdadero idiota…-

-Tenías nueve años… Era normal que reaccionaras mal y con tantas cosas de las que te enteraste, lo de tu mamá… Fueron golpes muy duros…-

-¿Por qué Camus nunca pensó que igual su madre fue un sustituto del mío?-

-De eso no estoy seguro… Después de lo ocurrido, cada quien se fue apartando… Del otro… Y muchos se alejaban de mí también…-

-¿Por qué de ti? ¿Qué hiciste?- Sigue derramando lagrimas que no denota, aunque cuando comenzaron a caer a sus ropas y mojarlo, se percató de esto, más lo olvida al ver que Aioria tiembla de sus manos, el tema que ahora se toca va cada vez profundizando -¿Fue por qué eras mi único amigo y… Yo me volví un patán?-

-Tú fuiste el único que me escucho…- Sentención, para girarse a verlo y dejar ver las lágrimas que sus ojos dan permiso de salir.

Más curioso ahora de lo que el pasado les causo… Las dudas surgen con cada instante que pasa, con cada palabra.

-Todos estaban con sus problemas, yo me acerba a ellos, quería animarlos, pues veía su tristeza y dolor, me contaron muchas cosas y otros se la reservaron, pero dejaban salir su veneno cada que podían contra otros… Nadie quería saber sobre lo que me ocurría y si lo intentaba… Me interrumpían o me decían que no era la gran cosa, que ellos la estaban pasando peor…- Su voz se quiebra… Esos recuerdos son tremendamente dolorosos…

-No podía recurrir a nadie más… Mis padres pasaban por lo mismo, y no quería verme débil ante ellos… Los únicos con los que pudiera hablar… Me sentía poco merecedor de verlos a la cara, Saga sufrió por culpa de las estupideces de mi hermano, Kanon me detesto por un tiempo, solo por  llevar la sangre de Aioros…- Su llanto se vuelve más fuerte, cubriendo su rostro.

-¿Qué podría hacer Aioros para que de verdad lo tachen de algo malo?- Es como si viera en cierta forma, de una paralela a lo que sucedió a esa edad en el santuario…

-Comenzó a juntarse con malas personas… Quienes lo involucraron en consumo y venta de drogas… Faltando a clases, meterse en riñas, cosas que a mis padres no les gusto… Dejo la escuela en cuanto pudo, paso de ser un hermano genial, buen hijo, estudiando perfecto, gran amigo… A alguien completamente diferente, malo, cruel, despiadado, grosero…- Aprieta sus puños, conteniendo al ira –Saga intento ayudarlo en una pelea y recibió una grave herida en su cuerpo, pudo haber muerto… Aioros pareciera arrepentido de que eso le pasara a un amigo que creía que era importante para él… Pero no fue así…-

No podía evitar pensar en voz alta, pero intentando que fuera apenas audible…

-Siempre Saga y Aioros… Están involucrados y uno intentando matar al otro…-

-Se fue al poco tiempo, creo que tenía ocho años o nueve… Desde entonces mis padres lo buscaban y cada que lo encontraban lo llevaban de regreso, hasta que cumplió dieciocho y se fue definitivamente, pidiéndonos “Que esta era la última vez que lo veríamos” “Que ya era un adulto que no debían meterse en su vida, ni fastidiarlo” “Que es la vida que eligió” incluso… Nos dijo que si jamás sabia de nosotros, era mejor…- Sus lágrimas vuelven a caer… Desesperado por el dolor punzante en su corazón, cada recuerdo es peor… Pero era necesarios sacarlo de nuevo, pues… Podría olvidarlo.

-Aioria…- Duda un instante, pero decide posar su mano sobre el hombro del contrario, le hacía rememorar cuando era tachado por ser el hermano del traidor del santuario…

-Dolió mucho, siempre había creído que la familia lo era todo y mucho más, Aioros lo creía así, prometió estar a mi lado siempre… Cumpliríamos nuestros sueños, seriamos amigos, hermanos, siempre… Yo… Creo que… Es un idiota, traicionó esa confianza, me dijo que yo era un estorbo, que no estuviera de llorón, que me alejara… Aun me pregunto si de verdad era él hablando o alguien más… Yo… Preferiría que estuviera muerto, a tener que volver a verlo-

Es horrible cuando tienes tanto en tu corazón, sentirte traicionado por una persona tan importante, que te diera la espalda, te digiera que solo estorbas a su camino, que todo ese tiempo que pasaron solo fuera una farsa y que solo bastara que llegaran otras personas para abandonarte.

Lo peor es que son hermanos… Quien te ha dejado sólo es tu hermano… Y fue su decisión…

-Mis padres hacen lo que pueden para que yo no sea como él, y jamás lo seré… Yo quiero lograr mis metas, no caer en algo tan bajo como ese mundo… Yo… No sé qué hacer ahora…-

Aprieta sus labios, bajando la mirada… Entiende a que se refiere el castaño, Y puede que tenga razón…

Si, tienen su propio sufrimiento, cada uno lucha a su manera en este mundo, pero… ¿Es posible tener una vida normal aun con eso?

Él no siente ese rencor que el antiguo Milo sentía hacia su padre o Camus, no odia a nadie… Y desea tanto volver a hacer amigo de ellos…

¿Podría ser, quedarse en este mundo?

Destruir el único recuerdo que le trae memorias antiguas… Y así no recordar ese pasado, empezar desde cero…

Mas, ¿Recordará de nuevo las viejas memorias?

Es confuso todo esto… Milo ahora, se siente abrumado por esta confesión.

-Milo… Tú fuiste el único que me escucho, que estuvo callado, al visitarte una tarde, no pude soportar más y hable, hable, y hable… Hasta que cayó la noche y ya no tenía fuerzas para nada… Fuiste el único amigo que me quedaba y aun con esa mirada seria me dijiste… “La vida es muy difícil, pero es mejor luchar a quedarse llorando por siempre”-

Esas palabras lo sacaron de sus tormentosos pensamientos, que lo hacen dudar ahora de su deber… Ya no les corresponde a ellos seguir sacrificando su vida y tiempo en Atena, pueden ahora enfocarse en más cosas…

Pero… ¿A qué costo?

-En cierta forma… Me salvaste de muchas cosas… Yo me confundí mucho, era solo un mocoso que estaba entrando en la adolescencia… Muchas cosas en mi mente, miedos… Solo quería acabar con eso, pero… Lo pensé mejor… Y desde entonces somos amigos-

-Yo escucho y tú hablas… Bueno… No es algo malo- Sin duda Milo, hace su mejor esfuerzo para seguir al conversación, aunque lo confunda más en qué hacer.

¿Que sería lo correcto o no…?

-Es raro… Ser el que hable menos, pero no es malo…- Se siente calmado… Mas no deja de sentirse confundido por que hacer…

Es demasiado para un joven de su edad, de esta época y mundo…

Pero… ¿Sera lo correcto huir de todo lo que te aterre?

-¿Por qué me contaste esto?- Recodando las razones por las que antes callaba Aioria.

-La razón… Es que creo… Que si… Hago caso a este deseo de tener esa cosa tan brillante en mis manos, perderé estos recuerdos… Aun no estoy seguro de que hacer… Pero… Milo... Debe saberlo todo… Así, si mi decisión es tenerla… Podrás recordarme cómo actuar…- Una pequeña sonrisita se dibuja en ese rostro empapado de lágrimas, aun reflejando el dolor de haber sido dejado de lado por aquellos amigos de su infancia.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me a robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro muy bien, jajaja aunque algo ocupada, así que espero o disfruten muco.

Y debo decirles que en este capitulo si revele mucho, y era necesario... Ya que... Se vienen cosas que ustedes disfrutaran , peor no diré nada mas.

Este capitulo es dedicado a cureange_villalobos, espero que te guste y deberás compartirlo con tus demás hermanos terrones de azúcar.

Muchas gracias mis terrones de azúcar por seguir apoyándome, leyéndome, y dejándome cada hermoso comentario de verdad lo agradezco mucho.

Cuídense, hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan, y manténgase a salvo.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 


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